EL CUARTO LAVABO

Cuento de terror inspirado en una leyenda urbana japonesa, por lo tanto terrorífica.


Aquel día, una estudiante sale apresuradamente de la clase, la maestra se ha extendido demasiado con la explicación del tema y ya no puede más. Se dirige hacia los aseos de las chicas. Baja por las escaleras del colegio, la más absoluta soledad reina en la escalera de caracol que la conduce hasta el lugar. Una sombra se desliza siguiéndola por la pared. Llega por fin, y están todos vacíos, una extraña fuerza la empuja hacia la cuarta puerta de los servicios sobre la que hay dibujada una siniestra mano negra, justo debajo aparecen impresas en tinta negra unas palabras con las que el alumnado más travieso se parte de risa.

                                                   …” EAU DE MEAO”…

Abre la puerta y escucha el siniestro gozne de las bisagras oxidadas por la humedad y el tiempo. De pronto, una extraña neblina se ha apoderado del lugar y la niña siente la abrumadora sensación de que ya no está sola, dentro del urinario se encuentra frente a unos ojos sangrientos que se clavan en los suyos y le roban la voluntad.

Estos ojos terroríficos son los ojos de una niña adolescente que se encuentra presente en todas las escuelas de Japón, su morada fantasmal es el lavabo número cuatro. No es agresiva, solo pretende asustar a los estudiantes en los momentos de mayor soledad y silencio. Por eso si eres estudiante y viajas al Japón, lo más acertado es ir acompañada siempre al lavabo, si no quieres que el espectro de esta adolescente te mate de un susto. Parece ser que con los hombres no es tan moderada y se ha llevado a más de uno con ella al más allá. Una triste historia revela que perdió la vida debido a un problema de acoso escolar que sufría.  Su venganza consiste en dar sustos de "muerte" y en noches sin luna acostumbra a presentarse si se la invoca. También suele suceder que no te la encuentres y de pronto cuando estás tan tranquilamente haciendo tus necesidades, sientes como una pavorosa presencia  llama a la puerta de tu excusado con el propósito de darte un amigable saludo y de paso a llevarte con ella….