Ya había conseguido recordar a la persona y la revelación le había llenado de terror y preocupación porque eso significaba que Eduardo, y sus amigos también estaban en peligro. Y la necesidad de escapar de aquella locura y de volver a la vida, había convertido el miedo en algo descarnado, un miedo atávico a la muerte...Tenía que escapar, por el bien de todos, y como fuera.
Cuando cesó el prodigio, la pieza del techo volvió a su sitio. A derecha e izquierda se abrían sendas puertas de oro macizo, señal inequívoca de que el noble metal no escaseaba en la zona. Por un momento pensó en que el grandioso tesoro de los incas pudiera no ser una simple leyenda.
Sus ansiados deseos se materializaron allí mismo. Un enrejado finamente trabajado en oro, desde el que escapaban los horripilantes gruñidos de la Jarjacha…
Una loca idea se apoderó de la mente de Irene, solo tenía que seguir a distancia a la fiera, evitando que la viese. La mujer se ocultó tras un muro de descarga.
Irene no cabía en sí de gozo, por un momento pensó en acercase al enrejado, para contemplar a la criatura más de cerca… A través de él pudo observar el mutante con la cabeza de llama y el cuerpo de hombre. Presentaba un aspecto de maligna ferocidad, sus fauces dejaban caer un repugnante hilillo de baba.. La chica sintió un escalofrío cuando descubrió sus colmillos amenazantes.
Irene examinaba la criatura demoníaca con un espanto difícil de ocultar ya que había tenido ocasión de comprobar lo devastadora que podía ser su fuerza. Desde donde se encontraba, podía apreciar como la gran reja de oro se alzaba lentamente. La criatura se mostraba ansiosa por salir. Sus redoblados golpes contra el enrejado así lo atestiguaban… Cuando la reja estaba totalmente elevada, la bestia se abalanzó sobre la puerta y la arranco de sus goznes… Así vio el camino libre hacia la salida…
…” Esta criatura es nuestra salvación, con ella conseguiremos expulsar a los turistas que invaden el Camino y podremos reconquistar nuestro espacio. Será su territorio de caza. lo recorrerá a lo largo y a lo ancho y todo aquel con el que se encuentre, será sacrificado por ella"...
Irene no podía creer lo que estaba oyendo.Tenía que salir lo antes posible de aquel lugar para revelar el siniestro plan que los intraterrestres tenían planeado. Así que después de todo solo era una estrategia para volver a reconquistar su tierra… Era increíble, pensó en la gente que iba a sucumbir en la red caminera inca. Antes de que se apercibiera, el acólito, o lo que fuera, ya se había alejado hacia una de las pequeñas puertas laterales, desapareció tras ella, lo mismo que el resto de personas que habían congregadas en la sala, cerrando tras de sí.
Sin embargo, eran muchas las sorpresas que tenía que recibir aquella noche... Y la primera fue cuando alguien que se había quedado rezagado se le acercó…
…”Procure disimular. Sabemos quién es y la pena por haber derramado sangre es la decapitación… Sin embargo, nosotros somos un grupo disidente de esta hermandad que data de la Edad media y queremos ayudarla… Con la condición de que cuando salga a la luz del día no se olvide de nosotros y nos ayude denunciando nuestras penosas condiciones de vida para poder escapar de la garras de este cruel kharisiri que nos ha esclavizado y que para perpetuar su poder practica sangrientos sacrificios rituales humanos.”...
…”Podéis estar tranquilos, que no os defraudaré, en cuanto consiga escapar iré a las autoridades y denunciaré esta secta que os esclaviza”... Prometía Irene, aún sin saber como asimilar un golpe de suerte tan grande... Aquellas personas desconocidas le ofrecían su ayuda desinteresada.
..."Después de todo era posible- se dijo para sí misma- encontrar personas buenas hasta en los lugares mas inverosímiles"…Amparados por las sombras, siguieron a jarjacha…Curiosamente, el monstruo del incesto iba abriendo el camino.
…”¿Quién es jarjacha. Es un demonio andino? ”... Preguntó curiosa.
…” No, es un experimento aberrante que llevan realizando desde hace tiempo… No es el único, han conseguido que se reproduzcan en cautiverio y cuando han conseguido que el primer espécimen sobreviva, han decidido emplearlo para sus diabólicos planes"...
