LA VIRGEN ALCALDESA, VIAJE AL LAGO TITICACA, XXIV



Pudieron disfrutar de las estribaciones del Lago Titicaca, su paisaje pelado, desnudo, salvo la tímida presencia de algún árbol. A parte de alguna granja, en el horizonte no había nada más, sólo kilómetros y kilómetros de un paisaje desierto, interminable. A Irene le recordó uno de esos parajes con nieves perpetuas, que pierde el rigor cuando llega la estación del deshielo. Ahí estaban, teniendo que enfrentarse con la dura realidad de que posiblemente el regreso a España, se estaba convirtiendo en algo imposible.

La carretera se había convertido en una larga pista en buen estado, que se cortó bruscamente cuando llegaron a un lugar donde para seguir había que vadear el lago, cuyas aguas parecían estancadas y apenas si se movían en la fría mañana. El sol naciente teñía de rojo los humedales brumosos que se elevaban del suelo, impregnando de rocío el brillante césped que cubría toda la extensión. 

A medida que se acercaban a Sillustani, las siluetas de las chullpas se recortaban con más claridad sobre las colinas. Decenas de torres ciclópeas descansaban en la península de la laguna de Umayo, desafiando al paso del tiempo y a los vientos que a menudo soplaban en el lugar.

El enigmático cementerio pronto se materializó en el horizonte… Las torres cilíndricas, llamadas Chullpas, destacaban en lo más alto. En la distancia ofrecían un aspecto casi insignificante. Pero conforme se iban acercando aquellas formas pétreas cobraban una significación mortuoria de gran  fascinación.

Llegaron a la Necrópolis justo cuando el sol aparecía sobre la línea del horizonte. La vasta extensión del cementerio ancestral  reflejaba la hermosa luz rojiza de un amanecer ensangrentado, cada detalle parecía plasmado por la mano de un artista  creando su más bella obra de arte de la naturaleza.... La viejas torres funerarias se erguían como vigías del hermoso lago donde se reflejaban las tumbas milenarias, cuyas piedras parecían rezumar las lágrimas de los antiguos incas cuyos restos reposan en el interior mientras la eternidad les acompaña. 

Casi no se oían ruidos, salvo el ocasional aleteo de un pájaro de la laguna o el chasquido de alguna rama que se quebraba fortuitamente. La pista les llevó directamente hacia el lugar donde se encontraba la puerta de acceso al cementerio. .. Aparcaron  en la zona habilitada para ello. Tras echarle una mirada a la preciosa carga que llevaban, Eugene y Hugo se apearon del coche que les había llevado hasta aquel lugar, y contemplaron el tétrico paisaje y las torres funerarias situadas en la cima de una colina solitaria, parecían desafiar a los visitantes que osaban profanar su territorio sagrado. Unas pequeñas torretas de madera, alineadas, señalizaban el camino.

Era demasiado temprano, no habían visitantes. Pero tenían que darse prisa y encontrar el acceso, si no la cosa pintaba mal. Sin embargo, la soledad duró poco, ya  comenzaban a llegar los primeros visitante, una impresionante cola se estaba formando ante las taquillas.

Luego de ascender al montículo y de visitar cada una de las chullpas, surge sorpresivamente la imagen de la otra orilla de la laguna con una impresionante isla en forma de meseta.
En pocos minutos, el recinto sagrado se ha llenado de público y decenas de visitantes contemplan la isla de Umayo en silencio, sugestionados por la belleza del entorno. Parecen rendir ese respetuoso homenaje póstumo digno de los hombres del pasado que con su inteligencia posibilitaron que en la actualidad podamos disfrutar de semejante belleza arquitectónica.

Dejaron atrás el circulo de piedras denominado intiwatana, palabra que traía muy malos recuerdos al grupo. Afortunadamente ya era agua pasada. Pero por si las moscas, había que salir de allí lo antes posible.

