sábado, 6 de enero de 2018

LA HERENCIA MALDITA





Las herencias siempre suelen ser un golpe de suerte, un regalo de la providencia para el afortunado que tiene la suerte de recibirla. Pero, para Ana y Pedro, aquello distaba mucho de ser una demostración benevolente de la vida…
Un día, la joven pareja recibió por correo una notificación notarial en la que se les reconocía como herederos universales de una lejana tía que había dejado este mundo sin testar a favor de ningún heredero cercano. Así que siendo Ana, la única pariente viva, le tocó en gracia heredar una vieja granja en el campo…
La alegría y el alborozo que invadió sus cuerpos, cedió paso a la incertidumbre que supuso imaginar en el deplorable estado que debía encontrarse esa vieja casa olvidada en el campo. Pensaron que debía estar ruinosa… Así que no descartaron la posibilidad de vender la propiedad…
Esperaron que llegara el fin de semana para emprender el viaje rumbo al vetusto caserón, pues ambos trabajaban y no podían ausentarse…
Tras una semana que pareció hacerse eterna, llegó el sábado. A primera hora partían rumbo al País Vasco… El buen clima les acompañó durante parte del trayecto. Y, no podían faltar las paradas técnicas precisas para reponer fuerzas. Pronto, abandonaban la autopista y continuaban el viaje por una carretera secundaria, que sorprendentemente se encontraba en bastante buen estado…
…”Cuando vendamos la casa, invertiremos el dinero en comprarnos otra…” Pedro se mostraba reacio a conservarla y optaba por deshacerse de ella lo antes posible..
…”Primero, vemos en qué estado se encuentra y después decidimos… No quiero que nos precipitemos…”. Ana no estaba interesada en vender, siempre había sentido interés por vivir en contacto directo con la naturaleza y ahora que la vida le había ofrecido esta oportunidad no pensaba desaprovecharla.
Llevaban demasiadas horas en el coche y fue necesario hacer un alto en el camino, para comer y descansar un poco… Pero, curiosamente, aquella carretera era demasiado larga y no se veían bares por los alrededores… Así que tuvieron que conformarse con parar en una estación de servicio y comprar algunas viandas en el pequeño supermercado de la gasolinera… Mientras Pedro repostaba gasolina, Ana aprovechó para ir al servicio…
La chica miró con desolación el paraje, pese a la belleza del paisaje, imperaba una sensación desasosegante en el ambiente...El viento arreciaba por momentos y algunas hojas comenzaban a desprenderse de los árboles. La mujer sintió un ramalazo de frío y se rodeó el cuerpo con los brazos intentando infundirse calor. En ese momento, deseó fervientemente encontrarse en su casa tan confortable… Pero, una misteriosa herencia les había empujado hacia ese recóndito lugar, alejado de la mano de Dios…
La urgencia urinaria la arrancó de su ensoñación y se adentró en el aseo de señoras, que se ofrecía ante sus ojos como un cubículo maloliente y poco aseado… Estuvo tentada de abandonar el escatológico lugar, pero la necesidad era apremiante y con algún que otro remilgo penetró en lo que parecía más bien un “agujero del infierno”... Fue rápida… Estaba pendiente del peculiar ruido del viento, cuando en retrete de al lado escuchó un golpe violento…
…” ¿ESTÁ BIEN, SE HA HECHO DAÑO?”... Preguntó, creyendo que la persona que ocupaba el váter anexo habría sufrido algún accidente. Así, que salió y recelosa, se aproximó a la puerta de al lado, pero estaba cerrada, y no recibió respuesta… Mientras se lavaba las manos no dejaba de dirigirle miradas inquietas… Después, cuando abandonó el aseo, poniendo extremo cuidado en eludir las "sospechosas" manchas de humedad que pululaban por el suelo, la puerta que hasta entonces había permanecido cerrada, se abrió lentamente, para volver a cerrarse con brusquedad..
El ruido del motor del coche al ponerse en marcha amortiguó el violento portazo… Al poco tiempo aparecía Pedro con dos bolsas llenas de comida… Pensaban improvisar un picnic, no parecía importarles que la tarde amenazaba tormenta…
Los malos presagios sobre una inminente tormenta no tardaron en hacerse realidad… Negros nubarrones cubrieron el cielo y no tardaron en descargar agua… Pedro apenas podía controlar el vehículo a causa del ímpetu de las rachas de viento que azotaban sin compasión el pequeño utilitario de la pareja… En el interior, Ana, ya no sabía a qué santo encomendarse. Cuando parecía que se encontraban a un paso del "fin del mundo", aquel diluvio infernal cesó y pronto brilló nuevamente el sol...
Es curioso, pero los viajes son muy propensos a la falta de conversación fluida y no precisamente por el poco entendimiento entre las personas, si no más bien por ese atontamiento que entra después de “echarse entre pecho y espalda” kilómetros y kilómetros de interminable carretera…
Así que nuestra pareja protagonista iba sumida en un mutismo que inundaba de “malas vibraciones el interior del auto…
Las cosas mejoraron un poco tras la improvisada comida que hicieron en un atractivo lugar, una casona en ruinas, rodeada de una exuberante vegetacion… Pero, nuevamente en la carretera, el ánimo volvió a enturbiarse…. Y es que el horizonte ya anunciaba la noche cercana y la vieja heredad no aparecía por ningún lado…
El sol no tardó en ocultarse tras las montañas y apareció una luna inmensa y brillante, velada por las nubes de su alrededor.
