jueves, 7 de junio de 2018

LA VIRGEN ALCALDESA EN LA ISLA DEL SOL, XXVII





Ñan era hija del Lago Titicaca y, como tal, adoraba el agua y la madre tierra por encima de todo. Pertenecía a una familia humilde integrada por los padres y dos niños. Eran pobres, pero ricos en generosidad y amor hacia sus hijos.
La madre se ocupaba de las labores domésticas y el cuidado de los niños, mientras que el padre era pescador.
Los niños acostumbraban a jugar en las orillas del Lago. Era su lugar preferido de juegos. La madre solía advertirle diciéndole que no se acercara demasiado al agua porque corría el riesgo de convertirse en sirena si prolongaba demasiado el baño… Pero,  la historia en lugar de espantar a los críos lo único que conseguía era despertar su curiosidad y los niños se pasaban las horas metidos en el agua, con la secreta esperanza de ver sus extremidades convertidas en una cola de pez. Sin embargo, un día las aguas del lago estaban muy revueltas por el viento y sucedió que el lago se convirtió en un peligro para  los niños, al ser arrastrados por las violentas corrientes hacia el fondo… El niño, que era más pequeño, desapareció bajo las aguas, ante la desesperación de la niña que no sabía qué hacer… Nadaba de un lado para otro sin percatarse siquiera que su pequeño cuerpo ya estaba sufriendo la metamorfosis. Sus piernas se convirtieron en una cola de pez, pero en lugar de asustarse, comprendió que así podía nadar mejor y le facilitaba la búsqueda. La aleta caudal asomó cuando la niña se sumergió en las aguas tras el rastro de su hermano… Pese a lo turbio, por el barro depositado, al final lo descubrió en el fondo, se dirigió hacia él rápida como una centella, y agarrándolo con fuerza de la cabeza lo arrastró hacia la superficie. El niño estaba inconsciente y no pudo ver con claridad a su salvadora.

Sin embargo, el lago sagrado fue benévolo con la valiente niña y no se cobró una víctima más. Las divinidades del lago decidieron que sólo se convertiría en sirena cuando se adentrara en las aguas, pero una vez fuera, volvería a adoptar su aspecto normal… 

                                                               ****

Ñan se despertó sobresaltada, había creído escuchar en el exterior un aleteo seguido de graznidos. En aquel momento, se sintió invadida por un pánico irracional... Aguzó el oído y creyó que sólo era el bramido del viento, y la agitación de las aguas del Lago. Las olas, al romper contra las rocas estallaban como sordas explosiones. Después escuchó lo otro. Sonaba en el exterior.
No eran pasos.
Igual se preocupaba por nada.

El sonido se escuchaba cada vez más cerca. Pensó en las abominables criaturas que seguramente les habían seguido desde Cuzco... Se acercó hasta la ventana y ladeó el visillo que los aislaba del exterior, tratando de taladrar las tinieblas que envolvían el sendero que conducía a la orilla de la laguna. Aquello, cualquier cosa que fuese, tenía que llegar por el camino.

Apenas se veía nada. Pensó que tenía que salir e inspeccionar el exterior.
Cuando salió experimentó un frío intenso, era como un soplo de viento muy helado que se aproximaba provocando pequeños remolinos de energía. Era poderoso, profundo y cobraba fuerza por momentos. Aquello la inquietó y pensó en refugiarse en su casa. Sin embargo, no podía moverse, sus fuerzas no le respondían... Un raro aturdimiento la invadía.
De pronto, se sobresaltó. Era Julio, que, al notar su ausencia, se levantó y fue a buscarla. Al tenerlo allí junto a ella, se sintió más segura y se arrimó a su cuerpo, como si su calor le infundiera ánimo.

Madrugar fue una bendición para el grupo, si la noche en la Laguna Umayo era de ensueño, el amanecer era la explosión de luz más maravillosa que un ser humano puede contemplar.
Tras un copioso desayuno, ya que la madre de Ñan parecía empeñada en cebarlos, se dirigieron a la oficina de recepción de las ruinas.

