miércoles, 26 de febrero de 2014

EL DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN





No tenía intención de hablar del debate de la nación, pero un comentario de Rajoy me ha convencido de que sería una equivocación imperdonable, por mi parte, obviar un momento tan “memorable” en la vida política del gobernante más brillante y locuaz que ha parido España.

Es conveniente ver el estado de la nación, no para escuchar la retórica hueca que ponen de manifiesto los políticos que nos gobiernan, sino para comparar y analizar la postura de cada partido de la oposición y si en realidad están a la altura de las circunstancias. Pero, por desgracia,  la intervención de los diputados en el hemiciclo ha resultado un tanto paradigmática o dialéctica, según se mire. Sin embargo, no he podido apreciar en ningún partido de la oposición, la combatividad en el discurso y propuestas claras a las recetas de austeridad que exigen el Capital Financiero Internacional e imperialista, representados en Merkel, Eurogrupo y FMI, hacia la clase obrera y sus familias.

El espectáculo burócrata circense que nos han ofrecido los señores diputados no ha estado muy acertado. Perdidos en diatribas políticas al buscar la comparación con el “mundo multicolor” de la abejita Maya, con Matrix y sus mundos paralelos y la más original, sacar de un presunto trance hipnótico al presidente, se diría que no ha surtido efecto ya que parece que ha seguido hipnotizado durante todo el debate.

Pero, no hay que restarle importancia al asunto, tengo que decir que hemos sido testigos de un debate de la nación en una línea dialéctica puramente literaria que haría las delicias de los intelectuales de la Generación del 98. Aunque,  me ha dejado completamente perpleja la fecunda oratoria y elocuencia de nuestras cabezas pensantes políticas

Sería una crueldad imperdonable hacer leño del árbol caído, pero es que nuestro presidente no abandona su actitud arrogante y prepotente en este su primer ejercicio electoralista. Por supuesto, hay que reconocer que las respuestas que ha tenido en el Congreso responde al más puro estilo surrealista y esperpéntico, pero que no conseguía ocultar la oferta ideológica. Pero qué podemos esperar de un gobernante autoritario que roza la tiranía, que él y lo que representa está por encima de todo.

Decía, "no soy triunfalista ni exagerado", y Rubalcaba, en este punto no ha estado muy hábil porque podría haberle recordado cuando le dijo sin tapujos "que se callara". Aunque, presentarse en el atril para darle la réplica a Rajoy, sin papeles tengo que reconocer que ha sido un golpe de efecto, sobre todo cuando ha pronunciado con un tonillo irónico:

¿En qué país vive usted, señor Rajoy? Una frase breve, concisa y DEMOLEDORA que ha dejado al Presidente sin argumentos, como ha evidenciado el lío que se ha hecho con todo el papeleo que se llevaba entre manos. Demostrando una vez más que ni siquiera sabía improvisar a la hora de dar una respuesta. Y, es que hoy hemos asistido a un auténtico ejercicio de ventriloquía, el del Opus Dei recitando textos de FAES por boca de Mariano Rajoy

Es que no nos enteramos, Rajoy nos habla del país de las maravillas de Alicia y su sueño mágico, pero en España, Rajoy con su millón y medio más de parados, pobreza extrema, desigualdades sociales y la estafa de las preferentes, nos lleva con sus mentiras y demagogias hacia el tercermundismo.

No es un sueño mágico como el de la niña Alicia, sino más bien una terrible pesadilla de la que algún día nos despertaremos.

Y, para terminar, como te atreves a utilizar tal símil: ” Hemos atravesado con éxito el Cabo de Hornos”. Pues sí, gracias a vuestra fiebre privatizadora, está travesía hacia el pauperismo y la decadencia, sin botes salvavidas ni puntos de apoyo y  aligerando la carga de todo lo que les estorba, nos está quemando, calcinando, sin dejarnos ni un resquicio para respirar. Después de todo esto, se puede decir que la estrategia del PP ha sido llevarnos a los infiernos para después convertirse en nuestro salvador, algo que sólo está a su alcance.

Toda una trama psicológica para encubrir un perenne triunfalismo, lleno de palabras huecas, un espectáculo circense con la complicidad de algunos diputados hipócritas, manipulación de datos y cifras para enmascarar que los problemas mas importantes del país los ignora y desprecia. Hoy más que nunca, y ni siquiera creo que esa fuese su opinión, Rajoy nos ha ofrecido la visión de un horno donde se calcinan los derechos sociales, familias destrozadas, sueños rotos y corrupción.

 España va camino del cementerio y un cortejo de plañideras la acompaña hasta su última morada...

                                                     

jueves, 20 de febrero de 2014

EL FARO II







En un recóndito lugar del sur de Francia, en un conjunto monumental olvidado del mundo, cuatro torres abandonadas son el escenario en el que se ha reunido un misterioso grupo de personas  ataviadas con túnicas negras. Bajo un cielo inhóspito celebran un ritual ancestral. Las palabras del líder rompen el silencio de las montañas que les rodean. Las sombras de la noche, que se ciernen sobre  los ruinosos muros de las torres milenarias, auguran malos presagios. Cinco velas encendidas intentan disipar  la ardiente oscuridad, en el viejo camino de ronda. Súbitamente, un viento huracanado ruge con intensidad y apaga las velas.  El hombre dirige sus apasionadas palabras hacia los asistentes, hombres y mujeres que le escuchan fascinados.

…”Os he congregado porque, nuestro enemigo más temible, " El Círculo de los Milagros" está a punto de completarse, y si esto sucede la pervivencia de nuestra sociedad está en peligro. Nuestra Iglesia que es la única en la que no existe el pecado, carecería de la fuerza para poder enfrentarse a la Hermandad de la Magna Mater, a la que todos conocemos como la Prostituta de Babilonia. Todos estamos predestinados para formar parte de un plan preestablecido desde la más remota antigüedad, incluso mucho antes de que los seres humanos poblaran la tierra. Tenemos que tomar medidas y adelantarnos a nuestros enemigos ancestrales si queremos seguir creciendo en gracia y preservar nuestra Iglesia del infame Circulo.  Ahora invoco a los oscuros, criaturas del infierno para que nos asistan en la lucha final y lleven a cabo la pronta eliminación del último eslabón de la cadena"...

Un pequeño revuelo entre los acólitos anuncia la inminente llegada de un grupo numeroso de encapuchados que ignorando a los asistentes se postran ante el líder de la orden y le presentan sus respetos. Éste les contempla con detenimiento y una rara expresión en el rostro, sabe que son sus esbirros y que acatarán cualquier orden que provenga de él.

..."Os encomiendo una ardua tarea. No temáis a la cólera divina, en nuestro credo, no existen los mandamientos, el pecado no existe, podéis desempeñar vuestro cometido como deseéis, y si llega a buen fin  seréis convenientemente recompensados, pero si no cumplís con vuestra misión y el Círculo de los Milagros se completa, seréis castigados sin piedad y yo mismo me encargaré de que padezcáis todas las penas del infierno, y tened por seguro que no habrá agujero en la tierra donde os podáis ocultar"...  Un fogonazo entre las montañas cercanas atrae su atención e interrumpe su discurso y haciendo un gesto con la mano se despide y desaparece mimetizándose con la noche.

Cerca, en un mirador cercano, cuatro muchachas que se encuentran visitando las cuatro torres, han sido testigos de todo el ritual. Se hallan curioseando en el interior de una lóbrega dependencia subterránea de uno de los castillos, cuando empiezan a escuchar una voz poderosa que rasga el silencio de aquel paraje en ruinas.

..."Escuchad,... están celebrando algo"... Murmura una chica con gafas, exigiendo silencio a sus amigas, tocándose la boca con el dedo índice.

..." Sí, ya lo escucho... Callad, a ver qué dicen"... Le responde una muchacha que por el parecido debe ser su hermana gemela.

La cuatro muchachas guardan silencio durante unos minutos. Tratando de captar el sentido de las palabras que está pronunciando el hombre, pero resultan ininteligibles a sus oídos...

..." No os pongáis nerviosas, esto es sólo el viejo ritual de un personaje histriónico, puramente sectario que está tratando de adoctrinar a sus acólitos con una puesta en escena más o menos teatral. Me parece fascinante, es tal y como me lo imaginaba, Los castillos de Lastours fueron el centro espiritual del mundo cátaro. Cuando atribuyeron tal circunstancia a la fortaleza de Montségur fue para despistar, para alejar la atención de los cruzados, sobre este lugar. Ahora se ve todo muy claro y la presencia de esa secta lo atestigua." Cuatro torres construidas sobre la roca y orientadas en los cuatro puntos cardinales y su estrecha relación con el culto solar y los ritos del solsticio"...Es justo lo que me faltaba para completar mi tesis sobre el Catarismo"... Comentó entusiasmada una de las jóvenes que había aprovechado el momento para sacar unas fotos de aquel misterioso ritual en los Castillos de Lastours. Sin saber que acababa de poner en peligro su vida y la de sus amigas con el inoportuno disparo del flash de su cámara compacta...

..." Calla un momento, Perla...  Mirad, ahora el líder del grupo se va.  Joder, esto es una secta"...
Murmura muy bajo otra de las chicas.

Las jóvenes  apenas escuchan las palabras de la amiga ya que están más pendientes de captar el significado, cuando ven como el líder abandona el lugar, desapareciendo de la escena, repentinamente.

..." Hay que ser prudente, si nos ponemos nerviosas pueden descubrirnos y no sabemos como se la juegan estos tipos"... Comenta una de las gemelas.

...." Bueno, tú dirás lo que quieras, pero a mí esta situación me pone los nervios de punta... -De pronto,  la chica calla y cuando vuelve a recuperar el habla, lo hace bajando la voz y como si arrastrara las palabras, era el nudo que se le había formado en la garganta a causa del miedo.-¡¡ Perla!!, - sigue diciendo mientras señala con el índice hacía un lugar que se encontraba tras su interlocutora- el líder ha regresado y parece que les está dando una orden a los encapuchados... Dejémonos de tonterías y vámonos ya, que esto se está poniendo muy feo"... La chica enmudece durante unos minutos al ver como el hombre misterioso se acerca a sus seguidores para decirles algo. Entonces, los encapuchados se giran y miran hacia el lugar donde ellas permanecen ocultas.-¡¡¡ JODER NOS HAN DESCUBIERTO!!! - exclamó alarmada y creyó sentir como la sangre se congelaba en sus venas cuando aquellos seres, que la distancia convertía en siluetas negras, clavaron sus miradas inyectadas en sangre en ellas y  se deslizaban rápidamente hacia el lugar donde se encontraban,  con una actitud muy poco amistosa-  Hay que salir pitando de este lugar porque estas cosas me dan mucho miedo, vámonos de una vez, no vayan a ser de esos que hacen sacrificios humanos"...

