FELICITACIÓN NAVIDEÑA 2019






“Y ya llega la Navidad”, como diría el villancico, puntual como siempre, para disfrute de unos pocos. Y, casi a la vuelta de la esquina, el final de un año “horribilis” por los tristes sucesos que han tenido lugar en nuestras vidas, pero como se suele decir en estos casos, “no hay mal que cien años dure. Así que esperamos con ilusión y esperanza el nuevo año que entra.

Después del año del perro en la tierra, nos sorprende el año del cerdo con su correspondiente toma de poder, completando al mismo tiempo un ciclo completo de rotación de los 12 signos del zodíaco del calendario chino. Según esta peculiar circunstancia, podemos esperar que el año venidero nos hará un pelín más felices, con más apego a la familia, con un ambiente más festivo y una relajación generalizada . Sin embargo no hay que entusiasmarse que el pasado ha sido muy tumultuoso.Ante tanta relajación es posible que seamos un pelín derrochadores, pero la presencia del elemento tierra compensará los desequilibrios… Aprovecharemos esta etapa para meditar sobre los años anteriores y así prepararnos para nuestra evolución en el proyecto del nuevo ciclo que comenzará el año siguiente, el año de la Rata del Metal en el 2020.

Viviremos una breve etapa que vendrá a contrarrestar los grandes cambios sociológicos suscitados por los conflictivos sucesos que estamos viviendo, pero que solo anunciarán el final de una era y la evolución a un crecimiento espiritual y social plasmados en esas luchas reivindicativas que aspiran al bien colectivo y la mejora social.

Resumiendo, espero que este año que entra sirva para iluminar las mentes “preclaras” de este país y que el paradigmático belén navideño que ha “decorado” nuestra ciudad, cumpla los cuatro principios de la silla: estabilidad, renovación, consistencia y ecuanimidad…
Estabilidad, para lograr el equilibrio social, moral y espiritual que tanto necesitamos.
Renovación, para que se produzca de una manera real el verdadero cambio que todos ansiamos, y que lo juegos de tronos, sólo sean atractivos de manera televisiva.
Consistencia, para que la constitución de nuestro sistema social, adquiera la resistencia, solidez y firmeza necesaria para combatir los últimos dragones de fuego de este mundo que agoniza.
Y, finalmente, la necesaria ecuanimidad que debe estar presente en una elevada moral en todos los juicios e informaciones de nuestros gobernantes.
Estos son los deseos de una mujer que se considera ciudadana del mundo y que solo aspira a que se hagan realidad todo los buenos deseos de la gente.

¡BESOS Y FELICES FIESTAS!

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