EL MISTERIO DEL TRASTERO,III








Montjüic es el pulmón verde de Barcelona. Un paraíso de lujurioso verdor que siempre ha fascinado al que la visita por primera vez. Y no tanto por el excelente trabajo que se ha realizado en sus jardines de estética modernista, sino por el arte  con que el hombre ha sabido crear esa maravillosa exuberancia ornamental que lo caracteriza …. 

Pero, claro, nada dura eternamente, ahora se había convertido en el territorio de la bestia, un lugar lleno de peligro por el que teníamos que transitar… Buscamos los lugares de vegetación más frondosa para ocultarnos…Pero, también había que lidiar con los militares  y mandos policiales que trataban de despejar la zona de infestados. Por ello, rodeamos la Plaza, intentando evitar los controles.  Encomendándonos a todos los santos del cielo, intentamos atajar por una de las calles que daba directamente al paseo que conducía al Palacio Nacional, sabíamos que si accedíamos a los jardines de Joan Maragall y el versallesco Palacete Albéniz, acortaríamos muchísimo el trayecto hasta la primera escalinata que nos llevaría directamente hasta el castillo, pero para eso los bellos jardines tenían que estar abiertos al público… Cosa que dudaba…

A veces, la cosa más inverosímil pasa y el parque ya fuera por descuido o porque el destino así lo quería, todavía se encontraba abierto. El  lugar estaba desierto, no había signos de vida… Y, eso lejos de tranquilizarnos, nos inquietaba porque podía suponer que las fieras pululaban por los alrededores…

Corriendo, sofocadas por el esfuerzo y sintiendo un profundo dolor en el pecho, por el esfuerzo realizado, llegamos hasta la amplia zona de aparcamiento  del Museo, Cogimos la pista asfaltada que llevaba hasta una recóndita Masía y luego se bifurcaba hacia el famoso jardín Joan Maragall, que estaba sorprendentemente abierto… Había que actuar con cautela, ya que aquello se podía convertir en una  trampa mortal para nosotras… Ojeamos el interior y no había indicio de que merodeasen por el lugar los rabiosos… Así que enfilamos el sendero que en línea recta llevaba hasta el Palacete, la residencia de verano de los Reyes… Ahora en franca decadencia… 

El ruido de una rama al romperse nos hizo deterner y dirigir una mirada aprensiva a nuestro alrededor… Entonces hizo acto de presencia una ardilla furiosa, tanto que me hizo pensar que quizá también estaba infestada… El animalito nos mostraba con fiereza sus dientecillos puntiagudos y tenia el lomo arqueado con el pelo todo erizado… Si nos daba un mordisco, estaríamos bien jodidas… Pero, el animal no atacaba, se limitaba a impedirnos el paso. Cada intento de avance de nuestra parte se traducía en una actitud belicosa por parte de la ardilla… Empecé a pensar que el animal no tenía intención de hacernos daño,  sobre todo cuando escuché con total nitidez un feroz gruñido que parecía provenir de un lugar oculto entre la frondosidad del parque...Al escucharlo, la ardillita salió disparada, y trepó por el primer  árbol con el que se encontró... Nosotras, desgraciadamente no pudimos imitarla y solo nos quedaba buscar un escondite seguro... Una cosa estaba clara, nos dimos cuenta de que  aquel enfurecido animal, había tratado de advertirnos del peligro que corríamos si nos adentrábamos en el “jardín de las delicias”... Y, efectivamente, su motivo de alarma no se hizo esperar, pronto visualizamos desde nuestro escondite la presencia de una persona con el torso desnudo y elevada estatura… Merodeaba por el lugar como si se encontrara desorientado… Leo al contemplarlo se llevó la mano a la boca tratando de sofocar un grito, porque cuando el hombre se dio la vuelta, mostraba la boca ensangrentada… Era un rabioso más que empezaba a olisquear el aire, parecía haber detectado algo y contemplábamos con aprensión como se iba acercando peligrosamente  hasta el lugar donde nos ensontrábamos …

…”Leo, -le dije bajando la voz- tenemos que salir corriendo, este hombre nos está olfateando”... 

Leo entró en un estado de nervios incontenible, no reaccionaba y el hombre, que debía de tener un oído muy fino la escuchó… Cuando observamos como se inclinaba hacia delante, adelantaba la mandíbula mostrando una boca ensagrentada exageradamente abierta y sus fieros gruñidos, tuvimos el empuje necesario para salir corriendo, tratando de huir de nuestro perseguidor, Una carrera frenética  como si todas las fieras liberadas de infierno nos pisaran los talones. Huir de una horrible muerte era la única idea que cruzaba nuestras mentes. Y, tanto era nuestro coraje, que al final dejamos de sentir al rabioso, aquello tenía que ser un milagro…Cuando alcanzamos la salida que daba a la rampa del estadio respiramos tranquilas. Pero para más seguridad cerramos el acceso dando un imponente portazo que hizo temblar toda la estructura metálica de la verja y la puerta, que poco podrían aguantar si el gigante aparecía y se proponía derribarlas... Pero, por lo menos le detendría el tiempo suficiente para que nosotras cogiéramos ventaja.