Eran las últimas palabras pronunciadas por una chica morena, con la cara llena de pecas, tras salir corriendo. Sus amigas la imitaron y corrieron como nunca lo habían hecho en su vida, como si las persiguiera el mismo diablo por aquel sendero trágico que ya fue recorrido por una comitiva de cátaros ciegos, ahora ellas también lo recorrían pero dominadas por la ceguera que solo produce el terror más profundo. Las piedras martirizaron las plantas de sus pies y alguna tropezó y cayó, pero se recuperó y reanudó su carrera demencial hasta el aparcamiento donde las esperaba su Audi. Cuando lo alcanzaron, vieron que los encapuchados les seguían los talones a muy poca distancia y tuvieron la certeza de que si aquellos seres alargaban las manos podrían apresarlas irremediablemente. Las chicas gritando como posesas llegaron hasta su coche y a trompicones buscaron su "confortable cielo protector".

Perla puso en marcha el motor y el coche arrancó sin problemas, enfilando la carretera a gran velocidad, dejando tras de sí un fuerte olor a quemado.

Antes de perder de vista los castillos, creyeron escuchar una música sublime que parecía surgir de las profundidades de aquella tierra sagrada. Perla, con los nervios a flor de piel, la reconoció de inmediato, era el solemne" Réquiem Aeternam", la melodía que se escuchaba durante las ejecuciones cátaras. Contaba la leyenda que los visitantes que la escuchaban, les esperaba una muerte inmediata... Había intentado documentarla para incluirla en su tesis pero no había encontrado ninguna información sobre la misma, ni tan siquiera una pequeña mención....

 Cuando los encapuchados irrumpieron en el aparcamiento, el coche de las chicas era apenas una pequeña mota oscura en el horizonte de asfalto.

Julio, 2000 Cantabria

Aquel apartamento en primera línea de mar era lo que ella necesitaba para reponerse de las secuelas que le provocó pasar la larga noche a la intemperie.

El edificio se levantaba sobre un promontorio rocoso contra el que se estrellaban las olas salvajes, levantando penachos de espuma. Aquel espectáculo de la naturaleza dejaba  tras de sí un sonido atronador. Toda la magia del entorno se reveló ante sus ojos nada más abrir la puerta. Se sorprendió cuando descubrió que a pesar de ser uno de los pisos más altos, apenas tenía que subir escaleras. Tan solo un pequeño tramo  y se encontró ante la puerta de lo que iba a ser su hogar durante una temporada más bien larga.

Cuando penetró en la vivienda, cruzó un pequeño vestíbulo acristalado que le hacia parecer más grande. Un mueble de maderas nobles sobre el que descansaban motivos decorativos étnicos, una máscara tribal, que no le entusiasmó demasiado, porque ella tenía otros gustos en decoración. Cruzó el pasillo y accedió a un espacioso y luminoso salón-comedor, con un inmenso ventanal que daba al balcón y la terraza, desde la que se disfrutaba de unas maravillosas vistas al mar.

 Julia abrió de par en par la puerta que daba a la terraza y cuando se encontró fuera, cerró los ojos porque quería inhalar la fragancia marina. Sentirse impregnada por la humedad de las gotas de agua que arrastraba el viento, la reconfortó. Cuando abrió los ojos, descubrió la inmensidad azul que acaparaba su campo visual y se deslumbró por los reflejos del agua en las rocas cercanas. Dirigió una mirada hacia la derecha y vislumbró la figura de un faro, oculta entre la frondosa vegetación, su aspecto deteriorado evidenciaba el lamentable abandono que denotaba estar mucho tiempo fuera de servicio. Desde donde se encontraba podía aspirar el fresco aroma de los pinos que lo rodeaba.

Se acercó con cautela hasta el borde de la terraza, porque padecía un poco de vértigo. Cuando miro hacia abajo el mundo giró vertiginosamente y se agarró con fuerza a la barandilla para no caer.

Tenía muchos planes para el día, pero como el apartamento se encontraba un poco aislado de la civilización, cosa que la entusiasmaba muchísimo, pues su alejamiento del "mundanal ruido" había sido una de las razones a la hora de escogerlo.  Estaba muy entusiasmada con el apartamento, pero tenía que cubrir sus necesidades biológicas por eso  había pensado en salir a comprar víveres, para pasar la semana; un caballete y un equipo de pinturas ya que pensaba plasmar en un lienzo toda la belleza paisajística del lugar.

Tenía la secreta esperanza de que alguien se pudiera sentir atraído por sus pinturas y hacerse con algunos ingresos extras. Pero sus planes tendrían que esperar, antes se daría un baño reparador y tras tomarse una suculenta paella, cumplir con su habitual costumbre de reposar la comida echándose unos minutos en la cama.

Tras la siesta reparadora, salió del apartamento y se dirigió hasta la cercana población. Abandonó con su coche la tranquila urbanización. Respiró tranquila cuando pudo comprobar que dada la hora, no había demasiadas retenciones en la carretera, por lo que pudo conducir tranquilamente, de vez en cuando recibía alguna pitada por su extrema lentitud, pero ella hacía caso omiso. Se acercó hasta una gran superficie con la pretensión de comprar los alimentos.

Aparcó sin dificultad  y cogió el carrito de la compra.. Cuando penetró en el local, sintió algo muy parecido a un mareo, debido a que todavía se estaba recuperando de la hipotermia, que según los médicos que la atendieron en el hospital, había padecido.

En un principio, sintió que la excesiva iluminación de la Gran Superficie hería sus retinas dejándola ciega momentáneamente. Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz quedó paralizada y  el corazón se le desbocó en el pecho, hasta tal punto que por un momento creyó que le iba a dar un infarto. Se encontraba en un lugar que ni la fantasía más calenturienta hubiese sido capaz de crear. Tenía ante sus ojos una visión que la dejó boquiabierta y estupefacta, miraba a su alrededor tratando de encontrar a otras personas que estuviesen viendo lo mismo que ella, pero el único ser humano que estaba contemplando aquello era ella. Tenía ante sus ojos un inmenso complejo subterráneo que alcanzaba las dimensiones de una ciudad con todos sus servicios. Una gigantesca cúpula cubierta por multitud de lamparitas led casi microscópicas eran las encargadas de generar la energía necesaria para iluminar aquella vasta superficie que se abría ante ella.

En la construcción de aquella misteriosa ciudad subterránea se habían utilizado diversos estilos arquitectónicos, desde el románico hasta el arte contemporáneo. En el extraño lugar coexistían palacios renacentistas y góticos con la más moderna arquitectura, manteniendo una perfecta armonía. Las carreteras eran aéreas y parecían que flotaban sobre aquel complejo. Sin embargo, no había vida en sus calles, se manifestaba completamente desierta y solitaria ante los ojos de la mujer. Julia tuvo la convicción de que aquellas construcciones se habían realizado a lo largo de los siglos y que no era una creación espontánea reciente. Sin lugar a dudas se encontraba ante un tipo de estructura tecnológica, pero ¿quiénes serian sus constructores? Intraterrestres, extraterrestres o los habitantes de la superficie...

 Miró hacia la derecha y descubrió un acceso cercano a la misteriosa ciudad subterránea, una primitiva escalera de caracol desembocaba en un plano más inferior, en una estancia abovedada que recibía la iluminación ...

 Julia se sintió fascinada por el juego de luces y sombras. Creyó ver unas figuras ataviadas con túnicas blancas, ¿sería esta gente, los famosos intraterrestres de que tanto se hablaba, o quizá todo era una alucinación fruto de su mente perturbada, o realmente había penetrado en una nueva dimensión o mundo paralelo.

Tropezó con algo y toda la visión se esfumó como por arte de magia, volviendo a la realidad bruscamente. Con la misteriosa ciudad subterránea acaparando su mente, se perdió por uno de los pasillos.  Desde donde se encontraba percibió por el rabillo del ojo un extraño movimiento en los accesos al centro comercial. Echó una ojeada y vio que cuatro extraños vestidos de negro y encapuchados habían penetrado en la gran superficie. Extrañada por la forma en que se movían aquellas personas les contempló largamente. De pronto, vio como se encaramaron sobre las mesas de las cajas registradoras, fulminando con sus miradas asesinas a todo el público, su imponente altura era sobrecogedora. Estaba desconcertada con el comportamiento que manifestaban. Pero cuando uno de aquellos seres pronunció su nombre con una voz que no parecía de este mundo, experimentó un pánico sin límites.

..." Julia, querida, dónde te escondeessssssssssssss..." La voz de aquel hombre sonaba terrorífica. Sin saber a ciencia cierta porqué, tuvo la certeza  de que se referían a ella. Así que, Julia estimó que más que hacerse notar, lo más conveniente era ocultarse y al ser posible quitarse de en medio o huir del lugar al menor despiste de aquellos seres tan tenebrosos..

Los encapuchados descendieron de las mesas de las cajas registradoras con una rara agilidad felina, parecía que levitaban.. Y, se separaron, saliendo en direcciones distintas, con un propósito: encontrarla entre el barullo de la gente. Sorprendentemente, todos los clientes se apartaron y contemplaban en silencio a los encapuchados cuando les veían pasar... Los guardias jurados del centro se les acercaron con intención de reducir a dos de ellos, pero fueron aniquilados y sus cuerpos convertidos en cenizas con un extraño artilugio que llevaban aquellos seres.

Julia seguía escondida tras uno de los pasillos, cuando sintió como pasaba uno de aquellos encapuchados. Sigilosamente, empezó a moverse marcha atrás con la secreta esperanza de no encontrarse de frente con uno de aquellos seres. Escuchó un grito a sus espaldas que la hizo volverse temerosa de ser sorprendida. Cuando se dio la vuelta y se enfrentó con uno de aquellos encapuchados, lo que vio la llenó de horror. Se encontraba ante una criatura que pese a la apariencia, no era humana, un rostro de extrema palidez la contemplaba con unos ojos llenos de un odio inmenso. Julia sintió un escalofrío cuando aquel ser alzó un rostro de pesadilla y olfateó el aire inhalando con fuerza como si estuviera intentando captar el olor que desprendía la mujer y se colocó a cuatro patas dispuesto a embestirla. Pero la suerte acudió en su ayuda y una pequeña desbandada arrollo a la criatura infernal, pasándole por encima.  Julia no desaprovechó esa oportunidad que la providencia le enviaba y sin pensarlo dos veces se unió a la muchedumbre y camuflada alcanzó la salida, corrió como loca hasta el coche y partió a toda velocidad como si el mismo diablo la persiguiera.

Se sentía insegura, aquellos seres habían pronunciado su nombre y temía que tuvieran mucha más información sobre ella. Pensar en lo aislado que se encontraba el apartamento la inquietaba porque podía ser una trampa. Creyó que los más acertado sería  alquilar una habitación en un hotel del pueblo, pero pensó que el apartamento donde se alojaba podía ser seguro...

Antes de irse a la cama se dedicó a cerrar todas las ventanas y bajó totalmente todas las persianas, así se sentía más segura. La posibilidad de que su vivienda se encontrara casi a ras de superficie no la tranquilizaba lo más mínimo, pero la vivienda era segura y no tenía porque preocupase.

Antes de acostarse decidió disfrutar de la noche veraniega, la luna llena señoreaba en el cielo y las estrellas brillaban en todo su esplendor. En ese momento su cuerpo quedó paralizado y el corazón le dio un vuelco, unas extrañas luces parecían emerger del mar, trazaban unos círculos, Julia escuchó unas risas y miró a su alrededor y vio que eran unos niños que estaban jugando con linternas. Cuando comprobó que era solo la travesura de unos chiquillos sonrió y comentó para sí..