 Era un paraje triste y desolador, pero increíblemente fascinante. Aparecían diseminadas, como intentado quedar grabadas en la retina del observador que admirado contempla su imponente y majestuosa imagen ultraterrena. Vetustas ruinas de primitivas sepulturas que intentan mantenerse erguidas intentando desafiar a los elementos...Allí era imposible imaginar a las parejas enlazadas profesándose un amor eterno. Pero sí, el llanto agónico de los seres que tenían que acompañar al Inca en su viaje al más allá, vivos... Era un recinto sagrado donde se veneraba la muerte…

…”Bueno, amigos, ya nos encontramos en Sillustani… Y, por lo que veo -comentó Eugene-. esto se está llenando. Tendremos que esperar a mejor hora para poder acceder al Circulo de los Milagros”...

Fueron siguiendo el sendero señalizado con pequeñas piedras talladas clavadas a la derecha e izquierda del mismo, que serpenteaba sobre la explanada donde se levantaban las viejas edificaciones del cementerio...Dejaban atrás las torres construidas como conos cilíndricos invertidos. Las torres estratégicamente situadas se asemejaban a un inmenso ajedrez….

…”Esto ha cambiado, no reconozco la entrada”...Eugene manifestaba preocupación.

…” Estoy segura de que la entrada se encontraba aquí, pero ahora aparece cubierta… Es increible, seguro que las recientes obras de rehabilitacion de la necrópois la han ocultado”...

Hugo ojeaba los alrededores intentando dar con la abertura”... El hombre intentó controlar su nerviosismo, pero su brusquedad al golpear con la punta del pie una piedra inmensa, solo consiguió atraer la atención de los pocos visitantes que merodeaban por las inmediaciones…

…”¿Qué hacemos?” Preguntó a Eugene que en ese momento le diirigia una mirada iracunda…

…” Desde luego, echar la torre abajo por la fuerza bruta, no… Se trata de no levantar sospechas”... la abadesa respondió cautelosa.
Eugene se apartó discretamente y realizó una llamada… El lenguaje corporal indicaba que no se encontraba de demasiado buen humor. Cuando cortó la comunicación, se acercó al grupo.

…”Acabo de ponerme en contacto con Waldo y me ha dicho, que tiene un asunto importante entre manos y no podrá venir hasta última hora de la tarde”... La abadesa no podía estar más contrariada, lo indicaba su constante ir y venir de un lado para otro. Parecía una gata enjaulada.

… "No podemos pasar todo el día aquí como unos pasmarotes, vamos a levantar sospechas"…Dijo pensativa.

….”Pensemos, a ver qué podemos hacer”...Murmuró, clavando la mirada en el suelo.

…”Déjenme que piense”... Dijo mientras se sentaba sobre una piedra con la cabeza entre las manos, como si le pesara…

…” Ustedes hablan del acceso al Círculo de los milagros …¿No?”. Dos pares de ojos sorprendidos se posaron en Diego…

…” En Tihuanaco existe una entrada al complejo… Se encuentra en Bolivia, pero está un poco alejado”....La revelación de Diego incomodó al grupo, pero especialmente a Eugene y Hugo que no vieron con buenos ojos que alguien ajeno estuviera tan informado sobre la Hermandad secreta… A no ser que"….
.
… “ No, está muy lejos, y además de día no es aconsejable… Volvemos al aparcamiento y ya veremos qué hacemos”.... Fue la contundente respuesta de Eugene...

... “ Y, si nos relajamos y tomamos un buen desayuno. Nos compramos algo y si puede ser conseguimos una habitación y descansamos un poco. Que llevamos más de cinco días sin pegar ojo. Y, luego con la cabeza más clara, decidimos qué hacemos”... Ñan, al convertirse en el foco de atención del grupo, esbozó una tímida sonrisa, temerosa de conocer la reacción de sus compañeros ante lo que ella había expuesto. Estaba tan agotada que era incapaz de pensar en otra cosa que no fuera caer rendida en una cama.