…”Si no recuerdo mal, la escalera se encuentra en las inmediaciones de los jardines de Mossèn Cinto Verdaguer"… Así que dejamos atrás el intercambiador de los teleféricos que subían y bajaban de la montaña y cogimos el desvío que llevaba a los jardines del Mossèn… La escalera se distinguía a la izquierda, y aparecía tal y como se encontraba hace más de 20 años cuando en compañía de nuestras primas decidimos usarlas para llegar al Castillo…

Ahora se encontraban en muy mal estado, pero el camino aparecía libre de rabiosos…Iniciamos la subida, al principio con mucha energía para llegar cuanto antes. Pero al final el cansancio ya hacía mella en nuestro cuerpo y nos faltaba poco para arrastrarnos...

Sin embargo, no tuvimos ningún mal encuentro,  íbamos a buen paso y a pesar de la ardua subida nos encontrábamos junto al monumento de la sardana antes de lo que pensamos…Llegamos justo cuando los camiones comenzaban a librarse de su carga. El camino asfaltado que conducía hasta el Castillo se hallaba invadido por un río de gente sana que avanzaba silencioso hasta la fortaleza, bajo la estrecha vigilancia de los NBQ.

Tuvieron que pasar unas horas, hasta que vi un rostro conocido, luego otro y otro. Eran mis vecinas, aquello me dio esperanzas, Antonia y mi madre es posible que estuviesen en el mismo grupo… Y, no me equivoqué, mi corazón dio un vuelco cuando las vi sanas y salvas. Observé que llevaban la ropa de estar por casa.. 

..."¡Ellas! que hasta se cambian para bajar la basura… Siempre tan cuidadosas de su apariencia y aspecto físico. Seguro que han irrumpido en nuestra casa de cualquier manera y las han obligado a salir sin darles tiempo a adecentarse un poco"… Miro de reojo a Leo, ella ignora lo que pasa por mi cabeza en ese momento…

…”Leo, tenemos que unirnos al grupo…. No nos queda otra… Ya veremos lo que hacemos una vez dentro del Castillo… Desde este momento somos familia y no nos separaremos en ningún momento”.. Leo me mira y sonríe, pero sé que la procesión va por dentro…

…”Lo que digas, Cata, has tomado decisiones difíciles, pero al final has dado con tu familia y eso significa que harás cualquier cosa con tal de estar con ellas… Y, sí, la vida nos ha convertido en familia… Ya te apreciaba cuando aparecías por la panadería siempre tan animosa y simpática… Así que marcharemos juntas hasta que Dios quiera”... Me quedé sin palabras, como siempre que me dicen algo bonito y no sé que contestar. Después de semejante manifestación de cariño la abracé con fuerza…

Se imponía llamar la atención de mis “niñas”... Así que cogí una pequeña piedra y se la lancé a mi hermana… Como es de esperar atiné en una vecina que al descubrirme se le iluminó a cara de alegría, ella le dio un tirón a la bata de mi hermana y luego me señaló… La reacción de Antonia fue bien distinta a la de la vecina… Ella abrió mucho los ojos y comenzó a agitarse diciéndome que no corporalmente… Pero no le hicimos caso y en un momento de despiste del NQB, nos incorporamos al grupo… Si teníamos que pasar penurias, mejor en compañía… Una vez reincoporadas, nos comportamos con normalidad, nada de actitudes efusivas.. No convenía llamar la atención…

…”¿Por qué vais con la ropa de estar por casa?. Le pregunté a mi hermana.

…” Todo fue muy rápido, en cuestión de segundos la calle se llenó con estos camiones. Al principio pensamos que era un simple colapso del tráfico, pero cuando miramos por la ventana creímos eran del ejército, pero ahora no estamos muy seguras… Redujeron a bombazos a los rabiosos y después fueron casa por casa recogiendo a la gente… No nos dieron tiempo para nada"…

…”¿Y, tú dónde estabas?. Me preguntó mirándome a los ojos.

… “Pues me encontré con un tumulto de gente rabiosa bloqueando la calle y me fue más fácil dirigirme a la panadería que llegar a casa… Allí nos encerramos, y te llamé….Viendo que era imposible reunirme con vosotras, la única opción posible era ir atravesando todas las azoteas, porque se comunican una con otra. Así llegamos hasta la de nuestro edificio y el resto, pues ya te lo puedes imaginar. Gracias a la Televisión nos enteramos de que los camiones se dirigían a Montjüic y aquí nos tienes…

..."Has cerrado bien la puerta" Me preguntó mi madre.

