..."Todos los personajes que aparecen en este relato son ficticios y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia"...
Siento como van pasando las horas mientras mi madre se va recuperando lentamente en la triste habitación del hospital. No me abandona la preocupación desde que padeció el desafortunado accidente doméstico. Su rostro pálido destaca contra la blancura de la almohada, aunque su plácida expresión me sugiere que bellos sueños rondan por su mente....Mientras, en su inocente inconsciencia ella yace tranquila, yo no puedo alejar de mi mente el sentimiento de culpabilidad que me embarga al verla en ese estado, por no ser capaz de haber previsto una desgracia semejante. Pero, también soy consciente de que no podemos controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor y que luchar contra lo inevitable siempre es una batalla perdida.
La noche en el hospital es eterna y angustiosa. Dirijo la mirada hacia el bosque cercano, que, a estas horas, permanece sumido en la más absoluta oscuridad. El siniestro aspecto que presenta me sobrecoge, los árboles han desaparecido por completo bajo las sombras nocturnas y, apenas un incipiente rayo de luna disipa un poco las tinieblas...
En ese momento, algo atrapa mi atención, mis ojos contemplan hipnotizados la tenebrosa belleza que encierra el bosque inhóspito, cuando creo distinguir entre la espesura como una pequeña luz, un destello brillante que por intérvalos se acerca y se aleja.. Froto mis ojos, pensando que quizá se deba al cansancio, pues ya son unos cuantos días velando a mi madre en el hospital... Pero, esa extraña luz es algo real, pues parece tener vida propia, una extraña fuerza parece agitarla. Siento que la curiosidad es mas fuerte que el sentido común y después de asegurarme que mi madre sigue dormida, me dirijo hacia el lugar donde reposa mi bolso y busco en el interior la pequeña linterna que siempre llevo conmigo, para que si se produce un apagón repentino no me quede a oscuras.
La pequeña linterna se pierde entre mis manos. Cuando abandono sigilosa la habitación y mirando hacia todas direcciones, me dirijo hacia la salida.... El hospital a esas horas de la madrugada aparece completamente desierto, apenas iluminado por las luces de emergencia. Sorprende descubrir que no se ve un alma. Cuando abandono sus muros protectores siento el impacto del frío de la noche en mi rostro como si me azotara. Trato de orientarme, pensando en la dirección que debo tomar para llegar al bosque sombrío e investigar el origen de la misteriosa luz.
La noche no puede ser más inclemente, lamento no haber cogido una chaqueta porque el frío es tan intenso que me hace tiritar, pero creo que sólo es esa sensación que suele acompañar al miedo. Casi sin darme cuenta ya me encuentro en el linde del bosque, rodeada de sombras que me confunden. Entonces, distingo el tranquilizador edificio del hospital a mis espaldas y trato de localizar la habitación donde está ingresada mi madre y respiro aliviada porque nada parece alterar la normalidad de la estancia y mi madre sigue dormida. Después barro con el haz de luz de mi linterna las desacogedoras sombras que invaden el lugar y que me desasosiegan. Es un lugar que me resulta familiar, desde la habitación del sanatorio he pasado horas interminables contemplando aquella floresta perdida en la inmensidad de un lujurioso verdor, pero a estas horas intempestivas ha perdido todo su atractivo diurno, como si la belleza estuviera ligada a la luz, a lo brillante, a la claridad y lo negro y oscuro a la fealdad, no obstante en mi se produce el efecto contrario porque siempre me he sentido atraída por la oscuridad y el aspecto más tenebroso de la vida...
Y, yo, desconocía que ese mundo vegetal, que ahora permanecía oculto, atesoraba innumerables sorpresas, y que en aquel preciso momento estaba a punto de encontrarme cara a cara con una.... Para mi desgracia...
De pronto, me sobresalta un ruido entre unos cercanos matorrales y una especie de lamento que quiebra la paz nocturna del bosque...
Mi corazón se desboca en el pecho cuando creo detectar una especie de agitación entre los árboles...