…”Además, tengo que decirles que yo nací aquí, y la casa de mi familia no está muy lejos. Mi madre nos recibirá encantada. Por lo menos nos relajaremos y podremos disfrutar de un poquito de paz. Aunque solo sea hasta la tarde… ¿Qué les parece?.”... ´Ñan esperaba la respuesta con ansiedad, deseaba que aceptaran por encima de todo.

…”Ñan, ha tenido una buena idea y agradecemos sinceramente su generosidad al ofrecernos la hospitalidad de su casa… Espero que su madre no se asuste al vernos”... Concluyó Eugene, riéndose.

Después descendieron por unas escaleras excavadas en la piedra y siguieron un  sendero de tierra que estaba humedecido y que conducía a una pequeña aldea de casitas de adobe que se arracimaban  a orillas de la laguna... Sorprendidos descubrieron a tres hombres de la localidad, lucían la indumentaria típica del Perú, el chullo, gorro con orejeras y borlas en las puntas y poncho de vistosos colores. Ñan se acercó a saludarlos, parecía conocerlos. Estaban sentados en el suelo y apoyaban la espalda contra la pared, enarbolaban hachas,palos y escopetas. Ñam se acercó y les preguntó. Hablaban en quechua, pero la preocupación que reflejaba su rostro no auguraba nada bueno. Incluso hubo un momento en que la agente de polícia levantó la voz, ella que siempre hablaba en un tono muy bajo y dulce, ahora su voz sonaba como si estuviera enojada.
Julio se le acerco, preguntándole.

…”Qué te han dicho”... 

…” No sé si decírtelo… Es una cosa de locos”.. Le respondió la muchacha.

…” Por favor, cuéntamelo… ¡Anda!”... Insistió Julio., poniendose zalamero.

…”Me han dicho que el Pishtaco actúa por los alrededores, que han desaparecido 3 personas  y ellos son los encargados de velar por la seguridad de la aldea, durante el día”...

…”¿Velar por la seguridad de la aldea?”... Replicó Julio.

…” Sí, aquí se lleva eso de "ojo por ojo, diente por diente"... O lo que es lo mismo, que se sospecha de un visitante, con mochila(esto es importante, sobre todo con mochila), blancuzco de piel y pelo claro, pues que ante la duda, atizar antes que preguntar”.... Respondió irónica.

…”Vamos que ven un extranjero y automáticamente ya se lo cargan”...

…” No, un extranjero no, un gringo”... Al escucharla los ojos de Julio se abrieron como platos.

…” Y, eso, pues porque consideran que es un demonio maligno que viene del norte con la intención de sacarle la grasa y los órganos a los niños de la aldea”...

…” ¿Le has preguntado si han dado con alguno… Ya sabes.?... 

…” Sí, me han dicho que ya se han cargado a dos, pero por equivocación”... La chica hizo el comentario con toda la seriedad del mundo.

…”Perdona, ¿Son de tu familia?”... Quiso saber Julio.

…”¡No,  que va… Por Dios qué horror!… ¡Estos están locos!, si intentamos detenerlos igual nos dan dos hachazos. Además estos son los vigías, el grupo es más numeroso”... Ñan le hizo un gesto con la mano, indicándole que guardara silencio….Y no siguiera con las preguntas.

La chica se perdió entre el laberinto de callejuelas con casas rústicas construidas en adobe, paja y techos de calamina. Hasta que al final dio con una casa, un poco más grande que las demás, debía ser la suya. Disponía de un bello arco de entrada para acceder al patio de la misma...

Ñan, golpeó con fuerza la puerta. Al final se abrió y apareció una anciana vestida de negro que clavó una mirada ceñuda en la muchacha que tenía delante… Sin embargo, al contemplarla con detenimiento sus facciones se fueron dulcificando y una inmensa sonrisa iluminó su rostro ajado… Ñan se abrazó a la mujer con fuerza.

