EL MISTERIO DEL TRASTERO, EL FINAL.


Todos los personajes, historias relatadas y la interpretación que de ellos se hacen se deben única y exclusivamente a la imaginación de la autora. Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.

Ya no sé cuánto tiempo hace que circulamos por esta interminable y solitaria carretera. Todo rastro de vida ha sido borrado de un plumazo. El interior de la ambulancia parece haberse encogido con las nuevas incorporaciones, María y Enric, un prisionero albino y una muchacha que tratan de escapar del cruel destino que nos han impuesto. El silencio revela el estado de ánimo en que nos hallamos… 

Madre, ha decidido echar una cabezadita. Su respiración profunda y acompasada denota que se ha dormido. 

Seguimos por una ruta estrecha que se va adentrando en un espeso bosque. Los rayos de sol que se filtran entre las copas de los árboles crean reflejos esmeraldas que arrebatan los sentidos...

La perspectiva de encontrar un núcleo urbano concurrido va desvaneciéndose poco a poco. Las escasas zonas habitadas ya hace rato que van dando lugar a un paisaje de suaves colinas y valles rodeados de bellos estanques… 

El Valle de Arán es una maravilla cada vez más cercana y eso no escapa a nuestros ojos… Las casas son cada vez más escasas, de vez en cuando aparece camuflada en el paisaje alguna masía convertida en casa rural para deleite de turistas amantes de la naturaleza. Se diría que se encuentran perdidas en el bosque, solitarias. Ese es su encanto, su modesto retiro del mundanal ruido, como diría un místico...

Ya está atardeciendo y mi ánimo se encuentra bajo mínimos. En el fondo, estoy aterrada y me domina tal incertidumbre que realizo grandes esfuerzos por sobreponerme al abatimiento… Y, la cosa empeora cuando descubro que la frondosidad vegetal ya va apagando la lujuriosa luminosidad y nos adentra en ese mundo de brumosa oscuridad.

La perspectiva de que se nos haga de noche en esta carretera boscosa es algo que no me seduce. El vehículo reduce la velocidad y se desvía continuando la ruta por una carretera secundaria en  bastante peor estado que la anterior. Se dirige a un lugar apartado, una zona vacía de vegetación. Es un círculo inhóspito y polvoriento, un erial reseco y prohibido a la existencia de cualquier forma de vida. 

Me siento algo así como una intrusa en tierra extraña, en el territorio prohibido de una bestia ancestral y no sé por qué oculta razón acaba de convertirse en un lugar siniestro, la penumbra y la tardía puesta de sol contribuyen a ello. Mi terror llega a su punto álgido cuando Enric, que es el que ha relevado a mi hermana en la conducción, se ha salido de la carretera para dirigirse a la decrépita casa en ruinas  que se levanta desafiante  y solitaria en la pequeña altiplanicie. La vetusta construcción, recortada contra el cielo nocturno, ofrece un aspecto fantasmagórico... Como si fuera una ironía de la vida, conserva todavía la destartalada puerta.

... "No podemos continuar, la noche se nos echa encima y es peligroso… Esto parece un buen sitio para descansar"...Nos explica Enric, tratando de ser conciliador ante la extrema hostilidad con la que ha reaccionado el resto del grupo.

...¿Cómo se le ocurre, con los rabiosos que hay merodeando por la zona? Expresa María por primera vez.

..."De lo que menos tiene que preocuparse es de los rabiosos… Créanme- Le dirijo una mirada angustiosa que él capta - No se preocupe, a nadie en su sano juicio se le ocurriría circular de noche por este lugar"... Sus palabras solo me calman a medias, ya tengo pensando pasar la noche dentro de la ambulancia, nada ni nadie me va a disuadir de la firme decisión que he tomado... Escuchar algo parecido a un silbido en la espesura aún refuerza más mi propósito de no abandonar la ambulancia esta noche… Ahora tengo que proponerlo a los demás y ver si me secundan.

..."Tenemos que hacer un recuento de las mantas térmicas que hay  en la ambulancia". Propone mi hermana, fingiendo que no me ha oído.

..."¿Mantas térmicas, para que?"... Pregunta María.

..." Pues para utilizarlas como saco de dormir. La noche va a ser muy fría y existe el riesgo de hipotermia"... María abre unos ojos como platos. No había pensado en esa posibilidad…En ese momento me planteo proponerle  pasar la noche en la ambulancia…- Enric, me escucha en silencio y luego expone sin titubeos.

..."Pueden hacer lo que deseen, pero no van a descansar y mañana nos espera una difícil jornada... Y, ahora veamos esas mantas"…Manifiesta albino, mientras nos dirigimos silenciosos hacia la parte trasera de la ambulancia…Allí se encuentra rabioso, con tantas emociones me he olvidado de que va con nosotros. No ha experimentado cambios. Sigue inconsciente… ¿Nos habremos pasado con los orfidales?"... Ya comienzo a impacientarme con su tardía recuperación.