No sé porque no me extrañó la pregunta, era típico de ella preguntar cosas así... Era cosa de su enfermedad. La preocupación constante por su seguridad, y las llaves eran la clave que la mantenía en la delicada línea que la separaba de la locura...

..."Sí, mamá he cerrado con las dos llaves. Y además he revisado las ventanas. Lo he controlado todo, antes de irnos... ¡Quédate tranquila!"... Entonces le enseñé las llaves que llevaba colgadas del cuello. Al verlas mi madre se calmó. 

…”Cuando vi que no aparecías y que los NBQ, exigían la rápida evacuación, me llené de angustia… No sabemos qué es lo que pasa, ni lo que piensan hacer con nosotros… Por eso te he dicho que no te unieras al grupo, porque esto no pinta bien…¡Hola, Leo!, -Dijo cambiando de tema- ¿Qué tal se ha portado mi hermana con usted?

…” Hola, pues ya ve, aquí me tiene sana y salva… Si no fuera por ella, quién sabe cómo hubiera acabado”... Leo se estremeció. El terrible final de Begoña todavía la atormentaba...

…” Se rumorea, que todavía no es definitivo… Aquí van a hacer una especie de censo con los supervivientes. Al parecer el  índice de población sano  es muy alto y las autoridades han decidido destinar gente a otros lugares para establecer un perímetro de seguridad en la ciudad. Pero, ya te digo que va a ser algo imposible, ya que todavía se desconoce del origen el brote - Leo y yo nos miramos, ambas teníamos en mente el contenido de la caja del trastero-...En principio no piensan separar las familias. Pero nunca se sabe… Así que vamos a estar aquí ingresadas hasta que decidan  sobre nuestra suerte”...

…”No te preocupes Leo, ya te he dicho que somos familia”...Leo me dirigió una mirada de agradecimiento y sonrió.

…” ¿Y, por qué encañonan a la gente?... Le pregunté mientras dirigía una mirada al hombre armado que tenía delante.

… “Están para defendernos de los rabiosos”... Fue la breve respuesta de mi hermana.

…”Os tengo que contar una cosa”... Ya tenía la firme decisión de revelar el misterio del Trastero.

Juntas ascendíamos por aquel vía crucis de despropósito y dolor… La subida se interrumpió antes de entrar en el castillo, porque cada persona que cruzaba el puente era sometida a un rígido control… Durante la espera, pude comprobar que el foso, que estaba en desuso y se había preferido reconvertirlo en un jardín ornamental en las que se ofrecían bonitas composiciones florales, llegando incluso a recibir premios en certámenes, se estaba anegando de agua. Las penosas circunstancias le habían vuelto a otorgar su primitiva labor, la de defensiva. Imagino que para contrarrestar el ataque de los rabiosos… Poco a poco, el nivel iba subiendo, quedando sumergido todo el laborioso trabajo que durante décadas habían llevado a cabo los jardineros municipales… Aquello lejos de tranquilizarme solo consiguió inquietarme más…

De pronto, se produjo un pequeño tumulto, entre un grupo de gente, que iba delante… Pensé que quizá podría ser un ataque de nervios ante la caótica situación que estábamos viviendo… Pero cuando empezaron los gritos y los feroces gruñidos, supe que era un nuevo caso de rabia declarado… Mi madre nos cogió del brazo, como si aquello pudiera solucionar todos los males del mundo…

Ante el imprevisto, la actuación de los NBQ no se hizo esperar, fue tan fulminante, que entre tres agentes rodearon al hombre y organizaron tal refriega de tiros que en poco tiempo caían abatidos sanos y enfermos…

…”¡Dios santo, si es así como piensan controlar el brote… Estamos apañados… Dentro de nada todos calvos y criando malvas!"...
Pensé.

….”Madre mía, esto es una locura”... Exclamó mi madre, llorosa, como si leyera mis pensamientos.

…”Pronto se solucionará”... Mi hermana trataba de tranquilizarla, pero no estaba muy convencida de sus palabras.