La distancia entre la Isla del Sol en el Lago Titicaca y Sillustani era de 132 km y querían partir lo antes posible. Pero Ñan tenía pendientes varias cosas y había que dilucidarlas antes de partir...

A primera hora de la mañana, mientra Ñan se encontraba en el interior de la garita de recepción a las ruinas tratando de salirse con la suya y hacer la llamada, ya que las empleadas no parecían muy dispuestas a colaborar. Pero, constante y machacona como era, al final las muchachas cedieron y le permitieron realizar una vídeo llamada con su comisaría de origen.

..."Hola Carlos, - al otro lado de la línea, el aludido la saludó con la mano- me pongo en contacto contigo porque tengo un peliagudo problema entre manos. Tienes que tramitar de inmediato y con carácter de urgencia una orden de registro, procesamiento y exhumación de la Necrópolis de Sillustani… Porque tenemos indicios de que es el lugar que utiliza una banda organizada de criminales  para deshacerse de sus víctimas. Según las declaraciones de una testigo, que por poco no lo cuenta. Por favor hazme ese favor. Es cuestión de vida o muerte… 

…”Bien, ya mismo me pongo con ello. Pero, tendrás que dictarme el texto”... Carlos, era su mejor amigo en la comisaría y jamas le negaba nada. Así que su colaboración en el asunto estaba más que asegurada…

…”Bien, apunta: Solicito a la Corte Suprema de Justicia de la República del Perú, que ante la urgencia y gravedad social de los hechos, exijo el registro, procesamiento y exhumación de los restos mortales que se hallen en la Necrópolis de Sillustani.. . En vista de las extrañas circunstancias que rodean a las desapariciones que han tenido lugar, durante los últimos meses y según la declaración de una de las últimas afectadas, tenemos pruebas fehacientes de que los desaparecidos han sido inhumados en la Necropolis, para ocultar pruebas.  Dada la importancia del lugar de autos, precisamos que no es una mera exhumación de restos mortales, sino más bien una escena de crimen. Por ello y teniendo en cuenta la profunda trascendencia socio cultural de la zona, las labores de investigación deberán llevarse a cabo dentro de la mayor discreción posible, a fin de evitar la crispación social que se derive de tal procedimiento sanitario policial.  A tal fin, se ruega llevar a cabo una concreta y puntual investigación para conocer, de una vez por todas, lo sucedido en las inmediaciones del Lago Titicaca”...

…”¿Ya está? Preguntó Carlos.

…” ¿Lo has cogido todo?”...

…”Sí, ahora mismo me pongo y se lo paso a Rodrigo. Tranquila, que no creo que ponga pegas al asunto… En verdad que es espeluznante… Cuando vuelvas vas a tener que darme todo tipo de detalles”...

…”¿Cuando vuelva?, De momento esta la cosa un poco difícil… Bueno, dime cuando puedo llamarte para saber si la petición está en marcha”... 

… “ A última hora de la tarde ya podré decirte algo… 

…”Bien, volveré a llamarte…¡Ay que se me olvidaba,! Podías realizar un seguimiento por  GPS de las últimas 48 horas de este celular- Seguidamente, Ñan le deletreó el número - Si puede ser pormenorizado, mejor…  Besos y gracias por ayudarme”...Después cesó la comunicación. Buscó a Julio con la mirada. La sonrisa que alegraba su rostro disipó todas sus dudas. Con un gesto de la cabeza el hombre la conmino a que se acercara y la chica no se hizo de esperar...

El resto del grupo se encontraba curioseando entre las tiendas de souvenirs y regalos del lugar. El objetivo era encontrar unas gafas de submarinismo rudimentarias para iniciar la exploración del Lago Titicaca, en busca de la famosa ciudad perdida que con tantos medios y entusiasmo se empeñó el famoso Cousteau en encontrar, una leyenda que solo quedó en mito.

Ahora Eugene pone un especial empeño en emular al mítico explorador, pero dadas sus peculiares circunstancias y escasez de medios, tiene que conformarse con unas gafas submarinistas de colorines… Hugo se niega.

…”¿No pretenderás que me coloque eso, verdad?. Refunfuñó el piloto.