..." Por Dios tengo que tranquilizarme si no quiero perder la poca lucidez que me queda"....No se habría quedado tan tranquila si hubiera visto las cuatro sombras encapuchadas que se iban acercando por la calle en dirección a su apartamento.

Disfrutó de una cena frugal bajo de la luz de la luna y la estrellas y tras gozar de la fresca brisa marina se acostó mecida por el suave oleaje. Un rayo de luna penetraba entre las rendijas de la persiana creando una iluminación fantasmagórica. Julia dormía plácidamente, cuando un golpe violento la despertó y vio que la habitación estaba iluminada con la tonalidad rojiza que emitía algo en el exterior. Intrigada abandonó la cama y se acercó a la ventana, atisbó entre las rendijas y no vio nada, pero por el rabillo de ojo creyó ver que algo se movía, abandonó su observatorio y, sin  hacer ruido se dirigió al comedor, desde el que obtenía una perspectiva más amplia. Y, allí lo que vio le congeló el corazón porque allí estaban los encapuchados que habían asaltado el centro comercial y tal como había pensado, iban tras ella.

Los hombres estaban refunfuñando porque se habían encontrado con todo cerrado y el acceso a la casa era casi imposible. Tras varios intentos infructuosos por colarse en el interior, abandonaron la terraza.. Julia pensó que  no podía continuar en aquel lugar, porque estaba segura que volverían y podrían cogerla desprevenida y no estaba dispuesta a correr riesgos.

Pero, para su desgracia los encapuchados no se habían dado por vencidos y estaban  trajinando con la cerradura de la puerta tratando de abrirla, como se les resistía, comenzaron a aporrearla con fuerza. Julia rogaba entre sollozos que ningún vecino tuviera la ocurrencia de enfrentarse a aquellos seres de pesadilla. Pero sus plegarias fueron desoídas y algunas personas, ante los golpes furiosos, osaron enfrentarse a los encapuchados. La mujer lloraba desconsoladamente, aterrorizada y compungida por lo que estaba pasando en el exterior. Imaginaba un terror sin límites ante su apartamento y pensaba en lo vulnerable que debía de ser la puerta y que finalmente, sucumbiría al feroz ataque de los encapuchados y se vendría abajo. Horrorizada, escuchó las primeras quejas de los vecinos por el atronador ruido y después un silencio fúnebre que le puso los pelos de punta. Intuía que algo catastrófico había sucedido, así que ni siquiera se le pasó por la cabeza abrir la puerta, no quería enfrentarse al espectáculo dantesco de encontrarse con los cuerpos de sus vecinos reducidos a cenizas. Pensó en hacer una barricada ante la puerta, para defenderse, pero al mirar por la mirilla pudo comprobar que ya no estaban allí. Entonces, marcó el número de la policía y denunció los hechos.

Entonces, todo el ruido cesó y una extraña luminosidad llenó el apartamento, se acercó hasta el balcón y vio sobre el mar tres esferas de luz anaranjada, en formación lineal, volaban muy rápido, sin hacer ningún ruido. Otras tantas de luminosidad blanca parecieron emerger del faro y se unieron a las otras. Se quedaron durante unos minutos como paralizadas delante del balcón de Julia y al final formando una procesión triangular y a una velocidad vertiginosa acabaron desapareciendo en el cielo. No solo Julia fue testigo del extraño fenómeno, otros muchos vecinos las vieron  y dirigían sus impávidas miradas hacia el cielo. Tras unos tensos minutos se alejó una de las primeras y posteriormente se fueron marchando todas pero en distintas direcciones. Aquellas luces tan brillantes, no eran aviones, ni helicópteros ni nada que se le pareciera. Cuando desaparecieron, de repente vio salir una fuerte luz blanca en el horizonte marino, fue ascendiendo lentamente en forma vertical y finalmente quedó estática en el cielo como si fuera una estrella cercana.. Julia percibió como se levantó un poco de viento que despejó sus pensamientos y casi el terrible dolor de cabeza inclemente que padecía... Con el corazón en un puño, Julia vio como aquella esfera de brillante luz blanca descendía a gran velocidad alcanzando el punto donde se encontraba ella y se alejó rápidamente, desapareciendo. Julia tuvo la certeza de que aquellas luces la habían salvado de una muerte segura. Repentinamente la luz se abrió paso dolorosamente en su cabeza, los recuerdos invadieron su mente con fuerza: el faro y su amiga desaparecida y reencontrada irrumpieron con fuerza de nuevo en su vida y supo, que tenía algo pendiente y que no podía demorarse más...

Al cabo de un rato, llegó una patrulla y la socorrió. La policía científica se encargó de recoger los restos humanos convertidos en cenizas y la acompañaron hasta la comisaría para hacer la declaración formal.

Su nuevo encuentro con el Faro se produjo al cabo de unas horas, ya que tras el encuentro con los encapuchados, no podía demorarse más. Aquella misma noche partió aprovisionada con  sus cosas con las que pensaba afrontar todos los misterios que la esperaban en aquel misterioso lugar, una mochila, pertrechada con una botella de agua, una linterna, un mazo de amasar, por si se producía algún encuentro no demasiado amistoso, un saco de dormir y mantas y un buen aprovisionamiento de bocadillos y frutos secos.

Con su coche enfiló la carretera nacional y en poco más de tres horas llegó hasta el pueblo que la vio nacer y tras abandonarlo, cogió la pista que le llevaría hasta los dominios del Faro.  Dejó oculto el vehículo tras unos arbustos y entonces vio como la puerta se abría bajo el impulso de algún resorte oculto, como si la estuviese esperando. Nada más entrar la recibió un olor nauseabundo a putrefacción y humedad, pese a su inicial rechazo se adentró en aquel lugar tan oscuro y desasosegante y comenzó a bajar por la rudimentaria escalera de caracol, una extraña debilidad se apoderó de sus piernas cuando sintió la inquietante sensación que el lugar le provocaba. Llegó hasta una especie de trampilla que se encontraba medio levantada, cogió una pequeña aldaba y tiró de ella, hacía sí, con fuerza .Entonces se abrió ante sus ojos un abismo inmenso en el que se perdía la escalera. Julia se adentró en aquellas tinieblas...

No sabía cuánto tiempo llevaba descendiendo, pero ya le dolían las pantorrillas, sintió que en la bajada la temperatura había ido aumentando ligeramente y junto con el esfuerzo que estaba realizando, la situación se estaba volviendo insostenible. Al final, desembocó en una galería más profunda. Valiéndose de su potente linterna, iluminó los rincones más ocultos de aquel mundo pétreo, donde las caprichosas estalagmitas y estalactitas se habían aliado con la naturaleza para crear formas fantasmagóricas.

Realizó un barrido de luz para disipar las tinieblas y vislumbró la confluencia de numerosos túneles y otras galerías de diferentes tamaños. Descubrió horrorizada que se encontraba ante una encrucijada de caminos y no sabía cuál escoger. Aquel universo espeleológico con sus túneles sumidos en la más negra oscuridad, se había convertido en una metáfora de lo que era su vida. Julia cavilaba sobre su suerte, cuando inexplicablemente en uno de los túneles se hizo la luz. Alguien estaba tratando de orientarla en aquel laberinto de piedra. Con la inquietante sensación de que se dirigía hacia una trampa, en la que ella tenía mucha responsabilidad, dirigió sus pasos vacilantes por aquel sendero, con la absoluta certeza de que se había metido en la boca del lobo voluntariamente. Sin embargo, a pesar de lo incierto de su futuro sentía una gran paz interior, pues pensaba que ya no tenía nada que perder y decidió seguir adelante en busca de su destino.

Ya llevaba algunas horas y Julia se encontraba al borde de la extenuación con las fuerzas al límite, por el agotamiento,  la falta de oxígeno, el excesivo calor y la pegajosa humedad que se adhería a su cuerpo.
Descubrió con inquietud que ya hacia rato que había dejado de escuchar el rugido de las olas cuando chocaban con las rocas y pensó que se debía a que el camino que había ido siguiendo se había alejado de la costa, pero también podía deberse a que se encontraba por debajo del nivel del mar. Imaginó  la gran masa de agua sobre su cabeza y casi se mareó por la impresión.

Casi no podía con su cuerpo cuando escuchó un zumbido muy tenue, algo parecido al sonido que emite un motor y al  final creyó vislumbrar un pequeño resquicio de luz, pensó aliviada que posiblemente había dado con  alguna salida al exterior. Aceleró el paso, pero cuando llegó se encontró con un pequeño hueco que logro atravesar sin dificultad, al encontrarse en el otro lado sus ojos se acostumbraron a la luz y apareció ante sus ojos una visión que le resultaba familiar ya que era la que tuvo en la Gran Superficie, se manifestaba ante sus ojos tal y como la había visto:  edificios de todos los estilos arquitectónicos coexistían,  no podía dejar de maravillarse contemplando aquella belleza subterránea negada a la mayoría de los mortales. Contemplaba admirada parques , lagos y jardines tratando de emular la gracia y armonía que sólo la naturaleza podía ofrecer. Entonces sintió un soplo de aire fresco, como el que entra por la ventana en una mañana de  invierno y una suave voz que ya conocía demasiado bien, le susurró al oído.

..." Te reconozco, amiga. Agradezco  la bondad y pureza de tu corazón.  Valoro el empeño y la constancia que has demostrado en conseguir este encuentro dichoso... Bienvenida al Círculo de los Milagros, querida amiga, una hermandad reservada a las personas que  poseen poderes extraordinarios y grandeza de espíritu"... La dueña de aquella voz era Helena, que había surgido de las sombras y ahora se encontraba a su lado. La mujer no pudo terminar su monólogo ya que Julia la abrazó emocionada.

Las amigas seguían fundidas en un abrazo, cuando aparecieron cuatro mujeres ataviadas, con clámides griegas, y una sonrisa que iluminaba sus rostros, se deslizaron con suavidad y rodearon a las jóvenes.

..."El Círculo de los Milagros se ha completado"... Pronunció la mujer más madura.


  

domingo, 9 de febrero de 2014

EL CABO DE SALOU

Hoy os voy a hablar de uno de los rincones más bonitos de la costa catalana, el Cabo de Salou. Un  precioso lugar repleto de bonitas vistas y calas de arena fina, ocultas en lugares recónditos que las protegen, en ocasiones, de las violentas embestidas del viento de levante.

Aunque Salou se ha convertido en uno de los principales centros turísticos de la Costa Dorada, sin embargo, la vida bohemia del Cabo se asemeja más al de las Baleares por la suavidad de su relieve rocoso; sus playas discretas; casi familiares, comunicadas entre sí por innumerables senderos muy empinados y con numerosos miradores a lo largo de todo el recorrido. Pasear interminablemente bajo la agradable sombra de los pinos puede convertirse en un auténtico deleite.

