LA VIRGEN ALCALDESA, VIAJE AL LAGO TITICACA XXV








Eladio Mancebo  informó a Candelas demasiado tarde de la desaparición de Irene, y el propósito de Socorro de viajar a  Cuzco. Aún así intentó irse con ella. Pero llegó tarde… No obstante, la muchacha pensó que no había nada imposible y trató de alcanzarla en el último momento… A una velocidad vertiginosa tomó rumbo hacia el famoso aeropuerto madrileño… Cuando llegó, consternada, descubrió que Socorro no se veía por ninguna parte. Echó una rápida ojeada a la pantalla luminosa que indicaba la llegada y salida de los aviones y descubrió que faltaban 45 minutos para que saliera un avión con destino a Cuzco. Se fijó en la aerolínea asignada al viaje… Rápida, porque el tiempo avanzaba en su contra, se dirigió a la ventanilla de la aerolínea deseando conseguir un pasaje de ultima hora. Esperaba tener suerte ya que para este tipo de viaje era necesario reservar con un mínimo de días.. Se acercó presurosa, y cruzando los dedos preguntó si quedaba algún billete para aquél viaje.. 

…”Pero, tiene que ser en turista”... Concretó, escuetamente, la azafata

…”No importa, deme lo que tenga, me urge coger ese avión”...La chica le entregó el billete y sin mas demora partió rápida hacia la puerta de embarque… Llegó justo a tiempo para entregarlo a la asistente de vuelo, que le dirigió una mirada por encima de las gafas, como si le dijera: "Por poco no lo pillas, guapa"… Después ya mas tranquila cruzó el módulo que la conducía directamente al avión...

Candelas sufrió un viaje accidentado, lleno de sobresaltos, pero la pesadilla había llegado a su fin, aterrizando  en el pequeño aeropuerto de Cuzco. La maravillosa tarde peruana sorprendía a Candelas. El aire parecía impregnado de un aroma especial que le provocaba una agradable sensación de paz y sosiego. Candelas se había convertido en una pasajera inesperada que llegaba a Cuzco tras enterarse de la desaparición de su amiga Irene.

Pocas cosas traía consigo, solo  la preocupación necesaria que la había embarcado en ese viaje transoceánico cuyo objetivo era colaborar en la búsqueda de la joven y amada alcaldesa de Jaramillos.

La muchacha pisaba el aeropuerto, ligera de equipaje, apenas una mochila que recogía todas su escasas pertenencias… Su estancia en Perú no se iba a prolongar demasiado… 

Se sentía entristecida al ver que sus amigos no se habían puesto en contacto con ella para revelarle el mal trance que estaban pasando… Pero, como el orgullo no se encontraba entre sus vicios, así que se gastó todos sus ahorros y puso rumbo hacia la tierra de los incas.

Candelas se encontraba completamente confundida, desbordada por las circunstancias. No sabía qué hacer… Pasó por su cabeza que lo más sensato sería coger un taxi que la llevara directamente hasta la ciudad de Cuzco…Conocía la existencia de paradas de autobuses, pero no se aventuraba por el total desconocimiento que tenía sobre cómo funcionaban esos medios de transportes. Así que lo más prudente era coger uno de aquellos taxis que esperaban en la puerta…

Tan absorta iba en sus pensamientos que no se fijó en las dos mujeres que estaban charlando en el exterior. Eran una Socorro irreconocible, porque ella no estaba al tanto de su cambio de look,  y su nueva y providencial amiga, Eugene.

La chica se dirigió presurosa hacia uno de los taxis y abandonó el lugar. El coche pasó al lado de las dos mujeres y Candelas les dirigió una mirada indiferente. Socorro con su nuevo aspecto se había convertido en una auténtica desconocida. Más tarde, el taxi se perdía en el horizonte, camino de Cuzco. 

Lo primero que tenía que hacer era seguir los pasos que sus amigos habían dado nada más llegar… Eso pasaba por acercarse hasta el hotel donde se habían alojado  cuatro o cinco días antes. Mancebo le proporcionó los datos  que la alcaldesa les había dejado en caso de que surgiera algún contratiempo en la alcaldía, durante su ausencia.

