sábado, 30 de junio de 2012
BARCELONA SE DEDICA A SANEAR SUS SEMÁFOROS Y FAROLAS.
Ya podemos decir que se aprecian las primeras medidas tomadas a raíz de la implantación de la tasa de un euro por receta:
Cuando no han pasado ni dos días de la imposición de este nuevo impuesto, para nuestro asombro ya podemos hablar de que en Barcelona existe un grupo de operarios que se dedica a limpiar los semáforos, objetos de primera necesidad, como se puede apreciar.
A nuestros responsables municipales les preocupa concienciar a la ciudadanía de la importancia de mantener el mobiliario urbano en buenas condiciones, ya que no limpiar el polvo y la suciedad puede repercutir de forma negativa en la conservación de estos bienes, que se ven afectados al deteriorarse la pintura que los recubre, además de la sensación de suciedad que ofrecen y que perjudica a la imagen de la ciudad.
Qué suerte hemos tenido con la casta política que nos gobierna "democráticamente". Desde luego se puede decir más alto pero no más claro: Merecen más atención los semáforos y las farolas que el bienestar de nuestros ancianos, el futuro de nuestros niños y la precariedad de los trabajadores.
Quiero precisar que en modo alguno trato de criticar a los trabajadores que con trapo, jabón y agua realizaban su trabajo eficientemente.
lunes, 25 de junio de 2012
LA NIEBLA

El autocar atravesaba un hermoso valle rodeado de bajas montañas que reverberaban bajo la intensidad de los últimos rayos de sol. La tarde se encontraba en ese preciso momento en que la luz crepuscular la convertía en un débil soplo de aire cálido. El día se resistía a morir y se desgarraba en un torrente rojizo sobre el cielo. Los niños contemplaban con curiosidad como se iba hundiendo el sol lentamente en el seno del horizonte tiñendo de sangre un paisaje de belleza deslumbrante. Un poderoso imán que atraía las miradas de los pequeños ocupantes del autocar.
Los niños animaban el ambiente cantando viejas canciones aprendidas en el colegio, composiciones sin fecha, que podrían haber sido escritas en cualquier momento y lugar dada su intemporalidad. Reposaban en el suelo del autocar sus mochilas de brillantes colores, repletas de grandes tesoros y secretos misteriosos, además de libros y deliciosas chucherías, alguna sorpresa inconfesable. Portar esas mochilas tan enormes siempre supone un gran esfuerzo para las criaturas por eso a veces puede convertirse en un auténtico ritual de iniciación a la vida.
El autobús sigue su marcha constante y va dejando atrás casas antiguas a las que les falta alguna que otra mano de pintura y campos de cultivo casi abandonados en el olvido. El cielo se va cubriendo de nubes y el sol se ha ido definitivamente. En ese momento el valle se va llenando de sombras que alargan las montañas y perfila la vegetación contra el firmamento y en su lucha contra la oscuridad se impregna del aura de la vegetación circundante. En este momento preciso los animales regresan a sus guaridas.
Ya falta poco para llegar al refugio donde pasarán el fin de semana. Las sombras que se van apoderando del autocar silencian los labios infantiles, cesan las alegres canciones y el mutismo más absoluto cede ante la algarabía de hace unos instantes.
“Ha pasado un ángel”, piensa la maestra, una joven de cabello y ojos castaños, y expresión eternamente risueña. Intentado tranquilizar a sus alumnos opta por relatarles una leyenda local.
Mientras el autocar atraviesa laderas de bosques espesos y cañadas solitarias sumidas en la más negra oscuridad, la joven maestra comienza su relato ambientado en el paraje por el que circulan como se ha percatado de que más de uno está dando una cabezadita ha decidido que tras la explicación iniciará una ronda de preguntas para comprobar si se han enterado.
…” Hace muchísimo tiempo, un señor feudal que vivía en un castillo por estos parajes decidió participar en las cruzadas y tomó la decisión de vender sus posesiones y dejarlo todo. El hombre que tenía un cariño especial por un precioso caballo blanco se resistió a venderlo y en un intento por conservarlo decidió abandonarlo, precisamente aquí, por donde estamos pasando ahora, creyendo que cuando volviera de las cruzadas se reencontrarían en el mismo sitio. Efectivamente, pasaron los años y el señor feudal volvió sano y salvo de Tierra Santa y se propuso recuperar a su caballo.
El primer día acudió al lugar donde lo abandonó, pero del caballo no había ni rastro. Gritó su nombre en vano, pero el animal seguía sin aparecer.
El hombre no perdía la esperanza, así que siguió acudiendo noche tras noche al lugar con el deseo ferviente de verle aparecer, pero el caballo no acudía a su cita. Una noche que ya estaba a punto de ceder, se levantó una repentina y espesa niebla que cubrió todos los contornos como una blanca cortina que amortiguaba todos los sonidos del bosque. El corazón le dió un brinco en el pecho cuando sintió el ruido de los cascos y, lleno de gozo, vio emerger de la niebla a su brioso corcel blanco que, a todo galope, se acercaba hasta él. La alegría que le inundaba por el encuentro le impidió ver que tras el animal el valle se iba llenando de las almas en pena de sus siervos que poco a poco le iban rodeando, eran las víctimas que la peste se había llevado durante el tiempo que se encontró luchando contra el infiel. Cuando el hombre se vio rodeado por los espíritus de los seres que en vida le habían servido, montó a pelo sobre su caballo y agarrándose a sus poderosas crines blancas fue dejando atrás la niebla tenebrosa y su comitiva fantasmal.
Galopó hasta que ya no pudo más, entonces el reflejo de la luna plateada, que esa noche brillaba más intensamente que nunca, deslumbró al hombre y no se dio cuenta de que su corcel cabalgaba en una carrera trágica hacia un profundo abismo. Hombre y caballo se despeñaron y fueron tragados por el vacío.
