LA VIRGEN ALCALDESA, VIAJE A MACHU PICCHU, XII




La soledad volvió a imperar en el campamento. Cuando las autoridades y sus efectivos desaparecieron del lugar con la promesa de volver a regresar al alba para reiniciar la labores de búsqueda de las personas desaparecidas, los excursionistas no quedaron muy convencidos. Los efectivos policiales seguían manteniendo en secreto el triste final de los excursionistas ingleses, quizá con la idea de que alguien se descubriese dando datos que no se habían revelado. Abandonaron el lugar dejando a los expedicionarios a su suerte, expuestos al feroz ataque de la bestia. 

..."Supongo que comprenderán - siguió diciendo la agente- que no podemos reanudar la marcha ahora, con una fiera asesina merodeando por los alrededores. De momento, acabaremos de pasar la noche en este lugar… Contamos con la colaboración de los policías españoles, Julio y Eduardo, que  amablemente se “han ofrecido” como voluntarios para colaborar en la investigación… Para restablecer la seguridad del campamento  -siguió diciendo- realizaremos varios turnos de guardia durante la noche… Si alguien quiere ofrecerse voluntariamente para vigilar el campamento será bienvenido"...Concluyó por fin, la agente Ñan.

 …”¿Se puede saber porque no nos evacuan? Después de lo que ha pasado, sería lo más conveniente?"… Exigió un excursionista que se ofreció para formar parte de los turnos. 

 ….” La evacuación durante la noche es sumamente complicada, teniendo en cuenta que las montañas que nos rodean son excesivamente altas, y dan poco margen de maniobrabilidad….En todo caso, si que podría ser posible durante la mañana, a primera hora”.... Ñan intentaba calmarlos, pero en realidad la evacuación no estaba prevista en la operación policial desplegada.

 …”Ahora nos toca formar el primer turno. ¿Quién se ofrece?"...

Julio fue el primero que se adelantó. 

…”Gracias, Julio, usted y yo formaremos el primero…. Y al resto, pese a las circunstancias, intenten dormir. ¡Si pueden!"… 

 La temperatura había bajado esa noche, pero los agentes no sabían si atribuirlo más al miedo que a las propias condiciones meteorológicas de los Andes, el caso es que hacia muchísimo frío.

   …”Ha bajado mucho la temperatura”... Dijo, Julio rompiendo el silencio de la noche. 

 … “La verdad es que sí, y pensar en que hay una fiera por ahí suelta, pues no ayudada mucho”... Comentó Ñan. 

 ….”Veo que usted no atribuye la autoría del ataque sufrido en el campamento a Jarjacha”... Comentó Julio. 

 … “Es que resulta un poco difícil de creer. Los únicos asesinos a los que nos enfrentamos son reales, no sobrenaturales. Son los vivos los que me preocupan y lo que pueden llegar a idear para conseguir sus fines”...Le confesó la agente. 

...” Yo, no sé qué clase de criatura ha atacado el campamento, pero lo que sí le puedo decir es que no era de este mundo. Gruñía de una manera aterradora"... Le reveló el español, corriendo el riesgo de parecer cobarde... 

…¿ Por cierto, que es un Jarjacha?” ...Julio comenzaba a sentirse interesado por todo el misterio que rodeaba a la criatura mítica.

 …” Un jarjacha es un ser vivo incestuoso que ha sido castigado por Dios por cometer ese pecado… Se le conoce porque se da a conocer emitiendo un gruñido especial, algo parecido a Jar, jar, jar…. Su objetivo solo es asustar o bloquear, y sólo matan cuando ellos han sido asesinados… El Jarjacha vivo, solo se manifiesta de noche y solo ataca a las personas solitarias, cuando la gente va en grupos de cuatro se le puede capturar…. Como ve, el Perú también tiene sus peculiares vampiros y hombres lobos… Pues eso, cada uno desarrolla sus leyendas en base a su bagaje cultural y humano”…Ñan, interrumpió sus palabras, había creído oír una especie de gruñido 

 …”Julio, creo que tenemos visita”..Ironizó la agente mientras rebuscaba entre sus cosas un arma reglamentaria para entregársela

 …”Mire, vamos a hacer varias fogatas, está prohibido por la autoridades, pero nuestra seguridad y protección es lo primero. Necesitaremos ayuda… No podremos enfrentarnos a esa fiera solos”...Al poco rato se les unía Eduardo y algunos porteadores con sus escopetas, picos y palos, dispuestos a hacer frente a la hipotética bestia demoníaca “come cerebros”. Los policías respiraron aliviados, comprendieron que no estaban tan indefensos. 

