LA CASA DE LOS JEROGLÍFICOS, III







Este relato está inspirado en el hallazgo de una casa toda llena de jeroglíficos. Sobrecoge contemplar en un vídeo que hay publicado en Internet, las paredes y suelos de las dependencias de ese lugar, garabateados con esta escritura ancestral. Nada ha escapado al escriba contemporáneo. Sin faltar una escalofriante maldición dirigida al erudito que se atreva a descifrarlos... Con mensajes tan enigmáticos como "Soy Sarket", Sarket o Serket es la diosa protectora de la magia, además ayudó a Isis en las exequias de Osiris. Un descubrimiento lleno de enigmas y misterios, pero ninguno capaz de opacar la gran realidad que esa casa esconde... Una manifestación genuina de como la magia puede llegar a transformar la realidad física... Un ejemplo más de que no todo es lo que parece y como muy bien se revelaba en la excelente serie Expediente X, "la realidad está ahí fuera"...
Espero que esos jeroglíficos libren al antiguo cuartel de la guardia civil, propiedad del ejército, del derribo, ya que puede dar mucho que hablar y no precisamente por sus símbolos satánicos y la abundancia de sombras, orbes y extraños ruidos de ultratumba.... Cabe precisar que la historia y los personajes que aparecen en el relato son fruto de la imaginación y cualquier parecido con personas reales es mera coincidencia.  De la misma manera, la interpretación que se hace de los jeroglíficos es meramente arbitraria, nada que ver con la realidad… Ya sabéis, por eso de que “las maldiciones” están a la hora del día y tampoco se trata de despertar la furia de los dioses… Pero a veces la flauta suena por casualidad...

«Cuando el pato de los jeroglíficos os muerde -decía Rouge, egiptólogo francés-, ya nunca más os suelta».

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Desde que había recibido la llamada, el nerviosismo se había apoderado de ella… Era tan raro lo que le habían pedido que por una vez en su vida dudaba sobre si no se habría adelantado aceptando… Pero lo que le habían propuesto era tan fascinante que negarse habría sido una incongruencia que la habría estado reconcomiendo por dentro eternamente…  Aurora recordó la conversación con el Comisario, porque no acababa de comprender la situación en la que se veía envuelta.

…”Buenos días, se encuentra la señora Aurora Vargas - demandó una voz masculina al otro lado de la línea- Soy el  comisario de la policía nacional  de Marbella y tengo algo que proponerle”...

…”Pues yo misma. Dígame, soy toda oídos - Replicó la aludida. La familiaridad en la respuesta era debida a que ya se conocían anteriormente y el trato entre ellos no era amistoso, precisamente. A pesar del esfuerzo por reprimir el tono airado, por su profesión, doctora en lenguas muertas, no podía olvidar que siempre estaba recibiendo amenazas y “toques”  de parte de las fuerzas de seguridad, pero tenía el presentimiento de que en esta ocasión iba a ser distinto… 

Había pasado un día y ya iba camino de la misteriosa "Casa de los Jeroglíficos"… Su labor, tratar de descifrarlos…. Circulaba por la 340, mientras pensaba, "¿Cuántos contrastes y desajustes sociales habrá presenciado esta carretera a lo largo de todo su recorrido?." 
Ahora transitaba por la insoportable capital del pijerío español, falsamente patrio y amante de pacotilla de la bandera española... La sombra de Jesús Gil todavía planeaba con sus conocidos pelotazos urbanísticos sobre la ciudad del lujo y el desmadre de los famosillos de tres al cuarto. Ella no se distinguía por ser demasiado sociable, así que no contaba con muchos amigos entre la jet set marbellí... Ahora se dirigía hacía un lugar que bien podría considerarse como una triste metáfora de lo que en realidad era Marbella, un tipo de sociedad en franca decadencia. El antiguo cuartel de los Carabineros, un lugar que ha levantado todo tipo de suspicacias, por un pequeño detalle, la presencia de jeroglíficos egipcios por todas partes. Un engorro para su importante propietario, el ejército. Pero en el fondo, no deja de ser un misterio fascinante que la egiptóloga estaba ansiosa por descubrir… Un lugar que era famoso por las leyendas que sus aventureros visitantes habían inventado y no habían dudado transmitir de boca en boca… Enojada consigo mismo por verse involucrada en algo tan superficial dada su experiencia y atormentada por la idea de que quizá la experiencia podía suponer perder credibilidad en su carrera. El típico descalabro que tanto tememos. Pero, al mismo tiempo no podía dejar de sentir una desazón inexplicable, aquello era como un sentimiento anticipatorio, una premonición concerniente al hallazgo que estaba a punto de descubrir… Y, era algo raro, porque ella no era un tipo de persona que se sintiera atraída por ese tipo de cosas sobrenaturales, como buena estudiosa que era, siempre estaba más pendiente de los libros que de todo lo que acontecía a su alrededor.

