LA EXTRAÑA






Un extraño ruido en la cama de al lado la despertó. Parecía que algo se arrastraba por encima. La mujer experimentaba una especie de duermevela desde que su madre enfermó y cualquier ruido por insignificante que fuera la arrancaba del sueño... Se incorporó sobre la almohada y pudo escuchar con total nitidez el sonido intensificado por el silencio nocturno que reinaba en la habitación. Era perceptible el inquietante sonido que producía el roce de algo contra las sábanas al deslizarse con esfuerzo.
-¿Mamá qué haces?... Casi se le quebró la voz, pero no obtuvo respuesta... Intrigada, encendió la luz, para ver qué era lo que estaba pasando...
Cuando se iluminó la habitación, descubrió a su madre sentada a los pies de la cama, entonces la anciana giró la cabeza y le dirigió una mirada de intenso odio....
..."¿Qué te pasa?"... Preguntó desconcertada y un poco herida en el amor propio ante su fría actitud. Perpleja descubrió que abandonaba la cama con una agilidad impropia de su su edad .... Lejos de sentirse aliviada por su repentina mejoría, se levantó y la siguió en silencio por el oscuro pasillo. La hija pensó que aquello no era normal, ver aquella ligereza y  desenvoltura la tenía muy preocupada así que volvió a llamarla y siguió sin obtener respuesta....
Aquello sólo podía significar qué o estaba sonámbula o muy enfadada con ella...
..." Mamá, dime algo, por favor"... Le rogó...
La mujer hizo sus necesidades y le volvió a dirigir una mirada de odio, como si le recriminara en silencio su presencia en un acto tan íntimo... En aquel momento, la hija tuvo la certeza de que los ojos que la estaban mirando no eran los de la mujer que le había dado la vida... Sobrecogida, abandonó el baño y se dirigió a la habitación que compartían.... La madre apareció al poco tiempo, y se recostó sin abandonar en ningún momento su hostilidad... La hija no pegó ojo durante  el resto de la noche... Un luminoso amanecer la sorprendía con los ojos abiertos, todavía impactada ante el cambio operado en su progenitora durante la noche...
Seguía pensando en el extraño suceso, cuando su madre despertó...
..."¿Nos levantamos? La mujer suspiró aliviada cuando volvió a escuchar la voz de su madre, era la de siempre, enérgica, pero con un punto quejumbroso...
..." ¿Has dormido bien esta noche, mamá? Le preguntó con ansiedad...
..." Pues no, no he dormido nada.... ". La respuesta materna la tranquilizó, era la de siempre. En ese momento sintió de deseos de abrazarla y no se reprimió... Tenía tan alterado el sueño que no era consciente de si dormía o no...Y, nuevamente, su anciana madre volvió a incorporarse con dificultad, como si el paso de los años se hubiera convertido en una pesada carga.

Foto, Juan Manuel Guisado en Pixabay...

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