 …¿Han oído el gruñido? Preguntó con extrañeza Ñan, ya que era tan inaudible que dudó que nadie pudiera llegar a escucharlo…

 …”Claro que lo hemos oído”. Reveló Eduardo…¿Qué hacemos?.. … “Será que los nervios despiertan los sentidos- murmuró la agente- De momento, solo esperar y ver qué hace… Si nos ataca, repeleremos el ataque disparando… Espero que eso la disuada y se aleje”.... 

 Las llamas y el crepitar de la madera aparte de transmitir calidez a los allí reunidos contribuyó a crear un ambiente de protección inusual… Algo así debían de sentir los primitivos pobladores de las cavernas cuando se sentían amenazados por algún animal salvaje y como único medio de defensa sólo disponían del fuego…

 Julio contempló los alrededores y creyó ver sombras danzantes en la oscuridad, quizá solo eran sus sentidos sobreexcitados por las amargas experiencias que acababan de pasar….Tenía el arma amartillada dispuesto a presionar el percutor en cuanto la fiera apareciese... 

Al final la visualizó. Aquella cosa parecía andar, pero se arrastraba por el oscuro y desierto camino inca.  O quizá andaba, pero parecía arrastrarse. Todo era una apreciación sensorial de los agentes que en aquel momento tenían el alma en vilo, escrutando los avances de la criatura… Los demás excursionistas permanecían dentro de sus carpas sin hacer ningún movimiento… 

En algún lugar un búho ululó y su peculiar sonido puso los pelos de punta a más de uno. La fiera parecía seguir un rumbo determinado. Su estatura era la de un hombre bien conformado, pero, en cambio, el volumen alcanzaba casi el doble. Su figura recordaba vagamente la de un ser humano, pero su monstruosa cabeza era la de una llama. Sin embargo, la dificultad de sus movimientos era patente. O quizá caminaba despacio debido a que no deseaba turbar la tranquilidad nocturna del camino, no quería hacerse notar. La cosa llegó al fin ante el límite del campamento. Los policías contemplaron la gigantesca sombra que se movía con paso irregular, como desorientada en un terreno que le resultaba desconocido. Julio comprobó con espanto que medía al menos dos metros y medio de altura. La falta de visibilidad dificultaba la percepción de detalles. ¿Era un oso de dimensiones descomunales?. Aquel extraño ser captó de pronto la luz que desprendían la fogatas y se acercó un poco más. Instintivamente, Julio levantó el arma. Durante un segundo, divisó un rostro horrible, unas facciones que no eran humanas, y asombrado descubrió que la mítica JARJACHA, sí que existía. ¿Llevaba ropas el ser o era su propia piel lo que veía? De súbito, un tiroteo brutal llenó la noche. Las sucesivas detonaciones y la humareda blanca generada  creó una atmósfera irrespirable e impenetrable. El ser dio media vuelta y, con velocidad increíble, se perdió en la oscuridad. 

Ñan no estaba preparada para enfrentarse a un demonio tan terrorífico. Así que no resistió el encuentro con la criatura mítica. Tampoco sus desorbitados ojos, casi fuera de sus cuencas, reflejando el horror, el pánico, la angustia que la poseía. Su voz se quebró en un espasmo, y su rostro, que hacía apenas unos segundos era bello, hermoso, se volvió terroso, macilento, desencajado. Completamente paralizada y con los músculos agarrotados, no tenia control alguno sobre su mente y al final se desplomó…

…” Jarjacha se ha batido en retirada”... Gritó alborozado,  Eduardo tratando de bromear tras el mal rato pasado. Julio se volvió interesado en saber como se encontraba el resto, pero se llevo una sorpresa, porque se encontró a Ñan desvanecida en el suelo..  