…”Hija mia, que alegría que hayas venido”...Decía entrecortadamente mientras la abrazaba intensamente y no paraba de besuquearla.

…”Ma, que ganas tenía de verte… Mira quiero que conozcas a mis amigos… Estamos en apuros y queremos comer algo y descansar un poco”.... La madre contempló al grupo y sonrió.

 Se podía decir que era la visión que ofrecería Ñan en unos cuantos años...

…”Hija, siempre habrá sitio en esta casa para todos los amigos que nos traigas… Aunque sea un regimiento. Seguro que tienen hambre, sientense que ahora les preparo algo”... Su hija se rió y la volvió a besar cariñosamente. Cuando la anciana desapareció camino de la cocina se volvió a sus compañeros y les dijo:

…”Como han podido comprobar, esta es mi casa y la señora tan agradable que les ha permitido alojarse es mi madre. Así, que esta noche podemos pasarla aquí"...

La aludida apareció al momento, con una sabrosa sopa de quinoa y trucha sazonada con hierbas. Después la mujer les preparó un postre riquísimo... Tras muchas horas sin probar bocado lo encontraron todo buenísimo y dieron buen fin de la comida. Y, así se lo hicieron saber a la anciana, que se sonrojó con tanto halago... Después se echaron un rato y durmieron a pata suelta, el cansancio era extremo y acabo venciéndoles.

Tras esperar que las visitas abandonaran el recinto, acudieron nuevamente al cementerio... Subieron por la escalinata y se encontraron con un hombrecillo que parecía impaciente por irse...

Tras los saludos, expuso el problema.
..." Señores, el acceso a las instalaciones del Círculo de los Milagros ha sido tapiada, unos recientes derrumbes la sellaron y desde este lugar es completamente imposible acceder... La otra se encuentra en Tihuanaco, Bolivia"... El hombrecillo les echó un jarro de agua fría encima.

..." Waldo, y ¿esto no me lo podías haber dicho esta mañana?, hubiéramos partido  de inmediato rumbo a Tihuanaco. Usted ha hecho que perdamos un tiempo precioso"... Eugene estaba encolerizada, cuando terminó de hablar se dio la vuelta bruscamente y se alejó camino de la escalinata de piedra, pero fue sorprendida por el impacto de un relámpago que cayó a escasos metros de donde se hallaba.

Repentinamente, con la oscuridad llegó un inquietante fenómeno atmosférico, una tormenta seca, que atemorizó a los presentes… En pocos momentos el cielo se iluminó con la culebrinas de multitud de relámpagos… En cuestión de segundos comenzaron a caer sobre las chulpas, una auténtica lluvia de rayos y centellas que obligó al grupo a desalojar el lugar atropelladamente…Sentir el seco estallido del impacto del rayo en una de las torres les llenó de desasosiego.  Ñan inspiró hondo, se giró, y observó los estragos del fenómeno atmosférico luminoso en la piedra. Oteó el cielo temiéndose lo peor. Su corazón se desbocó cuando creyó escuchar un tenebroso batir de alas.  A lo lejos vislumbraron las familiares construcciones que se levantaban a orillas de la laguna. Ñan gritaba desgañitándose... En toda su vida, nunca le parecieron más lejanas e inaccesibles.

…”Volvamos a casa, tenemos que ponernos a buen recaudo, porque este sitio es peligroso”.. Corrieron huyendo de los rayos descendiendo a trompicones por la escalera y corriendo por el sendero que conducía hasta la pequeña aldea donde vivía su madre…

Las casas bajas en la oscuridad parecían pequeños manchones junto a la orilla,  estaban totalmente a oscuras, parecía no haber vida, la luz había sido erradicada como si fuera considerada un peligro 

Sin embargo, consiguió llegar a su casa antes de un suspiro. Aporreó la puerta con desesperación… La puerta se abrió ante la insolencia de la muchacha y el rostro atemorizado de su madre la recibió, nada más verla se abrazó a ella fuertemente. Su madre tenía ese efecto en ella, siempre conseguía tranquilizarla cuando se encontraba en problemas.

