viernes, 31 de enero de 2014

LA INCONSTITUCIONAL, ABUSIVA Y DISCRIMINATORIA SUBIDA DE LA COTIZACIÓN DE AUTÓNOMOS..






Cambios en las Bases de Cotización de Autónomos 2014.

Quizá peco de ilusa, pero tengo la esperanza de que quizá este artículo pueda llegar a las manos de un miembro de algún Tribunal Internacional que todavía  pierda el tiempo defendiendo los Derechos Humanos en el Mundo.

La política económica del gobierno de España es depredadora, se dedica a asfixiar a los pequeños empresarios autónomos con una subida mensual de 57,68 euros, mientras se le ocurre la genial ideal de rebajar el IVA de las obras de arte y colecciones de un 21 a un 10% y a los jubilados tiene la ocurrencia de subirles un 1,80 al mes y esto se hace porque estamos en año electoral. Esto es gobernar y lo demás son tonterías. Así es como Fátima Báñez se preocupa por traer mejoras o un mayor apoyo al negocio del sector autónomo, fruto de la avaricia recaudadora para las arcas del Estado.

Así esperan acabar con la crisis, o eso se supone... Gracias señora Báñez por hacernos la vida más difícil todavía...

Además, se han encargado de llevarlo con el más absoluto silencio. Nada, ni tan siquiera una miserable carta de comunicación. Esas a las que son tan aficionados ellos, pero es que se han vuelto tan ecologistas y ahorradores que han considerado poco importante hacer partícipe a la ciudadanía de tal circunstancia.

Este golpe bajo a todos los pequeños empresarios fraguado en el puente de Navidad, muy religiosos ellos, supone una salvaje subida de un 22%, es el palo fiscal que Rajoy nos ha regalado en el 2014. Pero, eso sí, el Presidente del gobierno que nos desgobierna sigue hablando de "una sucesiva bajada de impuestos para el 2015", y yo pregunto: ¿Habrá alguien que crea en sus palabras?.

Y, no sólo eso es capaz de decir que duerme tranquilo porque ha dado la vuelta a la cosa. Entendemos que para el presidente cuando se refiere a la "cosa" está pensando en la política y los intereses del partido político que nos gobierna y que lo único que pretende es empobrecer y crear muchísimos problemas a los ciudadanos que están pagando la ruina de este país de manera directa o inducidas como puede ser los suicidios, enfermedades como el estrés, infartos depresiones, y tantas otras...

Amigos, esto es salir de la crisis, aquí tenemos por fin los brotes verdes de Montoro, la recuperación de Rajoy, el crecimiento de Guindos, ya podemos ver la luz al final del túnel, como cualquier moribundo a punto de expirar... Y, sí, es posible que duermas tranquilo cuando veas más camiones y furgonetas de autónomos aparcados en la calle, quietos durante meses.

Ya lo dijo el ministro de economía Luis de Guindos: " En España se está perdiendo el miedo a quedarse en paro".

Y, tanto, Señor de Guindos, los autónomos somos un colectivo débil, sin representación sindical y por eso se les puede machacar con los impuestos porque carecen de la cohesión necesaria para organizar una huelga.

Este brutal ataque dirigido a uno de los conjuntos más productivos de la economía española sólo pone en evidencia la gran cantidad de obstáculos que este gobierno está poniendo a la creación y al mantenimiento del empleo. 

Y, finalizando, un aumento de impuestos que no va dirigido  garantizar nuestra propia jubilación,  a paliar desigualdades o a ofrecer ayudas a la ciudadanía más necesitada, sino a pagar las deudas y despilfarros de los políticos afines a su partido político y que han convertido España en un feudo en el que pueden hacer y deshacer a su gusto.

Y, aquí dejo esta reflexión de Eduardo Galeano sobre los pobres de todo el Mundo

"... De los pobres sabemos todo: en qué no trabajan, qué no comen, cuánto no pesan, cuánto no miden, que no tienen, qué no piensan, qué no votan, qué no creen... Sólo nos falta saber por qué los pobres son pobres... ¿Será porque su desnudez nos viste y su hambre nos da de comer?

Los hijos de los días.



viernes, 24 de enero de 2014

FERNÁNDEZ DÍAZ Y SANTA TERESA DE JESÚS







Nuestros ministros con sus "gracias" nunca dejan de ser una fuente inagotable de inspiración para nosotros.

La última ocurrencia ha partido de Fernández Díaz, al asegurar que Santa Teresa ejerce de "intercesora" para España en estos "tiempos recios". El ministro de Interior se ha mostrado convencido de que la religiosa, fallecida hace casi cinco siglos, está intercediendo para mejorar la situación del país. Antes de caer en la broma fácil y en el escarnio, voy a decir que respeto la figura de Teresa de Cepeda y Ahumada, porque fue santificada después de fallecer y sufrió persecución por parte de la Inquisición y la ICAR. Una cosa está clara, no creo que los políticos que nos gobiernan y que ahora la invocan, no la hubieran metido en la cárcel o si sus tendencias religiosas hubiesen satisfecho  lo que ellos representan.

Entre la Virgen del Rocío y Santa Teresa de Jesús ya estamos salvados. Para qué necesitamos un gobierno tan triste y patético si cualquier virgen, santo o ser sobrenatural es capaz de solucionar los problemas del país y además sin sombra de corrupción....

No obstante, como puede un ministro del siglo XXI "comulgar" con estas ideas, como puede transmitir a la ciudadanía que la solución a los problemas ministeriales se debe a la influencia divina o a la intercesión de algún santo. Esto es tanto como asumir su propia incapacidad para resolver cualquier problema que se presente y la verdad es que por mucho que se encomienden a un ente sobrenatural, aunque Mariano Rajoy y su equipo se empeñen en lo contrario, la cosa no mejora, será porque  son cosas que no le compiten y lo más acertado sería ir a Lourdes, y así Rouco les podría echar una mano. Esta es la marca España y su marcado carácter profesional,  después de ver la "excelente y piadosa" imagen que estamos dando en el exterior, igual los inversores extranjeros se apresuran y compran deuda española. Aunque siempre nos quedará poner tres velas negras y esperar a ver qué pasa, igual la suerte nos sonríe. Y, si la cosa sigue fallando, iré pensando en encomendarme a la Virgen de Montserrat para rogarle que acabe con la corruptela que nos gobierna, provoque la abolición de la Monarquía, expulsión de los Borbones y la instauración de la III República con la esperada nacionalización de toda la riqueza de España... Si la Virgen me escucha iré pensando en recluirme en un convento, de por vida.... 

Gobernantes sin otra preocupación que la religión y encomendándose a fuerzas del más allá. Curas despotricando contra la sexualidad y el feminismo. Un presidente de un Club de Fútbol, Sandro Rossell, que no es santo de mi devoción, precisamente, ha dimitido, cuando en este país se piensa que dimitir es un nombre ruso; otros, por el contrario, se parapetan en un cargo lleno de sombras bajo el amparo de la prensa. Un torero que aspira al indulto porque sufre de una hernia de hiato y está delicado de salud. Presidentes de clubes corruptos de fútbol firmando para pedir un indulto para un condenado en firme.. Entidades bancarias fraudulentas, rescatadas con el dinero de todos, interponiendo denuncias contra sus víctimas......

Este es el momento en que ya se comienza a ver "el final de la crisis" y de asombrar a Europa y al mundo con nuestro buen hacer.

También, habrá que agradecerle a Santa Teresa cuando la pobre infanta, llena de sufrimiento y sangre azul, haga el paseillo, pero desimputada. Y, si deciden ponerle una alfombra, por favor, que no sea roja....