Pedro intuía el malestar de su pareja así que intentó aliviar la tensión que les amenazaba…
“ No te preocupes, seguramente podremos hacer noche en la nueva casa”... Comentó intentando bromear, pero la mirada poco amistosa de su mujer selló sus labios de manera definitiva…
…”Y, si, buscamos una pensión para pasar la noche y dejamos la visita para mañana”... La respuesta de Ana revelaba que no estaba muy interesada en pasar la noche en un lugar del que no tenía ni la más remota idea de cómo se encontraría…
…” Sí, es lo mejor que podemos hacer… A ver si tenemos suerte y damos con una”... Pero no estaba muy convencido de encontrar nada que revelase la existencia de vida humana… Llevaban ya varias horas recorriendo aquel páramo desierto y no se veían moteles de carretera… Es como si se encontraran en un bucle. El paisaje se había vuelto repetitivo y parecían estar dando vueltas sin moverse del sitio… Los nervios afloraron cuando ya era noche cerrada y la única iluminación que tenía la carretera era la que proporcionaba los faros de su coche… Ana sintió un brinco en el pecho cuando a lo lejos percibió la silueta de un ser humano que parecía fosforecer en la noche… La mujer recordó en ese momento la famosa chica de la curva, ese ser sobrenatural que no tenía mejor idea que ocupar el asiento de atrás para anunciar su muerte…
Ana respiró tranquila cuando descubrió que su “chica de la curva” era tan sólo una inocente señal de tráfico, una limitación de velocidad por la proximidad de una curva...En ese momento deseó más que nunca encontrar uno de esos moteles, aunque fuera como el de psicosis… Pero, nada, por aquella carretera no debía circular ni Dios…
Pero estaba equivocada, al poco tiempo los faros del coche revelaron la presencia de un ciclista…¡ Qué rara afición, un ciclista nocturno!...
Pedro no tardó en alcanzarlo…
…”Buenas noches - gritó interpelando al ciclista que parecía ajeno a todo cuanto le rodeaba- ¡BUENAS NOCHES! Repitió. En ese momento el hombre le oyó y le miró con sorpresa..
…¡ Hola… ¿Qué hacen a estas horas por aquí?... ! Una mala maniobra casi provoca que el ciclista se desplome sobre el asfalto, pero era hábil y corrigió la acción con maestría…
…. ¡Vamos a Elizondo y nos hemos extraviado”... Pedro gritó intentando hacerse entender…
…”¡ Elizondo!, será el viejo Elizondo, claro!”... Bien, no se apuren, síganme y yo les indicaré el desvío… Contestó el ciclista con esa amabilidad que tienen las personas del campo….
Así que sin decir más palabras se puso delante, convirtiéndose en su guía circunstancial…
…. “ Qué costumbres más raras tiene esta gente. Mucho le tiene que gustar la bici para salir de noche”...
… “ Esto es buena señal, significa que la vida en este lugar es tranquila y que no hay delincuencia”...
…” Si, será eso”... Replicó no muy convencida, con los ojos clavados en la oscura figura del ciclista cuya lentitud y parsimonia obligaba al vehículo que le seguía a ralentizar la marcha…
..."Igual hemos tenido la suerte de encontrarnos con el ciclista nocturno, ese que dicen que se aparece en la carretera para prestar ayuda a los conductores extraviados"...Dijo intentando bromear, pero sus palabras causaron otro efecto...
..."¡Anda calla, tonterias las justas!".... Replicó dirigiéndole una mirada airada.
En aquel momento, apareció una bifurcación en la carretera, entonces el hombre sacó el brazo y les señaló el ramal derecho, mientras él se desviaba por el otro. Después se despidió y con un amable saludo se perdió en la noche…
Tras el desvío, lo primero que llamó la atención fue lo destartalada que se encontraba la señal indicadora del pueblo, parecia que habia sufrido el impacto de un accidente, porque se veía muy destrozada, casi arrancada de cuajo… Era señal de que las autoridades se habían olvidado de aquel lugar… Y, el ánimo no mejoró cuando, una vez dentro del pueblo, descubrieron que no existía rastro de vida, los edificios parecían sombras chinescas recortados contra un cielo increíblemente bello… Ana no recordaba haber visto un firmamento tan estrellado… Era lo más hermoso que sus ojos habían contemplado en toda su vida, aquella fascinante belleza nocturna contrastaba con el inquietante aspecto que presentaba aquella vieja población rural del País Vasco…
…”Tenemos que acercarnos hasta el colmado de la plaza del ayuntamiento allí nos espera el alcalde que será el que nos de las llaves de la casa”...
