LA IMPORTANCIA DE SER COSTURERA O EL "EMPODERAMIENTO DE UN BOTÓN"


"Un buen modisto debe ser: arquitecto para los patrones, escultor para la forma, pintor para los dibujos, músico para la armonía y filósofo para la medida"...

 Balenciaga

Esta publicación viene a cuenta de la diputada de Vox que ha expresado que coser un botón empodera. Aparte de esta perla también defendió en la Asamblea de Madrid que el “feminismo es cáncer”. 

Es evidente que estos diputados de Vox no están contentos porque sufren al ver que las mujeres ya no se quedan en casa frunciendo calcetines o limpiando el polvo, y se han desmadrado saliendo a la calle para protestar por los asesinatos machistas, y esa reivindicación  las ha convertido, según ellos, en mujeres frustradas, masculinizadas, envalentonadas, mentirosas, muy feas y peludas. En definitiva "feminazis". 

Se equivoca Alicia Rubio, el feminismo desea una sociedad diferente en la que hombres y mujeres disfruten de un mundo más justo y solidario. Por lo tanto, es un movimiento que busca acabar con la opresión y las conductas no igualitarias que lo sustentan.. Pero lo que en verdad pretende  es que las mujeres seamos seres autosuficientes, independientes y capaces de decidir sobre los aspectos que nos conciernen y en definitiva, empoderarnos como mujeres… 

Empoderamiento, una palabra rara, que no se sabe exactamente qué quiere decir, dadas las múltiples acepciones que tiene, pero que comienza a escucharse demasiado y en general cada persona le otorga un significado desde su punto de vista o ideología…

Pero, para mí lo que cuenta es ese empoderamiento individual o proceso personal de toma conciencia colectiva  de las mujeres sobre su situación y sus derechos, consolidando su autonomía y poder personal, teniendo en cuenta sus propios límites…

Y, aquí tenemos el problema, la extrema derecha más que de postura igualitarias habla de igualismo, y denostan el feminismo porque en realidad lo que pretenden es que todo siga igual: La mujer en casa y con la pata quebrada”. Puro y duro machismo. Cuesta creer que todavía una parte de la sociedad femenina no se identifique con el feminismo y se retroalimente de los viejos estereotipos machistas o patriarcales, que no participen activamente en eliminar la desigualdad entre hombres y mujeres, sobre todo en la escena laboral...Pero claro, hablar de "feminazis" es menos peligroso que meditar y entender lo que es realmente el feminismo.

Es evidente que a la representante de Vox no le interesa ni el conocimiento, ni la justicia social, sino seguir perpetuando los roles machistas y supremacistas  tal y como están ahora. El feminismo es un cáncer,  expresa la señora Rubio y ni siquiera la RAE alude a la pretendida opresión del hombre. Es más la define como una ideología que busca la igualdad, pero la derecha sigue sacando a la palestra esta falsa dicotomía que tanto usa la ultraderecha en su argumentario.  

Los micromachismos están a la hora del día, pero cuando se sustentan en el clasismo, la situación se vuelve especialmente infame. 

Sirva esta publicación como un pequeño homenaje a todos los sastres y modistas que se dejaron la piel en un oficio que la excelencia convierte en profesión… Por eso todos ellos merecen respeto y reconocimiento... 

Alicia Rubio con sus declaraciones ha restado importancia a una profesión muy digna y no solo eso, ha incurrido en una vejación injusta, no se ha mostrado muy sútil que digamos en su menosprecio del  oficio de la costura, un trabajo gentil que exige mucha dedicación y entrega… Un oficio que siempre ha sido honroso, delicado y artesanal, a diferencia de las modistas o modernas confeccionistas que trabajan con telas nuevas y nobles y su trabajo es más completo. La costurera tiene que emplear retales para arreglar rotos, descosidos o simplemente hacer arreglos leves. 

La etiqueta de costurera le viene de perillas a Alicia Rubio, diputada de Vox al pedir que la costura sea una asignatura en la escuela: «Empodera mucho coser un botón”. Y, lo dice alguien que seguramente no habrá puesto un botón en su vida.

