REFLEXIÓN SOBRE EL ANILLO

Hoy se me antoja hablar de "los anillos"... Y, no del anillo que nunca acaba de llegar, como dice la canción de Jennifer Lopez, sino del que se entrega con todo el amor del mundo en el día de nuestro casorio... Un anillo que ha dado lugar a muchos relatos inverosímiles... Uno podría ser las explicaciones que dio mi padre, cuando lo perdió en el trabajo al quitarse el mono. Mi padre no usaba mono...Pues eso, antes se atrapa a un mentiroso que a un cojo...Veinte años más tarde, nosotras le regalamos otro anillo, con la seria advertencia:..."ojito con perderlo".

La otra historia es más sofisticada e ingeniosa. Es la excusa que puso un familiar cuando apareció con una alianza, en este caso, solo para la novia en el día de su boda. Explicación del ·"príncipe prometido"... "He tenido que fundir una moneda de oro y sólo ha salido un anillo. Eso sí, es único"... Escuchándole pensé, ..."¿ Y, de dónde has sacado tú la moneda de oro, pardillo, del cofre del tesoro?"... El anillo era exactamente igual a los adquiridos por mi padre. Siempre digo que las mentiras tienen las patas cortas...je,je,je... 

Un vecino, compañero del trabajo de mi padre, resulta que sólo pudo hacerse con un anillo, porque era el último que quedaba y era tan bonito que su futura esposa no podía tener otro... Es realmente muy fecunda la genética antropológica del macho hispano a la hora de inventar historias... Pero, lo más enternecedor, es que en uno de los capítulos del culebrón turco, Sühan, Césur, el protagonista, también le regalaba una alianza a su esposa... Y, ésta, le respondía...

..."¿ Y, tú, no llevas anillo?"...

..." No, pero si quieres que me lo ponga, yo me lo pongo"...En fin, parecía que hablaba más de un condón que de un anillo...je,je,je

¿Qué pasa con los anillos?... Que terrible, maldición pesa sobre ellos... Pues, eso: "¿Y, el anillo ´pa` cuando"...