Al día siguiente fueron encontrados los restos momificados del caballo que indicaban que llevaba muerto ya bastante tiempo, el frío y la intemperie se habían encargado de conservar los restos del animal. En cambio, el estado del cuerpo del hombre revelaba que acababa de morir hacía escasamente unas horas. La misteriosa muerte del señor feudal nunca se aclaró y ello dio lugar a la leyenda que os acabo de relatar. Como remate final se cuenta que siempre que se levanta la niebla por esta zona, el caballo blanco emerge de la niebla y si los coches no conducen con precaución suele provocar un accidente.
Esta es la leyenda, ¿os ha gustado? preguntó la maestra.
Sí, dijeron unos con entusiasmo. No, yo no creo en fantasmas, no existen, son una mentira. Contestaron muy convencidos, otros...
Bueno, todos tenéis un poco de razón, los fantasmas generalmente no existen, suelen ser recreaciones de nuestro cerebro muchas veces sugestionado por hechos o lugares.
Las leyendas y los mitos suelen estar basados en un hecho real, pero sin verificar, pero que al irse transmitiendo oralmente van sufriendo modificaciones fruto de la imaginación y mentalidad de las personas que han ido viviendo en las diferentes épocas."
Cuando la maestra terminó su explicación ya era noche cerrada y el autocar y sus ocupantes ya estaban rodeados por la más absoluta oscuridad. El silencio se apoderó del interior y el miedo empezó a hacer acto de presencia, cuando las luces del autocar rozaron la niebla que se acercaba a ras de suelo.
Pronto, la bruma desdibujó el paisaje nocturno y obligó al conductor a moderar la velocidad. Llevaba unos minutos tratando de atisbar entre la niebla cuando creyó ver algo entre la bruma, si su mente no le engañaba creía distinguir la figura de un caballo cuyas crines plateadas revoloteaban entre la niebla. Intrigado se frotó los ojos tratando de aclararse la visión, pero el caballo se acercaba a galope, era casi imposible eludirlo pues ya lo tenía casi encima. El caballo encabritado casi patinó delante del autocar y corcovando levantó las patas delanteras como si intentara arañar la neblina. El conductor sólo tuvo tiempo de captar la intensa negrura de los esféricos ojos del animal.
Sin tiempo para reaccionar y evitar el choque inevitable, dio un brusco volantazo y saliendose de la calzada emprendió una marcha accidentada cuesta abajo a campo traviesa, dando bandazos y trompicones, poniendo en peligro su vida y la de sus ocupantes. Finalmente, un árbol frenó su carrera alocada quedando incrustado en el tronco. Tras el impacto se produjo un silencio desgraciado que no presagiaba nada bueno, poco a poco los pequeños se fueron recuperando y respiraron aliviados al percatarse de que no tenían heridas graves. Después de todo habían resultado casi ilesos, pero el autocar no respondía, estaba muerto.
Gracias al viento repentino y el frío de la noche que habían disipado la niebla, las luces de los faros y la pericia del conductor haciendo algún que otro apaño, permitieron recomponer el autocar y en pocas horas pudieron estar nuevamente sobre la carretera. Para entonces, ya comenzaba a amanecer, la aurora iluminaba el horizonte y los accidentados reemprendieron la marcha rumbo al refugio donde debían estar sufriendo por el retraso.
Las horas pasaban y el refugio no llegaba, cuando se fueron a dar cuenta descubrieron que se encontraban de nuevo junto al lugar donde se había producido el accidente... Era inevitable, aturdidos y nerviosos como estaban se habían perdido... Pero, algo no funcionaba ya era la quinta o la sexta vez que pasaban por el mismo lugar. Así que decidieron bajarse unos minutos para estirar las piernas, relajarse y aclarar las ideas.
Durante un rato inhalan el aire fresco de la mañana cuando uno de los muchachos pronuncia:
¡¡¡Cuidado, que se acerca un coche...!!! Los muchachos que hasta ese momento invadían la calzada se apartan cuando ven al coche que se va aproximando.
Mientras tanto, la conductora del coche que se acercaba por la misma carretera, en dirección contraria, se encontraba perdida y en medio de la nada. La niebla que desdibujaba los paisajes sólo contribuía a inquietarla. Sintió como un extraño frío penetró en el interior de su vehículo cuando se percató de la presencia de un grupo muy numeroso de niños a ambos lados de la carretera, niños de rostros cenicientos y ropas destrozadas que caminaban erráticamente, arrastraban los pies y totalmente desorientados vagaban sin rumbo fijo. Comprobó con horror, como los niños espectrales ya la habían rodeado y ella, horrorizada, sólo pudo eludirlos dando un volantazo. Salió accidentalmente de la calzada, y a trompicones, se estrelló junto a los restos del autocar carbonizado. Antes de perder el sentido pudo ver los cuerpos sin vida de los colegiales en el interior del autocar y una extraña voz que pronunciaba:
..."Sólo queríamos advertirte del peligro"... Era la voz fantasmal de una mujer, con una expresión infinitamente triste en un rostro profundamente ojeroso, ceniciento y sin vida.
El conductor que se encontraba cerca le responde:
..."Habrá que llamar a una ambulancia y, esperaremos hasta que llegue, no la podemos dejar sola"...
El conductor percibe que los niños contemplan la escena un poco distanciados del accidente, intuyendo todo el sufrimiento y la tristeza que albergan los ojos infantiles, por lo que decide que lo más sensato es abandonar el lugar.
..."Carla creo que deberíamos alejar a los chiquillos del lugar porque están muy impresionados con lo sucedido y temo que sea una experiencia traumatizante para ellos"...
..."Tienes razón, cariño. - replica la maestra.- creo que lo más oportuno es volver a la carretera y esperar a que vengan los servicios asistenciales"...
El hombre rodea con un brazo los hombros de la mujer y ella buscando su calor se arrima más íntimamente a su costado, juntos ascienden por el terraplén hasta la carretera, seguidos de cerca por los chiquillos.
La maestra gira la cabeza sorprendida con los cuchicheos que percibe a sus espaldas y con una sonrisa les explica:
..." Recordad que los fantasmas los crea la mente y las leyendas sólo son hechos que no se han podido verificar"...
Cuando a primera hora de la mañana el vaivén de luces y sirenas invadieron la zona del doble accidente se encontraron con la tragedia en la más absoluta soledad...