..."¿Cómo, llevan un enfermo?.. Enric se muestra sorprendido con el descubrimiento. Sonrío pensando que debe de imaginarse que hemos robado la ambulancia con enfermo incluido.

..."No es un enfermo cualquiera, es un infectado al que le hemos puesto la vacuna"... Trato de explicarme omitiendo deliberadamente mencionarle que llevábamos más muestras- y ahora solo nos toca esperar a ver qué pasa"...

..."¡Vaya!, ¿ Una vacuna?. Es cierto, siempre ha existido una vacuna contra esta enfermedad. Pero dadas las circunstancias igual no es demasiado efectiva. ¿Han notado si ha mejorado?"... 

..." Pues ya ve, muy recuperado no se ve el pobre hombre. Todavía es pronto para aventurarnos dando una respuesta. El periodo de curación ronda los quince días y solo hace dos que se la hemos puesto… Verá que su boca está libre del típico cerco de espuma rojiza que presentan estos enfermos. De todas formas cruzaremos los dedos ya que hemos actuado un poco a ciegas...Es demasiado pronto para hacer conjeturas sobre el asunto.. Y, ahora si me lo permite, voy a ponerle suero, porque lleva inconsciente todo el día y debe de estar muy debilitado"...  Enric me observa en silencio. 

..."Son ustedes una caja de sorpresas"... -Me dice mientras me ve administrarle el antibiótico y el suero. Rabioso ni siquiera se mueve... El resto del grupo opta por dormir en el interior de la casa en ruinas y, yo, tal y como tenía pensado, en el interior de la ambulancia… Como sé que no voy a pegar ojo, aprovecharé para vigilar si se acerca alguien…

El cansancio era extremo y no tardaron en caer rendidos… 

Pronto empiezo a bostezar y sentir ese abatimiento que precede al sueño. En realidad, la inquietud me hace dormir con un ojo abierto, por eso unos golpecitos en la ventana me despiertan sobresaltada… Me incorporo intrigada pensando que debe de ser mi hermana que reclama mi ayuda, pero una ojeada al exterior a través de la ventanilla, me revela que todo sigue desierto, mi hermana no se ve por ninguna parte… Vuelvo a recostarme en el asiento, intentando conciliar el sueño, cuando nuevamente se repiten los golpecitos, esta vez parecen provenir de la puerta trasera de la ambulancia… Me levanto con el propósito de echar un vistazo… Busco la pistola de agua, no vaya a ser que tenga un desagradable encontronazo… Abro la puerta con cuidado… El frío es extremo y mis dientes castañean, no sabría decir si es por miedo o por el frío. No veo a nadie, con paso sigiloso voy rodeando el vehículo, nada, no se ve presencia alguna… Pero al dar la vuelta distingo a escasos metros una animal peludo, simiesco. La oscuridad me impide distinguir lo que tengo a escasos metros… De pronto aquello se endereza y puedo ver su gran envergadura y unos escalofriantes ojos rojos que me contemplan desde lejos… Aquello me horroriza, me doy la vuelta y corriendo me dirijo  hacia el lugar donde descansa el resto del grupo, que,  al escuchar mis gritos se han despertado. Desde la entrada puedo visualizar el resplandor plateado de albino, me sobresalta, parece una aparición fantasmal. Sin embargo se convierte en mi salvador ya que frena mi alocada carrera y en el brutal  encontronazo me despierto. Sudorosa y todavía conmocionada por la pesadilla que acabo de sufrir, dirijo una mirada a mi alrededor,  y otra al exterior. Al otro lado de la ventanilla nada perturba la serena tranquilidad del lugar… Sin embargo me siento desasosegada, medio inclinada hacia delante intento echar un vistazo a los alrededores. Después, me recuesto contra el respaldo del asiento tratando de controlar la taquicardia. Cierro los ojos, respiro profundamente tratando de relajarme. Temo encontrarme con las tenebrosas criaturas de mi pesadilla…En ese momento llega a mis oídos un gruñido sibilante... Esto ya es demasiado,  me bajo precipitadamente del vehículo y me dirijo a la casa en ruinas, penetro atropelladamente despertando a los durmientes bruscamente.

.... "¡ AHÍ FUERA HAY ALGO GRUÑENDO!... Aquí peligramos, estamos indefensos!"... Enric, trata de calmarme, mis gritos parecen no afectarle. Abandona la protección de la casa en ruinas y sale al exterior para cerciorarse de que no tenemos compañía"...

El hombre merodea unos minutos por los alrededores. Al poco rato vuelve a aparecer. Es la viva estampa de la tranquilidad...

..."He observado el exterior y no he visto nada... Pero para estar más seguros dormiremos todos aquí dentro, y taparemos la entrada atravesando la ambulancia delante de la puerta"...

..."¿Y, qué hacemos con el enfermo... Le dejamos dentro o le bajamos y que pase la noche con nosotros?"... Albino me escucha atentamente y tras meditar unos instantes al final se pronuncia...

