Con ocasión del pasado 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, quería hacer una semblanza de lo que es el mundo del autónomo, ese “esclavo” que no sabe lo que es un día festivo… Bueno, tampoco es para tanto.
Innumerables chistes circulan por la red, bromeando sobre la azarosa vida del autónomo, inmerso en un mundo, que no sé porqué motivo todos imaginan lucrándose en la economía sumergida. Pero nada de eso, todos nos hemos tenido que asegurar; y pagamos "religiosamente" nuestros impuestos, como buenos ciudadanos, ya sabéis, los corruptos campan a sus anchas por las altas esferas...
Luchamos contra esos galimatías que aparecen en las declaraciones fiscales, que no tienen otra utilidad que la de volvernos locos, para resolverlos tienes que ser físico o matemático, pero nosotros podemos con todo, que para eso somos lo que somos, tontas...
Y, es que eso de "no sé" o " de eso se encarga mi marido", no va con nosotras, entre otras cosas porque no tenemos marido ni perrito que nos ladre.
Crucificadas y bien jodidas, nos dan por todas partes, que se aprueban tarde los presupuestos, pues venga que el gobierno no se está de nada y con efecto retroactivo, te lo clavan como un supositorio, al principio duele, pero luego te acostumbras…
Eso de que no tenemos un pelo de tontos, con nosotros no va… Nos ponen una zanahoria delante, y venga a empujar, que no decaiga la fiesta, que ya vendrán otros que nos arreglen la papeleta.
Así que de ricos con ganas pasamos a ser ricos en penurias, y todo ello gracias a un gobierno que no deja de inventar “gracietas” con las que sorprendernos o matarnos de un susto, y es que a nuestros legisladores les falta un poco de visión de futuro, aún no han comprendido que tanto va el cántaro a la fuente que al final se acaba rompiendo…
Pero, bueno, para qué nos vamos a poner filosóficos, si ya tenemos a una ministra de seguridad social y empleo que últimamente parece que está desaparecida en combate…Filosofar es lo único que les queda a los autónomos y si hay un ministro que sido mi fuente de inspiración para reflexionar sobre mi existencia y cómo encontrar la felicidad, ese ha sido Montoro, él y su sempiterna sonrisa, él se ha sacado de la manga que somos emprendedores, y con él también hemos visto la luz, sobre todo al final del túnel y casi mejor que la apagamos y nos vamos, porque por lo menos ahorraremos un poco. Y, yo añadiria que además de emprendedor hay que ser previsor, porque se pasa de rico a pobre, ¡que digo pobre!, mendigo, en menos que canta un gallo...
Ser más pobre que una rata no se lleva demasiado bien, pero una buena terapia es contarle todas tus penas a tu enfermera o al médico de familia, para que lloren con nosotros... Y, es que los bajones de ánimo, por decirlo de alguna manera, les están vedados a los pobres currantes, deprimida sólo puede estar la casta que nos roba.
Pero, claro, cuando contemplamos con tanto orgullo los vestidos de novia que confeccionamos, tan sublimes y mágicos, se nos olvida la mala leche que atesoramos día a día y hasta yo misma siento ganas de perder la soltería... Será deformación profesional o simplemente amor a nuestra profesión...Lo cierto es que aquí nos encontramos luchando contra corriente al pie del cañón.... ¡Y, que no falten....!
No hay comentarios:
Publicar un comentario