…”¿Es posible, que encontremos a alguien aquí? Esto esta más muerto que vivo…
El auto recorrió las callejuelas empedradas del pueblo y durante todo el trayecto pudieron comprobar que el pueblo estaba desierto…Ni una luz que indicara que allí habitaba gente… La situación era desoladora y muy inquietante porque la idea de llegar y ocupar una casa que llevaba deshabitada hace mucho tiempo no era en absoluto algo muy atrayente… Así que cuando el auto alcanzaba la Plaza Mayor, Pedro apagó las luces… Tras una espera, que parecía eterna, porque allí no aparecía nadie, optó por tocar el cláxon… Fue efectivo porque al poco tiempo, se encendió una luz en el Ayuntamiento, y en pocos minutos, se encontraba la taciturna y seria figura de un alcalde que era todo menos un ejemplo de ciudadano afable. Sin mucha ceremonia y parco en palabras, les entregó las llaves…
…”La Casa de los Iturralde se encuentra en las afueras… Sólo tiene que salir de la Plaza por la calle de la derecha y en unos 100 metros en línea recta, se encontrarán con la casa… Suerte, la van a necesitar”... Tras las misteriosas palabras del alcalde, la pareja abandonó la Plaza siguiendo las indicaciones del hombre…
…”¡Suerte!, la van a necesitar… ¿Qué habrá querido decir? Comentó Ana, mientra le miraba con inquietud…
…” No hagas caso, la gente de pueblo no es muy sociable, igual no le ha hecho gracia vernos por aquí. Ya sabes, a veces los Ayuntamientos tienen sus propios planes con respecto a ciertas propiedades que carecen de dueño... Bueno es hablar por no callar”...
La pareja volvió a sumirse en un silencio, los cien metros que le separaban de su nueva vivienda, se volvieron interminables..
Ahora que ya estaban casi a un paso de conocer su vieja vivienda, no tenían ningún interés en pernoctar en ella. Así que antes se aseguraron de que hubiese algún alojamiento disponible donde se pudiese pasar la noche. Pero tras dar varias vueltas descubrieron que aquel lugar estaba deshabitado. Era lo que comúnmente se conoce como un pueblo fantasma y aunque existía alguna que otra pensión u hotel, permanecían cerrados, porque solo se abrían durante el periodo vacacional...
La noche se había tornada fría y desapacible, tan solo el cielo contribuía a crear una atmósfera de mágico misterio… Ana perdida en sus pensamientos, mantenía un mutismo que alteraba el ánimo de su pareja…
Absorta como iba no supo en qué momento aquel enorme tractor se les puso delante, obstruyendo el camino y obligándoles a aminorar la marcha… Extrañamente, no llevaba ninguna luz de posición encendida, quería pasar desapercibido… En la noche su envergadura podía ser comparada con la de un gigante antidiluviano…
No se escuchaba sonido alguno... Un silencio sepulcral lo invadía todo…
…”¡Mira otro fantasma!”….Ana bromeaba, tratando de apaciguar la inquietud que comenzaba a enrarecer el ambiente…
…¡ Qué raras aficiones tienen los vecinos de este pueblo!, que si paseos nocturnos en bici, y ahora este tractor…- Le replicó, Pedro- Hace ya bastantes horas que es noche cerrada… Igual lo conduce un fantasma…- le dijo, con una sonrisilla- Tengo entendido que cerca de aquí existe un monasterio del que se cuenta que durante la desamortización, la comunidad de monjes que lo habitaba fueron despeñados desde lo alto del campanario y dicen las leyendas de la localidad que salen de sus tumbas en busca de los forasteros”…
…” Te lo acabas de inventar… Por lo menos ingenioso sí que eres.. Te has empeñado en darme la noche.¿ Verdad corazón?. Aunque sí que es raro ver un “trasto” de estos circulando a estas horas. La gente del campo suele trabajar de sol a sol”...
…”No me lo he inventado, es cierto. Está documentado, si buscas en internet puedes encontrarlo..”...
…” No te creas todo lo que sale en internet. La mayoría son mentiras, invenciones de la gente, con la única intención de que se convierta en viral y se extienda por la red y así hacerse famosos...”...
Sin embargo, pronto tuvieron ocasión de comprobar si el conductor era un fantasma o no.
Al cabo de unos minutos de interminable marcha lenta, la ecuanimidad de Pedro alcanzó su punto más crítico y empezó a lanzar maldiciones sobre el tractorista, que era todo un ejemplo de la flema y parsimonia que tienen los hombres del campo. Éste se mostraba ajeno a todo cuanto le rodeaba, incluido el coche que le seguía a prudente distancia.
Al cabo de unos minutos, el camino se ensanchó, aprovechando la ocasión para adelantarle y cuando se encontró a su altura le dirigió una mirada airada…
…” ¡ VAYA HUEVAZOS QUE TIENES MACHO !”... Pronunció bien alto para que el tractorista se diese por aludido.
…”¿Hacía falta ser tan ordinario?… Eres muy impaciente, siempre te pasa lo mismo cuando te encuentras ante el volante, te conviertes en el eslabón perdido de Atapuerca”... Le recriminó enérgicamente.