Pero, lo que verdaderamente llama la atención son sus abigarradas construcciones, auténticos nidos colgantes sobre los acantilados de la Costa Mediterránea. Y, entre ellos destaca un edificio singular, una rareza arquitectónica, o aberración urbanística, según se mire. Se encuentra ubicado en primera línea de mar, prácticamente, sobre los acantilados. Esto es así porque cuando se construyó todavía no existían ni la controvertida ley de costas y mucho menos los nuevos criterios de urbanismo sobre sostenibilidad y entorno natural. De todas formas, esperemos que siga en su excepcional emplazamiento y no se vea afectado por la política de saneamiento medioambiental que algunos Ayuntamientos llevan a cabo. Deseamos que  continúe durante mucho tiempo ahí frente al mar, luchando contra los elementos, escoltado por un faro que incrementa su atractivo durante la noche...

En este edificio, para acceder a la zona de viviendas no se sube, se baja. Sí, y no se trata de la famosa película de Cantinflas "Sube y Baja". El edificio está asentado sobre una colosal roca  que sobresale de un acantilado que muere en el mar. El último piso del edificio se encuentra a ras de la calle y es desde este punto hay que ir bajando para  ir accediendo a las viviendas más inferiores.

Un edificio peculiar que ofrece todo tipo de delicias relajantes, un lugar tranquilo para desconectar de la rutina diaria que tanto nos agobia. Un  último reducto de paz para gozar del salvaje arrullo de las olas y el graznido de las gaviotas como melodía de fondo.

 Pero, cuando una de las puertas de acceso a las viviendas se abre, ante tus ojos aparece una panorámica circular del Gran Azul que invita a la muda contemplación y al disfrute de la línea del horizonte, con su amplia tonalidad de azules. Sin olvidarnos de los espectaculares amaneceres rojizos y de las fascinantes noches de luna llena con sus estelas de plata sobre el mar.























sábado, 8 de febrero de 2014

EL FARO







Agosto de 1975, Cantabria.


El faro destacaba sobre el acantilado dominando todo el vasto horizonte. Las agresivas olas arremetían contra las rocas violentamente, originando montañas de espuma que eran izadas por el ímpetu del viento, en medio de un ruido atronador. Era el lugar preferido de los chiquillos del pueblo y de las gaviotas que se refugiaban en los riscos. Paraje de naturaleza salvaje que se abría al mar mostrando un rabioso color azul. Aquel vigía de Occidente se erguía imponente como guía de todos los barcos que vagabundeaban, enloquecidos, desde la antigüedad, sin rumbo fijo por aquella inmensa superficie marina.

Mares embravecidos que siempre resultan impresionantes ante las almas contemplativas, mareas preñadas de salitre que la imaginación recrea cabalgadas por hombres que afrontan el mar como un reto de delirante valentía, indiferencia o con horror.

La violencia de la tormenta lo convertía en un mar tenebroso plagado de historias de terror ambientadas en el mar y los acantilados.

Eso es lo que pensaba Julia cada verano cuando iba a veranear, junto con su familia, a la casa junto al Faro. Sus recuerdos vagaban imaginando todo tipo de relatos de terror con el mar como protagonista. Imaginaba a hermosas muchachas que eran secuestradas por lobos de mar y se perdían en islas misteriosas y desiertas;  en viejas tabernas, refugios de contrabandistas y piratas. Pero, lo que más excitaba su imaginación era el viejo faro oculto entre las rocas del acantilado. Aquella mole cilíndrica perdida en la nada, solitaria, se metamorfoseaba durante la noche en un gigantesco cíclope y la luz oscilante de su único ojo, en la guía y orientación de las almas descarriadas.

Desde que era pequeña sentía que una rara emoción la embargaba cada vez que contemplaba el faro. Había algo en su imponente aspecto que la atraía poderosamente. Recordaba que cuando se levantaba por la mañana, lo primero que hacía era contemplar el espectáculo que el cielo ofrecía, cuando el sol hacía su aparición a primera hora de la mañana, le producía tantas emociones que es casi imposible definirla. Su pasión por el faro fue creciendo durante la infancia y con los hechos que acontecieron, posteriormente, se convirtieron en una obsesión durante la madurez.

Sin embargo, un día todo cambió.

Julia se encontraba en compañía de sus amigos merodeando por los alrededores del faro. Era una costumbre habitual de las agradables tardes veraniegas, cuando ya agotado el último pase del cine y ahítos de palomitas de maíz, ya sólo les quedaba pasar lo que quedaba de la tarde en los alrededores de aquel faro que se levantaba sobre los acantilados, disfrutando de todos los misterios que suscitaba en sus mentes juveniles. Aquella tarde, se respiraba un ambiente extraño en el lugar, la marea había subido y una bruma se levantaba sobre la superficie marina. Las luces del crepúsculo convertían la vasta extensión de agua en un mar de plata. Extrañamente, cesaron los ruidos de la naturaleza, los graznidos desquiciantes de las gaviotas habían cesado de manera repentina y una exasperante calma chicha había invadido el lugar. Y, sin embargo, la bruma parecía arrastrarse sobre la masa de agua.  No se veía nada, ni siquiera las rocas más cercanas. Estaban muy aislados. Supo inmediatamente, que algo no marchaba bien. Entonces, una abrumadora sensación de terror se apoderó de los jóvenes y ,entre tinieblas, se escuchó a uno de los adolescentes decir:

..." Hay que pirarse de aquí, esto se está poniendo muy feo"... Había hablado el hijo del maestro, uno de los chicos más simpáticos del grupo, pero que no destacaba por su valentía, precisamente. En realidad, todos le hicieron caso y se fueron corriendo sin pensarlo dos veces. Pero, Julia y Helena, dos amigas muy bien avenidas, sedientas de aventuras y misterios, decidieron continuar en el páramo para ver qué les deparaba aquel extraño fenómeno atmosférico. Las adolescentes, intentando vencer el terror que las invadía, osarían enfrentar al mismo Dios Neptuno, si, éste, aparecía, como por casualidad y decidía dejar clavado allí mismo su tridente. Cuando sus amigos abandonaron el lugar, ellas estaban más decididas que nunca a quedarse y como aún les quedaba un atisbo de sentido común, decidieron no exponerse demasiado, por si el temible Leviatán, del que tanto se hablaba en algunas leyendas, decidía abandonar su escondrijo en el fondo del mar y se presentaba ante ellas con muy pocas ganas de hacer amigos. Buscaron un escondite tras unos riscos ocultos por la  maleza y algunos hierbajos. Algo totalmente innecesario ya que la bruma había invadido el lugar era tan espesa que las ocultaba por completo. Las jóvenes pensaban que quizá hasta tenían suerte y tras aquella niebla misteriosa aparecía un Galeón fantasma, navegando a la deriva,  con las velas desplegadas y con marinos espectrales colgando de las jarcias, balanceándose por efectos de una brisa invisible.

Pero, nada de eso, al cabo de unos minutos, entre la bruma se vieron unas extrañas luces, oscilaban y se elevaban sucesivamente, no evolucionaban de forma regular.

 La niebla impedía ver qué era lo que estaba pasando pero las amigas, pudieron ver como aquellas luces se movían alrededor del faro e incluso creían ver como lo escalaban.

Ellas no daban crédito a lo que estaban viendo, pero su pánico creció hasta límites insospechados, cuando se dieron cuenta de que aquello era terriblemente violento ya que empezaron a sonar unos golpes implacables. Las misteriosas luces que habían llegado desde el mar estaban atacando con una fuerza descomunal el faro.

Desde su escondite escucharon un ruido atronador, como si la torre cilíndrica hubiese sufrido una violenta sacudida, de pronto comprendieron que el cíclope de hormigón se balanceaba peligrosamente. Después se sintió un sonido, como si se estuviera desprendiendo algo. Y, así fue, porque empezaron a caer esquirlas de vidrio y piedras encima de las chicas.

 Helena, incapaz de resistir aquello empezó a gritar como una condenada y Julia comprendió que aquello las estaba poniendo en peligro, así que sin darle tiempo  a reaccionar, ya que seguía en pleno ataque de histeria, Julia agarró a su amiga con todas sus fuerzas con la intención de salir huyendo, como alma que se lleva el diablo, de aquel lugar. Pero, su amiga, en plena crisis de nervios, se resistía, debatiédose contra los deseos de Julia de escapar de aquel horror...

Pronto comprendió, que aquello que estaba destrozando el maravilloso faro, las había descubierto, porque cesaron los golpes y un silencio lleno de malos presagios se apoderó del lugar. Una vez descubiertas, aquellas luces abandonaron su objetivo para centrarse en otro de carne y hueso, las adolescentes.

 Julia trató con todas sus fuerzas de arrastrarla y casi lo consigue, pero la niebla y el camino tan irregular y lleno de pedruscos las hizo tropezar. Las dos cayeron torpemente y una mirada bastó para comprender que ya tenían casi encima a las extrañas luces, se confundían con la niebla, pero eso aún les confería un aspecto más tenebroso. Se levantaron del suelo y casi a rastras Julia llevaba a Helena fuertemente cogida de la mano, cuando de pronto, una gran energía empezó a tirar de Helena, intentó abrazarla para impedir que aquella fuerza magnética se la llevase. Pero, aquello no era de este mundo, era una energía  muy poderosa y,  finalmente, consiguió arrancarle a  Helena de sus brazos.

Sin poder hacer nada por Helena, Julia sintió la impotencia al ver que le había sido arrebatada con una fuerza tan brutal, que se había sentido impotente. Aquello que se había llevado a su amiga del alma tenía que ser de tipo extraterrestre y ella se había convertido en testigo de su abducción, pensó con horror. Repentinamente,  el vacío que había dejado entre sus brazos, ahora se asemejaba a un inmenso abismo infranqueable y tuvo la horrorosa certidumbre de que tendría que dar explicaciones por la misteriosa y para muchos sospechosa desaparición. A pesar de todo, intentó recuperarla, corriendo y gritando su nombre como una demente, se adentro en la bruma, ignorando sus temores mas profundos, pero fue en vano, la niebla se la había tragado...


Marzo, 2000, Cantabria.


Aquella luminosa mañana de abril, Julia paseaba por su barrio y se sentía encantada con el agradable clima que se respiraba. Pero, tenía la sensación de que iba a ocurrir algo que trastornaría su vida de manera radical...Esa sensación la obsesionaba ya hacia varios días y aunque trataba de apartarlo de su mente, volvía una y otra vez a acaparar sus pensamientos.

Contempló los primeros brotes de la primavera en los árboles, señal inequívoca de que el frío no tardaría mucho en desaparecer... Iba absorta en sus cosas cuando descubrió un nuevo negocio en una de las esquinas aledañas a la avenida por la que iba paseando.

 Se alegró, porque desde la crisis la gente no parecía demasiado propensa a aventurarse con la apertura de negocios.

 Era una pequeña tienda con mucho encanto, llena de detalles para regalar, con menaje y complementos para el hogar con ese aire vintage que tanto le fascinaba, porque le sugerían un viaje al pasado.

