miércoles, 28 de diciembre de 2011

EL ZAR Y LA CAMISA de LEÓN TOLSTÓI








Un Zar, hallándose enfermo, dijo: -¡Daré la mitad de mi reino a quien me cure! Entonces, todos los sabios se reunieron y celebraron una junta para curar al Zar, mas no encontraron medio alguno. Uno de ellos, sin embargo, declaró que sí era posible curar al Zar. -Si sobre la tierra se encuentra un hombre feliz -dijo- quítesele la camisa y se la ponga el Zar, con lo que éste será curado. El Zar hizo buscar en su reino a un hombre feliz. Los enviados del soberano se esparcieron por todo el reino, mas no pudieron descubrir a un hombre feliz. No encontraron un hombre contento con su suerte. El uno era rico, pero estaba enfermo; el otro gozaba de salud, pero era pobre; aquél rico y sano, quejábase de su mujer; éste de sus hijos. Todos deseaban algo. Cierta noche, el hijo del Zar, al pasar por una pobre choza oyó que alguien exclamaba: -¡Gracias a Dios he trabajado y he comido bien! ¿Qué me falta? El hijo del Zar sintióse lleno de alegría. Inmediatamente mandó que le llevaran la camisa de aquel hombre, a quien a cambio había de darse cuanto dinero exigiera. Los enviados presentándose a toda prisa en la casa de aquel hombre para quitarle la camisa. Pero, el hombre feliz era tan pobre que no tenía camisa.

Una deliciosa manera de explicarle a un niño que la felicidad no se encuentra en las cosas materiales, en la riqueza y en el culto al dinero.

Entrada destacada

DEMENCIA POR CUERPOS DE LEWY VIII - EPÍLOGO

"La mamá ya no está" Nuestra madre falleció recién estrenado este año. En general, descubrimos que, aunque su deterioro cognitivo ...