…”¡ No seas tan prejuicioso, que “a falta de pan buenas son tortas”!?Replicó con ironía la mujer.

Hugo le dirigió una significativa mirada. No quería hacer el ridículo.

…”¡Venga!, triste es el hombre en el que no queda algo del niño que una vez fue”...

..” Nunca he sido niño” Le contestó con sorna, pero al verla sonreír se le fue toda la reticencia y se encasquetó las gafas.

…” Por Dios, esto no es serio”... Suspiró.

…”¿Qué es lo que buscas exactamente?

…” He descifrado las líneas de Nazca y sé exactamente donde se encuentra la ciudad sumergida que tanto se empeñó en buscar Cousteau.

…” Has descifrado los enigmas de Nazca… ¿Cómo?¿Lo has hecho sola o te han ayudado.

…”¿Tú qué crees. Soy lista - dijo modestamente- pero no tanto. Pues, tomando como guía los famosos “quipus". Tenía conocimiento de un estudiante que hace poco publicó un estudio sobre ello y me puse en contacto con él... El descubrimiento fue sorprendente.”

…"¿Y, no me podrías adelantar algo?”…

…”Pues, no cariño, pero tranquilo porque no te dejará indiferente”... Sentenció la abadesa maldita.

De momento, has de saber que los quipus, ademas de contenido numérico son un importante acopio de información literaria… También se ha descubierto que por evidente influencia con Mesopotamia y Egipto, las líneas de Nazca podrían ser un gigantesco jeroglífico por descubrir… Busque un estudioso sobre el tema, el mejor que existe en la actualidad y me encontré con el hecho mas sorprendente que puedas imaginar, pero también comprendí que dada su relevancia no podía ser descubierto al mundo. Que toda esa riqueza cultural desaparecida, se lo debemos a los españoles. Lo cierto es que se trata de las coordenadas de unos lugares determinados a los que recurrir en caso de que la cosa se ponga muy fea … Pero como es un lenguaje codificado, solo puede ser entendido por los que tengan relación con este tipo de escritura, es decir, los nativos… 

Y,  por eso, acabo de ponerme en contacto con unas personas por teléfono y se muestran partidarios de ofrecernos su equipo de buceo y submarinismo para que podamos hacer lo que nos proponemos…

…”¿Cuándo has  llamado?”... 

…"Nada más llegar me he puesto en contacto con un amigo que lidera este grupo de científicos. Una empleada de la oficina de recepción se ha mostrado muy amable y me ha permitido telefonear. Bueno, eso y que la he amenazado. 

Al escucharla Hugo puso los ojos en blanco, pensó:·¡ Esta mujer es incorregile!

…”Y, con qué la has amenazado, exactamente”... La interrogó con un deje de ironía.

…”Nada, cositas mías…¡ No quieras saber tanto! A veces mantenerse en la ignorancia es lo más inteligente”. Le contestó mirándole fijamente. Hugo sintió como se estremecía. La mirada fija de Eugene siempre le provocaba ese efecto… 

.. ¡Venga, chicos!, tenemos que partir de inmediato, -Dijo al resto del grupo- he quedado con el equipo de exploración submarinista boliviano, no les hagamos esperar"...

La furgoneta avanzaba por una carretera asfaltada que cruzaba limpiamente los hermosos paisajes altiplánicos. El paisaje era monótono, interminable y casi pelado de vegetación, seguramente debido a las condiciones climáticas extremas de aquellos parajes, pero no carecía de encanto.

Cuando por fin llegaron a la isla, descubrieron que estaba recorrida por hermosos senderos hacia todos los puntos cardinales… Descendieron por una abrupta loma de zarzas  y pedruscos,  pronto alcanzaron  la ensenada que simulaba un pequeño puerto, un abrigo al lago Titicaca… Contemplaron las pequeñas embarcaciones que estaban fondeando en el agua. Buscaron el punto en que la isla del sol y la isla de la luna estaban unidos por una línea invisible. Era el lugar donde se encontraba  el equipo de submarinismo con el que contacto Eugene. Les esperaban con todo el equipo necesario para la zambullida y un gran catamarán…  Tras los abrazos y saludos afectuosos. Eugene se disculpó por la demora.