Y, por si fuera poco, Santa Teresa no nos protege contra la gripe ya que este año es malísima y se está cebando en los más débiles. No nos cuentan  que los laboratorios han tenido la" graciosa" idea de incluir anticuerpos de la gripe A en la vacuna. Y, ya vacunados, en algunas personas han causado reacciones adversas. Pero, la versión oficial es que la vacuna es inefectiva, no sirve para disminuir la mortalidad ni para evitar la propagación de la enfermedad y además produce efectos secundarios. Parece que el único motivo claro para vacunarnos es aumentar el consumo farmacéutico y los beneficios de las multinacionales. Todo sea por mejorar la economía.

Así es como Santa Teresa intercede por nosotros y nos protege de todo mal...Sobre todo en la purga que están realizando en la judicatura de jueces realmente válidos. Primero, con la inhabilitación de Garzón; despues, Elpidio Silva por prevaricador y no tardará mucho en pasar lo mismo con el juez Castro.

Y, los pensionistas que han recibido la carta en la que se indica la  revalorización anual de sus pensiones,  dos o tres escasos euros(sólo la carta y el envío ya cuestan más) respiraran tranquilos. Pero los que la hayan recibido y comprueben que con el nuevo incremento de la retención del IRPF su pensión este año será más baja que la del pasado, supongo que más que encomendarse a Santa Teresa sentirán deseos de encontrarse cara a cara con Fátima Bañez ya que ha tenido la osadía de comunicar que las pensiones nunca bajaran, ni ahora  ni en el futuro...

España se ha convertido en algo parecido a los tiempos de Sócrates, donde los corruptos dominaban políticamente y condenaban a muerte o al ostracismo a todos aquellos que se encontraban dentro de la legalidad o defendían la Democracia.

La Santa parece no conmoverse ante el desmantelamiento de nuestra economía y la constante evasión de capitales hacia paraísos fiscales y tampoco parece que le importe demasiado las fábricas y comercios que van cerrando(lo último, son los cuatro centros de la Coca Cola).

Estado y religión nunca deberían mezclarse, porque España necesita un consejo de ministros que se proponga solucionar nuestros problemas y no un cónclave pendiente de la "fumata blanca". Y, sí, hay que ser respetuoso con las creencias, pero como dice el refranero popular que es muy sabio: "A Dios rogando, pero con el mazo dando".



jueves, 23 de enero de 2014

EL PARKING




Un sentimiento de desolación se apoderó de su mente cuando contempló el asfalto humedecido por la reciente lluvia.  Sintió como la invadía una extraña magia al ver el reflejo de la luz espectral de las farolas. No podía evitar sentirse deprimida cuando veía su animada calle tan triste y silenciosa a esas horas de la noche. Ni un alma se veía por aquel lugar.

Cuando se encontró frente a la amplia puerta de su garaje, utilizó la tarjeta para abrirla por control remoto. Al  insertarla en la rendija el garaje abrió sus puertas y la mujer franqueó el paso con su vehículo, sin dificultad.

 Ralentizando la marcha, el pequeño utilitario fue descendiendo, adentrándose lentamente en las profundidades de aquel parkíng.  Era un lugar inquietante. Procuraba ir  acompañada, porque siempre le provocaba mala sensación.

Pero aquel día cuando regresaba de su rutinaria visita al médico y de realizar sus compras, cargada de bolsas, sintió un escalofrío  cuando se apagaron  las luces y no era debido a lo fría que era aquella noche de otoño. Respiró aliviada cuando volvió la luz

Su plaza de parking estaba situada en la planta baja, en aquella inmensidad y si la luz no fallaba, era fácil orientarse y no solía tener problemas a la hora de encontrar su sitio. Se extrañó porque no encontró en su garita al típico vigilante, ese que siempre clavaba una mirada fría y diamantina en su persona. Aunque jamás llegó a tratarla de manera descortés. Pese a todo,  ella siempre que podía intentaba evitar el encuentro, porque su mera presencia ya la incomodaba. Y, a veces, llegaba incluso a cambiar de itinerario para no tropezarse con él. Pero, inevitablemente, el vigilante misterioso siempre estaba en su camino. Y para su consternación, porque comprendía que estaba siendo injusta con aquel pobre hombre, siempre se ofrecía a llevarle las bolsas. Pero aquella noche no aparecía por ningún sitio y aquello no dejaba de causarle extrañeza...

Cuando aparcó, se produjo otra  fluctuación de la luz. Pensar en la posibilidad de que ocurriera un apagón mientras ellas se encontraba a solas en aquel lugar desasosegante era algo que la inquietaba. Temía ese momento porque  no se llevaba demasiado bien con la oscuridad. Esta fobia tenía su origen en la infancia y los terribles castigos que su madre le infringía, entre los que se encontraba recluirla en un cuarto oscuro, donde se desgañitaba llorando hasta que agotada, acababa durmiéndose. Rosa vivió esa experiencia en la infancia como una auténtica tortura de la que no pudo librarse ni siquiera en su edad adulta.

En aquel momento, acababa de apearse del coche cargada con todas las bolsas de la compra, cuando se produjo como un pequeño estallido y después se cortó la luz.

 Horrorizada, sintió como el corazón se le aceleraba y un frío sudor le caía por la frente. Alterada por los nervios buscó entre las pertenencias de su bolso la pequeña linterna led que se había comprado en previsión de que se presentase una situación así. Un temblor descontrolado agitaba su mano y dificultaba que diese con ella. Respiró tranquila cuando la detectó, por fin, oculta tras un objeto, en el fondo de su bolso de mano.

 Rosa hizo un barrido de luz con la diminuta linterna a su alrededor. En un intento por familiarizarse con el entorno y disipar las tinieblas que comenzaban a atenazar su calenturienta imaginación. Se sentía indefensa en aquella terrible oscuridad. El miedo agudizó sus sentidos y escuchó un suave gemido en algún lugar de aquel parking.  Después sus oídos captaron un rugido feroz seguido de  un golpe atronador. Estremecida por el pánico pensó que alguna criatura de grandes dimensiones se había estrellado contra alguno de los vehículos que habían allí aparcados.

Se hizo un silencio que le puso los nervios a flor de piel y al poco tiempo se volvió a escuchar otro golpe. Rosa sintió como si varios coches hubieran sido desplazados de golpe por una fuerza  poderosa. Sobrecogida dirigió la mirada al techo de la planta, la visión que ofrecía no era muy atractiva ya que se encontraba recorrido en gran parte por las tuberías del agua y las instalaciones de electricidad. Aquella imagen le recordaba a la película "El sentido de la vida" de los Monty Python.

Rosa dirigió una mirada a su alrededor y pensó que lo único que podía hacer en caso de peligro, era esconderse debajo de alguno de aquellos coches o, simplemente buscar la protección de su viejo utilitario y salir huyendo....

El sentido común  le indicó que debía dirigirse hacia el ascensor, pero pensó que quizá el apagón lo había dejado fuera de servicio, no obstante dirigió sus pasos vacilantes, entorpecidos por el terror a la oscuridad hacia el lugar donde se encontraba. Presionó el botón de llamada, pero no se activó, estaba tan muerto como la corriente eléctrica en aquel sótano. Maldijo su suerte, recorrer a solas aquel lugar tan inquietante le ponía los pelos de punta.

El silencio y la soledad reinaban en la planta baja del parking.  En ese momento creyó escuchar un débil gruñido que parecía provenir de la planta de abajo.

Pensó angustiada que el peligro la acechaba desde cualquier punto en aquel maldito lugar.  Aguzó el oído conteniendo la respiración, pero no se oía nada, dirigió el haz de luz de su linterna hacia el estrecho hueco de la escalera, pero de aquel agujero negro de profundidad insondable sólo le llegaba el silencio, un silencio tenebroso, pero ningún ruido, su mirada quedó atrapada en aquel abismo de sombra y miedo que se abría ante sus ojos indicándole el camino a otros mundos desconocidos.