Estaba pendiente de todos los preciosos detalles cuando visualizó entre las abigarradas estanterías, rebosantes de jarrones y vajillas llenos de glamour, la figura de una mujer menuda que se dedicaba a organizar todas los objetos que allí se exhibían. Había algo familiar en la dependienta que la impulsó a centrar su atención en ella.. Y, lo que vio la dejó sin aliento, no podía ser verdad, debía de estar sufriendo algún tipo de alucinación, pues tenía ante sus ojos a su amiga Helena, aquella que le fue arrebatada un día brumoso en el faro. La contempló fijamente y sintió como la sangre se congelaba en sus venas. Ante el descubrimiento, no podía coordinar el hilo de sus pensamientos, su mente se había quedado en blanco.

Tras un lapsus de tiempo que pareció hacerse eterno, se sintió suavemente zarandeaba por alguien y después escuchó una voz muy lejana:

..."¿Señora, le sucede algo?".  Era la voz de su amiga desaparecida y milagrosamente encontrada, que sonaba extrañamente cercana, la que en aquel momento escuchaba.

..." Estaba dentro, la he visto tambalearse y al verla tan pálida y confusa, he pensado que necesitaba ayuda"..

Empezó a creer en los milagros. Aquella, su amiga del alma de la infancia, estaba allí, frente a ella y no podía evitar contemplarla como si se tratara de un fantasma del pasado que había reaparecido de nuevo en vida.

 Estaba allí y tan cercana que tan sólo tenía que extender la mano y tocarla para cerciorarse que era real y que, además, se  preocupaba por ella. Aquello era un sueño, no podía ser verdad y temía despertarse de un momento a otro.

 Sintió deseos de salir huyendo y cortar con aquello de una vez, pero Helena la cogió y amablemente la introdujo en su tienda...

Julia pensó que quizá ella también la había reconocido, todavía tenía muy presente sus facciones infantiles en la mente. Nunca olvidaría su precioso lunar sobre el labio superior, sus ojos color miel y el tono tan moreno de su piel, fruto sin lugar a dudas de la existencia en la familia de algún antepasado árabe.  Aquellos rasgos tan exóticos permanecerían grabados en su mente durante toda la vida. El tiempo la había convertido en una mujer muy bella, pero seguía siendo ella, su amiga del alma.

..."Entre, siéntese aquí.. -dijo señalando un pequeño taburete- ... y recupérese, un poco, mientras voy a traerle un vaso de agua"...

Una vez dentro, se dirigió hacia la trastienda atravesando uno de los pasillos repletos de preciosos objetos de regalo, en busca del vaso de agua.

Sabía que era ella, no podía engañarse, no había cambiado su forma de hablar, ni su forma de mirar, ni siquiera la manera como levantaba la ceja... Así que decidió comprobar si era ella realmente.

...¡¡¡HELENA!!! Gritó su nombre con la intención de que la oyera con total nitidez para ver cómo reaccionaba...Cuando la dependienta escuchó el nombre, se detuvo bruscamente como si hubiera recibido un impacto... Era ella, no cabía duda, con el corazón en vilo contempló como se giró lentamente y la miró, no había alegría en su rostro, ni la más leve señal que denotara los sentimientos que la estaban embargando.  Tan solo una seriedad impropia de la agradable mujer que hacia apenas unos minutos acababa de atenderla amablemente...

..."¿Decía? Una escueta y desilusionante palabra brotó de los labios de la que se suponía era su amiga desaparecida. Se sintió tan defraudada que solo sintió unos enormes deseos de llorar y salir de allí para siempre.

..." Helena, me llamo Helena, y soy del pueblo....  Perdone las molestias, pero se me hace tarde"- mintió Julia - "... Gracias por todo, mucho gusto en conocerla y hasta pronto"... Fue todo lo que atinó a decir, mientras se dirigía hacia la puerta.  Había mentido torpemente, pero no quería continuar allí más tiempo del necesario. Una vez en la calle, se sintió revitalizada con el aire frío de la mañana. Mientras se iba alejando, decidió dirigir una última mirada llena de nostalgia hacia la tienda de su vieja amiga y la vio, allí inmóvil bajo el umbral, extrañamente seria y con la mirada fija en su persona, cuando vio que la estaba observando Helena alzó una mano en señal de despedida.

Verla tan distante y misteriosa tan sólo consiguió intrigarla y decidió que tarde o temprano descubriría el secreto que Helena ocultaba y decidió si tenía que seguirla para llegar hasta el final, no dudaría en hacerlo.

La ocasión no tardó en presentarse, fue un día lluvioso, poco apetecible para espiar y mucho menos perseguir a nadie por medio mundo. Pero estaba decidida, se encontraba dentro de un coche oculto  tras una furgoneta muy grande. Helena llevaba poco tiempo en el pueblo y desconocía el tipo y marca de su coche. Tardó más de la cuenta en cerrar su pequeño negocio, pero cuando lo hizo vio que se dirigía hacia un pequeño utilitario que tenía aparcado justo delante de la tienda. El coche arrancó con suavidad y se dirigió hacia la carretera nacional.

Julia abandonó su escondite inmediatamente y, después,  partió tras el pequeño utilitario, con la secreta esperanza de no perderla de vista. Helena no se caracterizaba por ser "Fitipaldi" precisamente, así que Julia la iba siguiendo sin problemas, a corta distancia, pisándole los talones con extrema prudencia.

Ya llevaba varias horas conduciendo cuando llegaron hasta un desvío en el que un pequeño cartel anunciaba un destino que le resultaba muy familiar. Era su pueblo natal, el escenario de sus juegos infantiles y la misteriosa  desaparición.

El tramo de la carretera secundaria que llevaba hasta el pueblo no se encontraba tan en buen estado como la carretera nacional, por lo que decidió aumentar la distancia de separación entre los dos vehículos, ya que podía llegar a ser muy sospechoso si Helena se percataba de que durante todo el viaje alguien le había estado pisando los talones.

Así que no tenía dudas, era ella, y la prueba era que Helena todavía se relacionaba con el pueblo que las vio nacer. Sin embargo, cuando llegaron a la localidad, Helena pasó de largo, enfilando la pista que llevaba hasta el faro.

Extremó las precauciones y pensó que debía ocultarse si no quería que ella la descubriera siguiéndola, así que lo más acertado era coger el viejo atajo o "mal pas" que llevaba hasta el faro, pero que acortaba la distancia.

El camino estaba en muy mal estado, por lo que era conveniente recorrerlo en vehículos todo terreno, su furgoneta no tenía tracción en las cuatro ruedas, pero había dado buenos resultados en situaciones semejantes. Por aquel camino de perros sabía que llegaría antes que ella a los dominios del faro y eso le proporcionaría ventaja sobre ella y ganaría tiempo para ver qué era lo que pasaba.

Tal y como esperaba, su vehículo no aparecía por ningún lado, así que tuvo que esperar un tiempo antes de que Helena irrumpiera en el lugar. Cuando por fin escuchó el motor que se acercaba, empezó a temblar sólo con la idea de saber que sus remordimientos y pesadillas acabarían de una vez por todas. La mujer dejó el coche en el camino y se encaminó presurosa hacia el faro, penetrando en su interior y volviendo a cerrar el portalón tras ella.

Esperó un tiempo prudencial y después se acercó con cautela, se movió alrededor inspeccionándolo y tratando de buscar el acceso al interior, descorazonada descubrió que no había puertas ni aberturas por ningún lado, aquello era una mole compacta, con alguna que otra abertura, pero en la parte superior.

Así que decidió  esperar hasta que volviera a  salir, para ver dónde se encontraba el acceso. Pasaron las horas y llegó la noche, sintió todas sus inclemencias en la carne y aunque iba bien abrigada no pudo evitar el azote del viento helador que se apoderó del lugar. Supo que si quería descubrir el misterio que rodeaba a su amiga tenía que permanecer en aquel lugar las horas que fueran necesarias. Así que como ya hizo en el pasado buscó un escondrijo junto a una de las rocas, creyendo que allí en aquel lugar podría estar bien resguardada de la fría brisa marina que llegaba del mar.

Pasó toda la noche a la intemperie y cuando amaneció y el cielo y sus nubes ensangrentadas iluminaron el faro, se abrió la puerta por fin. Pero, Julia, agotada y febril por la larga noche a la intemperie se encontraba inconsciente y no pudo ver como cuatro mujeres salían del interior, entre ellas se encontraba Helena. Sigilosas, se acercaron hasta donde se encontraba la mujer desvanecida y le buscaron el pulso en la muñeca...

Las cuatro mujeres rodearon a la mujer yacente y comentaron entre ellas:

..." Siempre he sentido la curiosidad de preguntaros porqué me escogisteis a mi y no a ella, eso es algo que siempre me ha intrigado y no alcanzo a comprender"...

-"Mira, Helena, en realidad fuisteis elegidas las dos. Fue la reacción desmesurada de tu amiga lo que propició que la balanza se inclinara a tu favor.  Su inusitada valentía y rebeldía ante los hechos que se desarrollaban eran impropios de una joven de su edad y nos planteamos la cuestión de si no nos acarrearía algún tipo de problema su incorporación a la hermandad. Nos preocupaba que su impulsividad  pudiera poner en peligro el secretismo de la orden. En cambio, tu reacción ante el montaje de la fingida destrucción del faro fue la esperada para una joven de tu edad."-

-" Pues vaya, así que fui abducida por ser, precisamente, una cobardica."- Comentó, pero no parecía demasiado afectada por ello. -" No es ningún orgullo"- Comentó para sí, esbozando una sonrisa.

-" Más o menos."- Las risas de las cuatro mujeres se confundieron con el arrullo de las olas.

-"Pero no te agobies, Julia luchó por ti hasta el final como una fiera y si en aquel momento la hubiéramos reclutado podría haberse convertido en un riesgo para " El Círculo de los Milagros".

Pero, ahora, las cosas han cambiado y si no me equivoco creo que seguirá teniendo esa misma fuerza interior que demostró en el pasado.

 Julia es una persona excepcional y se ha sometido de manera involuntaria al ritual de iniciación de la hermandad y lo ha superado satisfactoriamente. Aunque su salud se ha resentido. La próxima vez que vuelva a intentar entrar en el faro se lo pondremos más fácil.

..."Hay que llevarla hasta un centro asistencial, porque ha sufrido una hipotermia por la larga exposición al frío y la humedad durante la noche"...Comentó la mujer de más edad.

..." Me ha reconocido, desde el primer momento, lo mismo que yo a ella. En cuanto me ha visto se ha quedado lívida por la impresión y casi se cae redonda. Y, ahora ¿qué hacemos?, la reclutamos por fin  para la hermandad."...

..." No, podría resultar contraproducente. Ahora se siente intrigada con tu milagrosa reaparición y está tratando de averiguar qué sucedió, no hay que defraudarla. La próxima vez que lo repita, le facilitaremos las cosas, para que ella misma llegué hasta el final con sus investigaciones. Pero, antes tenemos que hacer algo por ella"...

Entre las cuatro mujeres cogieron como pudieron a Julia y la introdujeron en el coche de Helena, enfilaron la carretera hasta el hospital de la localidad, donde recibió asistencia de inmediato.