Irene siguió a su salvador por una estrecha escalera excavada en la roca. Después anduvieron por pasillos interminables, iluminados por pequeños apliques de gas colgados en la pared. Tuvo la sensación de que aquello era un inmenso laberinto pétreo subterráneo del que hubiese sido imposible escapar sin ayuda…La recta les llevó hasta una tortuosa escalera que tuvieron que ir sorteando con dificultad. Al final arribaron a una especie de plataforma que colgaba sobre un abismo de unos cien metros. La chica contempló como el intraterrestre se acercaba a un pequeño saliente en la pared y una especie de nicho se abría, el ruido de la piedra al desplazarse se asemejó al que debe de hacer un pequeño corrimiento de tierra…
…”Ahora, nos encontramos en el Templo de la Luna de Machu Picchu… Por un lado, tiene la ventaja de que la ciudad perdida está cerrada al público por un reciente ataque de Jarjacha en el camino… Por el otro, la desventaja de que aún faltan unas dos horas para que amanezca. Así que seguir este camino en semejantes condiciones, es una auténtica locura. Verá que se abren diversos senderos, el más corto es el de las escaleras, si no tiene miedo a las alturas, unos nervios de acero y le gustaría ser como Lara Croft, y la oscuridad es su aliado, puede ser el adecuado para usted... Existe otra opción, es a través del bosque, con caminos empedrados, pero sin escaleras de la muerte y como consejo recuerde “PER ASPERA, AD ASTRA”...
..."¿PER ASPERA AD ASTRA?"... Interrogó a su salvador,,,,
Sí, por el camino áspero a las estrellas, o el peor camino hacia las estrellas… Ratificó el hombre.
…” De acuerdo, entiendo, el camino difícil es el más seguro y más rápido”... Respondió, mientras recogía un fajo de billetes que le entregaba el intraterrestre.
..."No se preocupe, todos llevan a Machu Picchu, y una vez en la ciudad sagrada solo tiene que seguir las indicaciones y así llegará hasta la cercana población de Aguas Calientes. En autobús son unos 10 minutos, pero como el santuario está cerrado, tendrá que recorrerlo a pie. Una vez en la ciudad turística solo tendrá que coger el inkatrail. Espero que los apus la acompañen y pueda coger el primer convoy, que le llevará directamente a Cuzco. Estos soles que le he ofrecido son para que pague su billete... Suerte y no se olvide de nosotros. Y, sobre todo extreme las precauciones ante cualquier persona que se encuentre"...Irene comenzaba pensar que la providencia había puesto en su camino a aquella persona tan excepcional. Antes de irse, Irene le dio un fuerte abrazo.
..."Créame, volveré y sabré como recompensarle por todo lo que ha hecho por mi"... El encapuchado descubrió su cabeza ante la mujer, y atónita descubrió que también llevaba la boca cosida. Ella hizo otro tanto...
Como si el hombre le hubiera leído el pensamiento.
..."Dominamos la telepatía"... Y sin ver la sonrisa dibujada en sus labios, Irene supo que aquella persona le estaba sonriendo... Pensar en los hombres a los que había quitado la vida, la angustió y derramó unas lágrimas de arrepentimiento.
Cuando se vio en el exterior, descubrió que tenía ante sus ojos una de las construcciones más increíbles que pudiera imaginar... Era el fascinante Templo de la Luna... Enigmático y misterioso, aparecía construido en el interior de una cueva natural... Destacaba una impresionante caverna, con su acostumbrado y preciso encaje de piedras... Contemplaba extasiada la construcción y observó que aparte de la puerta trapezoidal por donde había salido. Existían pequeños nichos excavados en la pared a unos metros del suelo, eran algo así como hornacinas. Por la belleza del lugar intuyó que aquello tenía que ser un lugar donde realizaban ceremonias rituales... Su sentido común la hizo reaccionar, si no quería acabar allí sus días, apremiaba abandonar aquel lugar lo antes posible y centrarse en buscar el camino empedrado que tenía que seguir...
Las sobrecogedoras escaleras de la muerte no tardaron en aparecer y pensar que tenía que recorrerlas a oscuras la intimidó. Tanto que a punto estuvo de escoger la otra opción y adentrarse a ciegas por la ceja de selva. Pero recordó el consejo del intraterrestre y decidió arriesgarse con aquella locura que desafiaba todas las leyes de la gravedad...
Excavadas en la roca se deslizaban sinuosas rozando el borde de precipicios de vértigo... Era una sensación horrible... Enfrentarse a un banco de nubes fue demasiado para ella. Una prueba para almas aventureras. Justamente lo que no era Irene... Contemplar aquel abismo velado le provocó un ataque de pánico y no pudo dar un paso más... Las piernas no dejaban de temblequear y una sensación de mareo la dominó....
A un lado de las escaleras se encontró con una pared escarpada y húmeda y por el otro, una caída de cientos de metros directa al caudaloso río Urubamba. Sintió que si continuaba podría despeñarse con total seguridad… Paralizada, apoyó su cuerpo contra la rocosa pared, cerró los ojos y se agarró con fuerza… Intentó respirar profundamente acompasando cada espiración e inspiración… Diez minutos largos tuvo que estar intentando asumir el control de sus emociones y temores… Al final, más recuperada, volvió a reanudar el descenso, siempre abrazada a la pared como si fuera una lapa. Un reguero de las lágrimas resbalaba por sus mejillas.