Nuestra madre nos enseñó el oficio y a ella el sastre para el que trabajó desde los 13 años, y no porque quisiera, o sintiera una pasión especial por el oficio, sino porque lo necesitaba dadas las penurias que ella y su familia se veían condenados a vivir en una época de pobreza extrema. Ella, como muchos otros niños de su tiempo, interrumpió su escolarización para incorporarse al trabajo, creyendo que así aliviaría la maltrecha economía de su hogar. Así que nuestros inicios en la costura fue más bien algo improvisado, como también nos enseñó otras muchas cosas relacionadas con la vida doméstica porque su intención era criar unas personas trabajadoras y no unas vagas(palabras textuales) mi padre para no ser menos pues también nos enseñó a empapelar, arreglar enchufes, pintar la casa, manejar una taladradora, colocar zócalo y montar alguna que otra estantería y cajonera del afamado IKEA. Tengo que decir que no nos desagradaba, sólo un poco si mi padre perdía los nervios y se enojaba a la más mínima. Entonces, desaparecíamos de escena, como por arte de magia...

Coser botones, coser de mano era algo que teníamos que hacer para ayudarla. Y, así poco a poco nos fuimos adentrando en el mundillo de la moda, sin descuidar en ningún momento nuestra educación… Sin embargo, con el tiempo, decidí estudiar corte y confección por correspondencia, para completar mi formación, dos años duró el curso. Hoy, casi 40 años después, reconozco que la formación en modistería y nuestro trabajo en sucesivas empresas dedicadas a la moda es lo que más nos ha ayudado en el desarrollo de nuestro trabajo, eso y la tecnología que cada vez es más precisa.

Por lo tanto, no hacen falta asignaturas en la escuela para aprender este oficio porque el tiempo ha convertido a l@s modist@s en técnicos en confección y moda, y para ello hay que estar en posesión del Graduado en Educación Secundaria obligatoria o de FP básica, pero no sólo eso, también se puede aspirar a obtener  un grado superior en diseño de moda donde se imparten materias de patronaje, confección, sastrería, ilustración, estilismo, etc..

En el temario que se imparte entran: técnicas y procesos en la confección industrial, pero también algo que incordiará a los diputados de Vox: “empresa e iniciativa emprendedora”... Seguro que Alicia Rubio comprenderá que eso de convertirla en asignatura en primaria resulta un poco fuera de lugar. Y, no encajará demasiado bien en ese ideario político elitista y autoritario que ataca la idea de ciudadanía al generar ciudadanos de primera y de segunda. Además es un retroceso hacia un modelo de sociedad que ha costado mucho erradicar. 

"El niño será social y la niña familiar"...  Así resume Vox el papel del hombre y la mujer en sociedad. Pretende reinstaurar los viejos anhelos del régimen franquista intentando regresar a los ideales tradicionales, inspirados en todo un sistema de valores que imponía férreas normas morales, ideando para ello una estructura patriarcal que perseguía y castraba a la mujer, relegándola a un segundo plano.

Volviendo al tema de la costura, la falta de información sobre el asunto siempre provoca los mismos comentarios en boca de las personas con las que te relacionas sobre lo facilísimo que es hacer un vestido. Unir todas sus piezas es considerado por muchos como un puzzle… Pero coser una prenda es algo más que eso, es tener un toque especial, una rara habilidad que viene dada con la experiencia… Y, la realidad es que en el acabado de la prenda cada confeccionista deja su huella.

Nuestra madre dice que la hemos superado y llena de orgullo comenta que ya no hay nada que se nos resista. Pero la costura es algo que está en pleno desarrollo y la tecnología se supera constantemente, facilitando nuestra labor. Pero, claro da risa escuchar que un botón empodera, y sí que empodera. lo mismo que trocear carne, limpiar pescado, freír un huevo o fregar el suelo, sobre todo si forma parte de una profesión que te permite vivir sin depender de nadie, tomar tus propias decisiones y llevar perfectamente tu empresa sin la injerencia de nadie, porque la igualdad real nos permite aprender con hechos y con educación transversal ya sea ganándote la vida con un título universitario o con un oficio artesanal... Desde luego, está comprobado que me equivoqué escogiendo la carrera, pero también es cierto que tal deficiencia la subsané con experiencia y pasión, esa que todavía descubro con asombro en el interés que manifiesta mi madre en seguir haciéndose arreglillos en sus cositas… Eso sí, vigilándola en todo momento.

Así que más respeto y reconocimiento hacia un oficio que es tan antiguo como la humanidad y ocupa el lugar en la sociedad que le corresponde...

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