 Incapaz de mover un músculo, en parte porque iba cargada con las bolsas de la compra, durante unos minutos que amenazaban con convertirse en eternos, la mujer se quedó congelada, espantada de terror y rodeada de tinieblas.  Apenas se insinuaban entre la negrura la forma imprecisa de los vehículos que allí se encontraban aparcados, sintió una especie de sudor frío que le recorría el espinazo. Tratando de ignorar la extraña atracción que el hueco de la escalera ejercía sobre ella; aunque no veía nada, estaba demasiado oscuro. Desde donde se encontraba solo atinaba a ver los dos primeros escalones, después la escalera giraba y sólo quedaba el vacío, un indescifrable agujero negro. 

Decidió prescindir de la tenebrosa escalera y desafiando al peligro se dirigió hacia la empinada rampa que comunicaba la planta donde se encontraba con la superior.  Sintió que un cansancio extremo la invadía y atribuyó el sudor frío de su cuerpo a los típicos trastornos hormonales de la menopausia .

De pronto, un calor intenso se apoderó de su cuerpo y de nuevo volvió a escuchar el gruñido atenuado, pero esta vez más cerca.

Rosa, que temerosa intuía a cercanía del animal que emitía aquel sonido, dirigió la luz de su linterna tratando de enfocarlo y  creyó ver el movimiento furtivo de una sombra que se agitaba junto al capó de uno de los coches más alejados. La mujer sintió un ramalazo de pánico que le recorría la espalda. Así que, armándose de valor y venciendo al terror, volvió a enfocar con la linterna hacia el lugar donde había creído ver el movimiento. Pero, el haz de luz de su linterna no revelo nada sospechoso.

A pesar de todo,  por un momento tuvo la sensación de que no se encontraba sola en aquel lugar,  trató de escuchar atentamente pues había vuelto a oír un sonido amortiguado, algo parecido a  un siseo. Paralizada y con el corazón desbocado volvió a sentir el mismo sonido, pero esta vez tuvo sentido para ella, había sido totalmente audible. Sus sentidos no la engañaban aquel extraño siseo había pronunciado su nombre.

Intentó ser optimista, pensando que aquello no tenía porqué ser malo, pensó en las criaturas que abundan en las alcantarillas y que tanto atemorizan a las personas cuando salen a la superficie. Pensó, con un estremecimiento, en la posibilidad que pudiera ser un merodeador poco amistoso capaz de sorprenderla a la menor oportunidad.

Recordó que entre las cosas que había comprado tenía un arsenal más que suficiente para hacer frente a cualquier desalmado que se cruzase en su camino.

Su mente voló, llena de malos presagios. Y, es que, en según qué situaciones, ver demasiadas películas y libros de misterio no es nada bueno. En su delirio, culpa a esa afición enfermiza que siente por todo lo que tiene relación con el terror. Siente una angustiosa desazón que la paraliza, pero su mente no deja de inventar historias terribles en las que ella puede ser la protagonista. Escucha atentamente y cree haber oído como si algo se arrastrara y se fuera acercando. El chirriar de algo contra el suelo le pone los pelos de punta y vuelve a sentir el siseo cada vez más cerca.

Hecha un manojo de nervios, Rosa barre el suelo de la planta con su linterna tratando de dar con la cosa que la acecha en la oscuridad. Enfoca con su pequeña linterna al techo y ve que está recorrido por infinidad de tuberías, la tenue iluminación le confiere un aspecto sombrío.

Algo inhumano se había apoderado de aquel lugar.  Algo que amparado por la oscuridad, igual que la luna se esconde tras los nubarrones. Era una extraña criatura que la mujer intuye diabólica. Algo terrible como el cáncer o una terrible epidemia ha llegado y le ha tocado a ella. Pensó con angustia  que había llegado su hora. Un terror sin nombre amenazaba a aquella barriada de gente trabajadora.

Rosa supo que estaba todo perdido ni Dios, ni santos, ni sortilegios. El terror era tan grande que congelaba el alma.

Por un momento, pensó que sus depresiones y reiterados ataques de pánico, agravados por los problemillas de salud que acompañaban a la menopausia, eran una minucia si lo comparaba con la presente situación.

 Recordó aquella terrible depresión y sus terrores nocturnos que la ponían al borde de la locura cuando sentía pánico y no podía dormir porque padecía terribles pesadillas. Afortunadamente, aquello pasó, pero esto que le estaba pasando revivía aquella triste etapa de su vida.

Intentó alejar de su mente esos pensamientos que tanto la atormentaban y decidió que tenía que salir de aquel lugar lo antes posible y en un acto desesperado echó a correr hacia la rampa, como si en ello  le fuera la vida.  Se encontraba junto a las escaleras, resoplando y con la respiración jadeante por el esfuerzo, no podía articular palabra.

Abandonó la planta baja y accedió a la otra más inmediata, trató de orientarse buscando las escaleras y la rampa por la que seguir subiendo, se dirigió a la izquierda en busca de ambas. Pero algo fallaba, no las encontraba, y le extrañaba porque estaba segura que era allí donde debía de encontrarlas. Confusa, con un dolor de huesos insoportable y aterrada porque seguía escuchando el siseo cada vez más cerca. Pensó que todo se debía a sus terrores nocturnos y a sus problemas de orientación en la oscuridad.

Se detuvo en mitad de la solitaria planta  y escuchó atentamente. La realidad se impuso ante sus ojos de manera hiriente,  la soledad y un silencio devastador se extendía por aquel lugar..

Los insignificantes ruidos se han convertido en una alerta que la impulsan a salir huyendo de manera frenética. Pero teme que el pánico la descontrole y se pierda en ese parking laberíntico y no encuentre la salida.

Trata de orientarse en la oscuridad, la pobre luz de  la linterna le indica el camino que debe seguir hacia la escalera. Así que echa a correr, resoplando por el esfuerzo y con un pánico como no ha sentido en su vida. Se ríe, amargamente, de sus pasados miedos. Ya va llegando al pie de la escalera que une las dos plantas. Como si hubiera visto un espejismo, no hay rastro de la dichosa escalera,  no se encuentra en su ángulo de visión. Descontrolada por los nervios, sudorosa y casi sollozante, rastrea el lugar con la linterna, pero no la ve por ninguna parte.

Desquiciada, trata de recobrar el poco juicio que le queda, estaba segura de que la había visto. Las cosas no aparecen y desaparecen por arte de magia. Ahora tiene la sensación de que algo la está observando. Siente un miedo instintivo y profundo a lo desconocido. Es el miedo en estado puro que nos puede llevar a la locura desatada. Dominada por la impotencia, siente unas ansias muy grandes de llorar y salir gritando hacia cualquier lado. Pero, la mujer se contiene, se mueve con lentitud en la oscuridad, evitando mirar hacia las sombras que se dibujan en la pared del parking… De repente, se escucha un golpe y sobresaltada comienza a derramar las primeras lágrimas con la respiración entrecortada…

-”RRRoossssssssaaaaaaaaa”. Un susurro siseante pronuncia su nombre y el instinto de supervivencia empuja a  la mujer en una huida sin rumbo fijo. Sale corriendo sin saber a ciencia cierta a dónde dirigirse. Da vueltas y más vueltas y sigue sin dar con la escalera.

Desorientada y confusa, decide detener sus pasos, se da la vuelta y  fue cuando lo vio por primera vez recortado contra la pared iluminada del fondo, en ella se agitaba una gigantesca sombra que extendía sus miembros hacia ella mientras siseaba su nombre una y otra vez. La chica gritó hasta casi desgañitarse y debilitada casi se desmaya...