Cuando la mujer despertó en la cama del hospital con  la mente en blanco, no recordaba nada y tenía la  desagradable sensación de que le habían borrado de la mente sus últimos recuerdos...

domingo, 2 de febrero de 2014

HORROR MOVIE







Por fin habían llegado al final del rodaje. Las largas horas de exposición ante las cámaras habían acabado. Sólo quedaba visionarla por última vez, en privado, para subsanar posibles errores.

Los problemas técnicos de la película habían culminado en una perfecta puesta en escena visual. El director y los creativos se mostraban satisfechos con el trabajo realizado. Pese a la dureza de las condiciones del film, los resultados obtenidos habían sido inmejorables. El bajo presupuesto empleado para obtener unos correctos efectos especiales, no habían mermado la calidad en el resultado final. Conseguir los aterradores gritos finales había resultado más fácil de lo que creía y había provocado algún que otro lloro en los pequeños que se encontraban en la zona curioseando los entresijos del rodaje. Su brusca huida arrancó carcajadas en todo el equipo de producción.

Era una película de terror de serie B, bastante resultona de la que se esperaban buenos resultados en taquilla. Y, el mismo escenario natural propiciaba el necesario clima de terror.

La historia trataba de un inmenso caserón que llevaba construido desde tiempos inmemoriales, era la imponente "Casa del páramo", un edificio tan gótico como tenebroso, que se levantaba solitario y rodeado de innumerables leyendas y rumores que hablaban sobre muertes trágicas. Sus potentes muros sufrían el azote de los vientos oceánicos, cuyo poder devastador parecía querer desgarrar sus cimientos con una furia titánica y los negros nubarrones que invadían el cielo iban tiñendo de una tonalidad grisácea el océano.

El argumento estaba basado en la concurrencia de una serie de anodinos personajes que intrigados por las habladurías que corrían sobre la casa, intentaban investigarlos. Una vampiresa, con una insinuante caída de ojos; un parapsicólogo; un delincuente que acaba de abandonar la cárcel; una médium y dos estudiantes en busca de emociones fuertes. Todos ellos ignoran que forman parte de un grupo de personas que serán utilizados en un experimento para invocar a los fantasmas.

Ha llegado la hora de la exhibición en privado para detectar la calidad final del film.

Se apagan las luces y la negra oscuridad se apodera de la sala. Repentinamente, rasga el silencio la banda sonora de la película.

La gigantesca pantalla cobra vida cuando la luz se apodera de la blanca superficie. Antes de que comience la película, aparece una cortinilla en la que se indica que los sucesos que se narran están inspirados en hechos reales.

El comentario arranca las risas y comentarios jocosos del público presente. Signo más que evidente de que no están muy convencidos de la veracidad de tales hechos.

La luminosidad de las imágenes ofrece el ambiente inhóspito de una noche de perros y un caserón que resiste a duras penas los azotes inclementes del viento y la lluvia torrencial. Un rayo ilumina la presencia de los futuros huéspedes cuando se aproximan por el sendero que conduce hasta la casa. Bajo los paraguas, sus cuerpos doblados por el agua y el frío sufren la violencia de los elementos.

Contemplan los rayos que impactan sobre el edificio y el pánico les domina, apresuran el paso y llegan casi jadeando hasta el umbral, cuya gigantesca puerta, inexplicablemente, se abre ante los atónitos ojos de los visitantes.  En la misma entrada les recibe una señora ya entrada en años, su rostro lleno de arrugas, muestra el cansancio de muchas horas de espera. Enfrenta, poco amistosamente, a los recién llegados.

.." Hola, señora Dulce"... El saludo proviene de un hombre de mediana edad, con unas sienes plateadas que le confieren un gran atractivo físico que no pasa desapercibido para las dos mujeres del grupo.

Los estudiantes contemplan a la mujer que tienen delante y piensan que cualquier nombre le podría ir mejor que el que le escogieron sus padres.

..." Pasen, que van a coger ustedes una pulmonía"... Es el escaso saludo con el que recibe a sus huéspedes. Tras dirigirles una mirada de pocos amigos.

..."Vengan, que les mostraré la casa"... Se nota por sus modales que no tiene demasiado interés en confraternizar con extraños. ..." La casa carece de electricidad y sus actuales dueños han decidido que ya que está deshabitada, es lo más conveniente. Así que espero que hayan tenido en cuenta esa cuestión y vengan bien equipados.

..." No se preocupe ya me he encargado de ese asunto"... Respondió el parapsicólogo, mientras echaba un vistazo a su alrededor.

..."¿No sentís como un olor a rosas?"... Preguntó uno de los estudiantes.

..." Es el ambientador que he echado por toda la casa. Llevaba tanto tiempo cerrada que desprendía un olor muy desagradable"... Les explicó mientras los dirigía al gran salón, donde se detuvo.

..." No les aconsejo que exploren mucho la casa. Hace mucho tiempo que no se realizan obras de mantenimiento y es posible que no esté en muy buen estado. Así que como ya se especificó en el contrato, los dueños de la casa no se hacen responsables de los posibles accidentes que aquí puedan suceder. Bueno, ahora les toca a ustedes, yo me tengo que ir. Espero que la noche no sea demasiado larga para ustedes y la disfruten".. La mujer dejó escapar una inquietante sonrisa cuando pronunció las últimas palabras.

Un sonoro portazo indicó que la adusta mujer había abandonado la casona y se habían quedado solos en aquel lugar tan  tenebroso, a merced de la tormenta más endemoniada que habían visto en su vida.

..."Bueno, ya que vamos a convivir durante unas horas, vamos a presentarnos... Mi nombre de Gerardo y soy el culpable de que todos nos veamos aquí."... El parapsicólogo se presentó ofreciendo su mano amistosamente a los demás miembros del grupo.  Después, todos los demás fueron imitando el mismo ritual.
Melania, Ricardo, Valeria, Ernesto y Joaquín, fueron los nombres que sonaron sucesivamente tras el saludo pertinente.

Se encontraban en una gran estancia, el vestíbulo llena la gigantesca pantalla, el techo permanecía oculto por las sombras. La barroca y abigarrada decoración intimida a los huéspedes y la miran con recelo. Espejos dorados y columnas de fuste retorcido flanquean la escalinata, de mármol, que conduce a las plantas superiores. Unos extraños vitrales, dignos de una catedral, se abren en los poderosos muros de la mansión. Las trasnochadas arañas del techo, irradian un extraño brillo mortecino, apagado por las polvorientas telarañas que cuelgan del techo.

Los invitados permanecen paralizados en el centro de la sala, cuando hace su aparición una mujer, va vestida toda de negro, con un pañuelo negro cubriendo su cabeza. Parece retraerse a un segundo plano. La mujer se desplaza pausadamente hasta colocarse delante de la cámara,  ofreciendo con todo detalle un rostro pálido y  ojeroso, casi cadavérico. Su presencia no parece encajar en el argumento de la película. Su aspecto demacrado provoca un escalofrío en los espectadores  que no acaban de comprender qué hace ese tipo de personaje en una película donde las protagonistas se caracterizan por su belleza exuberante.

..." Se puede saber quién es el inútil que ha incluido a este tipo de personaje en la película"... Es la reacción del productor que se cree con el derecho a imponer sus deseos. Mientras contempla con perplejidad los emolumentos que la mujer realiza  en la pantalla. El hombre la contempla con fijeza y, por un momento, los ojos sin vida atrapan de manera hipnótica su mirada y ante su poder, enmudece. La mujer se aparta de la pantalla y deambula lánguidamente por la habitación sin ninguna aparente intención, mientras los demás protagonistas siguen interpretando su papel ajenos a su presencia.

Los personajes de la película no parecen muy inclinados a entablar comunicación entre sí, apenas una mirada de curiosidad y después optan por desentenderse del grupo, dedicándose a inspeccionar el lugar. Están tratando de organizarse buscando un lugar donde dejar sus cosas.

 El inmenso vestíbulo comunica con un gran salón.  Todas las paredes aparecen cubiertas por una imponente librería.  Los años de abandono han cubierto de una patina de polvo todo lo que se encuentra en el salón, impera en el lugar una atmósfera irrespirable y el olor a rancio.  La casona se encuentra totalmente a oscuras. Así que el parapsicólogo, promotor de la iniciativa, se encarga de iluminar la zona de usos comunes, el resto continuará en tinieblas.  Cargados con sus sacos de dormir los colocan cerca de los grandes ventanales, la amplitud del salón ofrece espacio suficiente para que los integrantes del experimento se acomoden perfectamente.

Uno de los estudiantes ha intimado con la vampiresa y la pareja se enfrasca en escarceos amorosos, arrullándose en uno de los sofás.  La mujer de negro ha vuelto ha aparecer y se coloca delante de los amantes con los brazos cruzados en el regazo. Su lenguaje corporal encierra un reproche hacia el cariñoso comportamiento de los jóvenes.

En el exterior, arrecia la tormenta y parece que el cielo se va a abrir completamente. De pronto, cesan los besuqueos, los achuchones, las bromas y las demostraciones efusivas de amor. En el suelo, se encuentran desparramadas unas latas de cerveza que los jóvenes habían tomado mientras charlaban animadamente.

 La chica había creído escuchar algo, un suave tarareo que se asemejaba a una marcha nupcial. Los acordes subieron el tono y también fueron percibidos por el chico, intrigados se levantan y con sigilo se acercan hasta la entrada del salón y entonces fue cuando la vieron, allí estaba junto a la puerta, con su vestido blanco de encaje, ajado por el tiempo, un velo cubría su rostro y sus hombros, en sus manos descarnadas aparecía un muñeco de trapo destrozado, sin ojos... La mujer, o lo que fuera, no se movía. Y, a su lado, la mujer de negro, mirándola con una extraña expresión en el rostro.

..." ¡¡¡Qué discreta, más ridícula, imposible."... Por primera vez, sonó la voz cavernosa y espantosa de aquel ser espectral. Cuando el público escuchó las extrañas palabras, irrumpieron en carcajadas y es que aquella salida de tono del fantasma no acababa de encajar en una película de terror.

..." Aunque hay que reconocer que es lo mejor de la película. Esta vieja siempre aparece chupando pantalla, no me gusta en absoluto que posea tanto protagonismo en el film. Eso hay que subsanarlo"... Era una exigencia del productor que  revelaba que no estaba muy entusiasmado con la presencia de la ojerosa mujer de negro.

..."Tienes toda la razón, es la estrella"...  Las palabras del director no conseguían ocultar un tonillo sarcástico.

Entonces ocurrió algo extraño, como si la vieja de negro hubiera escuchado los ácidos comentarios hacia su persona, se desplazó, y  robando el plano a la novia espectral, se colocó ante la cámara, sus ojeras y sus profundos ojos insondables, que reflejaban un mal genio sin límites, parecieron encararse con el publico que llenaba el auditorio.