...¿Hay alguien ahí? Mi voz insegura y aterrada rompe el silencio de la noche..
...¿Hay alguiennnnnnn....? Volví a repetir, tras volver a escuchar el ruido..
...¡¡¡No se asuste!!! Pronuncia una voz femenina muy quejumbrosa. Era una mujer de mediana edad y se la veía muy preocupada y asustada, su rostro aparecía surcado de lágrimas... Al verla tan atribulada sólo pensé en calmarla...
..." Tranquila, no me asusta, -repliqué con una sonrisita nerviosa,- ¿En qué puedo ayudarla?..
..."Es Laura, mi hija, hemos venido a ver a un familiar y en un descuido que he tenido la niña ha desaparecido y llevo toda la tarde buscándola y no la encuentro".. La mujer intentó explicarse entre lloros.
.....¡¡¡ SEÑOR, !!! Exclama con vehemencia, mirando hacia el cielo tratando de implorar clemencia divina..
... "¿ Señora, podría ayudarme a buscarla?" Me rogó..
..." En estos casos lo más adecuado es poner el caso en manos de la policía"... Repliqué asustada y sin saber qué hacer...
...." No creo que esté muy lejos, me ha parecido oírla entre esos árboles"... Sin poderlo evitar, la contestación de la mujer me inquietó, así que decidí no inmiscuirme en aquel asunto.
..." Señora, tranquilícese, vamos al hospital y buscamos al agente de seguridad para que nos ayude en la búsqueda"...
..." PUTA DEL DEMONIOOOOOOOOO, ¿NO TE HE PEDIDO QUE ME AYUDESSSS A BUSCARLA?, PORQUE ME PONES TANTAS PEGAS.... ¡¡¡ LAURAAAAAAAAAAAAA!!!- Gritó encolerizada"...
Sorprendida por la reacción de la mujer y completamente convencida de que no se encontraba en sus cabales, empecé a retroceder con cautela, pero la mujer me miró fijamente y cuando captó mi intento de huir, sus facciones se desfiguraron. Ahora lo que tenía ante mis ojos era un rostro de ira incontenible. Sin pensarlo dos veces, emprendí una loca carrera hacia el hospital, varias veces tropecé torpemente y estuve a punto de caer, pero en el último momento conseguí conservar el equilibrio, milagrosamente...
Corría como si el mismo demonio me persiguiera, sin mirar atrás.... Cuando conseguí llegar al hospital me encontraba al límite de mis fuerzas, casi sin aliento, pero a salvo de los ataques de aquella mujer demente... Pero, las cosas no podían quedar así tenía que dar parte de lo sucedido a la seguridad del hospital.... Pero medité sobre la situación y en la posibilidad de que me pudiera interrogar sobre qué es lo que hacía a esas horas de la madrugada en el exterior del recinto hospitalario en lugar de velar a mi madre en su habitación.... Así que opte por dirigirme a la habitación para evitarme problemas... Cuando llegué, me encontré a la convaleciente como la dejé antes de emprender mi penosa aventura en el bosque, dormida plácidamente.... Sin embargo, aún tuve ánimo de acercarme hasta el ventanal para dirigirle una última mirada al bosque en sombras. Respiré tranquila cuando descubrí que la luz brillante había desaparecido...
Decidí echar una cabezadita, aunque con tantas emociones fuertes iba a ser un poco difícil, pero el sueño me fue venciendo y no tardé en sucumbir...
Me desperté cuando los primeros rayos solares inundaron la habitación, me incorporé con cuidado pues me dolían todas las articulaciones por la mala posición al dormir... Y, después le dirigí una mirada a mi madre, que en ese momento me estaba mirando con una amplia sonrisa...
..."¡¡Venga mamá!!, que hoy te dan el alta y ya nos podremos ir"... Era lo que se suponía que tenía programado para el día, pero algo en mi interior me decía que no iba a ser así...
Mi madre no contestó, se limitó a mirar hacia otro lado con desgana, como si ella tampoco estuviera muy convencida.