..."Creo que donde se encuentra está seguro... Además todavía no acaba de superar la crisis y no podemos exponernos a que sufra un nuevo brote y nos coja desprevenidos. Además la ambulancia está bien cerrada y protegida"... Es verdad, no nos podemos arriesgar. Aunque el enfermo haya experimentado una notable mejoría, aún no lo ha superado del todo y en este punto toda precaución es poca...

Enric maniobra con la ambulancia y la sitúa taponando la entrada. Aún así, entre todos intentamos correr la maciza puerta para impedir cualquier posible ataque durante la noche ya que nos encontramos sin más protección que los poderosos muros de la antigua masía... En la lejanía se escucha un constante sonido, algo así como un enjambre de abejas amortiguado... Estableceremos turnos de tres horas, para vigilar durante la noche. 

El sueño hace acto de presencia en sus vidas.. Todavía me siento agobiada por la pesadilla y lucho contra el impulso que se apodera de mí cada vez siento la insana tentación de echar una ojeada al exterior, a sabiendas de que puedo ser testigo de la experiencia más aterradora de mi vida, imaginarnos rodeados por aquellas infinitas sombras oscuras, con un intenso fulgor rojizo, allí donde deberían estar los ojos... Criaturas nocturnas que podrían estar  reivindicando su territorio.

 A pesar de los negros pensamientos que me rondan por la cabeza consigo dormir un poco.

Y, tras un sueño reparador me toca el turno de vigilancia. Son la dos de la madrugada, cuando una gran iluminación inunda la zona donde nos encontramos... La curiosidad me devora y pienso en apartar la maciza puerta y asomarme para ver qué clase de prodigio ha provocado ese estallido de luz... Intento moverla, pero es demasiado pesada y no puedo... Pienso en llamar a albino para que me ayude, pero hace unos minutos que ha dejado de velar por nuestra vidas y contengo mis deseos...  Fascinada, contemplo como una pequeña esfera de fuego sobrevuela  el cielo... Está detenida sobre nuestras cabezas unos segundos. Al final, emite un rayo cegador y parte a toda velocidad hacia el universo. Repentinamente, la luz se apaga... Y yo me quedo con la incertidumbre royéndome las entrañas... ¿Qué ha sido aquella misteriosa luz? Quizá un ovni, y por eso en el círculo no crece ni tan siquiera un insignificante matojo... Después observo a mis compañeros y veo que siguen durmiendo plácidamente. Pienso en comentarlo con albino, tengo el convencimiento de que el tiene todas las respuestas...

Impactada por todo lo que acabo de presenciar, contemplo la inmensa bóveda celeste que se abre sobre nuestras cabezas, esperando ver aparecer nuevamente la esfera incandescente... Al final el cansancio me vence y apenas puedo mantener los ojos abiertos... Ya falta menos para que me releve Antonia.

Sobre las 7:00 horas de la mañana me despierto con la temprana luz del día... Dirijo una mirada  a mi hermana, una carcajada se me escapa cuando la veo profundamente dormida... El resto va despertándose poco a poco...  Desplazamos la maciza puerta y nos dirigimos a la ambulancia para ver en qué estado se encuentra "rabioso"... Nos acercamos hacia la puerta trasera y la abrimos. Está durmiendo a pata suelta... Parece que está completamente restablecido... Ya puede ingerir algo sólido pero con cautela. Después de tanto tiempo sin probar bocado podría no caerle del todo bien... El enfermo se incorpora un poco, lo suficiente para que se aprecie lo extremadamente delgado que se ha quedado... Percibimos en su cuerpo los efectos de la devastadora enfermedad... Me acerco hasta él para ayudarle a bajar. Está muy debilitado y ha estado a punto de caerse, no le quedan fuerzas que le sostengan... Sería ideal una silla de ruedas para poder transportarle. Echo una ojeada a mi alrededor y veo que se encuentra en un rincón del vehículo... Pensándolo bien, creo que sería contraproducente sacarlo de la camilla. Un esfuerzo inútil, bajarlo para volver a subirlo más tarde. Así que volvemos a recostarlo y lo tapamos... Él se opone al principio, pero al final se somete, ya no le quedan fuerzas para resistirse...

Tras un frugal desayuno, a base tostadas revenidas y embutido pasado de fecha,  emprendemos la marcha... Nuestra madre va muy silenciosa, tiene la mirada fija y parece que le cuesta obedecer. Estoy muy preocupada por ella... El viaje está siendo demasiado largo y el ajetreo es algo que no tolera demasiado bien...