El tractorista, imperturbable ante las malsonantes palabras de Pedro,  permanecía cabizbajo, encaramado en lo alto del tractor, sus abundantes canas revelaban que la juventud ya la había dejado atrás.… Su actitud seria y poco comunicativa revelaba que no era muy propenso a entablar conversación con extraños… Así que evitaron tener más roces con él y para ello lo más acertado era mantener la distancia. Pedro optó por aligerar la marcha para alejarse lo más rápido posible. Cuando estaba a punto de rebasarlo, el tractorista hizo lo propio y aceleró bruscamente….
Sorprendidos vieron como el rústico vehículo de labranza vomitaba fuego por el tubo de escape y luego les embestía salvajemente. Pedro que no salía de su asombro al ver la furiosa maniobra del tractorista, evitó el vuelco y escapó a toda marcha, dejando atrás al enloquecido tractor que se había empeñado en provocar un accidente.
…” Después de todo sí que era un fantasma, pero de carne y hueso… Valiente psicópata está hecho. ¡Qué poco hospitalaria es esta gente, por Dios!”... Decía Ana mientras trataba de controlar su corazón desbocado… Giró la cabeza para ver si aquel loco les seguía, Inexplicablemente, había desaparecido. La carretera permanecía desierta, ni rastro del tractor homicida…
…”¡ Jo, se ha esfumado!”... Dijo mientras suspiraba con alivio.
…” Claro, que se ha esfumado, porque era el fantasma del monasterio”... Le contestó con sorna…
…” Sí, búrlate, pero ese tipo era algo raro, y espero que no nos lo volvamos a encontrar... Igual nos ha hecho una abolladura, tendríamos que mirar”…
En aquel momento Pedro detenía el coche ante una pequeña valla, con la pintura muy descascarillada y llena de desconchones,  que se abría a una explanada donde se levantaba la vieja casona…Cuando se bajó del auto aprovechó para observar los posibles desperfectos que el tractor le podía haber causado… Afortunadamente, la chapa estaba perfecta...
Era la típica casa de montaña, con tejado a doble vertiente y el viejo entramado de madera en las partes superiores de la casa, que le confería un aspecto rústico encantador. Así a simple vista se veía en perfecto estado… Pero, era de noche y no se podían apreciar los detalles… Lo que sí se podía intuir era las malas vibraciones que desprendía, de ella emanaba una especie de energía que provocaba escalofríos. Se la veía poco acogedora…
Durante unos minutos la estuvieron contemplando en silencio, un poco entristecidos y desdichados ante lo que tenían ante sus ojos y pensaron con desolación en todas las fantasías que su mente había creado con respecto a ella... Al final se acercaron hasta la puerta de la casa. El candado impedía el acceso…Pedro intentó meter la llave en la ranura, pero la mano de ella se lo impidió..
… “ Dejémoslo para mañana… No sabemos en qué estado se encuentra y ahora es peligroso deambular por ella totalmente a oscuras, podríamos tener un accidente… Es mejor que pasemos en el coche toda la noche y mañana ya tendremos ocasión de examinarla a conciencia. Hacerlo ahora me parece un poco temerario”...
..” Tienes razón, mejor lo dejamos para mañana. Será lo más prudente… Además, ahora tampoco me apetece demasiado aventurarme en semejante sitio, tengo poco de Indiana Jones”...
La pareja se acomodó lo mejor que pudo en el interior del auto, y pronto la respiración acompasada de Pedro indicó que se había dormido profundamente… No pasaba lo mismo con Ana, que permanecía con el ojo abierto mirando fijamente la vetusta casona que le había tocado en suerte...Pensaba con desagrado en la cantidad de kilómetros que había tenido que recorrer para ahora encontrarse en esa situación tan poco agradable… La calefacción caldeaba el interior del coche, pero el enturbiamiento de los cristales anunciaba un descenso brusco de la temperatura… En ese momento, creyó percibir como un fogonazo en la planta superior de la casona. Como los vidrios del parabrisas estadas empañados, frotó con nerviosismo tratando de eliminar el vaho…Sus ojos se abrieron desmesuradamente, no daba crédito a lo que estaba viendo, como si se tratase de un sortilegio, la casa se iluminó de repente…
Asustada, intentó despertar con un codazo al durmiente, que como tenía el sueño bien cogido, parecía no reaccionar…Seguía atrapado entre los brazos de Morfeo
…”¡PEDRO!”. Gritó, zarandeándolo. Al final, consiguió despertarlo-
…”¡Qué pasa!”. Preguntó sobresaltado…
…”Mira,-,dijo ella, señalando la vetusta casa-  se han encendido todas las luces”,…Medio somnoliento, dirigió la mirada hacia el lugar donde le indicaba Ana y la impresión que sintió, alejó las telarañas del sueño de manera fulminante.
…”No quería, pero tengo que entrar…-Comentó con un gesto de desagrado- Voy a ver lo que pasa… Tú te quedas aquí y no se te ocurra moverte… Si ves que tardo, llamas a la policía y das parte… ¿Me has entendido?...Le dijo autoritario
… “ Ni hablar, tu no entras ahí solo… ¡VÁMONOS DE AQUÍ!… Exclamó fuera de sí, dominada por el pánico…
… “Tranquila, me llevo una llave inglesa, por lo que pueda pasar… Compréndelo, no podemos abandonar este lugar sin más… Entro y le echo una ojeada y así nos quedamos tranquilos..