Antes de desaparecer convertida en humo en un arranque de ira, pronunció:

..."Me cago en tus muertos"... Las palabras apenas audibles, llegaron con total nitidez  a los oídos del productor y no podía dar crédito a lo que estaba escuchando. Quizá estaba volviéndose loco, pues tenía el convencimiento de que el espectro le había insultado... Al final, acabó creyendo que era un ardid cinematográfico. Una idea extravagante del director ya que solía incluir detalles de este tipo en todas sus películas. Eran imaginaciones suyas, así que dirigió una mirada al director y no le sirvió de gran ayuda ya que, incomprensiblemente, seguía con la mirada fija en la pantalla, parecía como si estuviera en trance.

El argumento de la película seguía desarrollándose.

..."Mi niño, donde está mi niño"...Las palabras sonaban como un quejido lastimero de una mujer con atribulados y febriles ojos, ocultos bajo el velo destrozado. Aquella visión sobrenatural era tan real que se apoderó de ellos un terror tan irracional que evitaron mirarla.

Los chicos la contemplaban en silencio y sentían como les traspasaba la profunda tristeza que desprendía la novia fantasma. La delirante marcha nupcial subió de tono, convirtiendo aquella escena en  demasiado surrealista para ser algo viviente o mortal. La situación era tan angustiosa que los jóvenes pensaron que aquella era una señal del más allá que les indicaba que su final estaba próximo. De pronto, sopló una misteriosa corriente de aire que se llevó consigo a la novia y su macabra marcha nupcial. Y, los jóvenes salieron por fin de su inmovilismo y se abrazaron compungidos.

Cambió el encuadre, y apareció el parapsicólogo en la planta superior librando una particular batalla contra la oscuridad, el haz de su linterna llegaba hasta los rincones más ocultos, se percibía  una atmósfera opresiva, casi se podía cortar con el cuchillo.

La nueva escena ofrecía al investigador como avanzaba por un oscuro pasillo. La cámara recogía la respiración entrecortada por el pánico que provocaba aquel sitio sumido en la más profunda oscuridad. El científico se sobresaltó cuando tropezó con una sombra que surgía de una de las habitaciones. Era el ex presidiario que también se encontraba realizando la labor de reconocimiento del lugar..

..."Dios, qué susto"...Unas carcajadas, al otro lado de la pantalla,  rompieron la tensión del momento.

 El científico buscaba indicios de trampillas que comunicaran con túneles secretos. Observaba meticulosamente la pared. Después, con minuciosidad, fue colocando sobre los trípodes las cámaras réflex de 35 mm, programadas a una velocidad muy baja para poder captar las presencias ectoplasmáticas. En un  rincón colocó un sensor de movimiento electromagnético...

Entre el público se escucha el sonido de algún ronquido, parecía que la película no entusiasma demasiado a los asistentes.

..."Hay alguien aquí"... Pregunta el parapsicólogo, con la secreta esperanza de que alguna entidad del más allá le responda. Pero, sólo recibe en contestación el silencio más absoluto. Aquella tétrica habitación, aparentemente, está más solitaria que un cementerio a altas horas de la noche.

..." Aquí me tenéis, soy el nuevo señor de la Casa y sé que desde las sombras seguís haciendo mucho daño a la gente que quiere habitar aquí. Aquí estoy y si existís, manifestaos ante mí"... De pronto, el  actor se dobló violentamente como si hubiera sido atacado por  una fuerza invisible.

..." Algo me ha atacado. He sentido como todo el vello de mi cuerpo se ha puesto de punta, como si una poderosa energía electrostática me invadiera"...

..."¿Te ha golpeado, has sentido como algo ejercía la presión suficiente como para desplazarte?

..." Sí, he sentido el golpe, pero antes he notado que una fuerza invisible se movía a mi alrededor"...Le contestó suavemente, tratando de ignorar la sorna que había creído detectar en sus palabras.

..." ¿Qué sucedió en esta casa, acaso alguna crueldad os expulsó del mundo de los vivos?"...Siguió preguntando a las entidades incorpóreas de la casona.

En ese momento, la cámara registra un pequeño movimiento en un ángulo muerto de la habitación. El hombre parece no captar la sombra negra acechante. De pronto, la sombra avanza y se sitúa detrás del investigador como si le mirara fijamente, en silencio... 

El hombre, como si sintiera la presencia de la sombra, mira a su alrededor y conecta su grabadora digital, aunque es rudimentaria, con ella ha captado en otras ocasiones fenómenos de voz electrónicos emitidos por espíritus intentando comunicarse con un sonido blanco.  Después, se da la vuelta con la intención de abandonar la habitación y pasa a través de la sombra que permanece inmutable cuando es  traspasada...

La secuencia culmina en un fundido en negro, tras el cual y con un movimiento efectista de la cámara vuelve a aparecer bruscamente el rostro de la mujer de negro en un primerísimo primer plano, está visto que la espectral mujer tiene predilección por la cámara. El efecto es tan impactante que los espectadores pegan un brinco en sus asientos y gritan rompiendo la tensión del momento.  La pantalla ofrece con todo detalle un rostro demacrado, de una palidez extrema y ojos hundidos que parecen taladrar el alma del publico que la contempla hipnotizado, con el alma en vilo.

La mujer obsequia al auditorio con una escalofriante sonrisa y después desaparece. Es como si quisiera hacerse notar, cobrar un excesivo protagonismo en una historia que no le pertenece. La escena deja atónitos a los asistentes por la perfección de la secuencia... Después, todos aplauden con entusiasmo, a excepción del director que continúa con la mirada fija en la pantalla sin pronunciar palabra. A continuación,  las pálidas y demacradas facciones de la mujer vuelven a llenar la pantalla, empeñada en captar la atención del público y cuando lo consigue dibuja en el rostro una espeluznante sonrisa que deja congelados a los que la contemplan.

..."Este lugar pone los pelos de punta"... Replicó el parapsicólogo. Mientras hablaban, al final del pasillo se materializó una mancha blancuzca que hirió la oscuridad que reinaba en el lugar. Era el rostro macabro de la mujer de negro, que volvía a hacer acto de presencia. Conforme iba avanzando el cuerpo iba tomando forma, se desplazaba con un andar pausado, lentamente. Cuando los alcanzó  siguió avanzando, traspasándolos literalmente. Los hombres actuaban como si no la vieran, pero un ligero respingo, seguido de un estremecimiento, reveló que habían sentido como la extraña presencia había pasado a través de sus cuerpos.

...." Has notado eso"... Dijo estremeciéndose..." He sentido como si algo pasara a través de mí".. Y, se me ha  puesto el cabello de punta.

..."Si, a mí también me ha pasado. Una señal de que hemos entrado en contacto con un ente sobrenatural es que nos invade una especie de energía electrostática. Y, en ese momento, la he sentido a flor de piel"...

A partir de entonces,  el parapsicólogo reanudó  las preguntas.

... "¿Hay alguien aquí... Estás en tránsito porque tienes algo pendiente"... Encendió la grabadora digital por si había suerte y captaba alguna psicofonía. Un silencio ominoso envolvía a los hombres, cuando fue perceptible un sonido casi inaudible.

..."Ha dicho "tengo frío", lo ha dicho, se ha escuchado perfectamente"...Exclamó muy alterado el investigador..   ..." sonaba como una voz infantil quejumbrosa y decía "tengo frío". Espera, que rebobino la grabación y la podremos volver a escuchar"...  El parapsicólogo puso en marcha de nuevo la grabadora y no podía creer lo que allí había quedado registrado. En los primeros minutos de cinta sólo se escuchaban, gritos, voces, lamentos dolorosos y todo tipo de ruidos atronadores con total nitidez.

..." Tenemos que enseñarle esto a Melania a ver qué es lo que no dice".. El investigador cerró espantado la grabación  decidieron reunirse con el resto de sus compañeros.

..." Aún no me explico qué hago yo  aquí. Esta casa es espeluznante"...El ex presidiario había visto rebajada su condena por buen comportamiento, y decidió aceptar este trabajo en parte por la sustanciosa cantidad de dinero que le ofrecían. Pensaba que era una buena oportunidad para comenzar una nueva vida  apartado de los turbios manejos  a los que  estaba acostumbrado.

Juntos se dirigieron hacia la escalera decididos a  reunirse con los restantes miembros del grupo.

..." Bueno, tómatelo con calma y  mira el lado positivo de todo, sólo será una noche y lo que vas a ganar a cambio, no es nada desdeñable... Ahora ten cuidado cuando bajes con la escalera y la barandilla, no sé porqué pero no me inspiran confianza"... Le comentó mientras iba bajando la escalera con precaución.

 Los viejos escalones de mármol emitían un chasquido sospechoso, a cada paso que iban dando, como si algo estuviera suelto.

El director al otro lado de la pantalla rememoró el día en que se grabó la escena, la memoria le trajo el recuerdo del momento en que los actores intuyeron la presencia espectral en sus carnes.

..." Corten, qué ha sucedido, os habéis cargado la toma"... Reprendió airado el director y los actores se defendieron alegando que había sucedido algo extraño. Ratificando sus palabras con un intenso temblor que sólo el miedo podía causar.. " Rebobinad la toma a ver cómo ha salido"... Secuencia por secuencia, pasaron ante los ojos del estupefacto director las incidencias del rodaje y pensó que tampoco estaba tan mal lo que habían conseguido y decidió incorporar la maqueta a la película.

La médiun y los estudiantes se encontraban en el sótano de la casona, buscando puntos de poder en los que los poderes psíquicos de la mujer se pudieran manifestar. De pronto, el chico, se detuvo instando a sus compañeras a que hiciesen lo mismo. Las mujeres le interrogaron con la mirada.

..." Habéis oído eso, era algo así como un susurro".... Los actores eran tan  malos que en algunos puntos su actuación  era tan grotesca que resultaba hasta cómica...Después simularon que se volvía a escuchar la especie de lamento...

...." Sí, tienes razón yo también lo he oído"...Era la rubia oxigenada la que había hablado.

..." ¡Tú que vas a escuchar! "... Pensó la médiun mientras le dirigía una mirada de desprecio, bastante convincente.

..."Espero que la suerte esté de nuestra parte y "Manuela" se haga notar"... Explicó la médium.

..."¿ Manuela? se puede saber quien es esa tal Manuela"... Se interesó uno de los estudiantes.

La mujer no tardó en contestar.

..." Manuela es la razón por la que todos nos encontramos aquí. Es un fantasma que de vez en cuando se aparece. Su historia es bien triste, murió por complicaciones en el parto y el niño fue criado por la nodriza que lo amamantaba. El marido, desesperado, se empeñó en amortajarla con el traje de novia. Y, toda la tristeza que sentía por la muerte de su amada esposa se convirtió en odio hacia el pequeño, hasta tal punto que llegó a rechazarlo.

 El niño creció sin el amor de los padres, bajo el cuidado de su nodriza, una mujer que también tuvo que abandonar a sus hijos para ir a la casona. Privada de lo que más quería, se convirtió en una persona amargada y tampoco trató con cariño al hijo de los señores.

El niño decía que por las noches entraba en su habitación una señora muy guapa vestida de blanco y con  un velo que le ocultaba la cara,  hablaba con él y le decía que era su mamá y que le quería muchísimo. Nadie creía las historias que el niño contaba, atribuyéndolas a la fantasía infantil.