…”No se preocupe, ultimamente, estamos realizando labores de limpieza en el fondo del Lago, y eso nos ha mantenido ocupados. Asi que no hemos notado su tardanza”... Le contestó con una gran sonrisa.

..."Gracias, Juan, siempre tan amable y comprensivo.  Su ayuda nos es muy valiosa”...

…”Mire, aquí tiene todo lo que precisa, y si necesita algún tipo de asesoramiento a la hora de utilizar el equipo, solo tiene que decirlo”...

..."No nos hace falta asesoramiento, ¡verdad querido? Hugo es un hombre curtido en todas las ciencias y oficios"... Concluyó mirándole con picardía. El hombre se despidió con una sonrisa y se alejó para reemprender nuevamente la tarea que le tenía ocupado.

…”¿Estará hablando en serio, o se estará guaseando” Pensó el Piloto, es que la irlandesa era de ese tipo de mujer con la que no sabía a qué atenerse y es que conocerse desde desde la Baja Edad Media, no le servia de gran cosa. Eugene siempre tenia la facultad de sorprenderlo…

..."Hugo, tienes que encontrar algo de suma transcendencia, es una  inscripción que aparece en uno de los muros del templo que hay sumergido en estas aguas… Dijo mientras le ofrecía una cámara de visión marina- cuando la encuentres lo grabas todo con detalle… En esa inscripción viene detallado el acceso a una ciudad sumergida, que según algunos estudiosos del tema podría ser la legendaria Atlántida…  No te demores, en cuanto la encuentres haces unas cuantas tomas y regresas, que corren muchos rumores sobre este lugar y soy de la opinión que cuando ·”el río suena, agua lleva”.. Me encantaría acompañarte en esto, pero tengo acuafobia… Reminiscencia de mi vida pasada…¿Lo entiendes, verdad.cariño?

Hugo hizo un gesto afirmativo con la cabeza. Mientras se subían todos al catamarán. Pero en realidad pensó.

..."¡Anda que no tiene cuento la moza... ¿Acuafobia?. No, amiga. Nos conocemos demasiado bien"...Sin embargo, no pronunció palabra. 

..."¿La Atlántida en el Titicaca?Ya es lo último"... dijo Julio despectivo.

.."Sí, los científicos pensaron en ellos cuando los arqueólogos dieron con unas vasijas que tenían escritura cuneiforme...
Recordad que fue Platón el primero que reveló su existencia e incluso Colón y su afán de conquista quizá solo  ocultaba sus deseos de descubrir la Atlántida... Jacint Verdaguer, Platón y Aristóteles, todos ellos suspiraban por esta mítica ciudad sumergida...Ni siquiera Cousteau con su carísimo equipo fue capaz de dar con ella"...Concluyó su discurso la abadesa.

Hugo se estaba colocando el traje de neopreno,  y cargando la botella de aire comprimido en la espalda. Miró con desagrado las gafas y las desechó, prefirió utilizar la máscara del equipo. Ya estaba  preparado para zambullirse en las frías aguas, cuando Ñan, aprovechado un despiste de sus compañeros, se apartó discretamente, y oculta tras unos matorrales se despojó de todas su ropas y corriendo de sumergió en las aguas…En ese momento el catamarán se hacía a la mar.

Hugo remoloneaba en la cubierta de la embarcación, parecía resistirse a la idea de lanzarse al agua, hasta que al final se decidió y se tiró de cabeza sobre la acuosa superficie del lago y el agua se lo tragó.  La calidad de la misma era sorprendentemente buena, se vislumbraban todos los detalles del fondo con total claridad… De pronto, creyó visualizar en la distancia una figura humana, nadaba con gran agilidad y a una velocidad asombrosa. En un momento, la persona hizo un giro y descubrió la gran aleta caudal con la que se desplazaba con total naturalidad como pez en el agua. Hugo pestañeó dos veces creyendo que se trataba de una ilusión óptica… Pero, no, aquel ser al ver que se había detenido unos instantes, frenó su avance acuático y se giró… Hugo casi sufre un infarto, al sentirse observado por aquel ser que presentaba el aspecto de una sirena… No podía apreciar las facciones de la mujer. Ahora se mantenía en posición erguida, ante sus ojos,  con el  negro cabello ondulando en el agua, ocultado su torso desnudo.  Parecía indicarle que le siguiera en aquel periplo subacuático… Después se dio la vuelta y prosiguió su avance… Hugo supo que tenía que seguirla, porque aquel ser mítico quería mostrarle algo…