Con un plano, adquirido en la céntrica Plaza de Armas de Cuzco fue orientándose hasta dar con el hotel. Una vez en él, se acercó hasta la recepcionista y preguntó por sus amigos. La chica tras consultar el ordenador, contestó afirmativamente. Pero, le reveló que se encontraban realizando un pequeño tour y todavía no habían regresado… Mientras espera a que sus amigos aparezcan, la recepcionista le ofrece la posibilidad de hacer visitas facultativas a fin de disfrutar un poco de la experiencia inigualable de visitar Perú.  Informándole de que en caso de que sus amigos regresen, la informarán debidamente…

Candelas accede, después de todo realizar un viaje a Perú es una experiencia única y sería una tontería desaprovecharlo…

…”Mire, -informa la recepcionista- aquí tiene un folleto con las visitas facultativas y  las agencias que ofrecen el servicio en colaboración con este hotel… Y, ahora señora, desea que le asignemos una habitación"…

La chica asintió con la cabeza, demasiado abrumada por los hechos para pensar con claridad… Hacer alguna que otra visita facultativa no le iría mal, además se relajaría y la experiencia podría llegar a ser muy gratificante. Ya que la idea de quedarse en el hotel a la espera de que sus amigos aparecieran le parecía un poco de locos. La opción que le ofrecía la gerente estimaba que era la  más acertada.

..."Sin embargo, -prosiguió la recepcionista- durante estos días el acceso y visitas a Machu Picchu están cerrados por un problema de seguridad, debido a unas obras de rehabilitación… La ruta de Trekking por el camino inca también se ha interrumpido hasta nuevo aviso…. Además está prevista la celebración de una cumbre y se espera que asistirán mandatarios de todo el mundo. Así que puede llegar a ser una auténtica locura permanecer en esta ciudad con lo que se avecina"...

Candelas recogió el folleto y lo ojeó con detalle.

Entre los destinos figuraban, el valle sagrado; Lima; Arequipa; El lago Titicaca y la necrópolis de Sillustani: Chiclayo, la ciudad de los Brujos; Iquitos y la entrada a la selva oceánica más extensa del mundo; Nazca y sus misteriosas líneas.

Candelas dudó entre las ofertas tan interesantes que se le ofrecían… Así que pidió consejo  a la encargada.

…” Dadas mis condiciones, cual sería la visita más acertada”-

…” Por la distancia, yo le aconsejaría Arequipa o el Lago Titicaca y Sillustani. Las demás visitas están muy retiradas de la ciudad de Cuzco y exigirían para visitarlas varios días”...

…” Hábleme de Arequipa… ¿Es interesante?” Preguntó.

…” Lo más relevante de esta ciudad es su catedral, es una auténtica joya que no está sujeta a orden arquitectónico riguroso; sino que es obra de inspiración y de inexperiencia artística. Cuando la contemplas te fascina su belleza, pero vista con detalle tiene muchos fallos… Además, qué le voy a decir si es la ciudad donde nací y la iglesia donde recibí mi bautismo.. Me emocionó con sólo pensarlo”... Y, era real, los ojos de la muchacha se llenaron de lágrimas.

Sin embargo su apreciación artística cayó en saco roto ya que Candelas se decidió por la otra opción que quedaba.

…” Decidido, la iglesía y yo somos incompatibles… Creo que visitaré el lago Titicaca y su  Necrópolis.

…”¡Ah!” Exclamó asombrada la peruana.

La diligente muchacha volvió a sacar otro folleto sobre las agencias que se encargaban del producto.

…”No se preocupe, si sus amigos regresan, nosotros la informaremos de inmediato… Y, ahora una vez escogida la excursión, hago una llamada y tenemos al representante de la agencia aquí mismo”...

Candelas escogió  un viaje de tres días. Y, tal  como dijo la gerente, al poco tiempo tenía delante al guía de la agencia de viajes.

…”Hola,  soy  Isidro de Balboa,- dijo tendiendo la mano- y voy a ser su guía durante estos tres días… En el viaje que usted ha escogido entra explorar los Andes y los principales asentamientos arqueológicos de la zona. Pernoctaremos en Puno, aprovecharemos para conocer un poco la ciudad y tras la cena, retirada al hotel para descansar.

Como circunstancia especial, este viaje tiene organizada la salida  prevista  a las 6:00 pm, en un bus cama.  Candelas que arrastraba el cansancio de un largo viaje transcontinental no le sedujo demasiado la idea de viajar de noche, porque ella no se caracterizaba precisamente por  dormirse, precisamente, en el palo de una escoba. Y, en esos momentos lo que más deseaba era tumbarse en una cama y descansar largo y tendido… Su rostro expresivo reflejó sus pocas ganas a  emprender el viaje durante la noche… 

…”Nuestros buses cama son un ejemplo -comenzó diciendo el guía tratando de convencerla- de comodidad, con sus butacones reclinables un 180°… Candelas recordó los 15 días que estuvo durmiendo en un butacón reclinable cuando su madre sufrió el ictus y los dolores de espalda que padeció durante un año. Hasta que descubrió la maravillosa infusión de uña de gato.- Pantalla panorámica de televisión y conexión wifi. Llegaremos  sobre las 8:00 am - continuó con la explicación-Tras el desayuno partida hacia la Necrópolis de Sillustani. Llegada y visita guiada a los monumentos arqueológicos con forma de torres circulares (Chulpas). Cementerio construido por la civilización de los Qollas y continuado por los incas... Más tarde visita a las familias quechuas que habitan por la zona . Y, al final, nos acomodamos en la casa de las familias para pasar la noche, cenar y participación en la fiesta local.