El niño creció, abandonó la casa,  y nunca más se supo de él.  Entonces, la casa entró en un estado de abandono progresivo y se vendió. Los siguientes propietarios de la casa hablaban de una extraña presencia envuelta en una fragancia de rosas reclamando la presencia de su hijo ya adulto...

Bueno ya os he contado la historia de Manuela Andrade, la novia-madre fantasma que reclama a su hijo y que ha resultado ser muy poco hospitalaria con los diferentes dueños de la casa"...

El productor, siempre preocupado por su inversión, comentó:

..." Tengo que felicitar a la persona que te ha tenido la gran idea de incorporar a la mujer de negro, porque salva la película. Esa extraña conexión que la vieja establece con el espectador constantemente es genial "... No obstante, la presencia de la extraña mujer en el film le otorgaba un aire inquietante, un toque surrealista que podía resultar hasta positivo para su comercialización.

Después, un plano general captó a los personajes de la médium y los estudiantes como subían por la escalera discutiendo sin mucho interés sobre algo que habían visto...

 La mujer de negro les seguía desde cerca, detuvo sus pasos y en un plano contrapicado se pudo contemplar la palidez extrema de la piel, el rostro abotargado y una mirada sombría que producía escalofríos. En el nuevo plano de la película  los amantes todavía seguían enfrascados en su papel y no parecía importarles demasiado la presencia de espectros en aquel caserón abandonado. Realizaban su papel con demasiado entusiasmo.

La mujer pareció detectar la presencia de los jóvenes en el sofá, entonces dirigió sus pasos  hasta el lugar donde se encontraban y les contempló con un silencio lleno de reproches. Tras la breve observación  se encaminó hacia la escalera de mármol que llevaba directamente hasta la planta superior, se movía con un andar pausado, y tras subir los primeros escalones, desapareció bruscamente.

..."Un efecto genial, fantástico. Te has superado"... Exclamó entusiasmado el productor dirigiéndole una brillante mirada al director, que en esos momentos contemplaba sin parpadear lo que se desarrollaba en la pantalla...

..."Tenemos que realizar la sesión ouija, pero la parejita no parece muy dispuesta a participar"...

Comentó la médium, mientras dirigía una mirada a su alrededor. Se intensificó  la carga dramática de la escena con los acordes de la  composición musical "Réquiem for  a dreams".

..."No sé porque puñetas me he metido en algo así, si esto nunca me ha interesado".... Comentó la rubia oxigenada ya arrepentida de haber participado en semejante experimento.

Los inquietantes acordes de la banda sonora de la película marcaban el ritmo. Antes se cercioraron de que todas las puertas y ventanas del caserón estaban cerradas. Después se situaron en el centro del gran salón y dibujaron una estrella de cinco puntas en el suelo. La médium colocó en cada punta una vela y después se situó en el centro la ouija.  Después, se sentaron todos alrededor de ella, sobre unos cojines. Al final, se incorporaron la parejita de tortolitos.

Un  primer plano de la exuberante pechuga de la rubia oxigenada llena la pantalla, provocando una reacción inmediata en el público:

..."Es el único aliciente de la película. "... Acompañan al jocoso comentario sobre los atributos físicos de la chica, unas risillas de fondo.

En ese momento, la actriz que representa a la médium adoptó en escena una actitud un tanto histriónica en el momento de  invocar al ente sobrenatural que moraba en la casona.

Apareció un nuevo encuadre  y en segundo término y descendiendo por la escalera aparece un grupo borroso de mujeres vestidas de negro con un pañuelo en la cabeza. Los actores parecen no captar la misteriosa aparición de las mujeres y siguen tratando de entablar comunicación con el más allá. Los espectrales y pálidos rostros son recogidos por la cámara y en ellos destacan las profundas ojeras que rodean sus ojos. La fantasmal comitiva de negro se acerca hasta el lugar donde se encuentran celebrando la ouija y les rodean en silencio. Después, todas dirigen una mirada sombría a la cámara. Pero, en realidad,  observan mucho más allá como si taladraran a los espectadores con el poder de su mirada....

..."¡¡¡ Espíritu de la oscuridad que habitas entre los muros de este caserón, te imploro que asumas el poder de la estrella de cinco puntas. Nada puedes contra mi, protegida por el Pentagrama de las sombras que quema mi pecho con tu nombre grabado a fuego. Te ordeno espíritu impío que me reveles tu nombre terrenal!!!"...La actitud teatral de la mujer arranca risotadas entre el publico.

..."Esto es una bazofia, los actores son pésimos, no voy a invertir un euro más, ni siquiera las viejas de negro son capaces de salvarla. Y, además esta mala imitación de  la Santa Compaña en una película sobre espiritismo, es un completo desatino"...

El productor se desahoga, mientras en la pantalla, los protagonistas se contorsionan de manera alocada y la supuesta médium, con ojos en blanco, empieza a hablar con una voz más grave y gutural. Los otros participantes cuando la contemplan inician una representación teatral que se asemeja mucho al mal de san vito... El publico asistente estalló en carcajadas,  si el efecto esperado en aquella escena tenía que ser espantar a los espectadores, pues había conseguido todo lo contrario...

De pronto, un relámpago  descomunal iluminó la estancia sombría y los truenos de la imponente tormenta asustaron a todos. En interior de la casa se escuchó como crujía el piso de madera del vestíbulo.  Al principio, lo atribuyeron a un retraimiento por las bajas temperaturas, pero aquello eran unos pasos acompañados de un ruido como si algo arrastrara por el piso. La curiosidad pudo más que la sesión de ouija en la que estaban enfrascados y abandonando sus sillas se acercaron para ver de qué se trataba, con el corazón en vilo, pues se daba la circunstancia de que todos estaban allí reunidos. El parapsicólogo abrió la puerta y atónito vio ante sus ojos como una mujer en traje de novia subía por  las escaleras y desaparecía entre las tinieblas del pasillo. El investigador intentó seguir a la novia espectral. Pero, sólo estuvo al alcance de su vista apenas unos minutos. Después desapareció.

... " No se asusten, es Manuela y no es la primera vez que alguien dice verla"... Les reveló  la médium. Posteriormente, les explicó toda la historia referente a Manuela la novia-madre, fantasma. Y, siguieron con la teatral sesión de ouija, bajo la atenta mirada de los espectros.

 Una de las mujeres de negro se distanció de la comitiva fantasmal y se situó frente a la cámara. Los espectadores vieron su rostro envejecido, demacrado, con un aspecto terrible. Sus ojos, semejantes a carbones encendidos, miraban con infinita tristeza a la cámara. El  pañuelo negro que cubría su cabeza  dejaba escapar unos mechones resecos  de su larga cabellera canosa. Sus ropas negras muy anticuadas indicaban la procedencia humilde de la mujer. Y, sus labios pronunciaron una letanía:

..." Sancte Petruss, defende nos in proelio ut non pereamus in tremendo iudicio"...

Las lúgubres palabras sonaron cavernosas y con un matiz ciertamente amenazador. Después, por alguna causa, aquel extraño ser se enojó y siguiendo el mismo camino que la novia fantasma se perdió posiblemente en alguna dimensión desconocida de donde no debería haber salido nunca.

..."¿Qué ha dicho, no he entendido nada"... Cuchichearon en el auditorio.

..." No tengo ni idea, me parece que era latín"... El productor dirige sus palabras al director que en ese momento  contempla la pantalla con una expresión indescifrable en el rostro y sin pronunciar una palabra.

..."Se puede saber de qué mujeres de negro hablas, porque yo no veo ninguna"... Comenta extrañado uno de los asistentes.

..."¡¡¡Cómo que no ves a las mujeres !!!"... Replica el productor. " ¿Y, tú, las ves? pregunta al director y su tono no consigue ocultar la inquietud.

..." Sí, las veo, y lo peor no es eso, es que no sé de dónde demonios han salido porque no figuran en el rodaje, los actores contratados son los únicos personajes de esta película".. El director ha salido de su ensimismamiento y aterrado  dirige sus palabras al productor que no da crédito a lo que está escuchando.

En la sala, de pronto los espectadores notan que algo raro está comenzando a suceder y los nervios comienzan a a aflorar.   Los asistentes se sienten indispuestos, mareos y dolores de cabeza y sus oídos captan un murmullo desquiciante.  El techo se movía y un temblor agitaba el suelo, una especie de bruma invadió la sala de exposición al mismo tiempo que las velas se apagaron en la filmación...

De repente, en el auditorio bajó la temperatura y toda la sala se impregnó de un olor nauseabundo, se escucharon ruidos y golpes atronadores contra las puertas y cuando por fin se abrieron, allí estaban las viejas de negro, paradas ante el umbral, tan demacradas y ojerosas como en la película. Vistas de cerca, desprendían un tipo de energía sólida y claramente visible, que se materializaba en una especie de bruma grisácea que emanaba de sus cuerpos, claramente visible. Una abrumadora sensación de pánico les reveló la espantosa realidad: que no se trataba de personas vivas porque sus cuerpos parecían flotar como una pluma. Al pasar junto a ellos sintieron un escalofrío, todos cruzaron miradas entre sí y el espanto se adueñó de sus mentes. La música de la pantalla cesó y en la sala de exhibición se escuchó una voz grave, ininteligible. Los asistentes no entendían lo que aquella voz de ultratumba parecía decirles.

 ... " Los espíritus del la tierra y el poderoso señor de la oscuridad os reclaman. Nosotras  adoramos, invocamos y os ofrecemos un pago justo por la entrega de vuestra alma, tan sólo exigimos fidelidad y así os concederemos lo que tengáis a bien reclamar. Ordenamos a la potestad supraterrenal que recaiga su poder sobre nosotros. Ordenamos que todo aquello que en un principio fue, vuelva a retornar y que sea nuestro cuerpo cargado de energía el canalizador de toda la fuerza. Imploramos vuestra ayuda y ordenamos que con nuestro poder sean destrozados todos los  EJÉRCITOS DE LAS TINIEBLAS, para lo que invocamos que venga a nosotros el poder de los oscuros en la lucha, y así seremos uno y la victoria final nos será adeudada."...

Una vez pronunciada la invocación las mujeres se esfumaron en el aire como por arte de magia. Cuando todo terminó, al cabo de unos minutos de permanecer quietos, sudorosos, con la respiración entrecortada, todos los presentes en el auditorio escucharon, de nuevo, el chasquido de la cerradura, vieron como se abría la puerta nuevamente y sigilosamente se volvía a cerrar.

Después la sala quedó sumida en un silencio abrumador y la luz se volvió a apagar.  Entonces un silencio tenebroso inundó a los espectadores, denso y fresco como el agua que se despeña en las montañas y que amenaza con desbordarse. En ese momento, se produjo un escándalo, el que se produce cuando todas las personas quieren abandonar un lugar en tropel y al final, la sala quedó solitaria como la luna en una noche sin estrellas.

Y, mientras tanto, el argumento seguía desarrollándose en la pantalla...




Entrada destacada

DEMENCIA POR CUERPOS DE LEWY VIII - EPÍLOGO

"La mamá ya no está" Nuestra madre falleció recién estrenado este año. En general, descubrimos que, aunque su deterioro cognitivo ...