Pero, me equivoqué le dieron el alta, cuando abandonó la cama se acercó al gran ventanal quizá atraída por la magnífica panorámica que se disfrutaba desde la habitación .
..."¡ CLARA!" Mamá volvía a ser ella. Nunca me agradó tanto escuchar su voz autoritaria como en aquel momento....
..."¡ Ven, mira me ha parecido ver que algo se movía entre esos árboles"!,Cuando la escuché, mi mente revivió el desagradable encuentro de la madrugada....
..."Seguro que es algún animal del bosque que busca su madriguera... He visto algún que otro conejo"-Mi madre me dirigió una mirada de circunstancias y se apartó de la ventana.
Preparamos con ilusión la marcha del hospital, había poco que recoger, algún que otro objeto de tocador y la ropa con la que ingresó, ese era todo su ajuar hospitalario. Cuando nos encontramos en el exterior, detecté la mirada de curiosidad que mi madre dirigía hacia el bosque, exactamente el lugar donde creyó ver algo que se movía... Aunque se detuvo durante unos segundos, seguramente con la intención de cerciorarse de que allí había algo realmente. Con disimulo la cogí de un brazo y me la lleve hacia el coche.
..."¿Sabes una cosa?" Mi madre hasta ese momento iba muy callada..
..."¿ Qué? Pregunté, interesada...
..." He visto una mujer en el bosque, parecía estar desorientada"... Las palabras de mi madre, casi me hacen perder el control del coche.
..." No quería decírtelo, pero ahora que veo que tú también la has visto no puedo callarlo, nunca he sabido guardar secretos..." Comenté, decidida a revelarle los extraños sucesos de la noche.
... " Ayer por la noche, mientras descansabas, miré por el ventanal y vi una extraña luz en el bosque. Devorada por la curiosidad, decidí ir a investigar qué era lo que pasaba. Así que cogí la linterna y me adentré en el bosque..."
... "CÓMO QUE FUISTE A INVESTIGAR, ¿ES QUE ESTÁS TONTA?, CÓMO TE ATREVES A HACER UNA COSA ASÍ... CON LAS COSAS QUE PASAN AHORA.... ¡¡¡ ERES UNA IRRESPONSABLE!!!.
..."Tranquilízate, que no pasó nada, aunque un buen susto si que me llevé"...
..." ¿Susto? Preguntó alarmada.
..."Pues, sí, susto, porque me encontré con una mujer demente que decía haber perdido a su hija pequeña en el hospital"...
..."Hija, tienes que ser más racional y abstenerte de hacer según qué cosas. Ahora lo que hemos de hacer es dar parte a la policía, nos acercamos hasta la comisaria más cercana y denunciamos el hecho"...
Estuvimos un buen rato tratando de dar con una comisaria para dar parte de los hechos y aunque tomaron nuestros datos y quedó constancia del extraño suceso, no dieron crédito a mi relato y nos nos hicieron gran caso.
Cuando por fin llegamos a casa nos esperaba la comida en la mesa pues mi hermana se había tomado su tiempo en prepararnos algo caliente con lo que calmar nuestros estómagos vacíos y con interés escuchó la aventura que acabábamos de vivir.
..." Mira que eres fantasiosa"... Me dijo mi hermana, cuando tuvo ocasión y nuestra madre no pudo oírla.
..."¡¡Qué no es mentira, que es verdad, que me encontré con una psicópata!!"... Mi hermana no sabia si creerme o no.
..."Quiero ir a ese bosque y verlo con mis ojos"... Su ocurrencia me desconcertó.
..."Pues te vas a quedar con las ganas, porque no tengo ningún interés en volver a encontrarme con esa mujer"... Fue mi tajante respuesta.