…”Si piensas que me voy a quedar en el coche mientras tu te expones a no sé qué peligros, estás muy equivocado… Yo te acompaño a dónde tú vayas”…Dijo sin poder controlar las lágrimas y se aferró a su cuerpo estrechamente, como si le fuera la vida en ello. En aquel momento fue consciente de lo sola que se encontraba en el mundo…
Pedro comprendió la intensidad de sus sentimientos y tratando de calmarla acarició su sedoso cabello.. Un beso apasionado apaciguó por completo los nervios descontrolados de la mujer.…
….” Necesitarás una linterna… Y, si ves algo raro, sales de inmediato.”... Resignada, sabía que él había tomado una decisión y nada que ella dijera le iba a hacer cambiar de idea… Cuando le vio alejarse con la llave inglesa en una mano y la linterna en la otra, sintió una congoja muy grande y pensó en la gran equivocación que habían cometido al programar aquel viaje… Creyó que lo más inmediato que tenía que hacer era deshacerse de aquella ruina…
Vio como Pedro penetraba en la casa y después tan solo pudo distinguir el haz de luz de la linterna, todo lo demás permanecía oculto… Por un momento, le pasó por la cabeza la idea de abandonar la seguridad que el auto le brindaba para reunirse con Pedro… Pero el poco sentido común que le quedaba la mantenía pegada al asiento…
El ruido atronador de un motor la hizo mirar por el espejo retrovisor, y sus ojos casi salieron de sus órbitas cuando descubrió el tractor psicópata detenido ante la valla que daba acceso a su casa… Y, curiosamente, ahora mostraba todas las luces de posición encendidas, seguramente con la intención de hacerse notar… Ana sufrió un ataque de nervios y empezó a gritar como una posesa, sin meditar lo que hacía se apeó del coche enloquecida de terror y corrió hacia la casa buscando la protección de su pareja….
Pedro se encontraba inspeccionando la planta superior tratando de localizar al intruso, pero cuando la mujer irrumpió en la casa gritando y llorando, dejó lo que estaba haciendo y bajó a trompicones la destartalada escalera… Más bien fue ella la que salió a su encuentro y se fundió en un abrazo de vicio que casi lo descoyunta… Entre hipidos y palabras entrecortadas le explicó que el tractor asesino estaba detenido ante la valla de la casa…Presurosos se dirigieron a la salida… El tractor había desaparecido… Sin embargo, su ausencia lejos de tranquilizarlos, solo les preocupó más..
…” No podemos pasar la noche a la intemperie, aunque sea dentro del coche, con ese tractor merodeando por ahí.. Le he echado una ojeada a la casa y parece todo normal… Así que nos vamos a encerrar aquí dentro con el candado y mañana ya veremos lo que hacemos”·…
Las palabras del hombre consiguieron calmarla, como siempre. Así que cuando giró la cabeza para echar una ojeada a su alrededor, sintió como el vello se le ponía de punta… Todo se encontraba sumido en la más densa oscuridad, las sombras desdibujaban el contorno de las cosas otorgando al lugar un aire siniestro. Por un momento se sintió vulnerable en aquel lugar que, incomprensiblemente, intuía hostil y amenazante… El penetrante olor a rancio que desprendía el interior debido a los muchos años que llevaba cerrado, hirió sus fosas nasales…
Ana lloró de impotencia y rabia, pero sus lágrimas cesaron cuando contempló la luna que seguía irradiando su fascinate luz, pero por encima de todo, fiel a la idiosincrasia del pueblo, permanecía en el mismo lugar...
En aquel recóndito lugar de la geografía de España, hasta la luna se negaba a trazar su arco nocturno alrededor de la tierra, era increíble pero permanecía en el mismo lugar…
…”¿Te has tomado las pastillas?”...La interrogó con la mirada.
…”No, desde que estamos embarazados”
Ana no pudo decir mas, casi se atragantó cuando le hizo la confesión…
La reacción de alegría fue incontenible, la abrazó estrechamente y se la comió a besos… Ser padre era la mayor alegría que había recibido en su vida…
En aquel momento como contagiada por la alegría de la feliz pareja, todas las luces de la casa se encendieron, haciendo desaparecer toda la oscuridad. La electricidad hizo aflorar el misterio oculto de aquel lugar y la gran revelación se abrió de manera abrumadora en sus mentes, al descubrir la gran belleza del caserón… Aquel conjuro de misterios ocultos era la casa soñada. El anhelo con el que todos fantaseamos se materializaba en aquel hogar tan acogedor… Una chimenea anunciaba su existencia con el crepitar de los troncos que lentamente se consumían, en un imposible paso del tiempo… En algún lugar de la casa sonó una triste melodia.
…”¡Es el Adagio de Albinoni!”... Dijo ella mientras buscaba con la mirada el lugar de donde procedía la triste melodía… Nuevamente se sintió conmovida con la espectacular melancolía y la apabullante serenidad del drama que encerraban aquellas notas musicales...Su composición musical favorita......
