PRAT DE LLOBREGAT, LA CASA DEL SEMÁFORO Y EL CUARTEL DE LOS CARABINEROS.


Confirmado, no se trata de Bretaña ni de Normandía, es un paraje que se encuentra en la localidad del Prat de Llobregat.Y, como alguien dijo, nada como viajar para poder apreciar nuestras bellezas paisajísticas.

Desde que vi por por primera vez la Casa del Semáforo en una foto de internet, me entraron unos enormes deseos de visitarla, me frenaba el pensar que podría ser un pelín inaccesible. Así que a pesar de lo nublado que estaba y la llovizna que caía, el domingo decidimos ir a visitarla.

Para llegar es bien sencillo, porque se encuentra en la carretera que lleva a la Playa del Prat. Un pintoresco recorrido sin apenas desnivel que lo convierte en un paseo más o menos largo, apto para todas las edades. Apenas nueve kilómetros que transcurren entre las pistas del aeropuerto. campos de cultivos,  numerosos miradores desde los que se pueden ver como aterrizan y despegan los aviones y masías abandonadas que, tristemente, no han escapado al vandalismo.


Un relajante paseo por el parque agrario del Prat que nos ofrece la visión de sus preciosos huertos terapeúticos, en los que los pensionistas cuidan con esmero lo que plantan durante todo el año. También llamados "Los huertos de ocio" o "huertos familiares" son pequeñas parcelas de cultivo cuya función no se centra en la productividad sino sobretodo en el entretenimiento que conlleva cultivar un huerto.


Para llegar al conjunto de edificios, una vez nos encontramos en el Prat, hay que seguir la indicaciones que llevan a la Playa del Prat, pasado el Cementerio, hay que seguir hasta la primera rotonda y seguir las indicaciones de "Espacios Naturales del Río". Una pequeña y estrecha pista asfaltada nos conduce hasta un aparcamiento señalizado. Y, desde aquí sólo tenemos que seguir las indicaciones de los paneles informativos del Parque, o bien, dirigirse hasta el Centro de Información que se encuentra a escasos 500 metros. De todas formas es en este punto donde se encuentra la pista que te lleva directamente hasta las ruinas.



El conjunto arqueológico se mantiene semiderruido, pero se han mantenido y restaurado para dar a conocer la vida de un cuerpo que durante un tiempo se dedicaron a proteger una parte de nuestra costa.

Las dos construcciones se encuentran a casi dos kilómetros de distancia, un recorrido en el que se puede disfrutar del mundo agrario que se ha desarrollado alrededor de la desembocadura del Llobregat. Un precioso rincón, donde la naturaleza ha hecho posible la creación de un paraje de gran belleza.



Un relajante paseo por senderos henchidos de la fragancia de los eucaliptos que jalonan sus riberas y sintiendo constantemente el atronador sonido de los aviones surcando nuestros cielos

El Semáforo (la casa de las Señales) es un edificio histórico construido a finales del siglo XIX en la zona del Prat de Llobregat. Esta casa fue edificada con la finalidad de regular el tránsito marítimo por la costa y reducir el número de accidentes. Esto se conseguía mediante la instalación de unos semáforos dotados con unos telégrafos ópticos que, siguiendo un código preestablecido, permitían la comunicación con los barcos que navegaban por la costa.

Para las comunicaciones hacían servir el lenguaje de las banderas, que pendían de un palo largo y la telegrafía óptica. Desde el mirador del edificio se veían las señales del Castell de Montjuïc y las de los barcos.

Los vigilantes vivían en el Semáforo con sus familias para garantizar la vigilancia permanente. Hacia el 1910 dejó de ser utilizado como Semáforo y pasó a ser utilizado como vivienda de los oficiales de los Carabineros. Fue abandonado definitivamente en el 1930.


El otro edificio que pertenece a este equipamiento restaurado se trata del Cuartel de los Carabineros, el cual tuvo como antecedente un cuerpo de voluntarios que velaba por la seguridad de la costa, ya que estaban lejos de la influencia del castillo de Montjuïc. En el 1829 se creó el cuerpo de Carabineros del Prat y se instalaron en el cuartel, donde llegaron a vivir 150 personas, ya que los guardias vivían con sus familias. Hasta 1940 vigilaron sobretodo el contrabando de productos gravados por tributos altos como el alcohol y el tabaco. Los Carabineros llegaron al Prat en el 1830, un año después de las formación del cuerpo, su misión era encargarse de la vigilancia de la costa, rescate de naufragios, y, en particular, combatir el contrabando, especialmente, de tabaco. El cuerpo fue disuelto en 1940 como represalia por su fidelidad a la República. Muchos carabineros fueron expulsados y el resto incorporado al cuerpo de la Guardia Civil.

