MANICOMIO, IV



María contemplaba el cielo con una mirada triste. Anhelaba recibir una señal que le indicara lo que tenía que hacer... La carta ensangrentada entre sus manos parecía quemar. Era una sensación insoportable que no le deseaba a nadie, todavía estaba sellada no había sido capaz de abrirla y enterarse del secreto que se ocultaba entre sus líneas, porque en el fondo de su alma sabía que no estaba dirigida a ella y leerla era tanto como una violación... Ocho años habían transcurrido y parecía que fue ayer cuando se la encomendaron desde el más allá, pero la madurez le dio el sentido común como para saber que no podía enfrentarse a aquello sola y que tenía que pedir ayuda... La muchacha sacó su móvíl y marcó nerviosamente un número…

..." Diga"... Respondió una voz masculina..

..." Soy María y tenemos que hablar de algo muy importante"... Se escuchó un suspiró al otro lado de la línea…

..."Bien, dime dónde te encuentras y en media hora estoy contigo, princesa"... Al escuchar sus cariñosas palabras María rompió a llorar…

..."Estoy sentada en un banco frente a la Biblioteca de Nou Barris".. Colgó después de proporcionarle su ubicación.

El hombre dijo que se encontraría con ella en media hora, y no se hizo de esperar. Bastó una mirada para descubrir su familiar silueta y la de las otras personas que lo acompañaban… Eran “los buscadores de fantasmas” con los que coincidió el día que decidió explorar con sus amigos del colegio, las ruinas del Manicomio… El destino había unido sus vidas y desde entonces mantenían una gran amistad. Naturalmente, seguía compartiendo su afición por los misterios participando en los numerosos reportajes que realizaba el grupo… Decir que era una más, era quedarse corta. María se había convertido en el alma de grupo…

Tras el efusivo encuentro en el que hubo abrazos y besos sonoros...Se sentaron en en el banco todos y clavaron sus miradas expectantes en el vetusto edificio de la Biblioteca…

…”¿Qué pasa María?"... Inquirió Pedro, el muchacho que la asustó en el pasado... La joven le entregó la carta como si fuera su bien más precioso…

…”Tengo esa carta desde el día en que nos conocimos… A raíz del accidente, cuando fui ingresada en el Hospital San Pablo tuve una visión en la que dos soldados me entregaban esta carta, diciéndome que la protegiera porque era muy valiosa”...

…”Tuviste una visión y no dijiste nada”... Replicó, Alba, la médium del grupo.

…”Tenéis que entender que era muy pequeña y no entendía lo que estaba pasado… Comprendí que había algo raro en todo aquello, cuando me vi con la carta en las manos.  Decidí esconderla en un lugar seguro y olvidarme por completo de ella… Hasta el día en que la Biblioteca abrió sus puertas y no se me ocurrió otra cosa que ir a echarle un vistazo… Entonces, me encontré cara a cara con el fantasma de Ada que me exigió que le entregara algo que le pertenecía… Supe que se trataba de ella porque minutos antes estuve contemplando su foto en un documento que encontré en la biblioteca. Algo en mi mente me dijo que lo que ella me estaba reclamando era esta carta.  He acudido a vosotros, porque hoy he intentado ponerme en contacto con ella otra vez para entregársela en mano… Pero no he tenido suerte, el fantasma  no ha querido hacer acto de presencia…  He pensado en vosotros para que me ayudéis en esto”... Cuando María concluyó, el silencio se apoderó del grupo…

…” Sucede que los fantasmas se encuentran en una frecuencia a la que el ser humano accede por medio de estados alterados de conciencia, algo así como cuando vamos sintonizando emisoras en una radio. En principio, vamos detectando ruido, pero al final accedemos a la frecuencia deseada y a  los contenidos que se ofrecen. Eso es lo que te sucedido, cuando contactaste con el fantasma, te encontrabas en un estado alterado de conciencia… Si no entras en trance habrá que propiciarlo….Tendremos que hacerlo de noche…Y, en un lugar que esté libre de ruidos y contaminación lumínica. En una habitación a oscuras para reducir al mínimo el estímulo visual.