Durante varias semanas todo transcurrió con normalidad, hasta que un día que estábamos viendo la televisión tranquilamente, nos sorprendió un insistente ruido que parecía provenir de la calle. Subimos las persianas y recorrimos con la mirada la calle de un extremo al otro, pero no conseguimos ver nada. De repente, vimos como nuestro perro salió disparado hacia un cercano parque y se perdió entre los árboles. Mi hermana lo llamó, pero el perro no hacía caso... Mientras nuestra madre reposaba, decidimos salir a buscarlo. Una vez nos encontramos en la calle, el extraño ruido cesó y nos invadió un silencio que ponía los pelos de punta. Al poco rato, nos hallábamos en el parque, en aquel momento carecía del maravilloso aspecto que poseía durante el día, el bullicio y la alegría que invadía hasta el más pequeño rincón, se habían esfumado por completo. Ahora se había transformado en un lugar tenebroso y silencioso. Sentía que algo ominoso se cernía sobre nuestras cabezas, y me entraron unas inmensas ganas de salir corriendo, pero Lucero, nuestro querido perro, se encontraba allí, perdido en algún lugar, desamparado y aterrorizado. Fuimos buscándole entre los árboles de aquel precioso bosque urbano. De pronto, se me pusieron los pelos de punta, creí escuchar una voz familiar, mi sentido de supervivencia me hizo arrastrar a mi hermana en mi loca huida ya que mis sentidos no me traicionaban, aquella voz era la de la mujer demente que había perdido a su hija.
..."¿Qué pasa?! Atinó a preguntar mi hermana al sentirse llevada prácticamente en volandas.
..."¡¡¡ESA VOZ LA CONOZCO, ES LA DE LA MUJER DEMENTE CON LA QUE ME ENCONTRÉ EN EL BOSQUE DEL HOSPITAL!!!" Le expliqué casi enloquecida de terror.
Pero, algo no iba bien, parecía que estaba viviendo una pesadilla, aquel parque se había vuelto de repente gigantesco y aunque corríamos con desesperación, la salida estaba cada vez más alejada, una gran distancia se abría, incluso, entre nosotras. Empezaba a pensar que aquel lugar estaba embrujado. La locura me dominó cuando descubrí que no podía salir y que mi hermana ya no se encontraba al alcance de mi vista, Entonces en ese momento, algo me habló muy cerca, casi en un susurro imperceptible...
...."¡¡¡QUÉDATEEEEE CONMIGO, HIJAAAAA,,,,,, NO TE VAYAS A VOLVER A PERDER!!!"...En ese momento la volví a ver, allí estaba con los ojos desorbitados y el cabello enmarañado, una sonrisa cruel se dibujaba en sus labios. Extendía sus brazos hacia mi persona como si intentara abrazarme, como si yo fuera su hija perdida y en ese instante perdí la poca cordura que me quedaba. Estaba a punto de caer bajo su poder cuando alguien me agarró con fuerza y me arrastró fuera del parque, era mi hermana que me había salvado de las garras de aquel ser demoníaco.
Seguimos corriendo hasta llegar a casa y cuando nos fuimos a dar cuenta, allí, bajo la marquesina de nuestra casa se encontraba plácidamente dormido nuestro chucho, sentimos una alegría inmensa y no nos importó despertarlo y darle un abrazo bien fuerte. Y, asi con él en brazos nos introdujimos en casa.
Pero el terror no nos abandonaría, desconocía la razón, pero no podía apartar la mirada de la ventana, cuando de pronto me parecíó que alguien rondaba nuestra casa en el exterior. Busqué la mirada de mi hermana y el pánico que ví en sus ojos me indicó que ella también había visto al merodeador.
..." ¡¡¡ Ahí fuera hay alguien!!!. Dijo con voz farfullante...
..." Sí, ya lo he visto, pero no perdamos la compostura, que mamá está descansando"...