A continuación, escuchó un golpe y, después, sintió como si algo se arrastrara por el suelo. Se detuvo y con la linterna  escudriñó en todos los rincones, buscando el origen del ruido. Enfocó con la linterna y descubrió un extraño bulto en el suelo. Su primera intención fue salir corriendo, pero la curiosidad fue más grande así que se fue acercando con cautela, cuando estaba cerca, sintió como si algo peludo pasara por su lado y rozara sus piernas. Debía de tratarse de una rata, la típica criatura que se mueve entre las inmundicias y que buscan el amparo de la oscuridad para poder sobrevivir.

La mujer extendió los brazos, pero un repentino conato de terror irracional la acometió y se contuvo, pensando en lo terrorífico que podría llegar a ser "tocar algo a oscuras".

Trató de localizar al esquivo animal con la luz de la linterna, pero allí no había ningún ser vivo, en todo caso debía de encontrarse a buen recaudo en su guarida. Cuando se encontró más cerca y la luz se deslizó por el bulto oscuro. Observó horrorizada que era un hombre que se encontraba sin sentido en el suelo. Antes de que la mujer se acercara a asegurarse de que aquel hombre estaba sin vida. El cuerpo hizo un movimiento, levantándose  y pudo contemplar que se trataba de su vecino de aparcamiento…

Estremecida,  fijó sus ojos en él, y descubrió que toda la humanidad que albergaba aquel cuerpo había desaparecido por completo. Lo primero que se veía era un hombre de aspecto horrible caminando torpemente. Cuando pudo verlo de cerca observó la herida sangrante del cuello y comprendió que estaba muy grave. Avanzaba hacia ella con las manos extendidas como si implorara su ayuda. Y, de fondo, le llegaba con total nitidez algo parecido a un lamento, acompañado con un sonido similar a los latidos de un corazón

En alguna parte del parking algo emitió un gruñido estremecedor, la luz de la linterna buscó la cara del ser y lo que Rosa descubrió casi la hizo perder el sentido, sus ojos se fijaron en los largos colmillos y en los ojos rojizos que la contemplaban con un extraño fulgor… Sugestionada por el poder hipnótico de la mirada de aquella criatura del infierno.

 Rosa se quedó petrificada cuando sintió como el fétido aliento le rozaba suavemente el cuello, como si de una caricia se tratara…

-” Ya te tengo. No temas cariño, nada te va a pasar si estás a mi lado”- La mujer apenas podía reaccionar, se comportaba como si le hubiesen robado la voluntad. Un desagradable olor a putrefacción hirió sus  fosas nasales, mientras escuchaba sus pasos muy pesados y pausados acercarse inexorablemente, hasta que por fin la alcanzó.

No se distinguía ni su cara, ni sus pies, si estaba vestido, si era hombre o mujer, era una sombra completamente negra. Pero la silueta si estaba bien definida y como las luces estaban apagadas  la mujer no percibió como aquel ser de pesadilla se iba acercando, hasta que sintió como unos labios ardientes rozaban los suyos y casi se desmayó de horror cuando tuvo la certeza de que la había besado apasionadamente. Después, volvió a sentir el nauseabundo aliento de aquel ser en su garganta y se desmayó....

..."El cazador de la luna ha encontrado a su presa finalmente, ya nada podrá separarlos"...Fueron las enigmáticas palabras del extraño ser...

Cuando la mujer recuperó la conciencia, lo descubrió... Un temblequeo la invadió y sus piernas apenas la sostenían de pie. Su corazón comenzó a latir de manera descontrolada golpeando en sus sienes. Tenía ante sus ojos a una criatura gigantesca de más de dos metros de altura, de poderosos miembros y un pecho descomunal y muy abultado. Sus brazos muy robustos, con largas y afiladas garras, sus prominentes  alas le daban un extraño aspecto de un murciélago gigantesco.

Rosa supo de inmediato que se encontraba ante el cazador lunar. No se había repuesto todavía de la impresión  de saber que se encontraba ante su peor enemigo.

Cuando en algún lugar de aquel parking se escuchó un aullido terrorífico seguido de algo parecido a un tropel de animales que sonaba cada vez más cerca del lugar donde se encontraba. Constantemente, había pensando en aquel sitio como si fuera una oscura morada que ocultaba toda una proliferación infesta de insectos y roedores. Y siempre había sido su costumbre escudriñar entre las tinieblas del lóbrego sótano, temerosa ante la sola idea de ser asaltada por una araña de grandes dimensiones. Pero, ahora temía que se encontraba ante un peligro mayor y ante el que se encontraba indefensa porque no sabia cómo oponer resistencia, su sentido común le aconsejaba que saliera corriendo, pero esa no era la solución. Tenía que enfrentarse y asumir su realidad por muy penoso que aquello le pudiera resultar.

Rosa sintió que su círculo protector se resquebrajaba y ya no podía moverse. Percibió que los aullidos habían cesado y el aire se había congelado. El pánico hizo que la mujer se encomendara a la divinidad rezando una plegaria. Pareció que sus oraciones habían sido escuchadas, pues a lo lejos apareció el vigilante con una linterna y la monstruosa aparición se esfumó en el aire y todo quedó en silencio. Pero la tregua duró poco, apareció un ser de pesadilla agitando las sombras y abalanzándose sobre el vigilante, desapareció con él, en una fracción de segundo. Un grito aterrador se extendió por el parking  y, después, la linterna cayó lentamente.

 Rosa recordó la vieja leyenda que sus padres le habían explicado constantemente. En ella se decía que cuando alguien se encuentra con su cazador lunar siempre salen a relucir los instintos animales más primarios.

Rosa temió que aquello se hiciese realidad en su persona, un leve cosquilleo la empujó a tocarse las orejas y notó que eran puntiagudas; sus ojos ya no eran verdes, sino marrones  y oblicuos, la nariz se había convertido en un largo y tremendo hocico, sus costillas se deformaron genéticamente rasgando la piel, el corazón latía desbocado, las manos... Las miró angustiada y descubrió que ya no eran humanas, se habían convertido en unas terribles garras... las garras de un lobo.... miró sus piernas y vio que estaba lleno de un pelo duro y negro...

¡¡¡¡Qué triste fatalidad la suya encontrarse con su cazador lunar. Cuando había creído que había conseguido dominar el mal, aparece su eterno enemigo !!! Siempre supo que esto le pasaría tarde o temprano. Creía que tendría tiempo, pero había calculado mal y se había convertido en una mujer loba... Cómo podía haberse distraído tanto, ella que siempre era tan cuidadosa y siempre había procurado quedarse encerrada en casa cuando se acercaba ese momento fatídico en el que se producía la transformación y ahora se encontraba expuesta y muy hambrienta.  Atormentada, descubrió que estaban despertando en su interior unas terribles ansias por comen carne fresca.

Era noche de luna llena y la reclamaba con todo su poder ancestral. En aquel momento escuchó un aullido lastimero.  Consternada supo que había brotado de su garganta y que su racionalidad se encontraba en el límite de la cordura. Apenas unos minutos y la irracionalidad animal la convertiría en un monstruo sediento de sangre, una criatura lunar ciega llena de furia asesina.

Perdida la conciencia que la humanizaba corrió por el parking, a veces como mujer y otras como loba. Abandonó la planta  y pronto se encontró con otros lobos con los que forcejeó, unas veces como mujer, otras como loba y venció en la dura batalla. Rosa se sorprendió al ver su propia ferocidad..