Porque durante el día con tanta afluencia de público es un poco complicado”... Expresó Pedro, mientras miraba directamente a María, como si no estuviera muy convencido de que a la chica le pareciera bien el plan.

…” Y, como se puede propiciar el estado alterado de conciencia” Preguntó María, temiendo la respuesta…

…”Estamos hartos de decírtelo, con un brebaje que hago yo misma”...Respondió un poco nerviosa la médium.

…” Ni hablar no pienso tomar ninguna droga”... Dijo María interrumpiéndola…

…” Cariño, sabes que es inofensiva, además en el Hospital de San Pablo se está realizando experimentos con ella… No temas,  Es que utilizar la ouija en un lugar así puede ser hasta peligroso”...

…” No pienso drogarme… Y, si no, pues lo dejamos… Si de verdad el fantasma de Ada quiere la carta ya encontrará la manera de comunicarse conmigo”... Alba la miró comprensiva. Ella era
enfermera del hospital y sabía que el ritual chamánico de la Ayahuasca era completamente inofensivo, despertaba el tercer ojo, pero también potenciaba otras habilidades extrasensoriales. Pero comprendía el rechazo de su pupila y tampoco quería forzarla...

…” Está bien, utilizaremos la ouija. Tendremos que extremar las precauciones.  Bueno, dada la afluencia de público, el único día posible para realizar el ritual tiene que ser el domingo ya que la biblioteca cierra sus puertas.”... Explicó Pedro, mientras cogía la mano de María entre las suyas, tratando de infundirle seguridad y quizá algo más...
… “Pues, sí… Podemos hacerlo a última hora de la tarde”... Le contestó María pensando en el día en que se accidentó, haciendo exactamente lo mismo. Por algo dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.

…”También tendremos que pedir permisos… Supongo que a la sede del distrito y a la Biblioteca, en principio eso tardará”... 
…” ¿Y, qué haremos?”... Quiso saber María.
…” Pues lo que se hace en estos casos… Haremos una sesión de ouija en el lugar donde tuviste la visión”... Replicó con un aire de desafío, la médium, como si temiera que sus amigos no estuvieran de acuerdo con ella.

…”No podemos dejar pasar una cosa así. Sería el reportaje de nuestra vida.. Podríamos incluso hacernos famosos”... Pedro recibió una mirada de desagrado de parte de sus compañeros. 
…”No tengo mucho interés en ser famoso.  Me gusta el anonimato. Si hay algo que me incomoda es eso de ir por la calle y que la gente me reconozca, no envidio en absoluto la vida pública de esos famosillos de tres al cuarto. Vidas mediocres que la televisión ensalza”... Replicó Juan, el mayor del grupo, sin dejar de mirar el viejo edificio, que en aquel momento parecía ofrecer un aspecto más desafiante y siniestro, si cabe…

15  días después..

A última hora de la tarde del domingo el grupo se encontraba ante el imponente edificio de la biblioteca, les acompañaba la directora. Ya que se había ofrecido voluntaria para la sesión, más bien para controlar que se hiciera un uso adecuado de las instalaciones. La tarde era inusitadamente cálida. Una agradable atmósfera imperaba en el lugar, quizá sólo era un anticipo de la prometedora primavera que se avecinaba. Sin embargo, había algo que enturbiaba el apacible momento, era la incertidumbre a la que se enfrentaban cavilando sobre lo que iba a suceder de manera inmediata. 

La mujer abrió las puertas y les permitió el acceso. Las luces de emergencia, creaban una leve penumbra que disipaba la oscuridad. El grupo penetró en el interior y avanzó dubitativo tratando de familiarizarse con el lugar… María los llevó directamente hasta lo que fue el antiguo jardín de la Institución mental… Caminaron entre las estanterías llenas de libros que invitaban a los lectores a hacer un alto en el camino para profundizar en historias inventadas o reales. Los "buscadores de fantasmas" contemplaron toda aquella exposición del saber con admiración. No en vano, la Biblioteca estaba considerada como una de las mejores de Barcelona. 