CATALINA CAZORLA
jueves, 21 de junio de 2012
SOLSTICIO Y NOCHE DE SAN JUAN
Hoy ha comenzado la estación más calurosa del año en el Hemisferio Norte. Agobios bochornosos que podemos combatir con un rico helado en la terraza de un bar, disfrutando de la brisa marina. Una época del año ideal para gozar de paseos interminables y divertidos encuentros con los amigos. Llega a nuestras vidas el maravilloso verano de las confidencias compartidas en frescas veladas nocturnas...Una felicidad simple motivada por la luminosidad de los días más largos....
Y, ahora COINCIDIENDO CON LA FESTIVIDAD DE SAN JUAN os pongo un cuento.
EL DESPERTAR

Aquella noche es la más esperada del año, los chiquillos del barrio alucinan con la gran variedad de petardos que salen al mercado. Una noche poco propicia para disfrutar de los cuerpos celestes, pero inmensamente atrevida y pintoresca.
Los críos, como todos los años, se dedican a recoger trastos viejos del barrio para apilarlos en la pequeña plaza del pueblo. Es la pintoresca manera que tienen los vecinos del pueblo para liberarse de muebles y objetos extraños.
Una mujer, la costurera del pueblo, se dedica a confeccionar un muñeco al que se suele poner alguna ropa vieja, ya desechada por los vecinos, o realizada por ella misma. Aquel día estaba pintando los ojos y la boca a una muñeca que lucía unas gruesas trenzas de lana amarilla muy chillona, para completar la indumentaria le colocó sobre una nariz inexistente, unas gafas de sol anticuadas.
El efecto era muy gracioso, era una turista decadente.
Cuando estuvo terminada salió con ella y recorriendo algunas calles llegó a la plaza donde se encontraba la gigantesca hoguera y sonriente pensó que ya estaba preparada para albergar a su “turista accidental”. Los chiquillos, muy traviesos, no se encontraban muy lejos y cuando descubrieron la muñeca no tardaron en acercarse y en tirarle piedras. Sus padres intervinieron de inmediato y cogiendo a los niños de una oreja se los llevaron a rastras, parecían que volaban y sus gritos de dolor despertaron a los pájaros que dormían en las ramas de los árboles más cercanos.
La noche fue cayendo sobre el pueblo y los festejos de la verbena dieron comienzo, las coloridas guirnaldas de las calles brillaron con más intensidad bajo la luz de los farolillos y los petardos que, en manos de los chiquillos, explotaban constantemente llenando de una humareda blancuzca todas las calles y aterrorizando a las ancianas que, encerradas en su casa a cal y canto, no osaban asomar la nariz por el resquicio de la ventana.
Mientras tanto, las parejas de enamorados celebraban sus propias verbenas en el monte, bajo la tenue luz de las estrellas disfrutando de su particular noche festiva.
Apartados en un oscuro lugar de la plaza, un grupo de adolescentes miraban con desagrado el monigote que lucía la hoguera y con risas quieren hacer su propia gracia.
En realidad quieren asustar al pueblo y han planeado cambiar el ridículo monigote por otro más macabro con la intención de reírse de los vecinos. Para ello, piensan acercarse hasta el cementerio cuando anochezca, para no ser descubiertos y coger el esqueleto de un muerto.
Un viejo camino sin iluminación y poco transitado conduce hasta el lugar donde se encuentra el cementerio. Con unas pequeñas linternas van alumbrando el camino. Nada turba la tranquilidad del lugar, tan sólo las risas de los pequeños cómplices en una cruel gamberrada. El lugar esta muerto, la vida hace tiempo que huyo del lugar y las risas de los jóvenes son el único indicio vital en el camposanto.
Las linternas crean un reguero de luz entre las tumbas, revelando oscuros rincones donde se agazapan sombras palpitantes. Los muchachos sienten por primera vez el ramalazo del terror y comprenden que están violando algo sagrado, y que esa total oscuridad que parece más enemiga que nunca sólo protege la dignidad de los que allí reposan eternamente.
Solitario y en un rincón desierto del camposanto descubren un panteón que devorado por la maleza, se encuentra en muy mal estado, la luz de las linternas se desliza por toda la construcción y descubre una grieta en una de las esquinas. Es más bien un deterioro estructural, fruto del tiempo y el abandono, algo bastante común en todas las edificaciones del lugar.
La luz de las linternas se centra en la grieta, que parece a los ojos de los adolescentes una siniestra boca desdentada que puede devorarlos de un momento a otro. Inspeccionan la rendija y comprueban que puede entrar un cuerpo perfectamente, tras alguna que otra reticencia, deciden penetrar en la oscuridad insondable de un edificio funerario que parece esperarles desde el más allá.
Cuando en encuentran en el interior, pese al tiempo transcurrido perciben el olor de los cuerpos putrefactos que ocultos en sus catafalcos duermen el sueño eterno. Pero nada inquieta a los muchachos y moviendo una losa en muy mal estado se hacen con la calavera que hay en su interior. La introducen en un saco y abandonan el edificio. Todo ha transcurrido sin contratiempos. Apresuran el paso acortando la distancia que se encuentra entre el cementerio y el pueblo, cuando se encuentran frente a la hoguera realizan el cambiazo rápidamente, intentando evitar ser descubiertos.
Continúa la fiesta, siguen con los petardos y las batallas con pistolas de agua. Se acerca la medianoche y todos los vecinos se reúnen en torno a la hoguera. En ese momento, cuando una mecha prende la hoguera, cuandos las lenguas de fuego acarician la noble calavera que la corona, un grito femenino, el de la costurera, revela el sacrilegio.
Pronto siguen otros gritos de asombro y enojo y es que la gamberrada es de muy mal gusto.
Pero, las cosas nunca suceden por casualidad y desde una esquina de la plaza, casi oculta por un roble centenario, una mujer joven, con la mirada fija en el fuego, realiza una invocación en una lengua ininteligible. Cuando concluye su plegaria se arrodilla y justo, en ese momento, una gran llamarada brota de las entrañas de la hoguera y se eleva hacia el cielo. La joven cae desvanecida en el suelo.