El miedo no me impidió que me acercara a la ventana para ver qué es lo que ocurría en la calle. Y, tal como me imaginé era la mujer que me encontré en el bosque, en su persona había desaparecido cualquier vestigio de humanidad, tenía ante la puerta de nuestra casa una mujer con el pelo desgreñado y vestida con harapos negros, era una visión espeluznante. Sus ojos rojos destacaban en un rostro pálido como la luz de la luna. Se encontraba tan cerca de nuestra casa, que por un momento temí que pudiera escuchar mi respiración.... Presa de un terror sin límites creí morir cuando vi que dejaba algo en el suelo, era un bulto envuelto en ropa de abrigo y después se alejó dejando tras de sí una risotada horripilante. Aparentemente, todo estaba en orden, pero después de asegurarnos que aquello no era una trampa, reunimos las fuerzas suficientes, abrimos la puerta con rapidez y salimos a observar qué era lo que aquella terrorífica mujer nos había dejado en el suelo.
Cuando nos acercamos a donde estaba el envoltorio y lo desenvolvimos, nos encontramos con el cuerpo descarnado de una criatura, aquella visión nos dejó sin aliento, sobrecogidas por la impresión. Entonces me sentí zarandeada y apartada bruscamente. Era mi madre, que hasta ese momento yo creía que seguía reposando, que cogiendo entre sus brazos el cadáver se introdujo con él en el interior de nuestra casa.
No entendía el comportamiento de mi progenitora, pero lo que hizo a continuación me resultó aún más incomprensible... Se dirigió a la cocina con aquello tan terrorífico entre sus brazos, guardando un silencio sospechoso... Cuando volvió con nosotras, traía consigo el recipiente de la sal... Dibujó un pentáculo y puso los restos de la criatura en el centro, completó el ritual colocando una vela encendida en cada punta. Entonces, descubrió el cadáver apartando los trapos que lo envolvían. Una extraña luminosidad invadió la estancia donde nos encontrábamos. Un extraño prodigio tuvo lugar ante nuestros ojos, la transformación se inició y la carne fue cubriendo aquel esqueleto erradicando poco a poco la muerte. Ahora teníamos ante nuestros ojos a una preciosa niña de cabellos negros y sonrosadas mejillas. Cuando sus ojos se abrieron a la vida, clavando sus pupilas en mí, sentí como un escalofrío recorría mi espalda.
Mi madre pareció detectar mi inquietud ya que cuando pronunció sus primeras palabras fue para dirigirlas hacia mí.
..." Tarde o temprano os tenía que hablar de todo lo que rodea vuestro nacimiento. No soy vuestra madre biológica, con vosotras sucedió algo parecido a lo que ha pasado con ella, -dijo señalando hacia la extraña niña-. En dos ocasiones sufrí un raro acoso parte de esa horrible mujer y un buen día apareció con un bulto entre sus brazos, que acabó dejando en el suelo, delante de casa. Cuando comprendí quien era aquella extraña mujer, supe qué era lo que el destino me había asignado, y qué era lo que tenía que hacer...
La Tumara me había encomendado la crianza de dos demonios, pero con mi dedicación y cariño os he convertido en dos ángeles".... Y, acercándose, nos beso dulcemente...
Después, me entregó a la preciosa niña que, aunque se me abrazó muy fuerte, no pudo evitar clavar sus dientecillos en mi mejilla... Sorprendida, contemplé sus labios manchados de sangre y comprendí que tenía un futuro lleno de dificultades con aquella criatura que la vida había puesto en mi camino.... Pese a que sentía el mordisco como una quemadura, apreté contra mi pecho aquel ser que ya había despertado en mi un sentimiento maternal que yo desconocía poseer.
..."Aquí tienes a tu hija, porque tú ha sido la escogida desde el primer momento.... Ahora es tu responsabilidad. Esta niña será lo que tu quieras que sea. Ofrécele todo el cariño que atesoras en tu alma y encárgate de transmitirle valores, para que comprenda que buscar el lado bueno de las cosas es lo que nos conduce a la felicidad.
,,,"¿Así que en el fondo soy un demonio?¡¡¡Qué interesante...!!!Ahora comprendo porqué a veces siento tantas ganas de matar..."Ante mi escueta respuesta, mi madre sonrió circunspecta....