EL AVARO Y EL ENVIDIOSO
Se cuenta que una vez el sol quiso saber qué pecado era peor, si el de la envidia o el de la avaricia. A fin de averiguarlo, llamó a su presencia a dos hombres, reconocidos públicamente como envidioso uno y avaro el otro. Al preguntar para qué habían sido llamados, el sol les respondió que para hacerles un regalo, pero bajo las siguientes condiciones: Les daría lo que le pidieran, con la condición de que al segundo le daría el doble de lo que pidiera el primero. Allí estaban el avaro y el envidioso, llenos a la vez de excitación e indecisión; ninguno quería adelantarse a pedir de primero, pues el otro conseguiría el doble. Uno a uno se cedían el primer puesto con toda clase de falsa gentileza. Al fin, el avaro no pudiendo contenerse más, dijo: " Señor, yo pediré primero. Solicito que me saquen un ojo para que así a éste le saquen los dos.
Esta es la mentalidad enfermiza de toda persona envidiosa, sufren con los aciertos de los demás. La envidia intenta destruir a través de la persecución abierta o de la descalificación y la calumnia. Hablará mal, descalificará y, si no lo consigue intentará meter cizaña a través del chisme, calumniando.
esta mal, el que pide que se saque el ojo es el envidioso y deja al avaro ciego
ResponderEliminarNo está mal, lo que trata de poner de manifiesto es la irracionalidad de la avaricia, de cómo el egoísmo por acumular riqueza nos hace perder el sentido de la realidad. El ávaro no duda en perder el único ojo que le queda, porque simboliza que lo único importante para él es acumular riqueza, y eso le lleva a ignorar lo bueno que la vida te puede ofrecer con la vista. Tiene miga la reflexión, jajaja
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