Mientras tanto, un jinete con su caballo emerge de la hoguera purificadora con un pergamino que muestra a la gente congregada, atónita ante la inusitada visión ecuestre.
…” Ante vosotros me presento como el cuarto jinete del Apocalipsis. Con vuestra profanación habéis liberado las fuerzas ocultas del más allá. Aquí os dejo este pergamino, sólo cuatro sellos lo abren. Tenéis un año para encontrarlos, si fracasais, los jinetes volverán a cabalgar sobre la faz de la tierra y la humanidad será exterminada”...
CONTINUARÁ...
CATALINA CAZORLA
martes, 19 de junio de 2012
JOSÉ BRETÓN Y LA ESPAÑA PROFUNDA
Al final lo que todos sabíamos y tanto temíamos se ha hecho realidad: Han aparecido los restos de Ruth y José, los niños de Córdoba.
Gracias a un informe externo encargado por la familia de la madre, realizado en las últimas horas corrobora que los estudios del antropólogo son ciertos y que los huesos hallados en una hoguera en la finca del padre no era de animales sino de los pequeños. Al parecer, los restos encontrados en la hoguera encontrada en la finca cordobesa de Las Quedadillas corresponden a los chiquillos desaparecidos el 8 de octubre de 2011 y por cuyo caso se encuentra su padre, José Bretón, en prisión.
Volvemos a lo de siempre: Ay, los malditos recortes... Como ya dije en una publicación anterior, si queremos justicia, tendremos que pagarla o en el peor de los casos confiar en la Justicia Divina.
Lamentable actuación de la policía científica de este país, de la que se decía que era la mejor del mundo. Ahora, habría que cuestionarse muy seriamente su eficacia.
Y, de paso, mencionar la lamentable ineptitud de la antropóloga forense que fue incapaz de distinguir entre los restos calcinados los huesos de unos niños de 2 y 6 años. Hay gente que todavía espera que la noticia se confirme, pero no creo que se necesite mucha tecnología y ciencia para distinguir los huesos de un perro y los de un niño.
Tratar con respeto esta tragedia es algo que se le debe a la MADRE, pero algunas cadenas privadas de televisión ya han batallado por dar la noticia en primicia y, otras, ya están montando un circo mediático con la noticia para explotar la tragedia como ya sucedió con los casos de Wannikopf y de las niñas de Alcàsser.

José Bretón : "Antes muerto que cantar".
Esto es lo que ha confesado a sus compañeros de prisión cuando se le ha preguntado dónde están sus hijos. Esta declaración evidencia que BRETÓN es un psicópata, o como mínimo padece un trastorno de personalidad en la variante de narcisismo extremo, incapaz de empatizar con nada ni nadie y capaz de realizar cualquier acto por execrable que sea sin el más mínimo remordimiento.
Creo que este caso sigue el mismo camino que el de Marta del Castillo y es que la justicia en este país deja mucho que desear.
Este triste caso se parece cada vez más a la Historia Interminable de los medios de comunicación y cadenas televisivas en pugna por conseguir cotas altas de audiencia y morbo por encima de la discreción y protección de menores, convirtiendo unos hechos dramáticos en un circo infame del que se nutre la prensa sensacionalista.
Espeluznante y frustrante por la falta de resultados quizá atribuible a una justicia tercermundista, empezando por el hecho de que al reo no se le puede obligar a declarar en su contra si este no quiere. De hecho, ni siquiera es punible si el acusado miente en sus declaraciones. Forma parte del derecho inviolable y universal a la defensa.
Un caso extraño y peliagudo, empezando por la actitud de la madre que se ha demostrado en varias ocasiones que miente; en su comportamiento aparentemente tranquilo, al principio; cuando se obstinaba en no dar la cara ante los medios de comunicación y una pariente, en representación de la familia, daba el parte de la desaparición de las criaturas siempre muy sonriente; o cuando paralizó una batida en la finca de los abuelos de sus hijos, dejando desconcertados a todos los vecinos ya que es difícil comprender cómo una madre puede pedir que no se busque a sus hijos. Quizá hubiera sido necesario ampliar la línea de investigación incluyendo a la madre y su entorno.
Hay que ser realistas, esos niños no aparecerán ni sanos ni salvos ya nadie se cree eso de que continúan vivos porque eso requeriría la colaboración necesaria de alguien, un cómplice, por propia voluntad, y por supuesto completamente indiferente a todo lo que está ocurriendo, pero responsable de un delito muy serio.
José Bretón, el único detenido por ahora por el caso de la desaparición de sus hijos y acusado de presuntamente haberlos matado. Es un hombre obsesionado con su mujer, con episodios de malos tratos físicos y psicológicos hacia su mujer y sus hijos.
Algunos maltratadores recurren a la violencia hacia sus hijos para hacer todo el daño posible a la madre.
Las motivaciones son el despecho y la pérdida de control y dominio sobre la mujer. Como pasa en nuestras escuelas, la violencia de género sólo engendra violencia hacia los débiles y lo que ha pasado con estos chiquillos es un ejemplo.
La única realidad en este extraño caso es que los chiquillos no aparecen y el único punto que sustenta la versión del padre es que los “perdió” en el parque. Las cámaras de seguridad graban a los niños en el coche cuando llega a la finca y, pasadas las 17:30, tras tirar la basura, las cámaras ya no detectan a los pequeños. Las reconstrucciones con muñecos no ayudan demasiado. Juez, fiscal y policías creen que los niños nunca fueron al parque Cruz Conde donde supuestamente se perdieron, y buscan a los niños enterrados por la finca y alrededores. Los niños no están en la finca.
En el momento que se produjo su detención los vecinos no daban crédito de la implicación de su vecino, una persona “honesta y trabajadora”, en la desaparición de los niños...