Atrás quedaron los cuerpos destrozados de licántropos y a medida que la noche se iba desvaneciendo para dar paso al día, el cuerpo de la mujer loba iba perdiendo  vigor y comenzaba a apreciarse el cansancio que iba invadiendo sus miembros, pero la rabia no desaparecía. ´

Llego el día y Rosa con sus bolsas de la compra abandonó el parking abriéndose paso entre los restos sanguinolentos de los otros licántropos. La mujer manifestaba las huellas de su lucha lunar en los jirones de ropa, en la sangre que rodeaba sus labios.

Ahora trata de pasar desapercibida ocultándose de la gente que pasa por la calle, la situación es un poco complicada para ella y la idea de dar explicaciones a extraños o a la autoridad no le seduce lo más mínimo. Aunque ya  ha pasado la fiebre, sabe que está marcada por el signo de la luna. Pero hay algo misterioso dentro de ella, intensamente malévolo que ineludiblemente volverá a apoderarse de su alma cuando la luna complete su ciclo.

Absorta en sus preocupaciones no se percata del hecho de que toda la gente que se encuentra  en la calle presentaba el mismo aspecto que ella, ensangrentados, con la ropa hecha jirones y la mirada extraviada, vagando sin rumbo fijo...





sábado, 18 de enero de 2014

EL MONASTERIO




La tarde iba muriendo lenta y cadenciosamente, desgranándose en melancólicos reflejos cobrizos sobre los escarpados acantilados.  Y, la mole imponente del grandioso monasterio se levantaba frente a la costa, ofreciendo una poderosa lucha titánica contra los elementos a través de los siglos. La grisácea superficie marina ya comenzaba a reflejar la pálida luz de la tarde ...

El crepúsculo y su desvaído azul reverberaban en el rostro de una joven, que ensimismada, no dejaba de contemplar, con disgusto, los importantes objetos que tenía delante. Se le echaba el tiempo encima y el hosco silencio de aquella costa solitaria pesaba sobre su ánimo como una fría losa. Aquello se le hacía cada vez más difícil. Las voces animadas ya no resonaban en la quietud del lugar, comprendió que tenía que apresurarse componiendo los restos humanos en la gran quietud de aquellas piedras milenarias.

El paisaje circundante comenzó a llenarse de sombras, la noche se acercaba a pasos agigantados y, en una esquina, aquella extraña biblia de piedra parecía refulgir con un extraño brillo. Llena de inquietud y malos presagios no podía dejar de mirar hacia el lugar donde se encontraba el antiguo cementerio del monasterio. Ahora, dos árboles, negros y voluminosos, eran la única señal de vida en aquel lugar de muerte, parecían empeñarse en ocultar la trágica historia de sus moradores.

Los hallazgos de la excavación habían provocado una desolación sin límites en el grupo, había dado con los restos de los monjes que enfermaban y morían, siendo enterrados en un pequeño cementerio en el mismo monasterio. Todavía persistían en su memoria la multitud de cadáveres enterrados y emparedados cruelmente. Porque en aquellos tiempos de oscurantismo, el temor a la peste era peor que la misma enfermedad.

 Habían removido la tierra y se había extendido por el lugar un desagradable olor a moho y humedad, contribuyendo a incrementar el desagradable y rancio ambiente que allí se respiraba.

Nuria descubrió entre las piedras a dos de sus compañeros que continuaban dedicándose a sus labores de excavación. La silenciosa presencia de los hombres calmó el ánimo de la chica…

Otros dos compañeros se acercaban presurosos con algo entre las manos, era un extraño vaso muy semejante a los ancestrales vasos cánopes egipcios. Aunque, éste tenía la peculiar forma de un monje.

 La chica le echó una mirada y al descubrir una mancha parduzca entre los restos, su imaginación voló al Antiguo Egipto, ni siquiera se le ocurrió pensar que podía ser "vino", una bebida a la que el clero secular de la Alta Edad Media solía estar más que acostumbrado y con mucho agrado, además, y con la fama de libertinos que tenían los de esta orden, pues no había que elucubrar demasiado, pero la juventud a veces peca de inocente. No obstante, no dejaba de ser muy raro encontrar este tipo de objeto en un monasterio, quizá detrás se encontraba la práctica de algún ritual satánico...

…”Chicos, mirad lo que hemos encontrado”... Exclamó un hombre mayor que; con unos gruesos anteojos y un mono de trabajo, algo desgastado y que aparentaba ser alguna talla más grande, se acercaba corriendo, lleno de entusiasmo, por el camino de ronda del monasterio.

Como por arte de magia, empezaron a surgir jóvenes desde todos los rincones del cenobio en ruinas y se arremolinaron en torno al director de la excavación…

…” Qué es lo que ha encontrado, profesor”... Inquirió un joven pecoso.

…” Chicos, aquí tenéis la piedra sagrada”... El hombre mostró una especie de piedra negra en la que aparecían grabados unos extraños signos completamente ininteligibles para los jóvenes estudiantes que integraban el equipo…

El profesor no tardó en entrar en el tema, tratando de calmar la curiosidad de sus excelentes alumnos.

…” Consta que Abraham e Ismael usaron esta piedra bajo sus pies cuando construyeron la Ka'bah. Según ciertas historias, la piedra tenía la capacidad de cambiar de forma para así ayudarles en la construcción del edificio. Una vez terminada la tarea, Abraham colocó la piedra en una de las murallas de la Ka'bah o la Casa Sagrada de la Meca. Es uno de los sitios más sagrados del Islam.

…” Pero esa piedra era originalmente de color blanco, y esta que usted sostiene es negra”... Aclaró una joven de abundante cabellera rubia.

… “Según ciertas tradiciones,- siguió comentando el profesor- esta piedra solía ser de color blanco. Sin embargo, se ha tornado negra a través de los siglos. Otros creen que ha tornado a ser negra debido al contacto de seres humanos pecadores”... Tras un leve carraspeó el viejo profesor aclaró:

…” Cuando la he cogido ya era negra, no niego que no esté libre de pecado. Pero el peculiar color de la piedra no es debido a mis pecadillos. Aunque no niego que alguno tendré, pero desde luego si existe, todavía no me he enterado”...

Tras el chascarrilllo, mas que nada encaminado a liberar la tensión de su equipo, las juveniles carcajadas invadieron el imponente Monasterio…

…” Y, qué valor podría tener este hallazgo. Después de todo no deja de ser una piedra. Eso sí, un pelín rara, pero una piedra al fin y al cabo”... La inocencia en la juventud es una de las mayores virtudes del ser humano, pero a veces puede llegar a ser muy irritante y la peregrina opinión de la chica casi le costó un disgusto al viejo profesor, pero sin llegar a perder la compostura, trató de hacerse entender por aquella muchacha tan profana en la materia.

…” El valor, es que podría ser un testimonio de la relación existente entre la orden templaria y este monasterio”... El profesor ocultó lo que significaba la presencia de aquella extraña piedra en el monasterio ya que podría ser perjudicial para el desarrollo de la excavación, se había invertido demasiado en aquel proyecto y tenía pleno convencimiento que si revelaba las propiedades mágicas de la piedra y su posible origen extraterrestre podría llegar a desatar todo tipo de fantasías. Su labor en aquella excavación tenía que ser única y exclusivamente científica y elucubraciones esotéricas de ese tipo podrían restarle credibilidad a sus hallazgos.

Entusiasmado como se encontraba con el descubrimiento de la ansiada piedra sagrada el científico no reparó en como uno de sus estudiantes se separaba discretamente del grupo y se ocultaba tras uno de los poderosos contrafuertes del cenobio en ruinas.

