EL RITUAL PURIFICADOR Y PROTECTOR DE LA SAL

Los efectos de la llamada energía negativa se manifiestan en forma de debilidad física, sensación de malestar, depresión, descontrol emocional, insomnio, sueños negativos que se repiten… Pero no hay que alimentar la creencia en las malas vibraciones porque lo único que conseguimos con nuestro miedo y constante preocupación es reforzar la energía negativa haciéndonos más vulnerables. Si os encontráis en uno de esos momentos difíciles en el que todo parece que sale mal, basta que desees algo para que no llegue o se demore, o te encuentres con todo tipo de obstáculos en el camino… En esos momentos pensamos:

…”Serán las malas vibraciones o la energía negativa lo que impide que eso que tanto deseo llegue a buen término”… Pues, en verdad que sí.

Pero no hay que alarmarse, porque sólo es una cuestión de energía y poder mental. La actual situación que estamos viviendo provoca en nosotros toda clase de sentimientos negativos y todos poseemos un enorme poder mental, tanto para el bien como para el mal, un poder que en muchas ocasiones no se puede controlar. Cuando una persona de gran poder mental, proyecta esa energía negativa fruto del malestar que está viviendo, crea inconscientemente en su ambiente un foco de energía vibracional negativa muy descontrolada.

Uno de los remedios más eficaces e inmediatos, tanto si se cree en estas prácticas como si no, es una limpieza con siete cuarzos, pero os advierto, puede resultar muy peligrosa…
Otro remedio más primitivo e inocuo es el ritual de la sal purificadora, también muy eficiente y con resultados inmediatos, tanto si se cree como si no en estas prácticas.
La sal posee su propio campo de energía, ella focaliza, amplía y redirige la energía a nuestro alrededor.

Desde siempre la humanidad ha creado sus propios rituales cósmicos para contrarrestar la negatividad que nos rodea, curiosamente ese aumento de energías vibracionales negativas coinciden con periodos cíclicos de crisis. Sin embargo, no son energías potencialmente peligrosas o perjudiciales para el organismo o la sociedad ya que son el motor que mueve el mundo y nos permiten evolucionar. Curiosamente, los estados energéticos positivos inciden en posturas involucionistas y estáticas.

El ritual de la sal como protectora es tan antiguo como la humanidad y ni siquiera Jesucristo pudo ignorarla en sus enseñanzas.

Si se lleva a cabo, aunque no se crea en estas cosas, los resultados son inmediatos.

La sal marina contiene toda la energía del sol y del agua y es por ello que resulta tan preciada y pura, con ese poder especial, que muy pocos conocen, pero capaz de protegernos a todos de las malas vibraciones y no sólo eso, también es una buena propiciadora en lo que se refiere a la suerte.

El ritual es primitivo y muy sencillo.

Se necesita una vasija de vidrio que llenaremos con sal, preferentemente, marina y fina…Evitando en todo momento el contacto… Después la colocaremos en el lugar de vuestra casa donde más tiempo paséis…

Cuando comencéis a sentir el bienestar, entonces se revisa el estado en que se encuentra. Si aparece sólida y compacta, porque ha absorbido toda la energía negativa, ese es el momento en que se debe reemplazar por otra… La sal solidificada no se puede tirar a la basura, primero se tiene que disolver en agua lentamente y, después, arrojarla por el desagüe.

No se puede arrojar a la basura, porque la energía negativa atrapada en los cristales de sal debe de redirigirse hacia el cosmos, de donde proviene.