El pequeño coche negro recorría la carretera sin hacer apenas ruido. Su motor apenas rugía, y la conductora reflejaba toda la intranquilidad que padecía en ese momento. La mujer permanecía atenta a todas las indicaciones de la vía, pendiente del desvío que le permitiría acceder al camino perpendicular que llevaba directamente al cuartel. 

Aurora no se percató de que un turismo iba siguiendo sus pasos. El aspecto de los ocupantes del coche que la acechaba no era muy tranquilizador, se diría que eran tipos del hampa, de gatillo fácil y tendencias poco amigables. Parecían unos matones de la peor calaña...No cruzaron una sola palabra durante todo el trayecto… Un timbrazo del móvil les hizo brincar en sus asientos…

…” Sí, no la perdemos de vista”... La respuesta no se hizo esperar. Después se produjo un silencio.
….” No la acompaña nadie”....La voz del hombre sonaba quebradiza, impersonal, era ese tipo de voz que con solo escucharla ya te provoca escalofríos. Su compañero le dirigió varias miradas intentando enterarse  de la vaga conversación que mantenían entre murmullos a través del móvil, o en última instancia intentar utilizar las pocas clases que había dado en la academia de policía, para interpretar el lenguaje corporal de los criminales… Pero él tenía poco que ver con los super detectives de la serie televisiva “Mentes Criminales”...Más bien era el alumno menos aventajado de la clase. Pese a su aspecto más bien facineroso, eran dos policías trabajando de incógnito, y su camuflaje rozaba la perfección… Parecían dos macarras recién escapados del talego.
Tan enfrascados estaban en la conversación que  no se dieron cuenta cuando el coche  que les precedía se perdió de vista…Y, no pudieron evitar pasar de largo la salida... Los gritos y las palabras malsonantes no dejaron de escucharse. Incluso algún peatón giró la cabeza asombrado al escuchar los improperios que  surgían del interior del coche...

Aurora iba completamente desorientada así que giró de manera precipitada, tanto que casi se le fue el coche. Pendiente como iba de la arriesgada maniobra se olvidó de señalizar el giro debidamente con el intermitente trasero… Ahora se encontraba circulando por un sendero en estado salvaje. La abundante vegetación en matorrales constituía parte de un pasaje que abrumaba y anticipaba los posibles peligros que podían aguardar en aquel lugar perdido de la costa malagueña… Tras unos minutos, vislumbró, a lo lejos, las  diferentes edificaciones que constituían el conjunto del acuartelamiento.  La imponente construcción sobresalía por encima de las copas de los árboles… Contemplar aquella ruina la hizo sentirse desasosegada… Detuvo el vehículo tras unos altos matorrales, ocultando el coche… El abandono confería un inquietante aire de misterio al lugar… Descubrió que no estaba en mal estado, si acaso el tiempo ya comenzaba a manifestar sus estragos, sin embargo su principal señal de identidad era que estaba vacío… De su peculiar pasado ya no quedaba nada...

Era bien entrada la tarde y aunque el sol no acababa de retirarse, una fría atmósfera imperaba en el lugar… Una rápida ojeada a su alrededor le permitió descubrir la tenebrosa soledad que reinaba en aquellas viejas edificaciones abandonadas. La ruina se había convertido en un auténtico grito agónico de supervivencia, en una llamada de atención hacia su precario estado… Con paso vacilante se dirigió a una especie de edificio anexo… Tenía pinta de haber sido una pequeña despensa en el pasado… Sus ojos se abrieron como platos al descubrir lo que aquellas decrépitas paredes mostraban… Parecía como si una mano poseída por un frenesí se hubiera dedicado a garabatear todas las paredes… Aurora comprendió nada más ver aquella locura que sólo podía ser obra de una persona poseída por alguna divinidad ancestral… Llamaba la atención la gran precisión en la ejecución de los símbolos… Cerró los ojos y una especie de euforia se apoderó de ella. No podía creer lo que tenía ante sus ojos… Y, por primera vez en su vida creyó en los prodigios y en la magia. Allí mismo tenía la prueba más fehaciente de que podía ser verdad… Por un momento se sintió como Champolliom y Napoleón cuando dieron con la “preciosa” piedra rosetta, tras su arduo peregrinaje por el desierto egipcio, gracias al legado del pasado fue posible descifrar el enigma de la piedra… Trató de encontrar la figura humana que daba comienzo al misterioso mensaje que le llegaba del pasado, pero no aparecía por ninguna parte. Se fijó en la orientación de las figuras que aparecían representadas e intentó leer de izquierda a derecha… Una rápida mirada al conjunto le permitió descubrir la gran abundancia de aves que aparecían en los jeroglíficos… Era raro, por un momento pensó que se trataba de un simple juego o de un estudioso de los jeroglíficos haciendo prácticas en un lugar solitario, pero no, aquello era demasiado meticuloso y preciso y el trazado era perfecto… Así que armándose de valor y como si la pared pudiera quemar acercó sus trémulos dedos, la tocó con cautela, pero los apartó como si hubiera recibido una descarga eléctrica…Observó con detenimiento los signos gráficos y pronunció en voz alta…Y, su voz sonó como una vieja letanía en la quietud del lugar...