…” Venga, reanudad vuestras tareas que el tiempo corre y tenemos que acabar lo que llevamos entre manos”... - Dijo mientras depositaba la piedra sobre una de las mesas plegables. Desde donde se encontraba parecía irradiar un extraño brillo. Nuria la contempló y se sintió como si la piedra la reclamara, se fue acercando lentamente y sin ser consciente del extraño poder que la piedra ejercía sobre su mente, la muchacha acortó la distancia, sintió una fuerza que la empujaba a tocarla. La sacó de su ensoñación un grito desgarrador que se escucho en algún lugar de aquel paraje, un grito que parecía llegar de todas partes. Era espeluznante y congelaba la sangre en las venas, erizando la piel. Todos creyeron que era algo sobrenatural, sin duda. Los estudiantes trataron de borrar de su mente el alarido tenebroso y se enfrascaron en charlas superficiales y en consultar libros y revistas científicas para cotejar sus hallazgos y las horas se hicieron eternas.

Un miembro de la excavación se encontraba recogiendo muestras en una de las naves, cuando experimentó una ráfaga de viento helado, a pesar del calor estival. Miraba con recelo como se apreciaba el paso del tiempo en las paredes descarnadas y llenas de telarañas que crecían en el interior de lo que había sido una iglesia monumental. Y, pensó en aquella tumba sobre la que se inclinaba y en el anonimato que quizá podría quedar resuelto gracias a su labor. Así trataba de alejar de su mente las terroríficas imágenes que su calenturienta imaginación no dejaba de ofrecerle, visiones silenciosas de  sombras que se agazapaban en los rincones de aquel vetusto monasterio dejado de la mano de Dios. Pronto, consiguió leer los nombres escritos en latín en aquellas losas de mármol deteriorado por el tiempo, y con su descubrimiento creyó que los restos que albergaba aquella tumba se liberaban del cruel olvido y volvían a la vida.

…” Qué frío, este lugar me pone nervioso”...Pensó para sus adentros, mientras miraba a su alrededor con recelo. Sintió repentinamente un terror abrumador que le infundió el ánimo necesario para acelerar el trabajo que estaba haciendo y salir corriendo de aquel lugar tan inhóspito. Cuando acabó, se reunió con sus compañeros en el campamento. Jamás llegaría a ver la sombra alargada que flotando le seguía a prudente distancia. Desapareció cuando se encontró con uno de los muretes de una de las naves laterales. Antes de salir de las ruinas, el joven sintió un escalofrío en la nuca que le hizo girar la cabeza… Pero allí no había nada, tan sólo el silencio de la piedra solitaria.

Se reunió con los compañeros que parecían más interesados en contemplar las estrellas del cielo. Tumbados sobre la fría y húmeda tierra contemplaban el cielo con el embeleso de la juventud. El aire nocturno impregnado de los aromas marinos.  Cuando de repente, algo cambió en aquella noche, una estrella pareció crecer de repente y se movió lentamente parecía un satélite, repentinamente se incrementó la luz, se produjo como un intenso fogonazo que iluminó a los atónitos jóvenes. Después se detuvo y salió disparada. Los estudiantes siguieron su evolución en el cielo y estupefactos vieron otra explosión de luz en la carretera. Aquello era un gran resplandor que les deslumbró, duró apenas unos segundos y al final se apagó… Los jóvenes corrieron despavoridos hacia los coches temiendo que hubieran sufrido daños irreparables... Nada alteraba la tranquilidad del aparcamiento, la carrocería de todos los vehículos relucían bajo la luz de la luna...

Alterados por la vorágine de emociones que el extraño fenómeno había despertado en sus mentes se acercaron corriendo y exclamaron....

..."¿ Habéis visto qué pasada?"... Gritaron al unísono. Apenas podían ocultar el entusiasmo que sentían. Tras narrar los hechos, dos muchachos se cruzaron la mirada con perspicacia, y se dijeron el uno al otro, empleando un tono muy bajo, tanto que no les escuchaba ni el cuello de su camisa..

..." A estos siempre le pasan estas cosas raras, porqué será que sólo le pasa a ellos. Qué casualidad que a nosotros nunca nos pase nada parecido"... En realidad no era el típico escepticismo que se opone a la irracionalidad que rodea a todo este tipo de fenómenos, sino más bien la frustración que sentía al no haber tenido la suerte de ser testigo presencial de un fenómeno de tal envergadura. Tal y como pretendían, el comentario no llegó a oídos de los interesados.

Después siguieron trabajando sin descanso, tratando de dar cuerpo a todo el material que habían encontrado. La noche invadía ya plenamente los inmensos dominios del monasterio y unas luces rudimentarias permitían al equipo continuar con su trabajo. Se trataba de organizar el fruto de la excavación, haciendo anotaciones en el trabajo de campo y etiquetando todos los objetos para embalarlos y enviarlos a la Universidad…

Estaban ensimismados en su faena. Cuando, inexplicablemente todo el lugar se lleno de ruidos y golpes, los arqueólogos, aterrorizados, no sabían a donde mirar, aquello era imposible. El único signo de vida en aquel lugar solitario eran ellos y en aquel momento estaban todos reunidos… De pronto, todos los objetos comenzaron a abandonar el lugar donde reposaban y comenzaron a flotar alrededor de ellos mismos, para acabar salir volando perdiéndose en la inmensa negrura de aquel lugar de pesadilla. 

Misteriosamente, un frío glacial se apoderó de lugar, congelando a los arqueólogos que encontrándose en pleno verano, no iban lo suficientemente abrigados. De pronto, la piedra empezó a flotar en el aire, se agitó con fuerza delante del viejo Profesor y terminó por estrellarse contra su cabeza. El hombre al sentir el brutal impacto perdió el conocimiento y no pudo presenciar lo que ocurrió a continuación.

En el camposanto, repentinamente, comenzó a formarse una extraña bruma grisácea que parecía reptar sinuosamente a ras del suelo y como si fuera ganando consistencia fue elevándose lentamente y aproximándose hasta el lugar donde se encontraban los aterrorizados arqueólogos, que permanecían paralizados como si una poderosa fuerza telúrica les mantuviera férreamente unidos a la tierra.

En ese momento, el tiempo se detuvo y los extraños fenómenos hicieron acto de presencia. La bruma compacta trajo consigo sombras y extrañas apariciones en forma de inquietantes figuras que vagaban por el camino de ronda que unía el cementerio y el lugar donde se encontraba el campamento. Entonces, se dejó escuchar el preludio de un cántico, el miserere de los muertos que anunciaba su macabra presencia en aquel paraje de pesadilla.

La comitiva espectral irrumpió en la zona donde se encontraban los arqueólogos, paralizados por el terror, y los rodearon. En ese momento, la extraña bruma comenzó a distorsionarse y se inició una repugnante  metamorfosis. Emergieron los monjes espectrales y un olor a moho y azufre impregnó el aire obligando al equipo de excavación a toser de manera descontrolada... 

De la siniestra bruma comenzaron a emerger un grupo de monjes encapuchados, sin manos, largas vestimentas ocultaban sus miembros. Aquellos seres se aproximaron más todavía y los jóvenes arqueólogos casi pudieron sentir el nauseabundo olor que aquellos seres de humo desprendían. Repentinamente, se arrodillaron y juntaron las manos como si imploraran alguna gracia celestial. Cayeron las capuchas y mostraron sus rostros cadavéricos y una oración en latín brotó de sus labios descarnados...

..."Sancte Petruss , defende nos in proelio ut non pereamus in tremendo iudicio"....(1)


Aquello fue demasiado, un terror abrumador arrancó a los arqueólogos de su inmovilismo. Gritando como posesos y corriendo como alma que se lleva el diablo, atravesaron la barrera fantasmal con asombrosa facilidad y a toda prisa se dirigieron hacia los coches, buscando su protección. En su locura, gritaban despavoridos y se atropellaban, originándose más de una trifulca en la lucha por subirse en los coches. El sonido familiar del encendido de los motores anunció la puesta en marcha sin dificultad de los vehículos y abandonaron el lugar a gran velocidad con la firme idea de no volver jamás.