Tras casi dos horas de agonizante bajada, ya amanecía cuando por fin llego hasta la explanada de la ciudad sagrada… Machu Picchu y lo que vio superó todas sus expectativas… Era realmente un edén, un paraíso terrenal, un vestigio maravilloso del pasado que se negaba a desaparecer… Irene se llenó los ojos de la exuberante belleza de aquellas ruinas milenarias y con el manto verde de césped impoluto que se extendía por las escarpadas laderas de la ciudadela, en contraste con las deslumbrantes edificaciones que se levantaban… Y, pensó, ciertamente, que es una ciudad sagrada, un monte Olimpo terrenal destinado a la grandeza de la humanidad… Pero, lo más hermoso es que toda aquella belleza podía disfrutarla en soledad, como si por gracia, los dioses se hubiesen congratulado con ella para poder ofrecerle aquella maravilla en toda su magnificencia, en toda su perfecta armonía arquitectónica. Como si le hubiesen concedido un premio a todos sus desvelos… Y, por primera vez, sintió que realmente había sido la elegida por los dioses…. Se arrodillo y lloró desbordada por la emoción al descubrir la joya de los incas. Comprendía que se encontraba ante el lugar que la divinidad había elegido como morada terrenal...
Sin embargo, ese momento de mágico descubrimiento cesó al vislumbrar cuatro figuras negras en lo alto de la escalera… Estremecida contempló como aquellos seres descendían por la escarpada escalera de manera brusca, como si fueran lagartos en su medio ambiente… Supo que tenia que huir, retrocedió unos pasos y girándose inició una carrera desenfrenada. Ponía toda su alma y empeño en abandonar rápidamente aquel lugar tan bello que en cuestión de minutos se había convertido en una trampa mortal.
Corría buscando la protección de los árboles, evitando ser vista y siguió corriendo hasta sentirse a salvo entre ellos, dando trompicones y tropezando… A punto estuvo de caer, varias veces. Pero con una agilidad propia de las cabras consiguió evitar los sucesivos percances… Irene volaba sobre el camino de los incas...No sentía como las piedras del suelo se le clavaban en la plantas de los pies, ni los arañazos que le provocaban las espinas de los matorrales… Congestionada, con el rostro enrojecido, los ojos vidriosos, con la respiración entrecortada y un dolor de pecho insoportable por el esfuerzo y el miedo, llegaba al linde de Aguas Calientes… Un trayecto de una hora lo hizo en media hora. La esperanza se abrió paso en su mente, cuando a lo lejos vislumbró las primeras edificaciones que anunciaban la presencia de la población a escasos metros. Penetró en ella, con una idea taladrante en su mente, buscar inmediatamente un medio de transporte disponible que la llevara hasta su hotel en Cuzco. Desdeñó usar el Inkatrail, porque tenía señalada la partida para dentro de tres horas, y el tiempo en su caso era crucial, con los intraterrestres pisándole los talones. Merodeó por la ciudad turística intentando dar con un taxi. Se encontró con varios vehículos del mismo color aparcados delante de un bazar de regalos… Irene se acercó hasta uno de los vehículos, que intuía de debía de ser un taxi y habló directamente con el conductor…
…”Me puede llevar hasta cuzco”...Preguntó pudiendo controlar ya sus pensamientos.
El hombre la miró extrañado, primero porque en Perú no solían verse mujeres vistiendo de esa guisa y segundo porque intuía que se encontraba en apuros… Así que decidió ayudarla.
…”Sí que puedo, pero ya le digo que está un poco lejos y la carrera le va a salir un poco cara”.
…”No se preocupe -penso Irene acariciando los soles que le habían dado los intraterrestres-y le entregó el fajo completo.
…”No señora, es demasiado dinero… Cuando haya llegado a Cuzco ya me abonará”.. Le contestó el buen hombre..
Irene no se hizo de esperar, se introdujo rápidamente en el coche… Mirando por el espejo retrovisor, vio a los cuatro encaapuchados de negro que penetraban en Aguas Calientes.
…”Muchísimas gracias, usted acaba de salvarme la vida”... Le agradeció Irene.
…” Ya lo sé, no tiene que decirme nada… Algunas cosas no escapan a la agudeza de una persona observadora”... Y arrancó justo cuando los secuaces de la hermandad rondaban el vehículo….
El taxi arrancó como una exhalación y voló sobre el asfalto con rumbo a Cuzco… Irene se desplomó sobre el asiento, en brazos de un sueño reparador, tras casi más de un día sin dormir y sufriendo la tortura mental de saber que su muerte era inminente...
"No le dedicaré más tiempo pues el mundo está lleno de mujeres y hombres buenos". Rozalén.(Girasoles)