Cuando se recuperaron de la impresión que les produjo ver el maravilloso aspecto de la casa tras salir de la oscuridad, la inspeccionaron con meticulosidad y su capacidad de asombro no tenía límite… Aquel caserón que creían una ruina, en realidad era una casa decorada con extrema elegancia, sin descuidar ningún detalle. Pero, cuando descubrieron el dormitorio familiar y su cama con dosel aquello superó todas sus expectativas. Los cortinajes de almidonados encajes aparecían suavemente mecidos por una brisa irreal. Y, por fin dieron con el instrumento musical que emitía el célebre adagio. En un rincón había un mueble con una gramola instalada en su interior, la suave melodía proclamaba su encanto desgarrado y Ana no pudo evitar derramar unas lágrimas.. La visión parecía un delirio onírico que trastornaba la cordura de la pareja. Pedro levantó la aguja y la música cesó…
La ventana permanecía abierta de par en par. enmarcando la luna, que seguía en el mismo lugar. Ojearon la casa con meticulosidad, recorrieron todas las habitaciones, pasillos y salas de la laberíntica casa. Pero, cuando descendieron por una pequeña escalera camino de sótano, se enfrentaron a otro enigma, encima de la puerta maciza de metal se leía el siguiente mensaje: “Aquí yace la durmiente eterna… No profanes su sueño”... Los ojos de Ana se abrieron de manera desmesurada.
…”¿Durmiente eterna? Por dios, ¡Qué teatrales!.
Sin embargo, cuando abrieron la puerta, se encontraron dibujado en el suelo un círculo con una estrella de cinco puntas invertida inscrita en su interior…Pero lo que más llamó su atención fue una especie de altar de piedra sobre el que reposaban restos de cirios, curiosamente distribuidos según los cuatro puntos cardinales, como si su disposición siguiera algún rito satánico. Unas sospechosas manchas en la superficie, componían la macabra escena. No hacia falta ser un lince para comprender que allí se habia celebrado algún ritual de magia negra, o una invocación demoníaca…
...“Pedro, tenemos que irnos de aquí de manera inmediata - Dijo con apremio, mientras lo agarraba con fuerza de la camisa- ¿Sabes lo que significa eso que hemos visto?. Pues, una conjura satánica. Y, aquÍ pasan cosas demasiado raras como para tomarlo a la ligera... Acaso no te has dado cuenta de que la luna sigue en el mismo lugar desde que hemos llegado… Esto es magia negra y somos víctimas de algún tipo de hechizo, debemos alejarnos de este lugar lo antes posible… Todo tan impoluto y resulta que lleva deshabitada varias décadas…¡NO NOS PODEMOS QUEDAR, NI SIQUIERA AHORA… HEMOS DE IRNOS LO ANTES POSIBLE! ...
….”Mira, no nos podemos ir sin mas, estamos cansados por el largo viaje y seria muy imprudente, además en tu estado… -dijo mientras le acariciaba el vientre con ternura. mejor esperamos a mañana. No creo en fenómenos sobrenaturales y soy de los que piensan que todo tiene una explicación racional. Están pasando cosas raras, pero igual es el cansancio del viaje, la falta de oxígeno o el efecto de alguna droga. En fin, no creo que sea tan raro como para que no podamos descansar unas horas… He oído que cuando las casas están cerradas aparece un tipo de hongo que produce efectos alucinógenos capaces de alterar la percepción cognitiva de las personas”…
Por toda respuesta, Ana le rodeó con sus brazos…
…”Sera lo que tu quieras y que Dios nos ampare”…
La palabra “DIOS” tuvo mucho que ver en el repentino apagón que se produjo en la casa…
…” No te preocupes llevo conmigo la linterna”... Dijo tratando de confortarla con sus palabras.
Orientándose a duras penas en la oscuridad, llegaron hasta el dormitorio, curiosamente se podía distinguir como alguna corriente de aire agitaba las cortinas, que en aquel momento la incidencia de la luz lunar convertía en fantasmagóricas…
La pareja se metió en la cama sin desnudarse… La noche amenazaba con ser muy larga…El cansancio les venció y no tardaron en dormirse.
Unos golpes en algún lugar de la casa despertaron a Pedro, que medio dormido, dirigió una mirada a la negra figura que dormitaba a su lado, era Ana, que seguía perdida en sus sueños…
Pedro se levantó de la cama con suavidad, evitando los movimientos bruscos para no despertarla…
Descendió por el escalera, el crujido que hacían los viejos travesaños le ponian los pelos de punta… Los golpes provenían de la puerta de la entrada… Con sigilo, se acercó a una de las ventanas y la abrió con cuidado, lo justo para distinguir al visitante nocturno que osaba importunar sus “dulces” sueños… La luna bañaba su cuerpo, y pudo ver con total claridad que era una hombre de pelo canoso y algo mayor… Le reconoció de inmediato, era el hombre del tractor asesino…
…” Sé que está ahí, he venido a hablar con usted… Tengo algo que comentarle de suma importancia”. Escuchar hablar al hombre le hizo decidirse. Así que cuando abrió la puerta, lo primero que llamó su atención fue el imponente tractor aparcado ante la valla que daba acceso a su vivienda… Lo segundo, fue ver a su conductor ante sus ojos.