La ambulancia deja atrás kilómetros de bosques oscuros, profundos y silenciosos. Escuchar el cercano burbujeo de una corriente de agua cercana contribuye a que el tiempo deje de tener sentido. La ambulancia se desplaza inmersa en una monotonía serena, ajena al nerviosismo. La prisa es secundaria, circular durante horas y kilómetros de carretera se está convirtiendo en algo automático como el respirar. Desde luego soy consciente que en algún lugar, más allá de donde alcanza mi vista, existe todo una civilización urbana, pero ahora me encuentro en un lugar donde los bosques dominan el paisaje hasta más allá del horizonte. Mis ensoñaciones sobre el paisaje que nos rodea son tan intensas que he creído ver un niño entre la espesura.

..."Antonia, detén la ambulancia que me ha parecido ver un niño corriendo por la espesura"... Al escucharme todos abandonan su amodorramiento y centran su mirada en mí..

..."¿Un niño? Me pregunta Leo preocupada.

..." Sí, le he visto, por aquí -digo mientras señalo hacia la izquierda,  a un punto impreciso entre los árboles.

..."Paro, y miramos a ver si lo encontramos"... 

Mientras intentamos encontrar al niño, descubro lo claustrofóbicos que pueden llegar a ser los bosques. Me siento  rodeada, como si la masa forestal se cerniera obre mí. Durante un momento me agobia. El lugar me desconecta por completo de lo que tengo más cercano y llego a sentirme desorientada. Al perder de vista a mis compañeros de viaje me siento angustiada, confusa y vulnerable... El sonido tranquilizador de sus voces ya no me llega y los árboles me rodean aislándome, experimento la sensación de que el bosque está cobrándose una nueva víctima. Cuando ya casi me he olvidado del niño y mi necesidad más acuciante es reunirme con mi familia y compañeros de viaje, creo ver que algo oscuro se mueve delante, entre los árboles..

..."Niño"...Grito con todas mis fuerzas. Y, entonces veo como se da la vuelta. Pero, lo que más me horroriza es ver que no esta solo, a su lado dos personas parecen retenerlo con fuerza... Están algo lejos de donde me encuentro, pero al ir aproximándome lo que descubro me congela la sangre, les miro con estupor y luego dirijo una mirada hacia la ropa que  llevo puesta y comparo. Esas dos personas visten exactamente igual que yo. Es mas parecen ser mis dobles, pero algo cambia en ellas, no tienen cejas y sus ojos son unos agujeros negros. Entonces, rodean al chiquillo, ocultándolo, y acaban desapareciendo. Eso acaba con mi cordura, y con mis gritos los demás no tardan en acudir... Tras explicar lo sucedido, albino empieza a buscar entre la vegetación y los troncos de los árboles..

..." ¿Qué hace?"... Trato de indagar.

..." Nada, estoy buscando la presencia en la zona de un tipo de hongo alucinógeno que provoca estas visiones"... Quedo perpleja al escucharle, igual ha sido un alucinógeno lo que me ha provocado esas visiones...Pero, Enric no encuentra nada  y al final retornamos a la ambulancia y reanudamos el viaje.

..."No es ningún delirio, ya hace tiempo que se rumorea que existen unos demonios en este lugar con la capacidad de transformarse en cualquier cosa. Puede adoptar la apariencia de un animal y hasta la de un ser humano. Incluso la de la misma persona que lo busca, pero siempre hay algo que cambia en su nuevo estado, tener los ojos en blanco o carecer de cejas"... Revela María, clavando su mirada en mí.


María está identificando el tipo de seres con los que me he encontrado en el bosque, los mismos que se han llevado al niño. La experiencia me tiene conmocionada, porque no he podido hacer nada por evitarlo  y surgen en mi sentimientos contradictorios. Todo aquello me parece surrealista. Primero la extraña pesadilla, luego la esfera luminosa y por último lo del niño y mis dobles. Mi mente no es capaz de procesar tanto fenómeno paranormal... Intento alejar esos pensamientos de mi mente, pero la monotonía del viaje lo hace imposible y creo que ya estoy empezando a sentir los efectos del cansancio. Cada vez ansío con más fuerza llegar a nuestro destino.

Al cabo de unas horas hacemos un alto en el viaje, para estirar las piernas y oxigenarnos con el aire puro de la montaña. Un riachuelo se despeña por un barranco y luego sigue paralelo a la carretera. Ver como discurre el agua es muy relajante... Tras un pequeño bocado para calmar el hambre, volvemos a la carretera.

El trayecto transcurre con normalidad hasta que nos encontramos con algo inusual, nos llega el aparatoso ruido que hacen unos árboles al ir cayendo en cadena sobre la carretera. El choque contra el firme la hace temblar. Se diría que una fuerza invisible los abate.  Los derrumbes no cesan y hacen prácticamente imposible avanzar... Los árboles son un obstáculo difícil de franquear. Así que o continuamos el viaje a campo traviesa o nos toca ir retirando manualmente los árboles... Proseguir el viaje a pie es impensable con el enfermo que llevamos a cuestas, no aguantaría ni una hora. Así que nos toca ir despejando la carretera, no nos queda otra. Antonia se pone al volante y el resto, a excepción de nuestra madre, nos toca doblar el espinazo.  Nos apeamos, poco a poco vamos retirándolos, lo justo para que la ambulancia pueda avanzar... 