Candelas pensó que el programa no estaba mal. Ella también merecía darse un homenaje y por un momento se olvidó de la razón que la había llevado hasta aquel lugar… Su gran preocupación por la vida de su amiga… No habían noticias y eso significaba que no había pasado nada malo…

…” Bueno, señorita, si ya está preparada podemos partir hacia el Bus”... Indicó amablemente el guía.

…” Pues sí, no tengo incoveniente… Cuando usted desee podemos partir”... Candelas dirigió una mirada  a la recepcionista del hotel que parecía pendiente de todos sus movimientos.. La española decidió acercarse y explicarle que partía de inmediato rumbo al Lago Titicaca, con la intención de proporcionarle el teléfono en caso de que sus amigos dieran señales de vida.

Cuando se vieron en el exterior, una extraña agitación existía en las calles, el ejército parecía controlar la situación. Candelas  e Isidro se dirigieron presurosos hasta el lugar donde se encontraba aparcado el bus… 

El conductor se encontraba metiendo las maletas en las entrañas del autocar bajo la atenta mirada de los pasajeros que se comportaban con la impaciencia de la infancia. Candelas pasó de largo y subió directamente al autocar. Miró gratamente sorprendida lo espacioso que era y los inmensos ventanales panorámicos… Después de todo quizá no fuera tan difícil conciliar el sueño. Todavía era temprano y les quedaba bastantes horas de luz. Así que el viaje prometía.

Cuando todo el mundo estuvo en su sitio el bus partió rumbo a Sillustani… Candelas se durmió apenas el  vehículo se puso en marcha y no vio como un hombre la miraba fijamente…

En un momento, aprovechando que la muchacha dormía plácidamente, el hombre se levantó de su asiento y se acercó hasta ella. Sacó de uno de sus bolsillos una jeringuilla y la ocultó… 

Isidro que controlaba a través del retrovisor todo lo que sucedía en el autocar, receló al ver los sospechosos movimientos del hombre al acercarse a la chica. Así que se levantó para indicarle que volviera a su asiento.… El hombre no era nativo del país y llevaba el pelo amarillento y muy enmarañado. Era de constitución robusta. Y, tenía una tez blanca, casi albina,  unos ojos como de humo, y la boca desdentada, Era raro que un hombre tan joven presentara un aspecto tan desastrado y desaseado.

…”Haga el favor de sentarse, no está permitido ir de pie en el autocar, mientras está en marcha”... El hombre, que le dominaba en altura, le dirigió una mirada ceñuda, pero volvió a sentarse… 

Candelas se despertó cuando la sugerente voz de Yma Sumac cantando la famosa zarzuela "El cóndor pasa" enmudeció para dar paso a un alterado locutor de radio, que por el tono de su voz tenía que estar al borde de un ataque de nervios... Al final, cortó la información y pareció establecer un monodiálogo consigo mismo..

..."Por Dios, ¿Pero esto qué es?. Esto es el final... Fueron sus últimas palabras y después la comunicación se cortó estrepitosamente... Los pasajeros se miraron entre sí entre sorprendidos y atemorizados.

..." Parece que la emisora ha sido tomada"... Le comentó un pasajero a otro.

..." Bueno, tras escuchar el escalofriante -comenzó diciendo Isidro- comentario final, las expectativas no se presentan nada halagüeñas. Señores pasajeros parece ser que Cuzco se encuentra en estado de sitio... Durante la cumbre Iberoamericana ha tenido lugar un múltiple atentado y se contabilizan por cientos los fallecidos y por miles los heridos. Al parecer, no se atribuye a ningún grupo paramilitar la acción..  Así, que después de todo, la premura con la que se ha organizado este tour y pese a las penosas circunstancias que nos rodean, intentaremos seguir con el plan establecido, si la cosa no se complica... Pero, la vuelta será algo problemática. Parece un poco insensible intentar seguir con el plan que teníamos preparado, pero poco podemos hacer en este caso. Así, que por un momento seguiremos admirando las bellezas naturales y arquitectónicas de esta hermoso país de leyenda. Mientras se pueda"...