…”¿Bien, qué es eso que me tiene que decir?”... Inquirió con tono amenazante.
…”Comprendo que no soy muy bien recibido, después del altercado que hemos tenido en el camino de acceso, pero es que tenia que impedir como fuese que ustedes llegasen a la casa… Cosa que no he podido evitar.”...Contestó el desconocido muy afectado.
…”, Ya, casi provoca un accidente, y es porque no ha tenido más remedio”... Replicó con sorna…
…”¿Quiere entrar y así estaremos más cómodos?... Ofreció con cortesía…
El hombre no se hizo esperar,
...” Mire, ustedes con la aceptación de la herencia han desatado una maldición, cuyo origen se encuentra en el ajusticiamiento de la bruja que habitaba en esta casa”..
Escuchar aquellas cosas sobre la casa era algo que no le extrañaba después de todo lo que habían vivido en las pocas horas que llevaban en ella…
…” ¿Qué clase de maldición?... Se interesó. En otras circunstancias, se habría tomado con ironia el comentario del tractorista, pero en aquella casa ocurrían cosas demasiado extrañas como para no dar credibilidad a las palabras del hombre...
…”Pues, con la primera heredera que entre en esta casa acontecerán todo tipo de desgracias sobre el pueblo, desde la improductividad de sus tierras hasta la ruina de todos los vecinos, y una noche eterna que se adueñará de todo el pueblo… Por eso los vecinos al enterarse de que se había encontrado una heredera y que iba a venir lo han abandonado… No se querían exponer a no ver amanecer..
…”Entonces, esa es la razón por la que la luna no se mueve…
…”Pues, sí, por eso, y porque la maldición ya se ha desencadenado”….
….” Cuál fue el origen de la maldición de este pueblo" ….
… “Pues, ya se sabe, cosas de la Edad Media. Cuando se perdían cosechas sucesivamente, siempre solían producirse hambrunas y epidemias, como la consecuencia más inmediata y ¿qué sucedía? Pues que la superstición popular y el fanatismo siempre culpaba a seres que por alguna razón siempre se encontraban un poco margen de la ley. Brujas, sanadoras o hechiceras que se dedicaban a elaborar brebajes para el pueblo, eran acusadas directamente de tener pactos con el diablo.. Eso fue lo que pasó, un día todos los vecinos de Elizondo, armados con estacas, antorchas, palos, etc, irrumpieron en la casa de Amaya Iturralde y acabaron con su vida… Pero antes de asesinarla, maldijo a la población con todas las acusaciones de las que había sido objeto, para acabar con su vida…Y, según los archivos del pueblo, Amaya en su desesperación les dijo:
…”Vecinos de Elizondo, yo, Amaya de Iturralde, os maldigo por los siglos de los siglos, y os juro, que cuando el primer heredero tome posesión de esta casa, todas las falsas condenas que han caído sobre mi  revertirán en vuestras personas, familias y descendientes y se abrirá para este pueblo maldito un periodo lleno de dolor y en una noche eterna culminará vuestra desgracia y mi venganza…¡MALDITOS SOIS TODOS, AHORA Y SIEMPRE!…
Los dos hombres dialogaban ajenos por completo a lo que sucedía en la habitación de la planta superior, donde Ana dormía profundamente. En su pesadilla le llegaba el sonido
de muchas voces metálicas atenuadas que le iban arrebatando el sueño y tenían la facultad de debilitar su cuerpo. En un último esfuerzo por resistir, descubrió la sombra oscura, enorme, sin forma definida, que se cernía sobre su cuerpo convulso, intentando cubrirla, intento gritar, pero fue inútil, ya le habían arrebatado la mente.
.
Después, dejó la cama con inseguridad, sus movimientos imprecisos la empujaron hacia la puerta. Su pelo negro ocultaba el rostro, su debilidad corporal parecía impedir que mantuviera la cabeza alta. Ana arrastraba los pies, bajaba la escalera tambaleándose y esquivando de manera milagrosa el accidente fatal… De manera inconsciente llegó hasta el lugar donde se encontraban los hombres dialogando, que se giraron al escuchar el ruido que hizo al irrumpir en el salón….
…”¡Ana, te has despertado… Mira, es el conductor del tractor!”...Ana permanece impasible ante sus palabras… Su falta de reacción alarma a los hombres.
…”¿ANA, CARIÑO, QUÉ TE OCURRE?”... Grita asustado al ver la actitud de su mujer . Y, no deja de preguntarle, pero no recibe respuesta
…” Su mujer ha sido poseída por el espíritu de la casa….Venga tenemos que actuar de inmediato”... Y con apresuramiento se dirige hacia donde se encuentra la mujer y cogiéndola en brazos se dirige hacia la escalera que conduce al sótano…
Pedro observa con asombro la soltura con la que se mueve por la casa, parece como si supiera de antemano toda su distribución…
Abre la puerta y se adentra con su preciosa carga en la maloliente oscuridad de ese sótano infernal… La débil luz de la linterna va descubriendo los inciertos perfiles del altar, donde la mujer poseída es depositada…
Pedro contempla al tractorista y no sabe qué pensar… Al final como si el hombre intuyera los pensamientos que pululaban por la mente del muchacho, se ve obligado a revelar cuál era su papel en aquel delirio sobrenatural….