De pronto, penetró en una angosta cueva. La sirena emitía en aquel momento una extraña fosforescencia que contribuía a disipar toda la oscuridad… Al final del túnel, penetraron en algo parecido a una calzada… Una rápida ojeada al fondo, le permitió distinguir que estaba perfectamente asfaltada….Se levantaba a ambos lados de la misma, Una muralla gigantesca cubierta de corales y líquenes marinos que desprendían un extraordinaria luminosidad. . Hugo contemplaba extasiado las hermosas huellas de aquella civilización que intuyó poderosa en el pasado, los numerosos bloques y monolitos que se levantaban en el fondo desafiaban las leyes de la naturaleza, en pugna contra el líquido elemento. Recorrió aquella belleza submarina durante cinco minutos asimilando todos sus detalles… Al final vislumbró borrosamente la estructura lineal de lo que parecía una fortaleza ciclópea de similares condiciones arquitectonica a la de Ollantaytambo. Comprendió que tenía ante sus ojos una ciudad construida con inmensos bloques de piedra con caminos de piedra que llevan a lugares desconocidos y peldaños de escaleras cuyas bases se pierden en las profundidades del lago entre una tupida vegetación de algas. En uno de los edificios centrales se abrían unos orificios trapezoidales, donde destacaban unas pequeñas inscripciones. Hugo sintió algo muy parecido a la euforia cuando comprendió que aquello era lo que Eugene estaba buscando. Rodeó la construcción y se encontró con una placa en la que aparecían unos signos desconocidos. Volvió a capturar la imagen con su cámara.…. En ese momento, perdió el rastro de la sirena. Inexplicablemente, parecía emerger de los orificios una fosforescencia verdosa que otorgaba una atmósfera de irrealidad al fondo del Lago… Después, una multitud sombras antropomórficas que lanzaban destellos grisáceos,  emergieron de los orificios trapezoidales de la construcción, parecían avanzar retorciéndose por el agua a gran velocidad. El terror se apoderó de su mente cuando pudo apreciar unas luminiscencias rojizas, Hugo supo que tenía que escapar de aquel lugar lo antes posible.. Aquellas cosas nebulosas eran peligrosas. Eran los guardianes del lago y estaban al acecho.… Espantado tuvo que salir despavorido a la superficie perseguido, con muy malas intenciones, por aquellas extrañas criaturas del abismo. Extenuado y con las fuerzas al límite… Se subió como pudo al catamarán, especialmente con la ayuda de sus compañeros. Emergía de las aguas más muerto que vivo y con el firme propósito de no revelar su experiencia con la sirena. Igual pensaban que todo había sido producto de la baja presión atmosférica marina.

Hugo le ofreció todo lo registrado en el fondo del lago y sólo con ver la expresión del rostro de Eugene, ya se sintió reconfortado. Comprendió que a veces correr un peligro merece la pena, si la recompensa lo vale.

Se demoraron lo justo en la isla. 

Ñan no necesitó hacer la segunda llamada. La respuesta de la Corte Suprema de Justicia se filtró y saltó a los medios, en un espacio de tiempo de poco más de una hora, la noticia salia en todos los canales televisivos del país… Hugo se vio obligado a ralentizar la marcha a causa del grupo de gente que invadía la calzada, portando pancartas con el mensaje “SILLUSTANI, NO SE TOCA”, supo que por una vez en la vida, la burocracia en el Perú había actuado con celeridad y la cosa era extraña, muy extraña…

 Cuando llegaron a la puerta de acceso a las ruinas se encontraron con todos los efectivos policiales que llevaban a cabo la investigación, pero un grupo de personas encolerizada, bloqueaba el acceso…

.."Sillustani, no se toca, representa la memoria colectiva andina, la memoria ancestral de nuestros incas y no vamos a permitir que se cometa sacrilegio en esta tierra sagrada"...