Con expresión seria, Diego, el porteador, temiéndose lo peor, se acercó a la muchacha desmayada y le puso el oído en el corazón, por si latía... Luego puso dos dedos sobre la muñeca de Ñan buscando el pulso, para cerciorase… También buscó alguna herida por si durante la refriega había recibido el impacto de alguna bala perdida, pero no había recibido ningún impacto, estaba perfecta… A continuación intentó reanimarla dándole unos golpecitos en las mejillas. La chica reaccionó abriendo los ojos e incorporándose rápidamente, pero con  preocupación como temiendo que todavía estuviesen sufriendo el ataque del Jarjacha. 

 …”Tranquila, que ya no hay peligro”... Le contestó Diego.

 ..."Diego es el médico que la agencia ha contratado para prevenir cualquier problema de salud relacionado con el mal de altura… Siempre pensando en la seguridad de nuestros clientes la organización ha estimado oportuno incluirlo entre el personal asistencial"… La noticia asombró a los miembros del grupo, pero les pareció una excelente idea...

Sacramento ya lo intuía en cierta manera, sobre todo cuando sufrió el desmayo en el camino y  él la socorrió. 

 Jarjacha no volvió a hacer acto de presencia durante la noche, como vulgarmente se dice se fue “cagando leches”, será porque no hay nada más destructivo que la furia de un ser humano desatada sobre todo cuando se encuentra amenazado. Evidentemente, acababa de demostrar que algo humano quedaba en su mente, por lo menos era partidaria del famoso refrán.”Más vale que digan aquí corrió y no aquí murió”. 

…”Parece que está claro, ya no hay dudas, es JARJACHA”.. Cuando comenzaron los tiros, la gente, que ahora se concentraba en torno a Ñan,  permanecía oculta en el interior de sus carpas, pero abandonó cualquier reparo y se asomó para enterarse de como se desarrollaban las cosas en el exterior. Y, lo que sus ojos vieron superaron cualquier fantasía… 

 …”Por un lado,  - Comentaba la chica ya totalmente recuperada- sabemos que solo actúa de noche y que durante el día suele ser una persona, pero no hay que fiarse… Aquí no nos podemos quedar, está a punto de amanecer así que vamos a ir recogiendo y reanudaremos el viaje”...

 El Camino inca, construido hace 600 años y por el que transitaban mercancías y personas, conectando todo Cuzco, la capital del Tahuantinsuyo o Imperio incaico, con todas las ciudades importantes  costeras o de la sierra. Un ejemplo de la mejor expresión de la ingeniería incaica. Es increíble como los incas construyeron una vía que se mantiene en excelentes condiciones a pesar de su antigüedad, hecho para ser usado en todas las épocas y climas. Ahora se había convertido en el territorio de una bestia deseosa de vengarse del género humano y divino, para purgar de alguna manera su pecado tan repugnante, temible e incontrolable... 

Las primeras luces del alba indicaban el camino a seguir en la selvática sierra, con sus inacabables descensos, ascensos por medio de escalones tallados en la roca y es que los incas hacían todo lo que se proponían, que por eso eran incas…

 En las vistas que se divisaban no se apreciaba un alma viviente, se diría que el transito de excursionistas había sido cortado de raíz. A lo lejos podían divisar los impresionantes picos nevados del Verónica. Contemplando aquella belleza se podía comprender la famosa frase que identificaba a la zona, “el ombligo del mundo”. 

Nadie podía librarse del influjo de los desaparecidos constructores de aquella tierra telúrica, los auténticos dueños de toda aquella grandeza, ni siquiera con el acecho de una sanguinaria criatura mítica. Por motivos que desconocemos aquellos mismos señalaron su paso con una sofisticada red caminera, guiados por ese mismo afán de dar a conocer sus gigantescas obras arquitectónicas, alzándose en lugares inexpugnables, quizá con el objetivo final de estar más cerca de las estrellas.

 Caminaban junto al borde del largo y abrupto talud que descendía hasta el fondo del valle, por donde avanzaba serpenteante el río entre la vegetación frondosa 

 …”Hay que reconocer que la naturaleza es una gran aliada de las antiguas culturas”... Comentó Sacramento. 

 ….”Tened cuidado que aquí hay una oquedad excavada en la tierra y los escalones son resbalosos y muy irregulares”... La advertencia de Irene llegó tarde, Julio resbaló, cayó y quedó sentado. 

