REFLEXIÓN SOBRE LA DIADA

Resulta novedoso y curioso que la ANC haya apelado al término “catapulta”, como referente para impulsar y desarrollar la celebración del referéndum. Teniendo en cuenta que Puigdemont manifiesta que ellos siempre han celebrado la diada con paz, alegría y respeto, ante la provocación de cualquiera… Resulta un tanto peculiar que se hable de catapultar el referéndum.

Si recurrimos a la historia, catapulta era un arma de guerra que se utilizaba para lanzar piedras o flechas de gran tamaño. Aunque quizá les ha traicionado el inconsciente y en realidad querían decir era que lo más conveniente es “celebrar el referéndum para catapultar lo más lejos posible todo este interminable asunto”.

No hace falta que Rufián nos diga que si la respuesta mayoritaria en el referéndum es el sí, Puigdemont, acuciado por la CUP, bajo amenaza de retirarle el apoyo parlamentario y forzar nuevas elecciones, proclamará la independencia unilateral de Cataluña. Pero no será reconocida ni internacionalmente ni por España. Así que con toda seguridad, al día siguiente nadie le hará caso y Cataluña no será independiente, porque no sirve de nada declarar unilateralmente la independencia, si el resto del país en litigio no está de acuerdo... Claro, siempre y cuando no se intente imponer por la fuerza y para ello sería necesario recurrir al conflicto armado, con la intervención de los mossos d´esquadra asumiendo el papel del ejército. Y, todo ello se haría en nombre de "la garantía natural que el pueblo de Catalunya es un solo pueblo y que está movilizado en la legítima defensa de sus derechos y ha llamado a participar a todas las personas que se consideren demócratas(y sigan en la reserva, porque en tiempo de guerra se moviliza todo dios)". 

En este punto, la nueva república tendría que recibir el apoyo de algún país aliado, frente a la coalición de socios de la UE y la OTAN…Si hace unos meses, Junts Pel sí, la ANC, el Ómnium Cultural y la Asociaciación de Municipios por la Independencia ya aconsejaban que en la última fase habría que fomentar relaciones Internacionales  para crear un clima óptimo que favorezca su definitiva ruptura con España. Lo que no preveían, es su rotundo fracaso en la inauguración de una de las ultimas embajadas creada, la danesa, en su intento por estrechar las relaciones con Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia... 

Los países nórdicos han servido de modelo a Puigdemont, por su ejemplo de tradición democrática, ya el Presidente de la Generalitat aspira a convertir Cataluña en la nueva "Dinamarca del Mediterráneo", pero el equipo de gobierno del citado país ha demostrado no tener el mayor interés en las aspiraciones soberanistas de Puigdemont y sus socios. Y, es que el líder separatista parece no estar al tanto de que las recientes declaraciones del presidente del Parlamento europeo han puesto de manifiesto que nunca será reconocida, porque según él "los ordenamientos jurídicos de los Estados miembros son parte del marco legal europeo, así que quien actúa contra la Constitución de un Estado miembro estará actuando contra parte de ese marco legal europeo. Esa actuación nunca podrá ser reconocida a nivel europeo ni podrá surtir efecto alguno". Más contundentes y reveladoras no pueden ser.

Como no tienen muchos apoyos internacionales, si acaso unos cuatro o cinco Premios Nobel, buscan eventos multitudinarios con amplia acogida entre la ciudadanía, para que la causa separatista catalana gane adeptos internacionales, y por ello no duda imitar el centralismo madrileño, organizando todo estratégicamente, y no duda en imitar al Partido Popular cuando se trata de organizar "flotillas de autocares" para trasladar a los manifestantes desde sus municipios de origen hasta Barcelona,  para que la manifestación que se celebre obtenga un éxito arrollador y trascienda mediáticamente, todo en nombre del marketing y la publicidad del proceso…. Un despilfarro abrumador, porque tuvimos la ocasión de comprobar la gran cantidad de autocares que llegaban a la ciudad. Unos 1800 autocares nos invadieron. Como avanzadilla nosotras observamos como una decena de autocares , todos procedentes de Olot, entraban por la Meridiana. 

Una fiesta que es el orgullo de TODOS los catalanes se ha convertido en un negocio que no ha faltado en las últimas celebraciones de la diada. Es costumbre que los que asisten a la concentración vayan bien equipados con ese kit independentista, que este año recibe el nombre “lote de la Fiesta del Sí”, nuevo nombre con el que la ANC ha denominado a la Diada. Y, digo yo, que muy demócratas no serán cuando sólo contemplan una posibilidad. Un consejo, si eres partidario del “NO”, mejor calladit@, que en boca cerrada no entran moscas. El "lote de la Fiesta del SÍ”, el kit independentista contiene una camiseta, una mochila, y un abanico… Desconozco si este año han incluido el bocadillo de butifarra... Y todo ello por 15 euros, una auténtica ganga. Además, se han confeccionado camisetas también para los niños (ocho euros), aunque en la web solo pueden registrarse mayores de 16 años. De los 15 euros que vale el 'pack' hay que descontar el IVA y los gastos de producción y distribución. 