Ante un caso tan escabroso la cautela es imprescindible para evitar posibles errores jurídicos como sucedió anteriormente con el Caso Wanninkhof cuando en un ambiente de histeria popular creado por los medios de comunicación y en un juicio plagado de irregularidades por parte de las autoridades judiciales y policiales, Dolores Vázquez Mosquera fue declarada culpable por un jurado popular de la muerte de Rocío Wanninkhof quien había sido asesinada en octubre de 1999 cerca de Mijas (provincia de Málaga). Unos años después se descubrió el error al resolverse otro asesinato posterior, el de la joven Sonia Carabantes, en agosto de 2003 y descubrirse que el ADN del asesino de Sonia Carabantes coincidía con el ADN encontrado en pruebas del caso Wanninkhof..
En fin, Ruth y José, descansad en paz.
martes, 12 de junio de 2012
EL SUICIDIO DE MICKEY MOUSE
Recordáis los encantadores dibujos animados de Mickey Mouse, aquellas lindas caricaturas que hacían nuestras delicias. Pues existe una antigua cinta maldita de Walt Disney que ronda, ya hace algún tiempo, por internet. Esta historia cuenta que, en un principio, los editores pretendían encontrar una cinta antigua con la que realizar un homenaje al gracioso ratoncito de grandes orejones, que en un principio iba a ser comercializado con el nombre de Mickey Oldie. Pero, mientras se realizaba la búsqueda dieron con una que supuestamente se rodó en la década de los años 20, siendo esta cinta una de las más antiguas que se conociera de este personaje.
“Suicide Mouse”, que así se llamaba la cinta, fue revisaba y desechada por lo fuerte de sus imágenes. Uno de los editores cuando contempló la cinta se desquició y tomando por sorpresa el arma de fuego de un guardia jurado, que se encontraba cerca, termino suicidándose, pegándose un tiro en la cabeza.
Esta cinta no tiene nada de especial y jamás fue distribuida. En ella se ve a Mickey caminando a través de 6 edificios durante un breve período de tiempo antes de oscurecerse y concluir. La música empleada es aporrear un piano durante un rato antes de concluir en un fundido en blanco. No tiene nada que ver con el gentil Mickey que todos conocemos y que llegamos a querer cuando éramos pequeños, ni baila, ni sonríe como hacía habitualmente, sólo camina con una expresión sombría en el rostro.
Son muchas las hipótesis , la que corre con mas fuerza es la del ¨ Nuevo mito Disney ¨, la otra es que es un vídeo conceptual creado por la CIA , nombrado como proyecto ¨ MK Ultra ¨ quien nadie desmiente ni siquiera la propia agencia , y hasta se ha documentado ( para el que no sabe que es ¨ Mk Ultra ¨, es un programa que buscaba crear inducciones mentales , mediante una ¨ técnica ¨ denominada ¨ control mental basado en el trauma ¨ ) , demasiadas leyendas urbanas corren acerca de este proyecto de la CIA, todas sumamente escalofriantes, además justamente en uno de esos testimonios aduce que utilizaban personajes de Disney para conseguir la posesión de las distintas personalidades o ¨ modos ¨ para el sometimiento psicológico.
Os voy a poner el vídeo, pero ya os digo que yo no lo he visto "por si las moscas"
Advertencia:
Es un vídeo que puede asustar a los niños ya que contiene gritos terroríficos, animaciones extrañas y sonidos perturbadores, este tipo de vídeos puede provocar alteraciones del sueño y enuresis nocturna. Así que si eres sensible a este tipo de cosas, te conformes con lo que te he explicado y no lo veas(quien avisa no es traidor)
Indicaciones
- Si crees que te va a dar miedo mejor que ni lo veas
- Una vez que empezaste a verlo ni se te ocurra detenerlo ni sacarlo, a lo sumo si te da miedo mira para otro lado
sábado, 9 de junio de 2012
LA MALDICIÓN DE BELEROFONTES

Hijo de Poseidón, descendía por vía materna de la familia real de Corinto. Su padre “humano” , el rey Glauco, era hijo de Sisifo, Belerofontes consiguió domar a Pegaso, el caballo alado, gracias a una brida de oro que le había proporcionado Atenea. A lomos de Pegaso, el héroe llevará a cabo diversas hazañas.
Belerofontes había causado involuntariamente la muerte de un hombre y tuvo que exiliarse de su tierra, pues todo homicidio es una tacha sobre el culpable que exige expiación. Se refugió en la corte del rey de Tirinto, Preto, que lo acogió en su casa después de purificarle de su crimen. Pero la reina Estenebea se prendo de él y, despechada por haber sido rechazada, le acusó de haber intentado seducirla. Preto, a quien las leyes de la hospitalidad impedían dar muerte a su huésped, decidió enviar a Belerofontes a su suegro Yóbates, rey de Licia, en Asia Menor, con una carta sellada en la que se le pedía matar al mensajero. Yóbates le recibió amistosamente, pero no leyó la carta hasta el noveno día de la llegada de Belerofontes. Como las leyes de la hospitalidad le impedían a su vez ejecutar por sí mismo lo que la misiva pedía, encargó a Belerofontes que librase a su país de la Quimera, un monstruo híbrido que escupía fuego y devoraba los rebaños de sus tierras, con la esperanza de que muriese en la empresa. Pero Belerofontes, montado sobre Pegaso, consiguió matar al monstruo. Yóbates le envió entonces a luchar contra los belicosos sólimos y más tarde contra las amazonas. El héroe salió victorioso de ambas campañas y de una emboscada que le tendieron los guerreros del rey Yóbates. Éste, maravillado de las hazañas del héroe, renunció a matarlo y reconoció su origen divino. Le dio a su hija en matrimonio, haciéndole heredero de su reino.
Belerofontes vivió feliz largos años y tuvo dos hijos y una hija, Laodamía que, fruto de sus amores con Zeus, concebiría a Sarpedón, el héroe troyano al que la Iliada muestra combatiendo gloriosamente por su ciudad antes de caer bajo la espada de Patroclo. Pero, Belerofontes, henchido de orgullo por sus triunfos, montó un día sobre Pegaso con la loca pretensión de alcanzar el Olimpo. Zeus para castigar su soberbia, envió un tábano que picó al caballo alado, el cual, corcoveando asustado, desmontó a su jinete, Belerofontes se precipitó al vacío y cayó a la tierra, donde erró solitario y miserable el resto de sus días.
