lunes, 5 de marzo de 2018

LA VIRGEN ALCALDESA, VIAJE A MACHU PICCHU, X


 

"Los nombres, personajes, situaciones, organizaciones, negocios y hechos que aparecen recreados en este relato son producto de la imaginación del autor. Cualquier parecido con personas o situaciones reales se debe, única y exclusivamente a la casualidad".

Abandonaron Ollantaytambo. Un puente colgante les permitía cruzar el río Urubamba y ahí comenzó la caminata, persiguiendo el río y  las vías del ferrocarril que se alejaban en busca del santuario. Tras pagar la entrada, ya se encontraban por fin en el Camino de los Incas. El sendero se apreciaba al costado de las vías, algunas veces desaparecía y continuaba más arriba esquivando algún accidente geográfico. El trafico en la vía era constante. Los trenes anunciaban su presencia con una vibración de las vías… 

Todos ligeros de equipaje. Bueno más que ligeros, libres, a excepción de Sacramento que decidió cargar con su mochila, bastante abultada, pese a los consejos del guía y presiones de sus amigos… Pero, la chica era testaruda y de ideas fijas, y nadie fue capaz de convencerla de lo contrario…. 

… “ Con ella, nunca más”.. Refunfuñaba por lo bajo, Julio..

 …” Vamos, sé más comprensivo, que al final y al cabo, sólo ha demostrado ser fiel a sus ideas y esto es algo que en los tiempos que corren no se ve mucho. Además ¿A quién perjudica? Comentó Eduardo, mostrándose comprensivo con la actitud de la chica… 

Los porteadores cargados con sus grandes bultos ya se habían perdido. En un punto les rebasaron, con su curioso trotecillo...

Sacramento ya iba resoplando, cuando la adelantaron, por un momento sus ojos se cruzaron con los de Diego…La chica no dejaba de sentir admiración por la facilidad con la que abordaban los retos físicos que suponían recorrer aquella tierra… Y, esa buena disposición con la que acarreaban toda la impedimenta. 

Contemplándolos en la lejanía comprendió que aquella experiencia mágica sólo podía ser posible gracias a ellos… 

Acababa de empezar y ya no podía con su alma. Tratando de infundirse ánimo contempló las imponentes montañas y le parecieron  los gigantescos centinelas del valle sagrado…

 Pese a su agotamiento, Sacramento disfrutaba intensamente de la belleza salvaje que ofrecía aquella naturaleza, en la que abundaban maravillosas orquídeas salvajes a pie de camino, cascadas espectaculares y un río caudaloso de cristalinas aguas ….

Mientras tanto, lrene seguía conmocionada con el vaticinio del adivino…¿Qué es un Kharisiri? Se preguntaba… Y, es que muchas veces el desconocimiento crea miedo, sufrimiento y desde luego origina problemas donde solo es un hecho puntual, sin más repercusión… 

Así que para evitar males mayores decidió consultar al guía sobre el asunto…

 ..."Samin, - preguntó acercándosele- ¿Me podría decir qué es el kharisiri?"... 

 ..." El kharisiri es lo que suele decirse un “demonio de los andes” que también se le conoce con el nombre de Phistaco, Ñaqaq, o Khari Khari, sería algo así como el famoso "sacamantecas" de su país... Como puede ver algo totalmente inofensivo -comentó riéndose- . Verá, aquí la gente suele ser muy supersticiosa y cree en todas estas cosas, todavía se rigen por una serie de reglas no del todo lógicas para explicar  determinadas situaciones. Muchas de ellas no tienen sentido, pero en cierta manera les ayuda a seguir viviendo, o más bien es una forma que ellos han encontrado para enfrentar las situaciones adversas que se le presentan. Ya sabe, si se encuentra con un ser antropomórfico de pelo amarillo, gigante, cruel y exclusivamente nocturno. Ya puede salir corriendo, porque los lugareños temen cualquier encuentro con él ya que deja a la persona contactada como hipnotizada y mareada"... Ante el espanto que reflejó la cara de Irene, el guía no pudo evitar soltar una carcajada… 

…”¡ Es broma!”... Le confesó el guía. Irene, temiendo parecer demasiado crédula lanzó una risotada que sonó a falso...

 ..."¡Bueno!, pelo amarillo, gigante y cruel, pues no me diga más, ya sé por donde anda" - Ante la ocurrencia de la mujer los dos rieron...

... "La verdad, es que más allá de explicaciones “racionales” acerca de cómo funciona el mundo, cada cultura preserva supersticiones y fórmulas para atraer la buena suerte o ahuyentar las cosas malas, enseñadas en el seno de la familia. Los peruanos no somos la excepción: tenemos muchas supersticiones con las que vivimos a diario, que pasan de generación en generación y se han vuelto propias de nuestro ser..

Mi consejo, es que no haga caso y siga disfrutando de esta hermosa tierra y cuide de su amiga, porque ese empecinamiento que tiene en cargar con su equipaje le puede costar caro"…Concluyó el guía.