 …” ¿Se ha hecho daño?”... Preguntó el guía, que se mantenía siempre pendiente de su grupo. Antes de recibir respuesta, se escuchó el sonido de un helicóptero, o  quizá solo era el cauce del río que se había vuelto más salvaje y vertiginoso… Todo el grupo detuvo su andadura y se puso a mirar hacia el cielo… Contemplaron con tristeza como se alejaba lo que ellos creían su salvación.. 

 …” Los antiguos incas identificaban el sonido del agua con la voz de los dioses”... Con sus explicaciones trataba de calmar los ánimos del grupo… Ñan, sabía perfectamente que se habían convertido en la carnaza para un monstruo devorador de sesos y su rabia crecía por momentos, porque sus superiores los habían expuesto al peligro innecesariamente…

Al final,  llegaron a un claro en el camino y los porteadores se adelantaron para improvisar el almuerzo y descansar un poco. 

Después del generoso condumio, el cuarteto decidió echarse una siesta sobre la cálida hierba, bajo el relajante cielo azul... El agotamiento y la cálida atmósfera perfumada de la naturaleza adormiló sus cuerpos y en pocos minutos se quedaron traspuestos...

Pero, como no existe un paraíso sin una serpiente que se tercie, ésta se encontraba cerca, reptando sinuosa hacia los intrusos que  habían invadido su territorio... Estaba casi a un palmo de Irene, que dormía plácidamente. Ajena  a las evoluciones de la serpiente, que hostil,  había realizado un movimiento con el que consiguió levantar la cabeza y la cola al mismo tiempo, en una actitud claramente beligerante. Su lengua bífida, negra en los extremos y roja en el resto, se asomó fuera de sus amenazantes fauces, dispuesta a clavar su ponzoña cuando Irene cambiaba de posición. En el momento del ataque, una sombra negra gigantesca revoloteó sobre sus cabezas y planeando, con elegancia, en vuelo rasante, se abatió violentamente contra su presa, llevándosela en el pico... Una nueva metáfora de la naturaleza con la que ofrecía una fastuosa representación de la cosmovisión, o lucha entre las entidades espirituales y terrenales de la mitológica incaica... Ya que la serpiente simboliza la tierra y el Cóndor el cielo

Tras el suceso, todos quedaron sobrecogidos, sobre todo con la fascinante intervención del Cóndor que incomprensiblemente se había convertido en el salvador de Irene.

..." Irene, ha sido bendecida con la gracia de los dioses. Acaba de convertirse en un talismán humano"... Comentó enigmáticamente el guía. Para los incas el cóndor, era un "mensajero de los dioses, que voló hacia un nivel superior del mundo religioso para luego ofrecer las plegarias a los dioses. Además, las tradiciones cuentan que un cóndor cayó muerto en la "Casa de las Vírgenes del sol", lo que fue interpretado como un augurio de la destrucción del imperio inca.

Irene escuchó estremecida las palabras del guía, pero sabía que no podía revelar su secreto. Tenía la sensación de que unas manos invisibles estaban tejiendo una telaraña a su alrededor y temía quedar atrapada, sin posibilidad de escapatoria.  Todavía estaba intentando recuperarse del incidente de la serpiente,  pero las palabras de Samin, calaron muy hondo en su mente.


Antes de partir, la agente anunció,

..."Aunque está prohibido por las autoridades, vamos a pernoctar esta noche en el recinto sagrado de Patallacta. Porque las circunstancias así lo exigen y esos imponentes muros pueden aportar una cierta protección en caso de otro ataque… La disposición de los edificios pueden servir como parapetos defensivos…. Y, en cuanto a la caminata, conviene no olvidar que vamos a ir  juntos durante todo el trayecto, incluyendo los porteadores. Bajo ningún concepto nos separemos, porque en caso de que la bestia actúe durante el día siempre se le podrá oponer resistencia… Ya saben, “la unión hace la fuerza".…Y, ya saben, no se queden rezagados"...

La tarde continúo sin altercados, relativamente tranquilos pudieron relajarse viviendo y soñando despiertos con todas las maravillas que ofrecía el maravilloso camino, pero muy apesadumbrados por no haberlo podido completar con la ansiada visita a Machu Picchu..