La condiciones de vida en el lugar eran muy duras, padecían inundaciones, enfermedades, pues muchos de ellos morían por la malaria de los mosquitos de las marismas,



Antes de la construcción del cuartel los carabineros vivían en las casas del núcleo urbano. Los primeros edificios datan de 1844 y ocupan el centro y la derecha del ala central. Durante los años 1926-27, se construyó un tercer edificio en esta ala y y dos pabellones laterales. En el patio interior se construyó un pozo artesiano, un depósito de agua y un lavadero. En el año 1939, final de la Guerra Civil hasta 1970, el Cuartel fue ocupado por la Guardia Civil, posteriormente fue abandonado y desmantelado.


En el Cuartel de los Carabineros se han reforzado los largos muros de la fachada de más de 60 m, la cornisa y todo el perímetro de fachadas correspondientes a los pabellones, con hormigón armado.




Existe un acceso peatonal que consta de una pasarela que permite salvar la vegetación autóctona y convierte el acceso en más practicable.



En la Playa de Ca l´Arana, una curiosa y rígida construcción militar neoclásica se ha convertido en un estricto paisaje natural escogido por la naturaleza y las aves para anidar...




La cercanía del mar ha provocado que los materiales empleados en la construcción del edificio estuviesen tan deteriorados por la erosión marina, que ha sido necesario sustituirlos o apuntalar los elementos a conservar.



Conservar la Casa del Semáforo en su estado ruinoso supuso estabilizar sus paramentos estructurales y, por otro lado, sanear todo el entorno circundante y el de la propia construcción. Se propuso convertirla en un mirador con el que poder observar todos los alrededores, aprovechado las dos plantas de que dispone el edificio. Se accede a la planta superior  por medio de una pasarela-rampa que se eleva en espiral y que también cumple las funciones de un mirador que desemboca en la planta alta de la Casa, donde se ha acondicionado un punto de observación en cada una de las ventanas de las cuatro paredes.




La presencia de una arquitectura tan formal como la del Semáforo, con un grado tan alto de ruina mimetizada con el paisaje, sólo podía acarrear una acción estéticamente atrayente de arquitectura superviviente integrada en el paisaje. La construcción de la rampa-pasarela cumple las dobles funciones de mirador y camino que facilita la accesibilidad al edificio y con otras zonas del parque y también impide la progresiva degradación del conjunto estructural que conforman el entorno natural y la Casa.



Al tratarse de una consolidación de los edificios existentes, tanto en el antiguo cuartel de Carabineros como la caseta del Semáforo, se realizaron trabajos de saneamiento para eliminar los escombros del interior, de la plataforma y el entorno.


En la Caseta del Semáforo, la cornisa existente que corona el edificio, se mantiene en condiciones aceptables, por lo que para garantizar su estabilidad general, se cosió piedra a piedra toda la cornisa con grapas de acero inoxidable selladas con resina.


La pasarela de acceso está realizada a partir de pilotes prefabricados de madera clavados al terreno arenoso y servirán como soporte de la estructura y pavimento enlistonado de madera. La barandilla de toda la pasarela está realizada con montantes de madera y una red de seguridad de cuerda.



Pasear relajadamente por este insólito paraje del Prat de Llobregat nos permite descubrir una inmensa marisma repleta de estanques que se desdibujan entre arenales y pinedas donde abundan el carrizo y los matorrales de playa. Todo un placer para los amantes de la naturaleza.que no ha perdido el aspecto de territorio inhóspito del pasado.



Comentarios

  1. Gracias por el reportaje y la explicación, estoy mirando referencias para el proyecto fin de carrera y me ha animado mucho.
    Intervenciones así dan gusto de ver, respetuosa con el pasado, un recorrido que ayuda a entender el territorio sin agresión alguna...
    Es casi la no-intervención.

    Muchas gracias!

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  2. Gracias por el reportaje, estoy mirando referencias para el proyecto final de carrera y me ha animado mucho.
    Intervenciones así dan gusto de ver, respetuosas con el pasado, un recorrido que ayuda a entender el territorio sin agresión alguna...
    Es casi la no-intervención.

    Muchas gracias!

    P.D. Te dejo aquí un proyecto que como paseo me ha recordado a la zona del Prat:
    https://escounpuebloconfuturo.wordpress.com/208-2/

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  3. Hola Clara, quería darte las gracias en primer lugar por visitar mi blog. Y, decirte que tu comentario enriquece mi blog, pero que además me proporciona el aliciente necesario para seguir realizando y publicando artículos con gran ilusión... Muchas gracias y mucha suerte con tu proyecto... También existe un relato de terror ambientado en este magnífico paraje: La marisma tenebrosa.

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  4. elcuartel de carabineros sale en unas escenas de una pelicula de cine quinqui de los años80 fue cuando descubri el lugar

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  5. creo que la pelicula tenia por titulo los violadores

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  6. No sabía que existe una película ambientada en este lugar.

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  7. Unas fotografías excelentes y un reportaje muy bonito.Felicitacione Catalina.

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