Después se volvió a escuchar la increíble voz de la princesa inca del canto. Su poderoso influyo obnubiló por un momento a los viajeros y con su eco melodioso volaron hasta alturas siderales en compañía del cóndor. Olvidándose de todo. Tras un montón de kilómetros de carretera interminable, por fin el autocar entraba en el acceso a la Necrópolis. 

Candelas vislumbró en la lejanía las torres funerarias. Pensó que en otra situación quizá disfrutaría más con la visita, porque si existía una pasión en su vida, era la fiebre que le entraba cuando visitaba un paraje en ruinas. Siempre había sentido que esos lugares desolados siempre le hablaban de su origen y de su destino final.

Isidro, el guía, se apeó del autocar y se dirigió a los pasajeros antes de acercarse a las taquillas.

..."Bueno, ya nos encontramos en la Necrópolis de Sillustani, una de las más importantes del mundo... Sus noventa torres funerarias la asemejan al célebre Valle de los Reyes... Ahora, me propongo conseguir las entradas y la cosa demorará un poco, mientras tanto... Pueden emplear su tiempo visitando el lugar. Existen tiendas de souvenirs y aseos por si desean hacer sus necesidades... Incluso si lo desean pueden tomarse un café"...

Candelas al principio iba distraída y no se dio cuenta de los hombres que la iban siguiendo... Estaba ojeando unos objetos de artesanía en una de las tiendas cuando sintió la  mirada de los hombres clavada en ella. Era una desagradable sensación que no era nueva en ella, en su pasado tuvo una mala experiencia que marcó su vida... Era difícil esquivarlos porque eran compañeros de viaje. Temerosa, procuró no quedarse sola. Así, que se unió a un grupo de mujeres que se dirigía a los aseos, pensando que esos "elementos" no se atreverían a seguirla. Sin embargo, vio con preocupación que aquellas mujeres se fueran y la dejaran sola. Disimuladamente, examinó a su alrededor por si los "descoloridos" se encontraban cerca. No se veían por ninguna parte, sus "pelajos" amarillentos, no pasaban inadvertidos. Candelas pensó que debían de haberse escondido... Por un momento, pensó en unirse al resto del grupo. Miró a su alrededor por si veía a un agente de policíay dar parte, pero no se veía ninguno. Sintió un conato de miedo que atenazó su garganta, cuando vio aparecer uno detrás de un pequeño kiosco de refrescos. Al descubrirlo, ella se escondió. Solo pretendía evitar el contacto visual con esos hombres tan desagradables...

Candelas tuvo una mala experiencia con los hombres en su adolescencia y desde entonces pensaba que siempre  hay que estar alerta y la mejor defensa es el ataque. 

Esperó pacientemente a que le llegara su turno. Creyó que meterse en los servicios de señoras frenaría a los acosadores, pero se equivocaba… Se introdujo rápida en el primer lavabo que encontró libre y se cerró por dentro, con la angustia de que todas las mujeres que la precedían abandonarán el servicio y ella se quedase sola y expuesta al peligro que esos hombres representaban. El ruido de varias puertas al abrirse,  y los pasos al alejarse le revelaron que sus peores temores se habían hecho realidad. Entonces, para no ser vista desde el exterior, porque  la puerta del urinario no descansaba en el suelo ya que había un espacio libre entre ambos que permitía desde fuera ver los pies y las pantorrillas  de la persona que estaba dentro. Presa del pánico, notó como agarraban el picaporte de la puerta de su WC intentando abrirlo y se le saltaron las lágrimas...

Se subió encima del WC y cerró los ojos esperando que aquellos hombres desistieran de sus malas intenciones… Sin embargo, la chica estaba dispuesta a todo por salvar la vida y se hallaba en ese punto en que el pánico se convierte en ira y la lucha por la supervivencia en algo reflejo. Candelas estaba tan encolerizaba que pensaba ”como me descubras te voy a dar tal patada que te voy a poner los huevos por corbata"… Hacer eso la salvó de una violación hace ya bastante tiempo, tanto que casi ya no se acordaba… Recuerda lo que disfrutó viendo al hombre retorciéndose en el suelo de dolor con las manos colocadas en sus atributos sexuales… Y, la sensación de victoria y el intenso placer que la acompañó cuando vio ante sus pies derrotado al violador. Y, no sólo eso, aún disfrutó más dándole el golpe de gracia pisoteándole los genitales con saña… 