Moraleja: Todo aquel que se deja llevar por la soberbia y la desmesura acaba recibiendo su castigo.
domingo, 3 de junio de 2012
EL MISTERIO DEL LAGO
En el pueblo se escuchaba una seria advertencia: “ no os acerquéis al lago si hay niebla”. Pero ya sabéis que, para la juventud, no hay nada más atractivo que lo prohibido…
Ese consejo iba dirigido a los chiquillos de la aldea porque sentían una especial atracción por la zona del lago, precisamente, cuando aparecía aquella niebla espesa.
Aquella tarde, haciendo caso omiso a las advertencias de los ancianos del pueblo, se agrupaban en las plácidas orillas del lago. Las copas de los árboles se reflejaban en las tranquilas aguas dibujando paisajes lacustres que invitaban a la ensoñación romántica.
Agosto 1976
Aquella noche no iba a ser distinta, los adolescentes sedientos de aventuras decidieron realizar una excursión nocturna al lago. Cuando llegaron, fijaron su atención en el desagradable desguace que se encontraba cerca del lago. La idea de los jóvenes era penetrar en el cementerio de coches para robar alguna que otra pieza para sus coches de segunda mano. Pero la inhóspita negrura del lugar disuadió a los jóvenes y optaron por pasar un rato junto al embarcadero. Durante el día, penetrar entre los viejos cacharros abandonados era una actividad muy atrayente, pero durante la noche las imponentes moles de hierros retorcidos, sumidos en la más absoluta oscuridad, desalentaba al muchacho más valiente.
El embarcadero penetraba unos tres metros en el agua y sobre la superficie se reflejaba la luna y los astros de la noche. Las sombras impedían gozar de toda la naturaleza circundante, pero sólo bastaba echar una mirada por encima del hombro, para contemplar las misteriosas lucecitas que anunciaban la presencia cercana del pueblo.
Los niños contemplaban con fijación hipnótica el reflejo de las estrellas en la superficie del Lago, cuando se dieron cuenta de que habían demasiadas luces, por un momento los niños parecieron flotar en un mar de luz cegadora. Entonces, comenzó a formarse una espesa niebla que cubría todas las inmediaciones del lugar. Los muchachos estaban paralizados por el miedo, cuando comenzó a escucharse un sonido metálico, lejano, como amortiguado, eran las campanadas malditas. Los muchachos comenzaron a persignarse ya que siempre presagiaban desgracias.
Se miraron entre sí y presos de un pánico descontrolado intentaron huir del lugar, pero unos extraños cánticos que provenían del sendero detuvo su carrera y corrieron a ocultarse tras unos matorrales. Desde su escondite vieron desfilar ante sus ojos a los misteriosos encapuchados que avanzaban por el sendero entonando unos cánticos que los muchachos no podían entender. El grupo era más numeroso de lo que esperaban. Los chiquillos intrigados, una vez perdieron de vista los encapuchados, decidieron seguirlos. A pesar del miedo que sentían, la curiosidad era mucho más poderosa. Silenciosamente y tratando de evitar que los descubrieran observaron como llegaban hasta el pequeño lago y se dividían formando un círculo, rodeándolo. En ese momento, levantaron las manos hacia el cielo y entonando más fuertemente los cánticos invocaron a las criaturas del Lago. Un remolino de agua se formó en el centro, se elevó violentamente y surgió una criatura pavorosa, mitad hombre mitad bestia, con dos protuberancias en la frente. Una sonrisa terrorífica se dibujo en el rostro y una voz atronadora brotó de la garganta de aquel ser de pesadilla. Fueron cayendo las capuchas y aparecieron rostros conocidos, rostros con los que se encontraban a diario en el pueblo. Aquellos siniestros adoradores eran sus queridos vecinos, aquellos que los vieron crecer. Entre los jóvenes creció un silencio opresivo, lleno de malos presagios. Pero lo peor aún estaba por llegar, la espantosa criatura del Lago se desplazó sobre las aguas como si levitara y con unos violentos fogonazos de su lengua de fuego iba achicharrando a las víctimas con las que se iba encontrando.
Los muchachos desde su escondrijo pudieron contemplar los cuerpos humeantes de las víctimas. Tan absortos estaban contemplando la dantesca escena, que no vieron a la frágil silueta femenina que vestida de negro, con una larga melena blanca y los ojos grises como el reflejo de la luna, se acercaba en completo silencio y que, al adentrarse en las aguas del lago, fue engullida por una gigantesca mano gaseosa que la agarró y la arrastró hasta las profundidades del lago. A partir de ese momento, la criatura experimentó un cambio en su aspecto; transformándose en una masa gaseosa antropomórfica acabó esfumándose en el aire; dejando tras de si una estela de horror y muerte.
Los muchachos dominados por un terror infinito abandonaron su escondrijo y paralizados y en completo silencio contemplaron la escena apocalíptica. Bajó la temperatura, pero los jóvenes no daban muestras de sentir frío, aunque un raro temblor acometía sus cuerpos. Aún se estaban recuperando de la impresión, cuando la mujer emergió nuevamente de las aguas de lago, tenía el pelo y la túnica empapadas, pero no daba muestras de tener frio, parecía desplazarse sin tocar el suelo, se detuvo a un metro de los muchachos, levantando la cabeza y mirándolos fijamente con unas pupilas negras como una noche sin luna, pronunció unas palabras ininteligibles "برای همیشه و همیشه به من روح می شود و راضی(*)Después se dio la vuelta y se dirigió de nuevo hacia la orilla del Lago donde se sumergió.
Los muchachos desconocían la lengua empleada por la mujer y se miraron entre sí tratando de encontrar una explicación a las extrañas palabras pronunciadas por la extraña mujer del lago.
- ¿Habéis entendido algo? Preguntó el muchacho que aparentaba ser el mayor del grupo.
- Creo que ha hablado en árabe, pero no he entendido nada, y no me importa lo más mínimo lo que ha dicho.. Así que yo me largo, ya no aguanto ni un minuto más aquí…. Contestó un muchacho con la cara llena de pecas y una insolencia que nacía de un terror que sus palabras apenas conseguían ocultar.