…”Eso no te lo crees ni tú”... Le replicó una vecina que iba más rezagada…

El Castillo de Montjüic estamos hartas de verlo, no hay dependencia que no hayamos visitado… Pero, ahora que ya nos encontrábamos en el interior esperando que nos  tocara el turno para dar nuestros datos ante el encargado, nos parecía distinto a como lo recordábamos… Lleno de gente esperando instrucciones, con caras de preocupación, sin saber a ciencia cierta qué era lo que les esperaba en aquel viejo antro del pasado… Todo el mundo observaba a su alrededor con recelo, como esperando otro estallido de rabia, y es que la tragedia se palpaba en el ambiente y en el ánimo de la gente… El silencio que imperaba en el lugar contribuía a crear un aire de tranquilidad y calma que actuaba como un sedante…

Las familias completas eran recluidas en las antiguas dependencias que aparecían dispuestas sucesivamente a lo largo de una galería que se abría al Patio de Armas, gracias a unos soportales abovedados. Recordé las veces que paseamos por aquel lugar... Siempre lo encontré muy frío, tan acorde con la arquitectura militar... Una escalera al fondo conducía a la terraza superior, su mayor atractivo residía en que era un magnifico mirador... 

La que nos asignaron tenía las paredes encaladas y un enorme crucifijo en la pared… Completaban el exiguo mobiliario dos catres y una pequeña mesita de noche con una especie de palangana. Así que tendríamos que compartir los catres. Una pequeña ventana inalcanzable, era el único resquicio de luz y el único vínculo con el exterior… 

Estábamos tratando de hacernos a la idea, cuando la pesada puerta se abrió y entró uno de aquellos NBQ…

…”Buenas tardes señoras, - no sé pero me sonó raro eso de que nos trataran de señoras- perdonen las molestias y las pésimas condiciones de alojamiento… Pero dado los hechos, hemos tenido que improvisar, para atender y proteger debidamente a toda la ciudadanía… Les comunico que esta situación es temporal y que en breve les será asignado un nuevo destino... Aquí les dejo esto - dijo señalando una pila de ropa que había dejado sobre el catre- para que se lo pongan… La ropa que llevan puesta la meten dentro y después la cierran, - mostró una bolsa de basura con cierre hermético- . También les dejo estos folios para que anoten todo lo que han ingerido durante estos últimos 15 días, ya saben comida, bebidas, agua del grifo o envasada, etc.… Recuerden que nos encontramos en un nivel elevado de contagio y todavía se desconoce el origen de la toxina y estamos en pleno proceso de investigación"…

Cuando el NBQ abandonó el cuchitrill, me acerqué y ojeé la ropa que nos habían traído… Eran monos blancos con capucha… Y, pantuflas que llegaban hasta el tobillo. Era la típica indumentaria que llevaban los agentes que nos encañonaban…

Mi madre comenzó a llorar… Pensaba en la casa que había tenido que dejar y que tanto le había costado conseguir… Tanto que incluso tuvo que pagarla dos veces, porque la compraron sobre plano, hubo un desfalco y para terminar de construir el edificio les exigieron un segundo pago… Pero, la vida vale más que cualquier posesión y eso era algo que comprendería más adelante…

Se produjo otro tiroteo en el exterior. Intuimos que había sido un nuevo caso  declarado y nuevas víctimas inocentes en un brutal experimento en el que las víctimas siempre somos las mismas…

Sin embargo, apreciamos que la refriega estaba siendo más larga de lo habitual…

…”Son cosas mias o parece que dura ya demasiado”...

…” Pues, sí, la verdad, igual han sido varios casos los declarados”...Me respondió Leo.

La curiosidad es algo que me puede y me propuse mirar por la ventana… Pensé llegar a ella por medio de la mesita de noche… "Mis niñas" me miraban sin acabar de entender lo que me proponía hacer… Hasta que me vieron colocarla justo debajo de la ventana… La tanteé, presionándola por los lados para ver si era segura, bailoteaba un poco, pero parecía fuerte… Con que aguantara mi peso bastaba… Sin preámbulos subí y empinándome conseguí que mis ojos alcanzaran a ver lo que se desarrollaba en el exterior… Y, lo que vi me desestabilizó hasta tal punto que casi me hizo perder el equilibrio…”Mis niñas” acudieron rápidas para evitar que me diera el fatal batacazo.

Al otro lado del puente del castillo comenzaba a arremolinarse un grupo de gente, pero era rara, altísima y de piel y cabellos muy claros… Contemplé el foso esperanzada en que ya se hubiera inundado de agua… Y, así era, el agua había cubierto parte y y casi llegaba hasta el puente que servía de acceso a la fortaleza…

Descubrí aterrada que el puente levadizo del castillo había sido izado, aislándonos por completo… Aquellos seres albinos, de pronto comenzaron a gritar y a gruñir como posesos.. La reacción más inmediata desde el Castillo fue un tiroteo brutal y presencié como aquellos extraños seres fueron arrasados sin piedad… Al poco tiempo, un silencio sepulcral invadía los dominios del Castillo más iconográfico de Cataluña, la gloria de nuestra historia, se había convertido en una ciudadela sitiada….Y, también comprendí que si nos tenían que evacuar, desde luego no sería por tierra….

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