Sobre las 6 de la tarde llegaban a las impresionantes ruinas de Patallacta...  Los porteadores diligentes, se encaminaron hacia la parte alta de las ruinas, y se dispusieron a plantar las tiendas de campaña.  Una actividad febril se apoderó de las ruinas, el hecho de pasar la noche en un lugar tan repleto de historia y de belleza, disipó en cierta manera la depresión que les embargaba por el viaje frustrado. Así que disfrutaron de aquel hermoso santuario de piedra bañado por la luz de la luna...  Irene y Eduardo se encontraban maravillados ante aquella velada nocturna tan excepcional y ese romanticismo propio de los enamorados afloró con más intensidad que nunca. Era la magia de aquellas piedras ancestrales... Buscaron un lugar recóndito para sus nuevas confidencias maritales bajo la luz de las estrellas.

…” Así que estoy casado con una virgen del sol… Desde luego que contigo todo son sorpresas”...Le comentó Eduardo. 

… “ Sí, pero por poco tiempo. Y, va a ser en esta noche mágica. Se acabó nuestra espera. He decidido que ya ha llegado la hora de concebir nuestro hijo y qué mejor que este maravilloso lugar.". Irene se expresó con total seriedad.

 ..."Más te vale, porque tengo más paciencia que un santo”... Bromeó irónicamente . 

 …” De verdad. ¿Ya estás decidida?. 

.” Sí, muy decidida.. Es más, ya tengo decidido el nombre que le pondremos”... Y, con un beso apasionado selló sus palabras….

 …”Se puede saber qué nombre has escogido”...Preguntó con desconfianza

…”Pachacútec”... 

...”¿Pachacútec? Y no puede ser Carlitos”... Comentó riéndose.

 …”Pachacútec, Carlitos, ¿Contento? Eduardo asintió porque no le quedaba otra...Por fin su mayor desvelo había llegado a su fin y ya nada tenía importancia, solo ese amor tan intenso y profundo que sintió por Irene, nada más verla cuando entró en la clase de parvulitos. 

 …”’¡ Cariño, esto necesita una celebración... No tardes”... Irene le vio alejarse con una dulce sonrisa, 

Eduardo se dirigió a la carpa donde le esperaba el champán y las dos copas, preparado para tal fin.  Se sentía tan feliz que por un momento se olvidó de que la temible Jarjacha podría estar al acecho y pronunciar ella su última palabra… 

Rodeada de sombras y oscuridad,  la mujer escucha un ruido.

  …”¿Eduardo, eres tu?. ¡Anda, déjate de bromas!”... Un grupo furtivo emerge de las sombras, la asalta y tapándole la cabeza se la lleva a rastras hasta una trampilla que hay oculta entre las ruinas. La mujer desaparece bajo tierra. Después siente como es izada y colocada en lo que debe ser un carro. Después es conducida por las profundidades subterráneas a una velocidad endiablada. 

Ocasionalmente, escucha la voz de sus captores y no consigue entender nada de lo que hablan. Al final, acaba recostada sobre la espalda, en una superficie que parece de madera. Su cuerpo amortigua los golpes que recibe a causa de los vaivenes del carro. Siente el desagradable olor mortecino de la humedad que desprende el túnel... 

 En el exterior, una hoja de papel revolotea y se deposita lentamente en el suelo. 

 Al poco rato, volvió Eduardo y se encontró con la desaparición de Irene. El lugar aparecía completamente solitario y sin rastro de su mujer.. Comenzó a buscarla por todas partes, pero la evidencia se abrió paso en su mente… ¡Había desaparecido!. 

 ….”¡ IRENE!”.... Gritó con desespero… Tanto que se escuchó hasta en el último rincón de Patallacta. Pronto, acudieron alarmados sus amigos y el guía. 

Juntos volvieron a buscar a Irene por el lugar, pero fue inútil, parecía que se la había tragado la tierra. Pero, Ñan encontró entre unas piedras,  una hoja con unas palabras escritas en una lengua desconocida, revelando un mensaje anónimo que intuían amenazante. 

... “Qapaq rumi mana llantuyuq rikuriruptinmi... Warmiqa arpasqa kanqa." ....

..."Es quechua"... Ñan leyó en silencio el anónimo, palideció, luego blasfemó y maldijo al taimado, cruel y despiadado enemigo. invisible... Eduardo no necesitó preguntar, sabía que Irene se encontraba nuevamente en apuros.

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