 Esto es raro, y me pasa por la cabeza que puede ser una trampa...

..."Veo que algo ha irritado al espíritu del bosque- comienza  diciendo María- porque todo esto que está pasando solo puede ser la manifestación de su enojo. Pretende desviarnos de nuestro camino, y sus motivaciones siempre suelen ser destructivas"... En aquel momento se escucha una terrorífica carcajada, parece la respuesta a lo que nos estaba contando María. Todos nos miramos entre si, nuestros rostros reflejan el terror más profundo... Aquello que se burla de nosotros en algún lugar del bosque puede presentarse ante nosotros en cualquier momento... Así que sacando fuerzas de flaqueza, porque el cansancio ya devora nuestra resistencia. Retiramos los árboles que quedan en un santiamén...
Y, después nos dirigimos hacia la ambulancia corriendo como posesos... Una espesa niebla comienza a invadir el lugar...

..."Antonia conduce siguiendo en todo momento la carretera y no te desvíes bajo ningún concepto. Porque otra de las tretas que utilizan estos demonios es jugar al despiste para extraviar a sus víctimas y conducirlas a su perdición... Mejor tápate lo ojos y conduce siguiendo mis indicaciones... Aunque te parezca una locura es lo que tienes que hacer, si queremos llegar a nuestro destino"... Al principio, Antonia rehusa taparse los ojos, pero a final acepta...

La ambulancia rasga la niebla en su avance y Antonia con nervios de acero, circula a una marcha lenta. Después de todo sé que no hay nada que perder cuando todo está ya perdido, cuando la voz de María se ha convertido en una vieja letanía de fondo. Una latente esperanza que nadie puede creerse... 

No hay mal que cien años dure y pronto la niebla acaba por disiparse, la luminosidad del día vuelve a brillar con fuerza inundando de alivio nuestras almas errantes. Y, Antonia consigue por fin liberarse de su venda.

 Pero la tranquilidad dura poco, aguzo el oído, me parece escuchar un ruido de motores lejano. En poco tiempo el ruido se convierte en ensordecedor... Decenas de helicópteros negros atraviesan el cielo, todos parecen llevar la misma dirección... Vuelan muy bajo, casi rozando las copas de los árboles... Casi respiro tranquila cuando desaparecen de nuestra visión...Sin embargo, uno más rezagado queda suspendido sobre nuestras cabezas. No se mueve, no hace ruido. Está observando nuestros movimientos. La insistente vigilancia obliga a Antonia a detener la ambulancia.

Ante la evidente actitud intimidatoria, creo intuir que les extraña nuestra presencia, pero se conforman con esperar, y dejar que nosotros hagamos el primer movimiento... A pesar de la latente beligerancia del helicóptero, no intuyo un peligro inminente. Al final, se aleja a toda velocidad, será para recuperar el tiempo perdido.


..."¡HELICÓPTEROS NEGROS!" -Exclama Enric- Mala señal, este tipo de aparatos están relacionados con casos de secuestros de extraterrestre, mutilaciones de ganado y encuentros con ovnis... Tenía la certeza de que existían. Y aquí está la prueba... Tendremos que extremar la cautela"...

Y, la carretera  sigue ascendiendo, eludiendo curvas y mas curvas que nos afectan, ya que empiezo a sufrir los primeros primeros efectos del mareo... Cuando aparece un pequeño núcleo urbano, es una estación de servicio. Aprovechamos para repostar. No se ve a nadie, ni en el supermercado, ni en el pequeño aparcamiento. Todas las puertas permanecen abiertas, pero no hay indicios de vida. Un silencio absoluto, no hay perros que ladren, ni siquiera el trinar de pájaros. Todo parece en orden, como si se hubiera producido una repentina evacuación. Sin embargo, se percibe en el aire un olor raro. Algo así como los efluvios que despide la basura al ser quemada. Después de llenar el depósito,  nos demoramos haciendo acopio de los pocos alimentos que quedan en el supermercado ya que se encuentra desabastecido... Y, decidimos  proseguir el viaje, creo que nos encontramos en Pont de Suert. En el lugar abundan las viviendas de segunda residencia y edificios de varias plantas.... Sobrecoge la soledad que impera en el lugar... Abandonamos la zona de manera inmediata. La carretera sigue ascendiendo hasta que llegamos a otra pequeña localidad.

 Es curioso, pero conforme nos acercamos al Valle de Arán van proliferando las pequeñas urbanizaciones, sin duda alguna consecuencia del auge turístico de la zona. Atravesamos Vilaller y nos encontramos ante un valle espectacular. Llegamos a un lago de alta montaña, con una amplia zona para aparcamiento... Pero la presencia de furgones negros en el lugar nos hace desistir de la idea de estirar un poco las piernas... Contemplamos con desilusión el encantador camino que conduce hasta las orillas del lago. Los imponentes picos pirenaicos, ya aparecen como una constante en el viaje...