Los otros muchachos no tardaron en imitarle, después de contemplar el escenario devastado por el ardiente aliento del monstruo encaminaron sus pasos rumbo al pueblo que, a aquellas horas, aparecía totalmente en silencio, como si durmiera. Algunas luces encendidas anunciaban una tímida existencia. La inanimación del pueblo inquieta por un instante a los muchachos para los que el fluir de la vida parece haberse detenido en otro mundo paralelo y el leve aleteo de un ave nocturna era el único indicio de vida en el lugar. Los jóvenes sintieron como la noche se volvió repentinamente más fría e inhóspita.
Pero les aguarda la más terrible de las sorpresas ya que cuando llegaron al pueblo se encontraron con la más horrible de las devastaciones, alguna luz mortecina indica un atisbo de vida que se iba consumiendo poco a poco como si de una vela se tratara. Un soplo ardiente y demoledor parece haber devorado todas las viviendas, caminan desolados entre escombros, cuerpos calcinados y cenizas. Horrorizados buscan con desesperación su hogar pero se encuentran con fachadas quemadas y humeantes, sin aparentes signos de vida, sus coches habían ardido en medio de las calles y los objetos cotidianos esparcidos por doquier. Las ruinas de su hogar son los únicos testigos del horror que ha sufrido el pueblo. Los muchachos hundidos, miran al cielo buscando una explicación a tanta barbarie y un silencio espectral es la única respuesta que reciben. La realidad golpea a los muchachos con toda su crudeza y ya no pueden contener el llanto: SON LOS ÚNICOS SUPERVIVIENTES.
Al día siguiente, todos los medios de comunicación daban una terrible noticia. En un pequeño pueblo situado en las inmediaciones de un Lago aparecieron, a excepción de cuatro adolescentes que se encontraban bajo observación médica, los vecinos reducidos a cenizas o carbonizados y todas las cabezas de ganado de la zona habían desaparecido. Un intenso olor a pólvora mojada y huevos podridos impregnaba el ambiente. Los científicos pensaron en la posibilidad de que el azufre fuese el detonante del la explosión. Los supervivientes experimentaron visiones y alucinaciones durante largo tiempo. Los investigadores insistían en el hecho de que en aquella zona ocurría algo de difícil explicación. Una vez descartado el azufre, se pensó en las altas concentraciones de anhídrido carbónico. Igualmente descartado, se pensó en la posibilidad de que una posible erupción volcánica en las profundidades del Lago pudiese desencadenar tales sucesos. Así que se organizó una expedición submarina para inspeccionar las entrañas del lago.
La prensa sensacionalista hablaba de misteriosas maldiciones que cobraban vida bajo el influjo de la niebla.
El día amaneció radiante con un increíble cielo azul que parecía rivalizar con las mansas aguas del lago, un lugar paradisíaco hasta pocas horas antes ya que el aspecto que presentaba hablaba de una profunda explosión que arrasó toda la vegetación circundante, convirtiendo los árboles de la orilla en esqueletos vegetales en precario estado. Contemplar los restos de los hermosos sauces llorones aún colgantes sobre las agua y las plantas carbonizadas llenas de lodo flotando en la superficie provocaba un inmenso desconsuelo
El equipo submarinista se halla dispuesto para iniciar la inmersión en presencia de la prensa y un equipo de investigadores que se halla en el lugar para evaluar la situación. Se recomienda prudencia al equipo de submarinistas ya que el fondo del lago es fangoso y traicionero y su exploraración puede entrañar algún peligro.
El primer turno se sumerge en las frías aguas, bajo la atenta mirada de todos los presentes…Inspeccionan el fondo del lago y se encuentran con una construcción que descansa en el fondo, las algas que crecen en la base casi ocultan los imponentes muros del edificio. Entre las plantas acuáticas sobresale una torre semiderruida por la acción del agua destacando sobre el contorno del edificio. El asombro crece en el hombre cuando cree ver una campana oxidada colgando en el interior de la torre. Comprende que se encuentra ante un edificio religioso por lo que decide salir a la superficie y descubrir el hallazgo.
Todos los curiosos se arremolinan alrededor del hombre, pero no pueden evitar sentirse decepcionados al tener que desechar la posible aparición espontánea de un volcán en las profundidades del lago, como ocurrió con el Paricutim, en México, cuya aparición supuso la desaparición de dos poblados. Pero los científicos locales se frotan igualmente las manos, pues existe una antigua leyenda sobre la región que habla de la presencia de un monasterio maldito bajo las aguas del Lago.
…” Después de todo van a ser ciertas las habladurías que corren sobre la existencia de un lago bajo las aguas del lago”…Explica uno de los geólogos, nacido en el pueblo y que cuando era pequeño jugueteaba, como tantos otros críos, en sus verdes orillas. Los mitos y las leyendas de la zona alimentaron su imaginación y siempre sintió la necesidad de explorar aquellas misteriosas profundidades acuáticas buscando edificios malditos.
…” Las maldiciones son una cosa y la realidad es otra muy distinta, existen multitud de edificios, incluso pueblos que han sido sepultados bajo el agua porque la construcción de los embalses los desplaza, pero bajo el agua se preserva la estructura original de lo que antes fue un centro importante de la población. Contrariamente a lo que pensábamos antes, nos encontramos ante un lago artificial que atesora bajo sus profundidades un monasterio por lo tanto necesitamos un arqueólogo que realice un trabajo de campo sobre el asunto”… Responde el hombre que se halla a cargo de la investigación.
…” ¿Qué historias son esas que se cuentan sobre este Lago? Concluye preguntándole al geólogo…
Es una historia un poco fantasiosa, pero siempre ha hecho las delicias de la juventud de la zona, tanto es así que incluso se prohibía merodear por los alrededores del Lago cuando aparece la niebla, porque se han producido extrañas desapariciones en la zona.
Se dice que hace mucho tiempo existía en la zona una abadía. Entonces no había agua. Eso vino después. Al principio cuando construyeron la abadía, todos los hombres eran buenos y muy piadosos; pasaban el tiempo orando y realizando buenas obras.