 Eso que ha pasado es muy común en Sillustani, por eso hay tantos pararrayos, para proteger las Chullpas. Es  un sitio magnético, no solamente por las tumbas, sino por la especial geomorfología del terreno ya que  esta construido en un lugar donde abunda bauxita o magnetita. Les quería decir también, que las brújulas en este lugar no sirven de nada… Sin causa aparente se desorientan. Penetrar en los túneles aquí puede ser un problema”... Julio la contemplaba en silencio, como aprendiéndose de memoria cada rasgo de su rostro. Como si analizara metódicamente a la mujer que amaba. La chica lejos de sentirse halagada se sentía como si la estuviera observando como un bicho raro...Y, tratando de ocultar sus sentimientos, miró hacia otro lado.

Sacramento tenía cogido de la mano a Diego, y cada vez que escuchaba uno de aquellos estallidos lumínicos, la estrechaba más fuertemente...El peruano intuyó el miedo que sentía Sacramento y con solo mirarla fijamente a los ojos, conseguía que la chica se olvidará de todo, incluso de la furia que los dioses estaban derramando sobre aquella necrópolis, como si ese lugar estuviera maldito.

Eugene y Hugo charlaban apartados. Bajo la atenta mirada de Socorro. Eso de “ver,oir y callar” ella lo practicaba a la perfección.

…”Tendríamos que ir a por el arcón, podría ser peligroso dejarlo en la furgoneta”...

…” No podemos con esta noche de perros seria contraproducente… Si más tarde la cosa cambia… Lo intentaremos… Pero ahora están cayendo chuzos de punta”... Eugene trataba de mostrarse tranquila ante el piloto, pero en realidad estaba sufriendo lo indecible por no tener en su poder el extraño objeto”...

Irene encontró el momento idóneo para hablar a solas de su oscuro secreto, sin darse cuenta de que Sathiri les estaba escuchando…

.. “¡Qué tienes un oscuro secreto!, Cariño, eres la perfección en persona”... En realidad el amor tiene muchas formas de expresarse y la confianza ciega es una de ellas.

…” En mi huída, maté un hombre. Solo puedo decir que fue en defensa propia. Era su vida o la mía… Y, escogí”... Le dijo en voz baja, como si temiera ser escuchada.

….”¡Cómo!”Preguntó lleno de asombro.

…”Lo que has oído, no me lo hagas repetir”... Irene no podía contener las lágrimas. Eduardo la miró con expresión indescifrable, la muchacha no sabía pensar si la rechazaba o apoyaba en lo que había hecho… Un abrazo silencioso la sacó de sus dudas.

…” Bien, ya hablaremos largo y tendido… Ahora no es momento”...No se percataron de la cercana presencia de Sathiri que no se había perdido ni una palabra de la conversación y los contemplaba con seriedad.

Era un momento propicio para las confidencias, pero los violentos ruidos que se escuchaban en el exterior aniquilaban todas sus defensas mentales, por eso todos al final   permanecieron en silencio, como si su voz tuviera el poder de convocar a todas las fuerzas oscuras de la naturaleza. Cuando el cielo descargó toda su furia volvió a reinar la tranquilidad, Eugene decidió ir en busca del arcón…

…”Tenemos que ir a la furgoneta y hacernos con el arcón”... Eugene expuso el plan esperando la aprobación.

…”No, vamos a ir solo los hombres y vosotras os quedáis aquí no vaya a ser que la tormenta se vuelva a repetir”...

…”No necesitan atravesar el cementerio. Yo les guiaré por un atajo”...Se ofreció Ñan.

…” Pues mano a la obra que el tiempo pasa y la cosa no se presenta muy halagüeña que digamos”...

…”¡MA, VAMOS A SALIR UN RATO, NO SUFRAS!”...La aludida asomó la cabeza por la puerta e hizo un gesto afirmativo.