…”Podríamos realizar la sesión en el lugar donde ocurrió la primera cosa rara... Justo en ese rincón”…Indicó, María, señalando un pequeño jardín al que se accedía por una puerta. Todos siguieron sus pasos en silencio.

…”Vamos a disponer las cosas y nos prepararemos para la primera parte de la sesión. Sería conveniente que utilizáramos la conexión inalámbrica del PC para minimizar la posibilidad de interferencias de sonido”... Comentó, Juan, mientras tocaba con delicadeza su cuidada barba, pensativo.

Pedro dejó todos los cachivaches en el suelo. Llevaban un buen equipo ya que disponían de los últimos adelantos en la materia… Cámaras de vídeo; sensores de movimiento; grabadoras de audio; cámaras de fotos; y la reina de la materia, la spirit Box; y la ouija, en este caso un tablero en la pantalla táctil sobre el que se coloca el dedo y se hacen las preguntas...Y, la Kinect App, una especie de consola que permitía generar la figura esquematizada del ente… En fin equipamiento no les faltaba.

Alba se dirigió a la directora.

…”Señora, tiene dos opciones, mantenerse al margen y no participar y en ese caso tendrá que abandonar el edificio, o intervenir en el ritual”...  La directora la contempló pensativa, pero al final decidió intervenir… Era algo novedoso en su vida, pero el asunto estaba en manos de profesionales, así que no había de qué preocuparse.

…”Si no les parece mal, prefiero asistir a la sesión… La parapsicología es algo que me apasiona y debo confesar que durante mi juventud realicé alguna que otra incursión en este mundo ya sea con el famoso vaso o directamente con la ouija… Así que si me lo permiten estaré encantada de participar en todo lo que ustedes vayan a organizar”...

…”Está bien, pero tenga en cuenta que el ritual que vamos a realizar en este lugar es una invocación espiritual… Sobre todo, no haga nada que pueda comprometer su integridad física”...

…”Antes que nada y para hacer más sencillas las cosas, mi nombre es Ada, y no se preocupen no haré nada que pueda  hacer peligrar el ritual”...

…”¿Qué casualidad, se llama Ada? Preguntó Pedro esbozando una sonrisa.

…”¿Casualidad? Inquirió la directora extrañada.

…”Es que vamos a contactar con el espíritu de Ada”...Dijo Alba participando en la conversación.

…” ¿Ada, La muchacha anarquista que construyó su casa en esta institución?... La directora estaba al tanto de la recuperada historia de Ada, uno de los personajes más entrañables de la Institución… 

…”Si, la misma”... le contestó el hombre canoso, mientras manipulaba el equipo..

…”Tienen que saber que no es seguro que esa mujer existiese realmente… Ni siquiera se tiene la absoluta certeza de que su historia sea verídica”… Reveló la directora como si en el fondo no estuviera muy convencida de la triste historia que rodeaba la vida de una muchacha de la guerra que por alguna oscura razón había dejado de ser anónima…

…”Eso será  algo que descubriremos una vez podamos contactar con ella”... Replicó Alba, mientras ponía en marcha el ordenador. Pronto, la pantalla se llenó con la imagen del gran tablero… Todos se pusieron alrededor con el alma en vilo

Alba se enfrentó sola a la misteriosa ouija, rodeada de 4 pares de ojos concentrados en la pantalla luminosa del ordenador… 

…”María estás lista”... Le preguntó Pedro.