La gente acudía de todas parte a visitar la abadía y traían consigo regalos, oro y plata, vinos y alimentos exquisitos, de modo que en lugar de vivir en la pobreza los monjes se rodearon de riquezas y ostentación y comenzaron a realizar prácticas perversas. Gozaban de la comida, bebían en exceso y se dedicaban a prácticas corruptas. Un día llegó a la abadía un extraño que no traía regalos. Sólo entró en la iglesia y oró por ellos, les dijo que Dios estaba disgustado con ellos porque llevaban una vida disoluta y corrompida y que habían convertido un lugar sagrado en un ejemplo de iniquidad. Y, que su salvación se encontraba en el arrepentimiento. Cosa imposible porque los monjes estaban demasiado apegados a los bienes materiales, así que no podían ni querían renunciar a ese tipo de vida tan satisfactoria. La presencia del extraño incomodaba a los monjes así que optaron por alejarle de la abadía. Ante la negativa del hombre a los planes de los monjes corruptos éstos decidieron echarlo sin contemplaciones. Como el hombre se negó a irse decidieron convencerlo azotándolo con los látigos que ellos mismos utilizaban para autoflagelarse en el pasado, porque era una manera de purificarse.
Un extraño prodigio operó sobre el cuerpo del peregrino porque ningún látigo conseguía impactar en su cuerpo:
…”Este lugar una vez fue consagrado – dijo el hombre misterioso- pero ahora queda maldito. Pronto será como si nunca hubiera existido. Las peores inundaciones lo barraran de la faz de la tierra.Vuestras campanas serán silenciadas, tan sólo repicaran cuando anuncien alguna desgracia; salvaos cuando anuncien alguna terrible desgracia”... Pronunció con gravedad y, desapareció.
Después, los monjes, cuando fueron a tocar las campanas no emitieron sonido alguno. Los monjes se asustaron y empezaron a rezar, pero de nada les sirvió, porque las campanas seguían en silencio. Una noche comenzó a llover de forma torrencial, sin parar, durante cuarenta días con sus noches, hasta que los ríos se desbordaron y el agua subió hasta cubrir por completo la abadía, en el lugar donde se encontraba apareció el pequeño lago que tenemos ante nuestros ojos.
Agosto 1996
La gente disfruta de un soleado día de verano a orillas de un precioso lago donde se respira la tranquilidad de las vacaciones. Los chiquillos se encuentran chapoteando en el agua cuando se siente un lejano repicar de campanas, un vago temblor agita las aguas y un imperceptible olor a azufre comienza a impregnar el ambiente. Una familia nota el desagradable olor y comienza a recoger sus cosas.
En el automóvil, un chiquillo pelirrojo con la cara llena de pecas le pregunta a su padre:
…”¿Papá porque nos hemos ido tan pronto?”… la pregunta del niño no consigue ocultar la decepción que siente por haber tenido que dejar un lugar en el que tanto estaba disfrutando.
…” Nos hemos ido, porque el trabajo ya está hecho”… Contesta el hombre y su cabello rojizo refleja la repentina explosión de fuego que se ha producido en el Lago…El hombre gira la cabeza y contempla con una media sonrisa la gran onda expansiva de fuego que alcanza el cielo.
Catalina Cazorla.
برای همیشه و همیشه به من روح می شود و راضی(*)
Traducción: Por los siglos de los siglos, dadme almas y seré saciada….
viernes, 1 de junio de 2012
LOS MANDALAS
Si hay algo que me gusta es pintar mandalas. Ahora existen técnicas de relajación como el yoga o el taichi u otras cosas por el estilo que deben de ser muy efectivas para algunas personas. Pero, los mandalas me resultan mucho más atractivos y entretenidos.
“Mandala” es una palabra en sanscrito que significa “círculo o arco” es la representación de un círculo inscrito dentro de una forma cuadrangular. El círculo es la forma más perfecta, símbolo del cosmos y de la eternidad. Además el círculo es un símbolo de la imagen ancestral arraigada en el subconsciente colectivo.
Pintar mandalas es un juego lógico muy popular que entretiene, divierte y desarrolla las habilidades lógicas y manuales de quien los realiza. El uso múltiple de los colores y sus variados niveles de dificultad permiten que pueda ser coloreado por personas de cualquier edad, además fortalece la creatividad.
Es una actividad que debe realizarse en un momento de paz y no debe imponerse. Se les aconseja a todos aquellos que padecen insomnio, tienen trastornos alimenticios, o están atravesando una depresión.
A la hora de pintar se ha de escoger una variada gama de colores y hacer todo lo que queramos con el mandala, para empezar es interesante combinar el blanco y el negro, después se introducen los colores primarios y complementarios, también se puede jugar con toda la gama de un color según los gustos estéticos e imaginativos.
La magia del color ha influido en los seres humanos desde la más remota antigüedad: el color del amanecer o de una puesta de sol, la clara luz del día...Rojo: Proporciona vigor y fuerza, aumentando la energía y confianza personales.
Naranja: Proporciona vitalidad, imaginación y sabiduría. Ayuda a lograr serenidad.
Amarillo: Proporciona optimismo y luz interior. Ayuda a combatir los malos pensamientos y los problemas en las comunicaciones o relaciones personales, así como activa la creatividad y la ilusión por la vida.
Verde: Proporciona equilibrio y renueva las energías corporales. Ayuda a tener paz, esperanza, amistad e incrementa la sensibilidad.
Azul: Proporciona paz y serenidad. Eleva el espíritu. Ayuda para hacer meditación y entrar en contacto con uno mismo, así como para la inspiración artística.
Índigo o Añil: Proporciona apertura mental y de espíritu. Ayuda a combatir los miedos y la timidez, así como a eliminar obsesiones del pasado.
Violeta: Proporciona intuición y eleva la espiritualidad. Ayuda a calmar el sistema nervioso y a equilibrar el funcionamiento de los órganos genitales. Potencia la actividad onírica y el contacto con otros mundos. Favorece la unión espiritual de dos personas.
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