EL BELÉN "TRASTERO" DE LA COLAU

"El arte de dirigir consiste en saber cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta"
Herbert Von Karajan


Hoy quería compartir mi opinión sobre el “trastero”, “desahucio”, o etiqueta que la ciudadanía quiera imponer al belén ecléctico de la Plaza de Sant Jaume, porque eso es lo que es… Cuando surgieron las primeras obras abstractas, poca gente hubo que se congratuló con los artistas que idearon tales obras de arte, porque eso eran, aparte de tomadura de pelo y un garabateo a la altura de cualquier niño. Pero, claro en la definición conceptual entran en juego otras circunstancias aparte de las meramente artísticas y en aquel caso fueron las culturales, especialmente penosas, que culminaron en las Guerras mundiales, dando lugar a un arte que no trataba de transmitir nada, tan solo si acaso ese especial malestar que provocaba el vacío existencial. Una obra que se identificaba con la “disidencia” en el arte… El belén, de Ada Colau, que no es un belén, es la manifestación artística de la desazón anímica que generan los recuerdos durante estas fiestas. Esa hipocresía “navideña” que lleva al auténtico bombardeo consumista que llena de regalos inservibles nuestros hogares, pero en el que los sentimientos brillan por su ausencia… Un trastero, en el que arrinconar todos esos recuerdos dolorosos y esos regalos que se han convertido solo en un intercambio de favores y no de afectos… Encuentro las críticas “al belén de la Colau” un tanto desproporcionadas, pero también comprendo que los viejos tics tradicionalistas, religiosos, siguen manteniéndose intactos en la sociedad … Y, eso es malo, muy malo...Necesitamos un espíritu crítico para evaluar los cambios que experimenta nuestra sociedad y obstinarnos en mantener una actitud poco tolerante ayuda bien poco… Por cierto, me gusta el belén de la Colau, pero por ese mensaje subliminal de tristeza y dolor en el que se acaban convirtiendo las “navidades” cuando tus seres queridos ya no están aquí para disfrutarlas con sencillez y sin grandes alardes…

Un Belén muy polémico, que además ha puesto de relevancia una vez más el odio que siente la ultraderecha hacia la alcaldesa de Barcelona, porque desde luego no han escatimado en insultos...

Sin embargo, 97000 euros ha costado el derroche de ideas este año... Y, ahí lo tenemos, para bien o para mal, para disfrute o escarnio de la mayoría, no como con  Calatrava que cobraba por proyectos que no ejecutaba, y ni siquiera una queja salió en la prensa, ni se mencionó... 

La realidad es que este mercadeo del arte ahora está muy de moda y eso ya lo descubrió Rembrandt cuando apostó por llevar una vida de lujo, prescindiendo del mecenazgo a cambio de los rentables encargos de la clase más adinerada.

Pero que nadie se llame a engaño, que ya sabemos lo que pasa en estos casos y en la mayoría, licitaciones a dedo y cantidades exorbitantes porque siempre hay que contentar a intermediarios, una "especie" que no se encuentra precisamente en peligro de extinción... Una de las soluciones sería que las administraciones no se implicaran en todas estas realizaciones festivas, que más bien fueran iniciativas que partieran del ámbito privado( por ejemplo, los mismos artistas implicados en el evento) y que el Ayuntamiento sólo se encargara de conceder licencias para la exposición... Pero, claro esto aún levantaría más ampollas... Por eso, porque somos muy modernos para según qué cosas, pero las tradiciones son intocables... 

Lo de "derroche de ideas", entiéndase con un doble sentido, porque el polémico belén es un plagio de una obra de arte que apareció en el 2006 en un punto de recogida de trastos viejos... Un bloguero hizo la foto, intentando salvarlo del olvido y la publicó en su blog, poniéndole como nombre, "Art pobre"... "Lletra ferit", con un irónico sentido del humor, invitaba a todo aquel que quisiera  a acercarse a verla antes de que "unos hombres anónimos con casco y pocas manías se lo carguen todo"... Duró esta muestra de arte destructivo escasamente lo que tardaron los servicios municipales en retirarla... Obra de arte o no, esto es lo que tenemos, precisamente por esa condición de basura inservible y poco respeto hacia la creación ajena hemos podido comprobar los pocos escrúpulos de una "artista" que solo busca fama, pero que las circunstancias han puesto en evidencia... Una obra de arte no tiene que ser bella, solo con transmitir emociones positivas o negativas ya cumple con su función... El arte contemporáneo es eso, una total ruptura con nuestro pasado...
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