…”Sa - Ra” - Se trata del hijo de Ra,  o de Horus en su jubileo, el Amado de Amón. En todo caso no parece que se refiera al faraón. Aurora siguió con la lectura.. “pronuncia las sagradas palabras”...Por lo tanto, habla del Dios anciano y su descendiente. Murmuró excitada… Sus ojos se deslizaron de arriba abajo por la columna, musitando una extraña frase: ... “perfectos son los lugares de la Muerte”... ¿Estará hablando de una tumba? Se dijo.

Aquello era demasiado extenso y la noche se le echaba encima así que prefirió hacer unas fotos y ya descifraría tranquilamente su significado cómodamente en casa.

Abandonó el lugar con la firme decisión de examinar el resto del cuartel… Penetró en el edificio por una ventana y lo primero que percibió fue un insoportable mal olor,  un olor penetrante y asqueroso. Era la fetidez que desprende la muerte. Pensó que debía tratarse de un animal muerto, quizá una rata... Imaginar un cadáver en aquel lugar la desasosegó. Se sorprendió ante el relativo buen estado en que se encontraban las paredes, es más su blancura  contribuía a crear una aparente normalidad, que estaba muy lejos de poseer.  Fue caminando por la casa y pronto descubrió que en algunas estancias, se repetía el mismo ritual arcano… Sólo que ahora también aparecían símbolos satanistas y manos ensangrentadas en puertas y paredes. Aurora imaginó que eran posteriores y no tenían nada que ver con los jeroglíficos. Optó por ignorarlos, eran una muestra más de vandalismo… La situación no podía ser más surrealista, en aquel lugar se había reproducido toda la simbología típica de las pirámides, pero no dejaba de ser el automatismo psíquico de un artista que había convertido aquel viejo lugar en un mausoleo de inspiración egipcia. Aurora sabía que aquel misterio sólo acababa de empezar, que el irracionalismo que había servido de inspiración al artista le había llevado a transgredir la realidad y crear una auténtica obra de arte urbana… ¿ Qué había pasado allí?... Se preguntaba una y otra vez, mientras recorría las solitarias dependencias del acuartelamiento y se iba encontrando con la cara salvaje de la destrucción.  Atravesó un pasillo y llegó a una sala en la que destacaba una escalera junto a la pared. Era el único acceso a la planta superior… Llaman su atención unos extraños signos dibujados en el suelo y un peluche decapitado. Su mente evoca la figura de la diosa decapitadora… Decide hacer una foto. Se tropieza con más habitaciones, todas presentan el mismo aspecto, parece como si se hubiera desatado un gran huracán y lo hubiera devastado todo a su paso... Acaba de inspeccionar la planta baja y sus dependencias, pero curiosamente no hay rastro de jeroglíficos… Finalmente, se aventura a explorar la parte de arriba. Su capacidad de asombro aumenta cuando descubre que los escalones no han escapado al furor expresivo del moderno escriba… Todo es lo mismo, representaciones de “Sa Ra”, el Hijo de Ra y la diosa escorpión. Aurora sonrió al imaginar la osadía de los egipcios al identificar al faraón con un pato. Eso si que es un buen secreto  pendiente de descifrar...Cuando ya se encuentra en la planta superior vuelve a encontrarse con otra manifestación de simbología egipcia… Esta vez ha sido inmortalizada con signos de color oro, evidentemente se encontraba ante otra prueba de que todo aquello estaba vinculado al Sol y por lo tanto al Dios Ra ya que su cuerpo estaba hecho de oro. La hipótesis de que posiblemente se encontraba ante una invocación sobrenatural comenzaba a gestarse en su mente...