…”Pues, sí, cuando queráis.”... Un estremecimiento recorrió su cuerpo al pronunciarse… Estaban a punto de realizar una incursión en el más allá y las expectativas que sentía eran enormes… Una multitud de sentimientos encontrados la invadía, hasta el punto que la necesidad de salir corriendo de aquel lugar se convirtió en algo apremiante…

La tardía luz de sol privaba de la morbosidad que rodea a este tipo de actividades paranormales, por lo que la sensación de realidad era envolvente.

…” Sí lo veo no lo creo. ¡Una ouija cibernética, increíble! ¡La madre de Dios, esto no es serio!Exclamó la directora, soltando una carcajada que provocó una mirada de pocos amigos en el grupo…

…”Mejor, ouija virtual. Dejemos a Dios tranquilo, que en esto ni pincha ni corta”... La directora abrió unos ojos como platos, contemplándoles con espanto.

…”No olvidemos que se debe de concurrir a las sesiones de Ouija con un mínimo de seguridad y confianza, - dijo Alba mirando fijamente a la directora- no debe acudir con miedo y tomarse la sesión como un juego. Aunque impone bastante, mantiene la base de la esencia tradicional de la ouija… La tecnología no es ajena a la vida cotidiana es por esta razón que se ha creado el juego de la ouija online. Mire, Ada, ahora conectaremos el micrófono y me colocaré los auriculares.. Así que la única que va a tener relación   con el ente en el juego voy a ser yo… El resto se limitará a formar un círculo de seguridad a mi alrededor… ¿Está segura de que quiere seguir adelante? La pregunta cogió por sorpresa a la directora que dudó unos segundos antes de contestar…

…”Sí, sí, por supuesto”... Al final reaccionó contestando de inmediato...

Ya había oscurecido cuando comenzó la terrorífica experiencia. Colocaron velas encendidas a su alrededor. Después procedieron a sentarse en el suelo con las piernas cruzadas alrededor del ordenador. Se probó el micrófono realizando varias preguntas dejando 10 segundos de margen de respuesta. Alba cerró los ojos y respiró profundamente tres veces. La médium se encasquetó los auriculares. La voz de Alba era apenas un susurro cuando preguntó:

…”Hay alguien aquí”... Y, esperaron una respuesta que no llegaba.

Alba repitió la pregunta.

…”Hay alguien aquí”.. Otro silencio. El fantasma de Ada no parecía muy interesada en confraternizar…El puntero seguía muerto en una esquina del tablero online.. Ningún tipo de energía parecía concentrarse en el rudimentario objeto.

La médium lo intentó de nuevo, pero esta vez con otra pregunta….

…” Sí hay alguien, podría mandarnos una señal”... Otro silencio incómodo. Los parapsicólogos se miraron entre sí desconcertados.

Alba no se dio por vencida y lo volvió a intentar

…”¿Podría mandarnos una señal?"... No llegó a terminar la frase, la médium se sobresaltó bruscamente con el desagradable timbrazo de un móvil. Ada comenzó a rebuscar en sus bolsillos y lo apagó precipitadamente. Pero el mal ya estaba hecho,  el ataque de pánico que había provocado en el grupo tuvo fatales consecuencias, María se encontraba desmayada en el suelo.  Intentaron reanimarla dándole golpecitos en las mejillas, pero cuando  abrió los ojos vieron que estaban en blanco… La joven había entrado en trance… La directora sintió las miradas iracundas que los “buscadores de fantasmas” le dirigían e intentó disculparse…

…”¡Déjelo, el mal ya está hecho, esperemos que no haya sucedido nada que tengamos que lamentar!”...

…”¡ Lo siento, he metido la pata!” Se lamentaba la pobre mujer.

…”¿Qué hacemos y si tiene conmoción cerebral?… Tenemos que llevarla al hospital?"... Pedro calló al escuchar a la chica  hablar en ese momento. Eran palabras ininteligibles…

..."No podemos continuar con el ritual, tenemos que terminar con esto, María está convulsionando"… Dijo Alba mientras se dirigía al ordenador con la intención de cerrar la sesión… Y, se le pusieron los pelos de punta, la flecha de la ouija se había movido y marcaba un terrorífico y espeluznante “Sí”.