..."Apártese o le detenemos por obstrucción a la justicia"… Vociferaba un policía agitando una porra..A continuación se produjo el primer altercado entre policía y manifestantes. Una batalla campal, que lejos de amainar amenazaba la integridad de las ruinas ancestrales.

Eduardo se interpuso entre manifestantes y policia, en el momento en el que se producía una avalancha de proyectiles de piedras, sus intentos de mediar le costaron caro, una piedra impactó en su sien y allí quedo su vida, sus esperanzas e ilusiones.

Cayó fulminado. Irene supo que estaba muerto, al ver sus ojos extrañamente fijos en un punto, miraban sin ver. La tragedia la destrozó, aniquiló su alma con la fuerza de un rayo devastador. Cayó de rodillas, ni siquiera sintió las piedras que se clavaban en sus rodillas, y se abrazó al cuerpo inerte de Eduardo.

…”¡ EDUARDO, AMOR MIO, NO ME DEJES - gritaba llorando- ¡No me dejes!, -repetía una y otra vez, como si su ruego tuviera la suficiente fuerza para arrebatárselo a la muerte traicionera. Aquel triste momento la había convertido en un personaje de la tragedia griega, clamando a los dioses por la pérdida de su gran amor. Moderna Medea que desconocía que el amor que ambos se profesaban había dado su fruto y comenzaba a gestarse en su vientre...

Socorro contempla la muerte de su amor reencarnado, con una rara expresión en el rostro. Es el reflejo de la desolación y la tristeza… Pero, su serenidad y entereza solo es aparente, en su interior crece descontrolada una ira que amenaza con ahogarla… 

Socorro se acerca hasta el finado y al contemplar su cuerpo sin vida, sus ojos vidriosos y la boca ligeramente abierta en un rictus de dolor, vuelve a despertar esa vieja venganza que la acompaña durante toda la eternidad

…”¡Malditos seáis todos, malditos descontrolados en vuestra ira que solo se cobra inocentes… Malditos seáis ahora y siempre. Y, vuestro destino es que vaguéis vivos o muertos durante la eternidad hasta que purguéis vuestro delito”...

El cielo su cubrió de nubes y durante unos segundos el día se convirtió en noche, los manifestantes al ver el fenómeno meteorológico se calmaron, impactados por el prodigio. Después un silencio ominoso se apoderó del lugar y contemplaron con estupor como las chulpas milenarias se iban desintegrando, como si una poderosa fuerza telúrica las agitara sin misericordia…

  Después, los muertos abandonaron sus sepulturas y caminaron sobre el camposanto. Pero no eran los legendarios incas, eran personas contemporáneas y cercanas, que por sus ropas harapientas se intuía que llevaban algún tiempo muertos… Los condenados caminaban sobre la tierra y la feroz expresión de su rostro, congeló la sangre de los allí presentes…Ñan se enconfró cara a cara con un muerto en vida que tenía algún parecido con su hermano, Paquico. Cuando lo vio, tan próximo, se acercó tratando de encontrar alguna lucidez en su mente. Pero, el condenado al ver que la mujer osaba tocarle le enseñó los dientes con una ferocidad salvaje, que espantó a su hermana y salió corriendo, con la abominable criatura en que se había convertido su hermano, pisándole los talones. Ñan lloraba desconsolada, por la revelación y rabia por los monstruos que es capaz de generar la intolerancia de la gente.. Paco gruñía y corría como un poseso tras su doliente y espantada hermana. Todos salieron huyendo. En pocos minutos, la Necrópolis de Sillustani se convirtió en el territorio de los condenados…Pero Irene, reacia a separarse del amor de toda su vida, seguía abrazada férreamente a su cuerpo sin vida. Sus amigos consiguieron separarla del finado y se la llevaron casi a rastras. Separarse de Eduardo, le costaba la vida. 