“Soy un cura degradado, un siervo de Dios descarriado, y por qué. pues porque la sacrosanta Roma descubrió que era lo que se suele decir “un cura rojo”… Una vez expulsado de la orden fue cuando verdaderamente sentí la llamada de Dios y mi expiación a partir de entonces sería cazar ángeles y demonios...Soy poco humilde cuando declaró que puedo acabar con los enemigos de nuestro señor con solo un crucifijo y unas cuantas invocaciones wiccanas, y hasta el momento no se me ha resistido ninguno de estos engendros.
El tractorista se saca de un bolsillo interno de su abrigo un pequeño libro, que abre y tras pasar unas cuantas páginas, comienza la invocación, colocándose al lado de la mujer, cuidadosamente coloca ambos dedos pulgares en la sienes e inicia una ligera presión… La mujer continua con los ojos cerrados.
Soy infalible con estas criaturas demoníacas. Soy su azote divino. El que las manda directamente al infierno”... Concluyó, muy ufano, mientras ataba a la posesa con fuertes correajes… Pedro podía sentir el mal, esa presencia sobrenatural hostil capaz de poner los nervios de punta. La misma sensación que se apodera de nosotros cuando somos niños y padecemos esos terrores nocturnos que nos obligan a taparnos la cabeza.
Antes de empezar, el hombre se dirige a Pedro:
…” Tranquilícese, se pondrá bien”... Tras estas palabras tranquilizadoras inicia el ritual, clamando con voz potente.
“ Te exorcizo espíritu del averno,- en este momento la poseída abre los ojos violentamente y los pone en blanco. La presión de los dedos en sus sienes semejan carbones encendidos porque comienzan a desprender humo- poder satánico de oscura fuerza y siniestras sectas. -El tractorista no se detuvo ante la resistencia que ofrecía Ana, que no dejaba de agitarse violentamente. Supo que tenía que acelerar el exorcismo porque aquello se le estaba escapando de las manos- En nombre de nuestro Dios terrenal y la madre tierra yo te expulso de este casa y del cuerpo trémulo de esta pobre sierva- Ana recibió un calambrazo brutal y empezó a echar espuma por la boca. Las sogas que la mantenían sujeta comenzaron a desatarse solas. El pánico se apoderó de los hombres que luchaban por salvar su vida, Pedro intentó intervenir tratando de volver a reajustar los correajes, pero recibió un impacto invisible tan virulento que salió despedido con fuerza contra la pared y acabó estrellándose… Su cabeza ensangrentada dejó un reguero en la pared, al ir desplomándose poco a poco… Al ver lo ocurrido, el exorcista trató de apresurar su ritual. pero la endemoniada ya estaba levitando horizontalmente, vociferaba y lanzaba gruñidos ininteligibles. Al final, se incorporó por completo y desde su altura clavó sus ojos terrorificos en el tractorista, que impotente recitó el epílogo final de su ritual con tanta fuerza que casi se desgarra la garganta… Una ventolera repentina irrumpió en el sótano librándose una lucha feroz contra los elementos.- ¡ POR EL PODER DE LA HUMILDAD siguió clamando el tractorista- POR EL PODER DE LA FE ILUMINADA Y LA DE TODOS LOS SERES, PODERES Y LEGIONES DE LUZ QUE SIRVEN AL PRIMER ADVENIMIENTO. TE ORDENO QUE HUYAS DE AQUÍ, FUERZA SINIESTRA, MAESTRA DE TODO ENGAÑO Y MALDAD, ENEMIGA DE LA PAZ LA TRANQUILIDAD DE LOS HOMBRES. TE ORDENO QUE RETROCEDAS Y ABANDONES TU PRESA PORQUE NO SIRVE A TUS HUESTES DEMONÍACAS Y NO TIENE NADA QUE VER CON TUS OBRAS. TE ORDENO QUE RETROCEDAS ÚNICA Y DEFINITIVAMENTE ANTE LA IGLESIA DE LA NUEVA ERA!“.. Concluyó extenuado y después todo quedó en silencio...
Una sombra abandona el sótano, y avanza por la casa. Las ventanas están cerradas y apenas se ve, un resquicio de luz se cuela por alguna grieta de la casa. La sombra se mueve en la penumbra, silenciosa, y finalmente se acerca hasta la puerta que abre de par en par… Siente en su cara el agradable calor de ese día tan luminoso, vibrante y deliciosamente evocador de futuras dichas… El coche espera en el mismo lugar donde lo dejaron aparcado la noche anterior…. Ana abre la puerta y ocupa el asiento del conductor. Después fija la mirada en el espejo retrovisor… Sus ojos tropiezan con la enorme mole del tractor aparcado y lanza una carcajada…Cuando se aleja por el viejo camino rural a una velocidad “endiablada”, deja a su paso un gran remolino de polvo que casi oculta la columna de humo que asciende hacia el cielo…
Y, la vecindad de Elizondo vuelve a recorrer sus calles con la agradable tranquilidad que da sentirse seguro y libre de todo peligro.

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