Después de pasar un túnel más largo que un día sin pan, tanto que cuando salimos al espacio abierto, es una auténtica liberación. Un cartel a pie de carretera nos indica que estamos a unos cinco kilómetros de Vielha, prácticamente ya en el Valle de Arán... Si yo tuviera que comparar el Valle de Arán con algo, lo haría con los preciosos pueblos de montaña que aparecen en los cuentos, reminiscencias del bucolismo pastoril que aparece en las narraciones de los Hermanos Grimm, pero ahora me parece algo ominoso y hasta un punto agobiante. Igual tiene que ver con mi estado de ánimo, pero mi  recuerdo de Vielha anda perdido en el olvido, ahora me parece más bien triste... Leo Bausén en un cartel indicador y sé que nuestra próxima parada es el cementerio de Teresa. Cogemos un desvío a la izquierda, una pista forestal en buen estado nos conduce hasta la tumba de la enamorada de Bausén... Un tortuoso recorrido nos lleva hasta el Bosc de Carlac.. Dejamos aparcada la ambulancia, junto a una iglesia. Ya no me sorprende descubrir la ausencia de gente en el lugar, parece como si la tierra se los hubiera tragado. Recuerdo la tenebrosa historia de Roanoke, el mayor misterio en la historia de Estados Unidos, concretado en una palabra grabada en un árbol, ´Croatoan`. El misterio de la colonia perdida y el triste final que corrieron sus colonos, desaparecidos en su totalidad. Descubro que sobre las puertas de todos los edificios del lugar, aparece una especie de cruz hecha con hojas de laurel entrecruzadas.  Tiene todo el aspecto de ser un amuleto para espantar el mal o los demonios, algo parecido al ajo en Transilvania.  Una protección ancestral del hombre contra la adversidad. La soledad que impera en el lugar evidencia que mucho efecto no había tenido. Hay algo intangible en el ambiente que me hace intuir que desde algún rincón oculto nos están observando. El lugar, a pesar de su belleza, no deja de inquietarme. Abrimos la puerta trasera de la ambulancia, ponemos ropa de abrigo a "rabioso"(nunca olvidaré el feroz ataque al que me sometió en  Montjuïc por lo que será difícil que deje de identificarlo con el apodo de rabioso)y entre todos colaboramos para ponerle en la silla de ruedas... Después nos encaminamos por el bello sendero que discurre en medio de un bosque de robles y hayas que culmina en una planicie poblada de acaciasAvanzamos en silencio, inexplicablemente no se escuchaban los sonidos anestesiantes del bosque. Podía sentir la fría humedad de las hojas que tamizaban el suelo como traspasaban mis zapatos. Y el calorcillo del sol en el rostro.., El grupo guarda un mutismo absoluto, como si el eco de nuestras voces pudiera alterar el solitario reposo de Teresa en su cruel eternidad. Tengo ante mis ojos un paraje legendario y  la sensación de que van a aparecer ante nuestros ojos los típicos duencillos y hadas del bosque...Una leve hondonada  protege  la tumba  de la muchacha más solitaria de mundo.. En realidad, el cementerio sólo es una pequeña tumba en la que no faltan flores, íntima y recogida por su rocoso cercado. Contemplamos la puerta enrejada y observamos con curiosidad y respeto su cuidada lápida.. Accedemos al lugar tan místico a través de una cancela de hierro que ciñe el poderoso muro de piedra. Es el lugar de reposo eterno de Teresa.

Sé que la fe mueve montañas y una secreta esperanza sigue latente en mi alma. Mi interés en visitar la tumba de Teresa radica en el hecho de que es un lugar milagroso. Nunca he sido prejuiciosa, nos encontrábamos en un lugar mágico donde todo es posible y nada permanece oculto eternamente, quizá esa poderosa energía telúrica que mana de la tierra propicie la sanación del cuerpo. Es algo que había oído y no perdía nada si comprobaba la veracidad de tales habladurías...

..."¿Sabe la historia de Teresa?" Le pregunto a Enric, dirigiéndole una mirada. Él asiente con un gesto.

..."Sisco y Teresa eran dos primos que se enamoraron y la pareja quiso casarse por la iglesia, siguiendo los cánones de la época, pero su párroco exigía una dispensa canónica bastante cara y por lo tanto no estaba al alcance de los humildes jóvenes. Sin embargo, aunque el cura se negó a casarlos, ellos siguieron juntos  y tuvieron dos hijos. Al poco tiempo de tener su segundo hijo, Teresa enfermó y murió. Al considerarla una pecadora, el cura se negó a enterrarla en el cementerio local. Siguiendo el procedimiento que empleaban con los pecadores, madres solteras, suicidas, prostitutas, eran enterrados en el monte. Aunque sufrieron el rechazo del cura, no así los vecinos, que siguieron tratándoles con respeto y aprecio. Así que fueron los mismos vecinos los que se encargaron de dignificar la última morada de la muchacha y construyeron un cementerio que albergaría una sola tumba, la de la desdichada enamorada que reposa en un cementerio pagano.. 