…”¡CHICOS, CHICOSSS, mirad la ouija nos ha respondido…”Al momento volvían a congregarse frente al monitor.

…” Dios, tenemos que continuar… Rápido activar la Kinect a ver si es posible detectar el ente que nos ha contestado.

Una pequeña ventana apareció en el extremo inferior izquierdo… Aparecían tres monigotes bailando una danza macabra… En un momento dado, la figura se distorsionó y la ventana se maximizó ocupando toda la pantalla, dando paso a una cabeza en la que se abría una boca gigantesca terrorífica…

…”POR DIOS QUE ES ESTOOO”...Gritó Pedro.

…” Estamos en apuros, hay que salir pitando de este lug…”... Sin embargo no pudo acabar la frase… En algún lugar de la Biblioteca se escuchó una ráfaga de tiros y un imponente estruendo, como si todas las estanterías de las plantas superiores estuvieran derribándose  en cadena. El ruido era atronador. El grupo se miró entre sí y cogiendo  en brazos a María se dirigieron todos corriendo hacia la salida… La directora espantada, cerró sus puertas a cal y canto..

…”Tendré que ponerme en contacto con el Ayuntamiento y mantener la biblioteca cerrada al público.  ¿Qué podremos hacer”... Ada trataba de controlar lo que estaba pasando en el interior, pero algo parecido a una cortina de humo impedía su visión.

…”Con la ouija hemos liberado las fuerzas malignas… Y, no sé qué podremos hacer con esto… María seguía inerte, tumbada sobre uno de los bancos que había delante del edificio, la conciencia parecía haberla abandonado por completo.

Cerca, se encontraba el grupo de "buscadores de fantasmas" y la directora contemplando apesadumbrados la biblioteca. Una intensa batalla campal se estaba desarrollando en su interior. Tan intenso era que llamaba la atención de las personas que en ese momento apuraban las últimas horas del Domingo paseado por el parque… De pronto descubrieron a tres personas ante la puerta del edificio una expresión de odio distorsionaba sus semblantes. Era la cara de la maldad… El grupo se aproximó para captar más detalles de aquellas personas… 

…”Por Dios, son ellos”...La  directora se llevó las manos a la cabeza…

Desde el interior les observaban un militar y dos curas con sotanas, colgadas sobre la espalda llevaban las escopetas… Uno de ellos apuntó hacia ellos y disparó… Se produjo tal explosión que el grupo se hizo atrás tratando de eludir el impacto… Pero los espectros desaparecieron tras el intenso fogonazo de la explosión… Una estentórea carcajada taladró sus tímpanos…

…"¿QUÉ HEMOS HECHO?"...Exclamó llorando la directora. Experimentó un ramalazo de culpabilidad cuando sintió como un aguijón la mirada de los “buscadores de fantasmas”...

Atrajeron su atención los gritos desgarradores de una mujer… Se dieron la vuelta y descubrieron un corrillo en el lugar donde habían dejado recostada a María... Se acercaron corriendo y encontraron a la muchacha agitándose violentamente  y gritando sin cesar…. 

..."Despejen el lugar, dejen que pase el aire"… Era Alba que trataba de apartar a la gente. En ese momento una potente sirena anunciaba la llegada inminente de la ambulancia… Tras aplicarle un calmante vía intravenosa, María se calmó, pero sólo un poco. Había entrado en un trance irrecuperable. El vehículo sanitario partió abriéndose paso con el estridente sonido de su sirena. Desde fuera se seguían escuchando los chillidos de la joven, el grupo se miró entre sí acongojado… La situación se había descontrolado…

…” ¿Qué vamos a hacer?”... Inquirió Pedro apesadumbrado…

…”Localizar a la madre de todas las brujas. Solo ella puede solucionar esto"... Alba contempló el cielo como esperando una respuesta.

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