El paraje  quedó solitario y los monjes fantasmales poco a poco fueron desapareciendo, en pocos minutos  todo quedó desierto, sin vida. Tan sólo el batir de las olas contra la costa cercana quebró el silencio. Una niebla persistente se empecinaba en adherirse a las ruinas deformes que gozaban del influjo de la luna.


Al cabo de un rato, por el sendero que rodeaba las ruinas del Monasterio avanzaba un grupo de personas, guardando un silencio absoluto. Tan sólo el ruido de sus pisadas quebraba la quietud del lugar. Les precedían tres mujeres vestidas de cuero. Se acercaron hasta el lugar donde yacía inerte el viejo arqueólogo.

La mujer de más edad se inclinó sobre el cuerpo del inconsciente y con la mano buscó el pulso en una artería de cuello. Sonrió aliviada cuando detectó que en aquel pobre hombre aún latía un pequeño soplo de vida.

..." Hemos llegado a tiempo -comentó- aún respira". Entre el grupo se dejó escuchar un suspiro de alivio.

La piedra negra que después de herir al hombre ahora descansaba cerca de su sien magullada,  atrajo la atención de la mujer. La cogió y tras someterla a un severo escrutinio entre sus manos, durante unos segundos, optó por meterla en su mochila.

..." ¡¡¡Ya veo que has vuelto a hacer de las tuyas!!! Dirigió sus palabras a la piedra, como si está fuese un ser pensante capaz de entender lo que le quería decir.

..." Venga, tenemos que llevarnos a este hombre y ver si se puede hacer algo por él"... Como si los deseos de aquella atractiva mujer fuesen órdenes, tres hombres se separaron del grupo y con suma delicadeza se encargaron del hombre y emprendieron el regreso por el mismo camino que habían llegado.

.." Tened cuidado con él. Aunque no corre peligro, simplemente ha sufrido la transformación que acarrea ser elegido por la piedra sagrada"... Reveló la extraña mujer.

..." No es una piedra filosofal, nos encontramos ante la alquimia lunar, transmutación de la materia, que utiliza cualquier medio para manifestarse ante los hombres. En el caso de este hombre, seguramente, desarrollará algún tipo de poder mental"...

..." De esta manera se entiende que este pobre hombre más que una pedrada lo que ha recibido ha sido un brutal impacto que le ha conectado con su alma, su inconsciente y su energía lunar, integrándole de lleno en una nueva fuerza cósmica solar".. Explicó una de sus pupilas.

..." Más o menos - replicó interrupiéndola- aunque ya lo comprobaremos cuando recupere el sentido. Entonces veremos si estamos ante un nuevo hombre, y si puede servir a nuestros fines"... Las últimas palabras de la Magna Mater sonaron enigmáticas...

..." Eugène,  - dijo una de las jóvenes que la acompañaba en todo momento- Magda debe de estar a punto de llegar"...

..." Sí, no te preocupes, ya lo tengo todo controlado. He dejado a un grupo esperándola en el monasterio de Santa Cecilia... Aunque espere un poco tampoco va a pasar nada. Llevamos tanto tiempo separadas que aunque tardemos unas horas no creo que se lo tome mal"...

..." Tengo unas ganas de conocerla - replicó la otra joven y aunque trató de dominarlo no pudo evitar la fosforescencia que aparecía en sus ojos cuando se entusiasmaba por alguna razón...

..." No puedo creer que vaya a conocer a la última descendiente de Jesucristo y María Magdalena"...

Cuando Eugène escuchó las palabras de la joven se envaró y en sus increíbles ojos verdes apareció un conato de ira que trató de apaciguar. No obstante, le replicó con enojo:

..."Bajo ninguna circunstancia debe enterarse de que es la última merovingia.  Eso es algo que desconoce y por el bien de todos debe de continuar siendo así. Se decidió hace muchísimo tiempo mantenerlo en secreto y así debe continuar, por el bien de ella, que ignora completamente sus orígenes, y por el de la Hermandad....

Las jóvenes se dirigieron una mirada de complicidad y la escucharon en silencio, conscientes de la transcendencia de lo que les acababa de revelar la Magna Mater de la Orden.

..."Y, recordad, que un alquimista es aquella persona que se propone cambiar internamente o encontrar su propio oro interior. El elemento transmutador se manifiesta por medio de la psicología y la reflexión personal y la conciencia es aquello que acompaña nuestro proceso evolutivo y nos dicta el camino a seguir"...

 Todos la escuchaban con respeto, en algunas personas se llegaba a detectar incluso un punto de idolatría contra el que la Magna Mater había luchado desde la más profunda Edad Media"...


(1)¡Oh, San Pedro, defiéndenos en la batalla para que no perezcamos en el tremendo juicio.

domingo, 12 de enero de 2014

SANT PERE DE RODES




Cuando éramos pequeñas, el Monasterio de Sant Pere de Rodes nos fascinó hasta tal punto que cuando crecimos nos faltó tiempo para ir a visitarlo.



Una  carretera sinuosa y solitaria, en constante ascensión, recorre un paraje de belleza salvaje que nos conduce hasta los dominios del Monasterio. Acaban las curvas y unos preciosos miradores nos ofrecen unas magníficas panorámicas sobre la costa de Port de la Selva, hacia el Norte.



Por fin, llegamos hasta un amplio parking que se encuentra cerca de la ermita prerrománica de Santa Elena y a diez minutos escasos, por un camino en muy buen estado, a Sant Pere de Rodes...



En la cima de la montaña, por encima del monasterio, se encuentran las ruinas del castillo y templo románico de Sant Salvador de Verdera desde el que se puede visualizar una panorámica circular de los contornos.




Las ruinas de este monasterio, gracias a la labor de reconstrucción, parecen haber superado el estado de abandono en el que se encontraban hace algunas décadas.





 Aunque nunca han perdido ese aire majestuoso e imponente que te deja sin respiración cuando lo contemplas por primera vez. Se yergue ante nuestros ojos grandioso y recortado contra el horizonte, asentado en la cima como un vigía que se obstina en controlar toda la costa.





 El monasterio existía ya en el siglo IX. La impresionante fachada aparece flanqueada por dos torres románicas almenadas y la iglesia románica también de dimensiones monumentales es de planta de cruz latina, de tres naves, crucero, ábside y claustro, cabe remarcar que sus dimensiones se alejaban de la media de la época.




La subida es costosa como suele pasar en todas las ascensiones. Los restos monumentales de este impresionante cenobio benedictino forman un conjunto de construcciones de diferentes épocas que, vistas a una cierta distancia, se asemejan más a un viejo castillo medieval que a un monasterio.





 De todo el conjunto lo que más llama la atención es el impactante campanario, que por su monumentalidad casi se diría que sólo desea aferrarse a lo divino.




El paso inclemente y depredador del tiempo no ha conseguido eclipsar la elegancia de uno de los principales edificios religiosos medievales de la cristiandad. No queda nada de su pasado glorioso, sólo ese inmenso panorama que se divisa desde sus ruinas y que pese a su fragilidad parece resistir los embates del tiempo.




La historia de este monasterio se corresponde con la de Cataluña, gozó del favor de Roma, de los condes del Ampurdán, de los magnates. Fue uno de los más ricos y poderosos de toda la cristiandad. Se adueñó de pueblos, vastas tierras, derechos feudales y todo tipo de bienes. Su influencia se extendió más allá de nuestras fronteras, sobre Aragón y el mediodía francés.