Cuando salieron al exterior, sorprendió ver que aquellas viejas construcciones todavía se mantenían en pie… Ñan, les condujo por un estrecho sendero muy empinado que tras una larga caminata abocaba al aparcamiento donde se encontraba la furgoneta...El panorama nocturno era sombrío y más cuando fijaban sus ojos en las imponentes torres funerarias que se recortaban contra el cielo.. Llegaron exhaustos y al límite de sus fuerzas al lugar donde se encontraba el vehículo. Hugo abrió la puerta del maletero y su sorpresa fue mayúscula cuando vio que el arcón había desaparecido. Abrumado por los hechos y lleno de desesperación cerró la puerta violentamente y la golpeó con los nudillos. Seguidamente empezó a ir de un lado para otro de manera errática y llevándose las manos a la cabeza, como si de pronto le hubiera acometido un terrible dolor de cabeza… Al final vencido, se dejó caer de rodillas y lloró… Ñan y los otros hombres que le acompañaban no entendían qué estaba pasando por la mente de aquel hombre atribulado.

…”Hemos perdido lo único que teníamos para salvar la humanidad… Ahora se encuentra en las manos de unos psicópatas”... Hugo se expresaba al borde de la locura.

…”Qué arcón es ese”...Se interesó Eduardo.

....”Ese arcón milenario, es la clave de la vida eterna, pero solo para los que lo tienen bajo su poder… Tenemos que volver.. No podemos continuar aquí, esa gente es peligrosa”...

..”¿Se trata de los del Círculo Negro? Indagó con cautela Diego.
…” Seguro, es lo más problable…¿Quién conoce si no su existencia?”. Le contestó, no muy convencido.

…”Y, ¿ahora qué hacemos?”.. Preguntó Julio.

…”Primero, hablarlo con Eugene y que ella decida”... Hugo temía el momento de revelarle a la abadesa la desaparición del arcón. Estaba cavilando la forma cómo exponer la situación cuando observó un movimiento extraño en el cementerio. Cruzó una mirada con Ñan y descubrió que ella también se había percatado del hecho…

…”¿Lo ha visto, verdad? - ante el gesto afirmativo del hombre- le parece bien que echemos una ojeada a ver qué pasa”... Ñan hablaba sin apartar la mirada de las ruinas.

..."Sí, pero con cautela, no vayamos a meternos en otro marrón"... Hugo se dirigió hacia el camino que recorría toda la explanada. Y, si durante el día tenía un aspecto pintoresco lleno de encanto, por la noche ofrecía la estampa más terrorífica imaginable"...

Lo primero que vieron fue un ser que destacaba contra el horizonte, como si hubiera sido delineado con un buril, una especie de aureola parecía rodear su cuerpo.  Se ocultaron tras una construcción con rampa funeraria que se asemejaba a un túmulo . Desde su escondrijo se podía ver su rostro pálido, el cual presentaba un aspecto fantasmagórico. 

Pero no se dejaron impresionar por ello y Ñan, alerta, tocó su pistola. 

Recibió la impresión de que el extraño ser no era de este mundo y prosiguió con su avance sigiloso tratando de ocultarse ante la vista del extraño ser. Aquello se encontraba ante una especie de altar donde se apreciaba la presencia del cuerpo tendido de una mujer, aparentemente sin sentido. Ñan, resguardada tras una pequeña torre, pudo ver mejor la terrible escena que se desarrollaba ante sus ojos.
El supuesto fantasma rió de una manera tan extraña, que llegó a ponerles los pelos de punta.. 

…” ¡SON PISTACOS - Exclamo Diego- Al contemplar al extraño, pronto se materializaron tras el desconocido unas extrañas figuras que se acercaban al líder, lentamente y rodeaban el altar donde se encontraba la persona tendida
Al ver los rostros chillaron horrorizados porque eran monstruos descarnados armados hasta los dientes. Por el aspecto tenían que ser esos salteadores de caminos que robaban el sebo humano 
La luz de la luna hirió el filo de la espada al ser alzada por el hombre… Se proponía asestar el primer tajo, cuando se escuchó el tremendo estampido de un tiro. El atronador ruido alertó a los ladrones, que no tardaron en salir corriendo como alma que se lleva el diablo.

