DECRETO ESPIRITUAL




¡Buenas tardes, corazones!

Hoy voy a proponer hacer un "decreto" o una "afirmación. Este pensamiento positivo que escoges grabar en tu conciencia para producir un resultado mental deseado. Son palabras y pensamientos con una frecuencia vibratoria muy elevada, cuyo objetivo sería cambiar nuestras conductas y pautas mentales. Las afirmaciones están basadas en pensamientos y palabras que declaran que algo ya fue dado, y que ya es una realidad. Por eso os convoco a la celebración de un personal decreto espiritual el próximo Martes a las 22: horas, variando según el huso horario de cada zona geográfica del planeta. En nuestra peculiar lucha contra el coronavirus ya sólo nos queda nuestro gran poder mental, por eso os pido que en el día y hora indicados todos recitemos o entonemos mentalmente esta especial plegaria de paz, plenitud y abundancia… Todos aquell@s que quieran participar en este ritual espiritual, pueden utilizar si lo desean una vela blanca…” Por el bien de la humanidad deseamos que esta pandemia desaparezca para nunca más volver”...

Ahora que se van a cumplir dos años, tengo que decir que estaba muy angustiada y ni siquiera la inminente vacunación era capaz de aliviar mis temores. Con la llegada del nuevo año y ante la anómala situación, decidí recurrir a esas viejas tradiciones ancestrales que nuestras abuelas no dudaban poner en práctica para propiciar un poquito de buena suerte, como podia ser prender una vela durante toda la noche para "iluminar" los espíritus de nuestros seres queridos fallecidos. Existen varios rituales, la mayoría ya sabéis cuáles son, pero siempre he tenido predilección por la vela blanca, quizá porque era un ritual al que también recurría mi abuela. Pero fijaos que cuando lo hice me ocurrió algo muy extraño, la vela no prendía y la llama de la cerilla parecía más interesada en quemarme los dedos, exactamente igual que cuando intentamos prendérsela a nuestro padre fallecido, es como si su espíritu en aquel momento nos acompañara y se rebelara ante nuestra actitud, y no le hiciera demasiada gracia nuestra ofrenda. Sin embargo, aunque me costó encenderla, duró poco, se apagó, sin más. Mi hermana al verlo, se implicó, creo que estaba asustada, y lo tomó como un mal presagio, se acercó a la vela con la cerilla encendida y con ella sí que prendió, no se apagó y durante un buen rato siguió mostrándonos su cálida y reconfortante luz... 

La prendimos antes de las uvas, formulando nuestros deseos,  y la mantuvimos encendida hasta poco después de las 00:00 para propiciar la buena suerte en el año que comenzaba. 

Y, es que las velas son poderosas, se abre un canal de comunicación directo con el ser divino superior, tal circunstancia las puede convertir en instrumentos para rituales de buena energía…Este es el motivo por lo que siempre figuran en altares religiosos, también poseen un significado esotérico muy interesante y se les  asocia al poder femenino, a la Luna y la maternidad.

Su uso más común es para crear un escudo de protección contra las energías negativas o para eliminarlas de tu entorno. Sólo necesitas prender una de ellas y dejar que se consuma. Si lo deseas puedes orar al encenderla y hacer una petición al Universo. Y, recordad, que no son tiempos para el individualismo, el sentimiento colectivo, la cooperación y las sinergias, son las canalizaciones que se precisan para que cualquier ritual de magia blanca propere. Por eso, mi ritual no prosperó, sólo cuando mi hermana se ha implicado ha funcionado...

Durante el confinamiento, los espacios en los que nos desenvolvimos se cargaron de una energía muy particular, la del encierro y todo lo que ello implicaba. Para unos, se convirtió en una energía de baja vibración, densa y pesada, que era necesario sanar mediante una renovación energética. En este caso la vela ritual, se convirtió en una canalizadora de energía, en una transmutadora, algo parecido a una reacción de alquimia. En este punto cuando resulta un tanto difícil encenderla quiere decir que es posible que lo que pedimos pueda realizarse, pero que es necesario que pongamos también de nuestra parte para poder conseguirlo… Si tras encenderla se apaga sin más, sin la existencia de corrientes de aire, implica que lo que estamos pidiendo va a costar mucho que lo consigamos. Si la vela se apaga tres veces, es un mal presagio, hay que eliminar la vela.

Lo intentamos por aquello de que "la fe mueve montañas"...

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