HISTORIAS DE MIS BARRIOS, I

Soy con toda duda una de las personas más afortunadas, porque me enorgullezco de pertenecer a tres barrios emblemáticos de Barcelona que destacan por ser completamente distintos entre sí.
Articulados y unidos por la Meridiana. Esa vía que debe su nombre precisamente a que su trazado coincide con el meridiano Dunquerque-Barcelona, que se utilizó en 1971 para definir la longitud del metro como la diezmillonésima parte de la distancia que separa el polo de la línea del ecuador terrestre.
La Meridiana es famosa por los esfuerzos que realizan los gobiernos de turno en desviarla del trazado inicial, pero es el lazo que sirve para unir la ciudad con las autopistas C-33 y C-58 y la autovía C-17. Sus ejes divergentes nos conducen hacia el Llobregat o el Besos. Recientemente, se ha unido una nueva vía, o carril V.A.O, de vehículos de alta ocupación. Su acreditación para utilizarla depende del nº de ocupantes, aunque en vista del "exito", ya no importa tanto el número. En fin, se supone que para utilizarlo había que registrarse en el portal ecoviat.com para recibir una etiqueta identificativa ...El efecto más inmediato es que no se ha registrado ni Dios. En fin, una sofísticada manera de control.  Por supuesto, no es que use mucho y  nuestros gobernantes  haciendo alarde de ese sentido del humor tan agudo que les caracteriza, han resuelto la cuestión agregando la denominación "Eco" tratando de dar una imagen de ciudad sostenible...

Nos encontramos en la Puerta Norte de Barcelona, nos lleva hasta Francia, directamente, en poco más de hora y media.


La Meridiana ofrece edificios de renombre y éste que se ve en la foto fue diseñado por Bohigas  i Martorell.




A la derecha, en dirección a Girona,  nos encontramos con la calle Antillas, estrecha y con desnivel apenas perceptible con la que se accede a una de las Plazas más emblemáticas del barrio y la ciudad, se trata de la famosa Plaça de la Assemblea de Catalunya, conocida familiarmente como la Plaza de las RATAS, un nombre que no aparece en las guías oficiales de Barcelona, pero que ha sido asumido por todos los vecinos plenamente, hasta tal punto que muchos no conocen su verdadero nombre.

Esta Plaza es sobria, sencilla y sin grandes pretensiones, en realidad representa los ideales y la rebeldía de la clase trabajadora.

Espacio cuadrado formado por la encrucijada de cuatro calles del barrio de la Sagrera . Estas calles son: Filipinas, Coll, Antillas y Vallés i Ribot, dejan una amplia zona interior. Sabemos que el primer nombre que tuvo fue el de Camp d´en Patau.

También se comentaba que existió hasta hace poco un campo de fútbol, completamente inaccesible ya que estaba vallado y que servía como almacén de restos de materiales de construcción y hasta como improvisado vertedero de basuras domesticas.

En este campo de fútbol habitaba una colonia de ratas muy activa que campaba a sus anchas entre matorrales y basuras y que constituían el terror de los chiquillos del barrio. Algunos vecinos  relatan que a finales de los años 60, la chiquillería de la zona se dedicaba a la caza y persecución de las ratas, aunque sólo fuera para intentar mantenerlas dentro del terreno cercado.

 La vida social de la plaza se reactivó con la llegada de los inquilinos de los pisos que el Ministerio de la Vivienda construyó durante el año 1967, en la calle Vallés i Ribot.

Tras la primera oleada de inmigración se produjeron las siguientes y ello propició la edificación de viviendas para los trabajadores en barrios periféricos como la Sagrera, en la actualidad aún existen las plaquitas en las que se indica tal circunstancia.

 La Pegaso, que se halla muy cerca de donde vivimos, era la fábrica más importante de la zona y contribuyó a la perfecta adaptación de la población autóctona integrada por inmigrantes extremeños, castellanos, andaluces, gallegos…etc… Era normal ya que todos ellos venían con el contrato laboral para trabajar en esta fábrica y otras de la zona. Aparte de las fábricas, todas de gran importancia, los inmigrantes se encontraban en los centros recreativos y bares de esta zona, y cómo es natural en lugar de llamar a la plaza por su auténtico nombre: el Camp d´en Patau, sus nuevos vecinos la apodaron con el nombre de la “Plaza de las Ratas”, y sigue así hasta nuestros días.

