EL GOLPE DE ESTADO DE TURQUÍA

Es curioso que algo tan trascendental como que sea posible que la sociedad civil de un país haya sido capaz de abortar un golpe de estado, se le quite relevancia con la supuesta acusación de que todo haya sido un montaje. Y,¿ qué pasa con las víctimas?, son las bajas necesarias para dar credibilidad a algo tan aberrante como puede ser un asalto de este tipo a la soberanía de un país… 

 El pueblo turco ha demostrado ser valiente y amante de la libertad y la democracia. Porque un golpe de estado no deja de ser una forma de poder violento que vulnera la legitimidad institucional establecida en un estado y Erdogan es el presidente legítimo de Turquía que fue elegido en unas elecciones democráticas por su pueblo, en un proceso que los observadores internacionales tacharon de ejemplar. 

El pueblo turco eligió en votación un gobierno que se radicaliza islámicamente cada día que pasa, un golpe de estado no es la solución pero habrá que ver cómo se desarrolla la "democracia" islámica en este país. 

Con Erdogan Turquía es cada vez más islamista y anti-occidental. El colmo ha sido su reciente papel en favor de los rusos. Y, el progresivo giro hacia el Este y hacia el islamismo moderado es lo que ha provocado el golpe. Si Erdogan fuera laico y prooccidental, el ejército, dominado por los miembros de la oposición destituidos, lo habría apoyado desde el principio, y no que lleva conspirando contra él desde que llegó al poder.

Por fin un ejemplo claro de "oximoron". " Viva la democracia turca con Erdogan." 

El sultán otomano defiende  que :"Nuestro objetivo primordial es la plena incorporación a Europa, pero actuamos también en nuestro propio espacio geográfico: los Balcanes, el Cáucaso, Oriente Próximo... Turquía no ha vuelto la vista hacia Oriente. No hay ninguna contradicción respecto a la integración con Occidente. 

¿Nuestra política exterior? Cero conflictos con los vecinos". 

Además, para materializar este objetivo de “cero conflictos”, en su política exterior, el AKP insistía en principios como la economía, el comercio y los lazos culturales con los vecinos y otros países de Oriente Medio. Los buenos resultados de esta situación política propiciaron una economía estable con un pequeño crecimiento durante varios años.. Sin embargo, a raíz del estallido del conflicto en siria las cosas cambiaron, al principio la veían con buenos ojos porque significaba un relevo en el predominio de Oriente Medio.. 

Pero, Turquía acabó arrastrada por la crisis, su crecimiento económico se ralentizó,  y desencadenó una evolución del reformismo laico, propio de Atatürk a la radicalización del islamismo con Erdogan.

Es verdaderamente vergonzoso que la prensa se manifieste partidaria de la tan denostada teoría conspiranoica…Un "auto golpe" de estado como pretexto para hacer cambios legislativos e imponer una dictadura encubierta en Turquía dirigida por Erdogan. Para hacer limpieza de todos los elementos laicos de la sociedad. Estoy radicalmente en contra de los golpes de estado, pero tanto de los militares como de los que se dan al amparo de las propias reglas democráticas subvertiéndolas y deformándolas al antojo del gobernante para poder perpetuarse en el poder.

 En realidad siempre que se produce un golpe de estado siempre existen intereses ocultos, y Erdogan estaba iniciando un acercamiento hacia Siria y Rusia….Pero , ya sabemos que en estos casos, el culpable siempre es el endemoniado occidente y las mentes perturbadas de sus dirigentes. 

Pero, una cosa es cierta, la población de Estambul también ha hablado oponiéndose al Golpe, siendo éste último el único que ponía en peligro la democracia.

Erdogan ha escogido un camino sin perspectivas claras, cuyos resultados podrían ser tanto el debilitamiento de su propio partido y su salida del poder como el de la figura del país a nivel internacional. De hecho, no sería muy descabellado imaginar un levantamiento contra Erdogan cuyas consecuencias arrastren al país hacia otro Irak o Siria. Además de que sus políticas internas y externas podrían resultar un aislamiento del país en la escena internacional.