¡Qué historia tan triste! y con qué doble moral se maneja la iglesia, siendo tan intransigente con unas cosas y tan condescendiente con otras que en verdad son muchísimo más graves....Si tuviera que pedir perdón por todas las vilezas que ha llegado a cometer... No tendría fin...

Volví a extasiarme con la belleza del lugar. Una extraña luminosidad contribuía a creat un paisaje mágico.Y, por alguna razón en aquel lugar sentí algo muy poderoso, era paz. Ya no me hacia nada falta, me encontraba con las personas que más quería. Una simple mirada a mis compañeros de viaje me permitió descubrir que ellos se habían convertido en mi familia y que jamás volvería a encontrarme sola. Rabioso atrajo mi atención, él ha experimentado un cambio radical, se le ve totalmente recuperado y no me quita los ojos de encima. Pienso que igual recuerda las correrías que hemos tenido juntos... Tanto que se  incorpora,  abandonado la silla de ruedas y se me acerca con un paso vacilante, como si no pudiera con el peso de su existencia.

..." Desde que la he visto he creído que tenía ante mis ojos un ángel"...Expresa rabioso mirándome fijamente, apenas tiene fuerza para articular la frase.

¡Madre mía! Pobre hombre, está desvariando.

..." La envuelve por completo una extraña aura blanca y su rostro resplandece de luz divina"...Rabioso me deja a cuadros, no sé qué contestarle, pero creo que lo que le está pasando no puede ser bueno...

..."Ha estado usted muy enfermo- de manera deliberada eludo mencionarle el tipo de enfermedad que ha padecido y sus devastadores efectos- y todavía no se ha recuperado. No se preocupe que cuando se restablezca totalmente, todo se normalizará y ya no tendrá delirios"... La expresión que compone su rostro es de incomprensión. 

..." ¿Qué es lo que ha pasado? Inquiere ansioso sin llegar a asimilar el alcance del mal que ha sufrido".. Mira a su alrededor con perplejidad.

..."Es demasiado largo de contar.. Ya llegará el momento"... Le contesto.

..."¿Y, ahora hacia dónde nos dirigimos? Con su pregunta, albino consigue abstraerme de mis pensamientos, centrados en rabioso.

..." Pues, tal y como teníamos planeado, tenemos que dirigirnos al "Ojo del Diablo", ya sabéis  que nuestra única esperanza se encuentra ahí"...

Los ojos interrogantes de la chica, albino y rabioso se clavan en mi persona...

..."Ya les explicaré".. Les contesto intentando calmar su curiosidad. 

Trato de localizar a mi madre con la mirada y tengo la grata sorpresa de verla charlando animadamente con Leo. Me acerco con sigilo con la intención de escuchar si la conversación que mantiene con Leo, tiene sentido. Ya más tranquila  comprendo que el tema gira en torno a nuestra profesión, la confección. Siento una gran alegría cuando la escucho hablar con orgullo de sus hijas y de las buenas manos que tienen para coser. Hace tiempo que nuestra madre es incapaz de seguir una conversación. Leo la escucha con atención y de vez en cuando le dice algo, que cae en saco roto, porque nuestra madre no es ese tipo de persona que escuche mucho cuando le hablan. Así que la paciente panadera opta por callar. Todo lo que cuenta nuestra progenitora es interesante, un Best Seller como ella decía cuando estaba en sus cabales. La inenarrable sensación que experimento al verla como en sus mejores tiempos, es difícil de expresar.  Es una alegría exultante. Se encuentra a gusto con Leo... Y, quién no, la cariñosa panadera es una mujer muy agradable y paciente...

Y, entonces sucedió, se produce un movimiento imperceptible entre los árboles más cercanos. Miro fijamente si se vuelve a repetir el suceso y sí, algo así como una presencia  se desliza cautelosa entre los árboles... Un escalofrío me recorre el espinazo al imaginar una horda de rabiosos al acecho. Hemos cometido una imprudencia al no hacernos con las pistolas de agua, ahora estamos indefensos ante un posible ataque. Una mirada a la arboleda que nos circunda me permite descubrir que estamos rodeados. No tienen aspecto de infectados. Es un grupo de hombres numeroso que al sentirse descubiertos abandonan  la protección de los árboles y se presentan ante nosotros... Son hombres rústicos. Visten ropas de abrigo rudimentarias, boinas y pobladas barbas. Ellos representan el pasado. Parecen surgir del túnel del tiempo... Me recuerdan a los antiguos "maquis", los legendarios guerrilleros comunistas que se refugiaron en el monte y que lucharon por la resistencia española contra el franquismo, durante la Guerra Civil.
.
Uno de los hombres se adelanta y pronuncia:

..."Bienvenidos al Circulo de los Milagros". Se encuentran ante ´los hermanos del bosque´ una organización que nació para reconquistar la España franquista a mediados del siglo pasado. Gracias al azar entramos en contacto con los fundadores del circulo y nos anexionamos. Ustedes, se encuentran en Tierra de Nadie y eso significa que son refugiados... Pueden seguir nuestro camino si así lo desean, no están obligados... Pero sus posibilidades de supervivencia son nulas... Su otra opción es seguir camino de Francia. "El ojo del diablo", es solo una maniobra de despiste"...El hombre enmudece, algo ha silenciado sus palabras. 