Así, la Asamblea Nacional Catalana obtiene un beneficio de 6,4 euros por cada lote que irán a parar a la financiación de la campaña por el sí en el referéndum del 1 de octubre. 

 Puntualizar que me parece una frivolidad banalizar algo tan trascendental como es la Independencia, porque en ningún país del mundo una deriva independentista, ha sido considerada una "FIESTA", sino todo lo contrario, un baño de sangre, ni siquiera la pacífica "primavera de Praga", llamada comunmente, "la Revolución de Terciopelo" lo consiguió. Los nuevos padres de la patria entraron un día en el Parlamento para reforzar las entidades checa y eslovaca de la federación, y salieron con una declaración de independencia bajo el brazo, que duró hasta que fue invadida por la URSS y los países del Pacto de Varsovia, con la intención de restaurar los antiguos valores de la revolución comunista.... Pues eso, si pensamos que Cataluña puede aspirar a una secesión pacífica es de ilusos...

 Es que eso de no tener miedo se lo han tomado muy en serio, y hay que tenerlo, pero a los gobernantes que imponen su voluntad bajo falsos subterfugios de fingida democracia... 

Siempre lo he dicho y me ratifico en mi opinión, hay que tener miedo, pero a la actitud que tomará Francia, cuando El país Vasco francés y la Cataluña francesa, respectivamente, su sumen al movimiento separatista., que aunque mantienen un inquietante silencio, estoy segura que ellos también se van a mostrar partidarios, y no porque imiten ninguna postura, si no porque lo llevan en los genes y ya es casi un hecho.... Pues eso, dos regiones independentistas históricas, que en cualquier momento reclamarán también sus derechos identitarios, y ya veremos cómo actúa el país vecino, igual también es para ellos una ..."FIESTA".

Artur Más decía hace algún tiempo “España no es Yugoslavia”, porque entre Cataluña y España existen suficientes lazos e historia compartida como para tener muy presente este bagaje común, que se manifiesta incluso en la composición demográfica de Cataluña”, apuntaba entonces. 

 Pero, la verdad es que sí tienen en común y mucho más de lo que pensamos. 

Yugoslavia precioso país formado por un conjunto de seis estados autónomos y dos regiones autónomas que funcionaban como una federación multicultural. 

Pero, además, tenía siete fronteras, seis repúblicas, cinco nacionalidades, cuatro idiomas, tres religiones, dos alfabetos y un líder que disfrutaba de un poder centralizado que tenía que ser asumido por sus habitantes… 

Resumiendo el conflicto en pocas palabras, el origen se hallaba en la agitación nacionalista de Servia, iniciada a finales de 1980. La declaración unilateral de indpendencia de Eslovenia, Croacia y en consecuencia, el de las restantes repúblicas yugoslavas fue provocada por la abolición de la autonomía de Kosovo por Milosevic, 1990, y la separación de los serbios de la región croata de Krajina... El choque violento entre las diferentes etnias provocó una guerra muy violenta. Con el reconocimiento de los países europeos de la CE y la comunidad internacional de la independencia de Eslovenia y Croacia se produce el fin de Yugoslavia. La desintegración de Yugoslavia está claramente relacionada en el contexto del fin de la guerra fría y la disolución de otros países del bloque oriental como la disolución de Checoslovaquia y la disolución de la URSS. El capital, representado en la burguesía europea, se erigió en depositario de ser el único valedor en la agresión potencial a Yugoslavia, y respondía a esa tendencia en resolver las grandes crisis económicas mediante el genocidio bélico... Los instigadores hacen pasar todo el conflicto por una reivindicación territorial fundada en los valores históricos de la nacionalidad, del sagrado paradigma de los próceres y de la raza eslava, valores en los que habían venido educando sistemáticamente a los trabajadores serbios. Es decir: se aferran a una misma irracionalidad mediante los mismos argumentos sobre los que se basó la barbarie desatada por la burguesía imperialista alemana en 1939. Cierto que no para conquistar un "espacio vital" sino para defenderlo. Pero esto no les hace ser de distinta naturaleza, porque imperialismo y nacionalismo no son más que dos formas de manifestación de una misma sustancia: la propiedad privada capitalista. Como siempre, los capitalistas escriben la historia desde su perspectiva llegando incluso a idear una hagiografía o protohistoria, tergirversada o manipulada antropológicamente para encubrir sus verdaderas motivaciones. Así lo difunden y así lo hacen creer a sus seguidores fanáticos, educados de tal modo en la ilusión de que la humanidad se comporta según motivaciones políticas, religiosas o étnicas. El resultado, un largo conflicto que se extendió a la largo de 10 años. Murieron unas 130 mil personas y aproximadamente dos tercios de la población fueron desplazados de sus hogares. Numerosos casos de abusos contra los civiles pudieron ser registrados. Se cometieron innumerables atropellos a los derechos humanos, incluidos asesinatos, torturas, violaciones y castraciones. Se destruyeron edificios históricos de un valor incalculable. 

Las  guerras  yugoslavas de los años noventa del siglo pasado constituyeron el único conflicto armado de gran envergadura en la Europa de la segunda mitad del siglo..