El hombre dejó de hablar y se dispuso a abrir la puerta del lavabo...Propinó tal patada que la puerta se abrió como si fuera de papel, dejando al descubierto a la atemorizada mujer.
Cuando dio con ella el hombre soltó una carcajada sardónica, su boca se abrió generosamente y pudo ver su repugnante boca. No se necesitaba ser un lince para comprender que si no andaba lista, posiblemente estaba viviendo los últimos minutos de su vida. Candelas se dijo mentalmente, que el factor sorpresa era su mejor aliado, para ello tenía que hacer algo realmente extremo con lo que dejar confundido al malhechor. Y, lo que le pasó por la cabeza fue dar un imponente salto, para bajarse de su improvisado pedestal. El hombre dio un paso atrás impresionado... Entonces,  con los reflejos a flor de pie disparó el pie hacia la entrepierna del criminal, que aulló de dolor… Al sentir el impacto se dobló sobre la cintura y cayó revolcándose en el suelo. La chica aprovechó para salir corriendo. Pero en el exterior la esperaban sus secuaces y le asestaron un golpe brutal que la dejó sin sentido. En previsión para que no diera problemas cuando se recuperara, le inyectaron un sedante … Antes de meterla en el maletero la amordazaron y ataron las manos. Dejaron a la mujer inerte y fueron a por su compañero, que todavía se retorcía gimiendo en el suelo de dolor, lo cogieron y después se dirigieron con el hacia el coche.

El hombre que casi no podía hablar por el profundo dolor que sentía, sacaba fuerzas para gritar:

..."PUTA, PUTAAAAAAAAAA..... Voy a hacer chicharrones con tu grasa y me los voy  a comer con papas´"....-Deliraba mientras se tocaba sus partes nobles. Su cara se descompuso cuando notó la imponente y repentina inflamación que apareció en su bajo vientre. Horrorizado pensó que lo había dejado estéril...


Era noche cerrada cuando la sacaron del coche. Estaba dolorida y con los miembros entumecidos por la posición forzada a causa de su cautiverio. A rastras la llevaron por el sendero. Los tipos estaban tan borrachos y drogados, que se ponían a cantar y a dar a gritos como bestias llamándola con palabras cariñosas, pero en sus bocas sonaban muy grotescas... El terror se apoderó de la muchacha cuando escuchó como uno de aquellos hombres decía que pensaba enterrarla en el huerto de su hermano para fertilizar la tierra. 

..."¡Déjate de fertilizar la tierra, con esta churra vamos a hacer lo mismo que con sus compadres, le vamos a dar compañía a nuestros padresitos, los incas, que están "mu" solitos en la eternidad"... Dijo cruelmente uno de  los "pelajos".

..." ¡Qué piña tiene la churrita!.. Murmuró otro de los secuaces.

..."Si, y luego cuando apesta la torre... Y, luego los  muy "zanahoria" dicen que es un animal muerto"... Los tres "elementos"  se carcajearon.

Candelas cerró los ojos deseando por un momento que la tierra se la tragase. Dominada por la angustia pensó, -"Dios mio, ¿en manos de quién he caído?"...Candelas gritaba y se resistía hasta que uno de los bandidos le dio un puñetazo en la cara y se desmayó. Entonces, uno de los hombres la cargó sobre sus hombros y tras recorrer unos metros la llevó hasta lo que parecía un pequeño altar. Pero solo era una torre funeraria  más pequeña, con una reducida abertura junto al suelo... Desde fuera se veían los restos de un cadáver... La mujer yacía sin conocimiento y su negra cabellera caía a los lados... Bajo el influjo de la luna, uno de ellos al verla inconsciente y completamente indefensa se acercó y olisqueó su piel. Pareció embriagarse con su aroma, pero una colleja de su compinche le volvió a la realidad... De pronto, cuando el acero de la espada rasgó la oscuridad se escuchó tal ráfaga de tiros, que si hay eternidad sobresaltó a todos los muertos de la Necrópolis... Los malhechores desistieron de llevar a cabo su macabro plan y se dirigieron a toda prisa hacia una embarcación que permanecía anclada en la orilla del lago... Entre los tres la remolcaron hasta el agua y después remaron enérgicamente, en pocos minutos desaparecieron, como si la noche se los hubiese tragado.

Dos criaturas aladas surcaron el cielo nocturno, sobre las negras aguas de la laguna, para finalmente aterrizar en la isla Umayo. Los dos seres quedaron uno frente  otro, después alzaron sus cabezas para contemplar el cielo estrellado... Sus gruñidos perturbaron la noche.

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