Instigó odios y devociones por igual, punto importante en el camino de Santiago y sufrió la desamortización de Mendizábal, siendo subastado públicamente. Entró en un período de decadencia al ser adquirido por Medinaceli ya que la comunidad abandonó el lugar y sobrevino el saqueo. De su archivo riquísimo, entre el que se encontraba una biblia de cuatro volúmenes que ahora se encuentra en la Bibliothèque  Nationale de France, en París.




Abandonamos un monasterio misterioso famoso por sus numerosas leyendas  sobre cadenas prodigiosas relacionadas con el Apóstol San Pedro y otros santos, capas de santos que aumentan la fertilidad y una cruz santa que se relaciona con el Cap de Creus, también se refieren a la vida disoluta de algunos monjes. Aunque dado el aislamiento y austeridad del edificio, quizá esa relajación de la vida monástica debía de ser por una de las pocas representaciones femeninas que han pervivido. Posiblemente, una virgen ligera de ropa y en actitud desafiante que debía de turbar con su falta de decoro a los piadosos monjes medievales.



Su ubicación geográfica se debe a que en aquella época los piratas saqueaban puertos y asediaban las costas. Tal circunstancia dio origen a todo tipo de leyendas alrededor de tesoros escondidos.



Por ser un punto importante en El Camino de Santiago, también se le relaciona con el Santo Grial y El Tesoro de Salomón. Sobre esto último no hay mucha información. Aunque supongo que tiene mucho que ver con los templarios ya que la orden nació para proteger a los peregrinos en el Camino.

He dejado para el final la leyenda más misteriosa y terrorífica de todas las que giran en torno a este cenobio milenario lleno de magia.

"Cuenta la leyenda que durante la excavación de este monasterio, los arqueólogos habían organizado un campamento alrededor de las ruinas para poder realizar más concienzudamente sus trabajos de campo. Una noche  se demoraron más de la cuenta estudiando y analizando sus recientes hallazgos. Cuando una espesa bruma grisácea se levantó en la zona donde se encontraba el antiguo cementerio de la orden. Los arqueólogos presenciaron, atónitos, el extraño fenómeno. Cuando, de pronto, empezaron a surgir formas antropomorfas de la bruma. Los investigadores huyeron despavoridos y muchos no volvieron..."



Los mitos y leyendas que rodean a los lugares están íntimamente relacionadas con la particular idiosincrasia de las gentes. Son textos de origen oral cuyos detalles van variando conforme se van transmitiendo dando lugar a diversas versiones. Así que, posiblemente, esto no deja de ser una invención y  no hay nada al respecto en internet. Nuestra fascinación por este monasterio nació cuando escuchamos hablar de los fantasmas de Sant Pere de Rodes en un programa maravilloso que trataba sobre esoterismo y que emitían por la televisión.

viernes, 10 de enero de 2014

EL DESENGAÑO, UNA EXTREMA PRUEBA DE VIDA


He descubierto que los desengaños son parte de la vida y por más que pienso en ello no dejo de reconocer que no suceden porque sí, son fruto de un exceso de confianza ciega en las personas. Tratar de preguntarse por qué suceden es algo inútil, simplemente suceden y nuestra forma de ser tiene mucho que ver en ello.


A veces te preguntas si la desagradable situación que rodea a un hecho así es fruto de nuestra imaginación o es la dura realidad que nos golpea fríamente. Pero, lo cierto es que, de todas las emociones humanas que experimenta el ser humano, una de las más duras es el desengaño, tanto si sabemos a qué se debe como si no. En un principio, es una dura experiencia porque cuando sucede nos deja la amarga sensación de que algo  que creíamos como verdadero, de repente descubrimos que es algo completamente infundado y nos deja muy confusos. Un desengaño por mucho que nos empeñemos en lo contrario es la señal de alerta que nos muestra que nuestros sentimientos han sido traicionados de una forma u otra.


Las palabras encierran universos de belleza efímera de los que nos apropiamos y muchas veces ignoramos que ocultan nuestra forma de ser y actuar cuando tratamos de comunicarnos socialmente.


Por otro lado, nuestras relaciones sociales y afectivas son algo real y tangible, un estado emocional que rige nuestra vida y determina nuestro comportamiento, a veces, de una manera arrolladora  que en muchas ocasiones transgrede los límites, cuando esto último sucede toda barrera social se elimina y nos manifestamos tal y como somos.  Cuando se produce esta situación en la que se abandona ese sentimimiento social de comunicación por una de las dos partes y no existen esas afinidades, entonces aparece en toda su crudeza el desengaño y toda la serie de sentimientos que lo acompañan, no controlar la situación es lo que nos frustra.


La madurez y la formación de la persona que sufre el desengaño son los que la ayudan a superarlo. Es difícil asumir que realmente no tenemos derecho a esperar nada de nadie y que la imagen que nos hemos creado de la otra persona no es la real.


Sólo ofrecer sin esperar nada a cambio, aparte de ser generoso, puede llegar a convertirse en una experiencia gratificante. Y, en última instancia, el perdón puede ser una opción sin que por ello se tenga que dar continuidad a algo que ya no tiene consistencia. Y, por último, es humano padecer ciertas decepciones, ya que los vínculos sociales que mantenemos muchas veces son inexplicables y aunque no lo reconozcamos, la mayoría de las veces penden de un hilo. No somos libres, es nuestra historia particular y nuestras vivencias las que posibilitan nuestras relaciones y de nosotros depende mantener afectos reales en nuestra vida.

Y, por último, de los desengaños se aprende y lo más pertinente es aplicar la moraleja: corregir los errores y la confianza excesiva.

jueves, 9 de enero de 2014

EL PEDREGAR, BELLATERRA



Hoy os voy a hablar de un precioso jardín que parece un oasis de ensueño en Bellaterra. Es un lugar agradable de la geografía catalana que desprende frescura, rumor de agua, rincones sombríos y canto de pájaros.


En el Vallés Occidental, a apenas 20 minutos de Barcelona, se encuentra "el Pedregar de Bellaterra" un amplio espacio en el que la naturaleza y el arte se combinan a la perfección. El "Jardín de Esculturas" ocupa este Espacio natural dominado por enormes rocas de granito, árboles variados y poderosos. Un lugar en el que cada escultura ha ido ocupando su espacio natural, granito y acero coexisten a la perfección con la madera, el hierro forjado y el color.


Un conjunto escultórico cuyos cambios de luz intensifican las sombras, potenciando los matices cromáticos y resaltando los perfiles. Una obra  que juega constantemente creando sombras que alteran la visión de conjunto de las esculturas representadas.



Es el resultado que se consigue fusionando la belleza natural y la materialización plástica de una idea .



Ese extraño paraje, un paraíso, no deja de recordarnos que estamos en la civilización y que podemos escuchar los ruidos de la cercana carretera.


.
Un parque museo que cuenta con un restaurante cuya decoración aporta un aire romántico a las celebraciones.
Un lugar en el que se puede pasear por caminos estrechos que nos conducen a una pagoda china o perderse entre las esculturas blancas de formas imposibles. Es uno de los principales alicientes de este jardín que no goza por ser demasiado conocido. En este parque tan singular se respira una extraña atmósfera es como un pastiche en el que se han intentado mezclar diversos estilos y el resultado ha sido espectacular porque en cada piedra o sombra se respira cultura.



Grandes jardines con fuentes y saltos de agua, arcos de mármol de Carrara en el Lago del "Trèvol de l´Amor"y más de 50 esculturas al aire libre firmadas por artistas de la talla de Subirachs, Crespo Rivera,Vicente Larrea, Vasallo,Charles Collet o Perceval entre otros.


Completan la visita un pequeño mini zoo con conejos, pavos reales, gallinas sedosas de Japón, gallos y tortugas.

 Un precioso parque lleno de rincones preciosos para disfrutar haciendo fotos de sus estanques y plantas perfumadas, en plena floración, y capturar sus colores.



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