Un sonido amortiguado por la distancia que parece provenir del cielo le distrae durante un breve lapsus de tiempo. Dirigimos todos la mirada hacia el cielo y vemos como lo surca otro impresionante retén de helicópteros negros. El hombre sonríe con satisfacción y no hace comentario alguno- La misteriosa y entrañable tumba de Teresa -prosigue con su monólogo- solo es el umbral que conduce a nuestro refugio".... El hombre encamina sus pasos hacia el sepulcro y acciona un resorte oculto en la lápida y la tumba se abre como por arte de magia... La curiosidad nos puede y  prácticamente nos arrojamos a curiosear las entrañas del agujero negro que acaba de abrirse a escasos metros de nuestros pies... Y, lo que vemos bajo la tumba de la enamorada sobrepasa toda nuestra  imaginación... Descendemos por una pequeña escalerilla que parece desafiar la ley de la gravedad... Al final, llegamos a una gran sala con estalactitas y estalagmitas por todas partes. Sin embargo, la sima goza de una profusa iluminación. El lugar es un ejemplo de lo que el hombre puede llegar a hacer cuando se da vía libre a la imaginación. Los abismos geológicos y la moderna construcción ha dado lugar a una curiosa demostración arquitectónica que arrebata los sentidos. Una pasarela atraviesa un lago subterráneo y nos lleva hasta un balcón que se asoma a una sala circular grandiosa, en cuya pared aparecen numerosas puertas metálicas. Destaca la gran claridad que impera en el lugar... Los hombres barbudos se dirigen a una de esas puertas metálicas y presionando un mecanismo oculto en la pared, se abre y podemos apreciar la gran capacidad de la cabina, es más bien un montacargas... 

Antes de aventurarnos en el interior del gigantesco montacargas, mamá se me acerca.

..."Toma las llaves ya me he cansado de llevarlas... Además no vamos a volver a nuestra casa... ¿No?"...Aquello me dejó descolocada, mi madre desentendiéndose de las llaves, algo tan necesario para su estabilidad mental y ha decidido prescindir de ellas...Lágrimas de alegría comienzan a deslizarse por mis mejillas, comprendo que los milagros pueden existir...

..." Pero, guárdalas bien, que nunca se sabe"... Concluye, pero sé que aquello solo es un resquicio de esperanza en su mente, que poco a poco comienza a abrirse al mundo...

Aprieto con fuerza las llaves que tengo entre mis manos, hasta hacerme daño. Nunca me desharé de ellas. Me acompañarán colgadas a perpetuidad alrededor de mi cuello. Mi madre me da un beso, tengo la sensación de que me ha leído el pensamiento.

El descenso es tan vertiginoso, que he sentido un pinchazo en el corazón... 

..."¿Para cuando está prevista la evacuación completa de Catalunya? Mis oídos se vuelven radares cuando escucho la pregunta que Enric acaba de formular  a barbudo.

..." Pues ya lleva varios días en marcha... No creo que se demore demasiado... Tenemos que extremar las precauciones porque el invasor está a la que salta y espía todos nuestros movimientos. Nos tememos incluso la presencia de infiltrados para delatar nuestras posiciones"... Escucharle me revela demasiadas cosas, temo que esos malvados infiltrados puedan llegar a descubrirnos, pero ya sabemos que en la Guerra todo vale y el fin justifica los medios. Es triste, pero siempre es así.

Cuando llegamos al final, la puerta al abrirse nos revela un prodigio urbano y subterráneo, sin precedentes... Destaca la gran profusión de vegetación diseminada en parques y jardines... Playas urbanas, y edificios arquitectónicos de todas las épocas que ha vivido la humanidad. Es un lugar fabuloso, algo inimaginable... Nos miramos y damos el primer paso hacia un mundo que se nos manifiesta como algo  fascinante, asombroso e incomprensible... Siento un escalofrío en la nuca, giro la cabeza y descubro la mirada sonriente de albino, se le han unido dos mujeres, una pelirroja de profundos ojos verdes y otra con el cabello increíblemente negro, corto y con una suave onda sobre la frente, la contemplo durante unos momentos y me parece de principios de siglo. 

..."Benviguts al Cercle dels Miracles" Pronuncia, sonriente la muchacha.

Sé que quedan muchos secretos entre nosotros y toda una vida por delante, para descubrirlos...

FIN











Comentarios

Entradas populares