Alcanzar la furgoneta e introducirse en ella, luchar contra los manifestantes, turistas y policía, en su huida, convirtió en toda una hazaña intentar llegar al vehículo e introducirse en él, tratando de evitar a toda aquella marabunta de gente.

…” Tengo que regresar a por mi madre no puedo dejarla sola en este lugar”... 

….”Bien, intentaremos llegar hasta ella, con la furgoneta. Ayer pudimos comprobar que aunque el terreno es accidentado, puede circular por él un vehículo. perfectamente…. A trompicones, la furgoneta fue avanzando por el fangoso terreno. Hugo temía el momento en que pudieran embarrancar, pero pronto llegaron a su destino sin ningún tipo de problema. Una vez delante de la vivienda, Ñan se bajo y recogió a su madre, que como ya era habitual en ella la estaba esperando… La mujer se resistió un poco al principio, pero a final cedió. Y, en silencio, se dirigieron a la carretera nacional camino de Tihuanaco.

Irene lloraba desconsolada al haber tenido que huir dejando abandonado a Eduardo. 

..”¡Socorro, nos lo han vuelto a arrebatar!”. Consiguió decir, mientras hipaba entre sollozos…

…” La vida se empeña en separarnos, pero el destino no ceja en su empeño por volver a reunirnos…. Nuestro amado volverá a nosotras”... dijo abrazándola, unidas en el infortunio.

Julio le reveló a Ñan.

..." No tienes que indagar más, ni realizar ninguna llamada. Ante nuestros ojos se ha revelado la más cruda realidad, los cuerpos de los desaparecidos se encontraban en Sillustani y ahora caminan sobre la tierra como condenados, en busca de venganza"… Una mirada hacia la barbarie, bastó para que sus retinas retuvieran toda la macabra escena que quedaba atrás…

…” Es mi castigo por el cruel crimen que cometí para poder escapar"...Irene no tenía consuelo, su dolor era extremo.

…"¿CRIMEN?"..."Preguntaron todos al unísono..

..."Señora, era su vida o la de ellos - Dijo Sathiri, respaldándola en su acción- Aquellas personas eran las encargadas de conducirla ante el kharisiri. Ellas tenían que prepararla para el gran ritual del equinoccio. Iba a ser sacrificada, y si cae en su poder seguirá siendo la victima propiciatoria que ellos necesitan para seguir con su plan"…

…” ¿Cómo sabes eso?"...Indagó Irene.

… "No me ha reconocido, pero soy uno de los intraterrestres que facilitó su huida y el que le suplicó que no nos olvidara y que regresara para liberarnos"...

…”Sathiri, estoy profundamente agradecida por vuestra ayuda providencial… Y, siento no haber podido socorreros en este momento tan duro… Pero ya sabes que las cosas empeoraron y no fue posible cumplir lo prometido, por causas ajenas a mi voluntad"...

… "Ya lo sé y lo disculpo… Las cosas sucedieron, sin que pudiéramos ni siquiera imaginar lo que se avecinaba… En cualquier caso, ahora se encuentran bajo tierra y eso les beneficia"...

Hugo dirigió una última mirada a la barbarie que dejaban atrás…  Y, creyó distinguir en mitad de la calzada la figura de un condenado que les miraba fijamente, era Eduardo. Un bache de la carretera le obligó a apartar la mirada, pero cuando volvió a mirar para cerciorarse, el condenado ya había desaparecido…

Pero, lo que no vio Hugo, fue que Eduardo estaba rodeado por los condenados, concentraba la mirada en ellos, como si por algún extraño prodigio pudiera comunicarse con ellos. Los  muertos en vida parecían escuchar con la cabeza gacha,  emitían gemidos y se limitaban a asentir en silencio, menos uno que despistado dijo no. Eduardo le reprendió gruñendo y enseñando los dientes salvajemente. El condenado cambió de actitud diciendo que si atropelladamente.… Después, todos miraron hacia la carretera y siguieron la misma ruta que la furgoneta y sus ocupantes. Los nuevos Peregrinos de las Tinieblas.

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