Más tarde la especulación inmobiliaria se empeñó en edificar viviendas en los antiguos terrenos del campo de fútbol abandonado, pero los vecinos pretendían que su plaza se destinase a una zona verde pública que fuese útil a todo el mundo y se enfrentaron al Ayuntamiento planteando sus reivindicaciones de una manera muy clara y directa. Sentadas, recogidas de firmas, manifestaciones… Y una plantada de árboles realizada por los vecinos que disuadieron al Ayuntamiento y terminó aceptando las reclamaciones de los vecinos de convertir los antiguos terrenos del campo de fútbol en una auténtica plaza.

Limpio el terreno, con árboles plantados…. la plaza de las Ratas empezaba a ser ya una realidad. Hasta 1980 no inicia el Ayuntamiento las obras de reordenación de la plaza. La plaza existe hoy casi como la soñaron los vecinos…….pero con otro nombre. El nombre popular de " la plaza de las Ratas" ha sido cambiado por el Ayuntamiento.

Curiosamente, hasta 1982, en los callejeros de Barcelona la plaza, que no tenia nombre oficial, pasó a ser la plaza de la "Asamblea de Catalunya”. Pero para sus vecinos siempre será la “Plaza de las ratas”. 


Seguimos por la Avenida Meridiana, en dirección a Girona y Francia y en la intersección con la calle Escocia, a mano Derecha nos encontramos con una de las grandes superficies del Barrio, "El Hipercor"


El Hipercor es tristemente famoso por el cruel atentado de ETA, recientemente, ha sido tratado desafortunadamente en un libro como anécdota. No creo que las víctimas que aún se reúnen en la Plaza de la Tolerancia piensen igual. Merece especial mención la solidaridad vecinal, que no dudó en exponerse al peligro de meterse en el edificio siniestrado para salvar vidas, pero al final se les tuvo que impedir ya que el humo asfixiante también les afectaba y entre los heridos también se contaron las de los vecinos que en su intento por socorrer a las víctimas, también sucumbieron... Un mutismo generado por el terror sella los labios de los vecinos de este barrio obrero..


Vista aérea de la Plaza de la Tolerancia, recibió este nombre en recuerdo de las víctimas del atentado.

La Meridiana atraviesa una de las zonas más importantes de San Andrés, la zona de Can Dragó, construido sobre los antiguos talleres de la RENFE, constituye un buen lugar de ocio en el que se puede disfrutar de su amplia zona comercial, playa y bosque urbano, lugar de referencia para paliar el calor del verano.


Monumento conmemorativo a las víctimas que se alza desde 2006, junto del edificio en el que el 19 de junio de 1987 murieron 21 personas y resultaron heridas más de 40, la mayor masacre cometida por ETA.


Bosque urbano en Can Drago, oasis de verdor y remanso de paz... este precioso parque, que no pierde en ningún momento su aspecto salvaje, fue diseñado por Enric Pericas como un espacio que desconecta del ruido del tráfico en la avenida Meridiana y el silencio del cementerio de Sant Andreu. Se compone de cuatro espacios separados, cada uno de los cuales tiene una función específica. La primera, consta de dos  instalaciones deportivas. El segundo, tiene la mayor piscina municipal de la ciudad, que está al descubierto, llamado "el lago" por los vecinos. Y la tercera y cuarta, son grandes espacios verdes que sirven como plazas públicas y área de descanso.


Playa urbana de Can Dragó, este nombre le viene de la Guerra de Sucesión Española (1714), cuando las tropas borbónicas - conocidos como los dragones - se instalaron en los terrenos de la masía que existía en la zona por aquel entonces.


Centro Comercial de Heron City, zona de cines, restaurantes y tiendas.

Dejamos atrás toda el gran bosque urbano de Can Dragó y su zona comercial y tomando como referencia la Avenida Meridiana, podemos apreciar a la derecha, un poco alejado, el edificio de las partituras de Beethoven. Pocos conocen su existencia, pero es el segundo edificio lineal más largo de Cataluña(mide 150 metros), obra de los arquitectos Alonso y Balaguer...
Si vas en coche y coges dirección hacia el nudo de la Trinidad, descubrirás este colosal edificio en el que hay representadas sobre el fondo azul de la fachada unas manchas amarillas que coinciden con las notas musicales del Himno de la alegría de Beethoven. Los arquitectos intentaron plasmar un efecto ondulado en la construcción para que pareciera un inmenso pentagrama..






CONTINUARÁ...

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