Le habían salvado la vida a una mujer, joven, hermosa, de larga cabellera negra que pendía suelta en ambos lados de su cabeza. Estaba tendida sobre una especie de altar de granito, que coronaba un túmulo del mismo material al que se accedía por una pequeña piedra que simulaba un escalón.

Cuando la mujer se vio libre de sus captores, corrió enloquecidamente en la oscuridad. No sabía adónde se dirigía, lo único que quería era escapar de aquella pesadilla y salvar la vida y lo conseguiría si durante aquella breve tregua lograba eludir el acoso de sus perseguidores. La humedad del lago calaba los huesos. Pero ella en su alocada carrera apenas lo notaba, pese a que sus vaporosos y maltrechos ropajes ya estaban empapados por el sudor.. El pelo se le había soltado hacía mucho rato y estaba asimismo completamente humedecido. Detrás de ella se percibían unos extraños sonidos: chasquidos, gruñidos, silbidos... Eran sonidos que, en ocasiones, parecían carcajadas de hiena. De repente, algo apareció ante sus ojos. Ella atropelló aquella cosa y la hizo caer por tierra, chillando agudísimamente.   Aquella cosa atropellada era Julio y cuando se encontró cara a cara con la desconocida sus ojos se abrieron desmesuradamente… Porque allí bajo su peso, se encontraba su entrañable amiga de España, Candelas…

…”¡Pero, bueno, qué es esto… Tú aquí”... La muchacha cuando le reconoció se abrazó fuertemente al policía, bajo la mirada celosa de Ñan, que se creía que aquella mujer que había aparecido misteriosamente en la noche, era algo parecido a una “novieta” que tenía en su pueblo..

Tras el desconcierto por el inesperado encuentro, ambos se incorporaron… Eduardo también le dio otro abrazo.

…” Pero, bueno, qué haces aquí”... 
…” Pues que cuando me enteré de que Irene había desaparecido, me preocupé y decidí venir y ayudar en la búsqueda… ¿Qué ha aparecido ya?”... 

…” Sí, ha aparecido sana y salva… Y, tú que has hecho, para caer en manos de esos delincuentes”... 

….”Ya os lo explicaré… Porque no dejamos este sitio… Es pavoroso, y además con esos “elementos” por ahí sueltos, pues como que no me tranquilizo demasiado”...

Sathiri se quitó la cazadora que llevaba y se la ofreció a la chica… Todo un ejemplo de galantería que la muchacha agradeció con una cálida mirada que conmovió las fibras más sensibles del intraterrestre.

Sin embargo, en la pequeña aldea, la cuadrilla de guardianes de la noche también vieron las luces que se movían por la explanada de Sillustani. Tal y como habían pactado,  la palabra PISHTACO, se convirtió en un clamor en la noche. Llegó hasta el último rincón de la aldea... Todos los vecinos se arremolinaron en el exterior, portando antorchas encendidas, hachas, escopetas y palos.... A la voz de "PISHTACO", la horda humana, con ganas de derramar sangre, avanzaba hacia el recinto sagrado.

Desde el cementerio, el grupo contemplaba horrorizado la escena.

..." Huyamos, esta gente es capaz de todo. Van a la caza del Pishtaco, y cualquiera puede convertirse en su presa"...Dijo Ñan.

El grupo partió rumbo al aparcamiento para ocultarse en la furgoneta... Corrieron velozmente huyendo de la jauría humana. Cuando llegaron al aparcamiento el vehículo parecía irradiar una rara luminosidad... 

Sin más preámbulos, todos se ocultaron en el interior. Y, esperaron a que la turba pasara... 


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