 ..." Muy interesante, es cierto, existe una relación entre superstición y pobreza, es como si al sentirse tan desamparados, encontraran una respuesta en lo sobrenatural, es curioso pero les debe salir bien, ya que de lo contrario abandonarían tales creencias. Con respecto a nuestra amiga, es imposible, no entra en razones...Hemos hablado con ella, pero es testaruda como una mula y cuando se le mete una cosa en la cabeza no se deja convencer… También quería preguntarle otra cosa: ¿Qué son las hermanas del sol? Al ver la mirada interrogante que el guía le dirigió, se vio obligada a explicarse… 

 …” Es que he estado leyendo un folleto turístico y se aludía a este tipo de personas y he sentido interés”... Respondió, tratando de ser convincente.

 ..."La mitología incaica es muy compleja, y tiene la facultad de auto regenerarse. El incesto, inaceptable, es duramente castigado con la presencia de su particular demonio de los andes… La Hermana del Sol, vendría a ser la hermana y esposa del Dios del sol Inti, por lo tanto sería una Diosa… Pero también se puede referir a ese tipo de mujer sagrada, una sacerdotisa, que se podía convertir en la compañera del Dios vivo, por elección… Eran las llamadas Vírgenes del Sol, iniciadas en ciertos rituales y ceremonias sagradas, como mantener encendido el Fuego Sagrado y también se cuenta que en algunas noches, mediante una gran piedra verde (esmeralda), captaban el poder de las estrellas porque les otorgaba el don de la videncia”... Explicó con marcada seriedad. 

Las palabras del guía quedaron grabadas en forma indeleble en su mente, el destino volvía a pronunciar su última palabra... Sería que su imposibilidad para tener cualquier tipo de relación sexual tenía que ver con eso... La incertidumbre se abrió paso en su mente atormentándola...  

A pie de sendero llegaron hasta Salapunku, primer sitio arqueológico inca visto durante la caminata. Está ubicado al margen derecho del río Urubamba.

Esta impresionante ciudadela ciclópea, evocadora de ancestrales pobladores gigantes. Caminar entre sus imponentes muros les revelaba la gran maestría de los arquitectos de la antigüedad. 

Dejaron atrás impresionantes ruinas que debido a la perfecta armonía que guardaban con el medio ambiente se confundían con gigantescas rocas, porque la arquitectura inca tiene esa característica. se mimetiza perfectamente con el paisaje... En todas las rutas iniciáticas andinas se encuentran poblados, tambos y centros ceremoniales. Una vez visitada la ciudadela, reanudaron el camino... 

Contemplan  a lo lejos, desde la altura donde se encontraban, las quebradas andinas, salpicadas de algunas chozas y viviendas típicas de los Andes. Eran las tres de la tarde, y llegaron al lugar que los porteadores habían elegido para ofrecer el almuerzo.. El lugar era precioso y se podía gozar de una magnífica vista panorámica de todo el contorno. Habían escogido una pequeña explanada y como colofón, el cercano riachuelo y sus aguas transparentes complementaban la espectacular visión de la montaña nevada que dominaba la zona. Sobre sus cabezas se abría un maravilloso cielo donde abundaban nubes algodonosas. La maravillosa atmósfera cambiante se hacia notar y a veces soplaba un vientecillo helado que traspasaba la ropa.. Tras una siesta para poder reponer fuerzas, prosiguieron con la caminata… 

Sacramento comenzaba a sentir los efectos del cansancio. Primero se hizo una cola de caballo y luego empezó a quitarse ropa. 
La chica se resistía a pedir ayuda, pero el malestar persistía. Obstinada como era, ponía todo su empeño, pero el esfuerzo realizado no era bastante. Comenzaba a quedarse rezagada. Cuando fue a darse cuenta ya se encontraba sola en el camino y su grupo no se veía por ninguna parte. Aquello no se trataba de una competición y pensaba tomarse el tiempo que fuera necesario para disfrutar de la naturaleza y el Camino.

Seguía en solitario por un sendero de piedra que se deslizada sinuoso por la ladera de la montaña. 

Repentinamente, se apoderó un silencio ominoso de todo el lugar. En ese punto, la mujer comenzó a sentir un lamento quejumbroso. Al principio pensó que el cansancio le estaba jugando una mala pasada. Así que aguzó el oído. Cuanto más atentamente escuchaba, más segura estaba de que era un llanto y sintió la necesidad de cerciorarse ... Ahora se escuchaba con total nitidez, y detuvo la marcha. Al sentirse tan sola, apresuró el paso para ver si alcanzaba el grupo... De nuevo escuchó aquel lamento con más claridad que antes. 


Sin embargo, el origen de aquellos tristes lamentos se encontraba delante, apenas a unos metros. Tenia ante sus ojos a un hombre con  hábito, parecía un monje o un misionero, aparecía de espaldas y parecía llevar algo entre sus brazos, que acunaba con ternura y parecía ser el origen de su dolor… Sacramento pensó que encontrarse en el camino a semejante persona era del todo inusual. Había algo en la esencia del camino y no era precisamente el cristianismo, allí se presentía el espíritu de los rituales más ancestrales de los incas… En ese momento, como si el extraño presintiera su presencia, comenzó a maldecir y a llorar con un tono de voz más lastimosa… Sacramento se detuvo aterrorizada, no sabía qué hacer, si seguir adelante o esperar a que aquella persona tan doliente, desapareciera del camino. Sin embargo, el hombre comenzó a murmurar por lo bajo y la mujer puso especial atención en escuchar lo que decía, “¡MALDITOS!, mi terrible pérdida no quedará sin castigo”... 