Sin embargo, tras una observación con más detenimiento piensa que el escriba contemporáneo no es tan preciso en la ejecución de los signos, ya que se aprecia algún tipo de distorsión en el trazado… Diversas estancias se abren al corredor donde se encuentra… Aurora se fija en el gran ouroboros que hay representado en el suelo y las columnas, llenas de contenido, que parten de su contorno como si fueran rayos solares. La mujer contempla sobrecogida las numerosas columnas que hay dibujadas en la pared, descubre alarmada que están vacias,  seguramente los autores volverán a concluir su obra… Una necesidad imperiosa de abandonar el lugar la invade… Presta a demorarse lo mínimo en el siniestro lugar, se dispone a continuar con su reportaje. Nuevamente dispara el obturador de su máquina para inmortalizar la vieja muestra de escritura… Da unos pasos y se adentra en una pequeña estancia muy iluminada y lo primero que captan sus ojos son los jeroglíficos que hay dibujados en el suelo. Fija su atención en uno especialmente, en él se  muestra un enigmático mensaje, Aurora lo descifra mentalmente, "Soy Serket, la diosa escorpión, reina de todos los dioses. Me postro ante ti,  la esposa del gran Dios Osiris, para comparecer gloriosamente en el Juicio de su amado, ofreciéndote mi bien más preciado"... Aurora  toca con recelo el peluche destrozado que alguien había dejado como ofrenda en el suelo. Contrasta la aspereza que muestra al tacto, teniendo en cuenta que era un juguete que atraía a la infancia precisamente por su suavidad. Pero el muñeco ya había perdido cualquier atributo infantil... La egiptóloga cerró los ojos con angustia. Aquello no podía ser cierto. Estaba viviendo la peor pesadilla de su vida. Presentía que aquellos absurdos dibujos iban a cambiarle la vida. Sin embargo, una misión la había llevado hasta allí y no pensaba abandonar, se había propuesto llegar hasta el final y nada ni nadie iba a hacerla cambiar de parecer... 

Como si fuera una profanación pisar los jeroglificos que aparecían en el suelo, los bordeó y acabó en otra habitación en la que se aprecíaban unos grandes espejos, curiosamente estaban intactos, apoyados en la pared. En el fondo de la habitación destacaba una frase en italiano, "Attenzione, spazio quántice", parecía coronar un pequeño altar realizado con cristales rotos dispuestos de manera efectista sobre una hornacina construida en un hueco de la pared

Aurora pensó en la física quántica y su objetivo en demostrar la existencia de universos paralelos creándolos en laboratorios nucleares. Pero quién no es capaz de imaginar que puede viajar en el tiempo, con rudimentarios y primitivos rituales arcanos... Al final y al cabo, Egipto fue una de las civilizaciones más adelantadas a su tiempo y las causas es muy posible que se encontraran en las estrellas. 


La egiptóloga meditó sobre la presencia de los dos espejos y su mente se abrió a la posibilidad de que quizá se encontraba ante la existencia de un portal dimensional. Después de todo, no es tan fantasioso imaginar otro tipo de existencia al otro lado del cristal. La abundante literatura que se ha generado alrededor del tema puede que solo sea un testimonio real de lo que se ha vivido...  Y, que la física quántica y los fenómenos paranormales están estrechamente ligados. 

Todas las paredes muestran jeroglíficos dorados. Inexplicablemente, algo la frena, una especie e energía telúrica que la mantiene pegada al suelo y que impide cualquier movimiento. La estancia de los espejos irradia una atmósfera opresiva que paraliza todos sus miembros, quizá derivada de que en aquel lugar se había experimentado con "la fuerza de Casimir", utilizando la aproximación de dos espejos para crear una fuerza que una las dos placas, motivado por la presencia del vacío y los efectos cuánticos que se producen  en él.

 Seguramente el mensaje en la pared respondía a ese hecho. Aurora supo en ese momento, que todo aquello era montaje y que la realidad es que aquel lugar había sido utilizado como centro de experimentación..

Un impulso de valentía la empuja y penetra en la habitación... Es realmente fascinante, los jeroglíficos parecen bailotear ante sus ojos... Intenta descifrarlos… Aurora  sabe que en esas paredes se escenifica el Juicio de Osiris y los dioses que participan en el ritual... Y, piensa, "Si estas paredes hablarán qué secretos oscuros nos revelarían"...Quizá un poco si que lo ha hecho.


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