Su forzada ausencia nos permite descubrir la fortuna que nos ofreció la vida al poner en nuestro camino esa persona, por lo que siempre vivirá en nuestro recuerdo y en nuestra memoria..
Hasta aquí mi pequeño homenaje hacia mi tía, por esos abrazos tan tiernos que me daba y porque desde que se ha ido no hay hora del día que no ocupe me mente....
Francisco de Quevedo - "Amor constante más allá de la muerte"
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
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