El terror hizo presa en ella. Intentó mover los pies, pero tropezó y cayó… Entonces el hombre giró y la observó,  sin dejar de blasfemar contra Dios y toda su corte celestial… 

La chica contempló las cuencas sin ojos del hombre y el bulto que llevaba oculto entre jirones harapientos. Se sobresaltó cuando el ser se desprendió de él, arrojándoselo. Pero antes de que impactara en ella se deshizo en una nube de murciélagos que volaron hacia algún lugar oculto de la montaña, buscando refugio… Aterrada, gritó con todas sus fuerzas. Todo comenzó a darle vueltas, el ruido de la selva se apagó, las imágenes se hicieron borrosas y aquella fabulosa naturaleza salvaje fue llenándose de oscuridad… 

 Gracias al eco de las montañas, cuya reverberación casi convirtió su grito en un aullido del infierno que llegó hasta la avanzadilla del grupo, y, entonces,  reparó en la ausencia de la española… Sacramento fue reanimada por sus amigos y cuando recuperó la conciencia, su mochila y ella misma fueron recogidas por Diego, el porteador. La chica no rechistó cuando se sintió izada y llevada en brazos por el robusto porteador que volvía a  reanudar el camino con buena marcha… El guía le facilitó unas hojas de coca para que las masticara durante la ascensión… La chica que todavía se mostraba un poco debilitada, sintió que el olor del hombre la aturdía más.. Sentirse rodeada por sus brazos, en el estrecho y angosto sendero rodeado de exuberante vegetación les llevaba a un punto incierto de aquel camino que revelaba y descubría facetas humanas que Sacramento ignoraba. Al verle tan próximo, inhaló el penetrante olor que el hombre desprendía, y le miró a los ojos y lo que vio desató en ella un profundo y agónico deseo. Tan ancestral como el sol que se escondía entre los frondosos árboles, tan intensas eran las emociones que sentía, que volvió a sentir ese familiar desmayo, esa inoportuna taquicardia que la dejaba sin fuerzas… Rendida, apoyó la cabeza sobre el hombro de Diego…

 …” Me pones mala”... Le susurró al oído. 

 ...”Ya”... Acompañó la respuesta apretándola más fuertemente contra su cuerpo, porque la chica se resbalaba de entre sus brazos…

 Sacramento se sintió en la gloria y cerró los ojos, tratando de recuperarse. Pero  a Diego las piernas se le doblaban, la chica no era precisamente una pluma y estaba haciendo verdaderos esfuerzos por seguir con ella en brazos... Había recibido la llamada de socorro cuando se encontraba en plena labor con sus compañeros instalando el campamento y en lugar de utilizar la camilla reglamentaria había optado por recoger él mismo a la chica, total solo eran unos pocos metros... Pero no había contado con que esos pocos metros eran de escarpada subida.....

El resto del grupo contemplaban la escena perplejos…Y, al final se rieron… 

 …”Será posible, qué fortaleza tienen estos hombres… ¡ Son los sherpas de los Andes!... Comento Julio, al ver como Diego ganaba distancia con su “preciada” carga…Sin embargo el aguante físico del fornido porteador estaba llegando a su límite. Subir por aquel  sendero empedrado con el peso añadido de la muchacha, exigía mucho esfuerzo y ya se encontraba casi sin aliento… Soltó un respiro de alivio cuando vislumbró en un claro, el pequeño campamento que sus compañeros habían acabado de instalar... 

 Ya más recuperada, pudo explicar la visión del fantasma… La única respuesta que recibió sobre el asunto fue que había sufrido una alucinación fruto del “mal de altura”...

La caminata del primer día llegaba a su fin, cuando sobre las ocho llegaron a lo que parecía ser el campamento donde pasarían la noche sin más techo que el cielo estrellado. Con el crepúsculo andino empezó a descender la temperatura considerablemente. El cielo nocturno se presentaba despejado y con una infinidad de estrellas. Cuando la noche ya era cerrada, los porteadores encendieron los candiles, creando una atmósfera de magia y misterio que arrebataba el pensamiento a los allí presentes...
Una excelente cena campestre y contemplar el cielo andino se convirtió en el principal atractivo de aquella jornada tan especial...

Diego se acercó hasta el lugar donde se encontraba Sacramento...

..."¿Cómo se encuentra?  Aquí tiene un mate de coca, le sentará bien" Preguntó, mientras le ofrecía la infusión.

Sacramento lo miró largamente y en silencio agradeció la atención que le mostraba...

..."Mejor, gracias"... - le contestó mientras cogía entre sus manos el bebedizo.

..."Lo que me ha pasado en el Camino no ha sido una alucinación"... Diego no pronunció palabra, pero le dirigió una enigmática mirada...

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