MAQUETISMO NAVAL


Hoy os voy a hablar de un vecino de Sant Andreu, Francisco Cazorla, mi padre, que tenía entre sus aficiones construir maquetas navales. En ellas reproducía con maestría los diferentes tipos de embarcaciones; desde los antiguos galeones y Carabelas; hasta los atuneros del cantábrico, con sus jarcias y mástiles; pasando por los famosos vapores del Mississippi .

Según él, todo empezó cuando le regalamos un kit que contenía piezas de un barco, que consiguió armar sin grandes dificultades.

El tema le gustó y le enganchó, de manera que hasta el día de su muerte se dedico a la reproducción a escala de todo tipo de maquetas navales en las que se puso a prueba la afición, la maña, la observación y la paciencia para lograr trabajos realmente admirables.

Él me decía que trabajar en casa, sentado en una mesa era lo más relajante que había experimentado en su vida.

Las maquetas ofrecen un campo de actividad muy atrayente y mi padre dedicó muchos ratos de ocio a esta labor creativa, buscando paz y tranquilidad tratando de olvidar las circunstancias adversas que la vida le había puesto en su camino.

Reproducir barcos a escala, partiendo de diminutas piezas requiere una concentración reposada, muy benéfica para el sistema nervioso. Es una modalidad de bricolaje artístico que ante todo proporciona una enorme satisfacción ante el trabajo bien hecho y el reconocimiento social y familiar.

Disfrutó mucho con el “Rey del Mississipi”, seguramente inspirado en los famosos personajes de Mark Twain como Tom Sawyer y Huckleberry Finn, unos barcos que transportaban el algodón y los productos de interior del país, remolcaban barcazas y pasaban trenes de una orilla a otra. Colaboraron en reducir la inmensidad de América y como “barcos-teatro”, estimularon la vida social de la zona.

Era evidente que en esta maqueta comprendió el valioso aprendizaje de los adhesivos y la habilidad que adquirió trabajando los detalles en las ruedas de paletas presentes en este tipo de barcos:

Auténticas obras de artesanía, en las que puso a prueba su afición,  maña, observación y paciencia para lograr trabajos realmente únicos.

Voy a hacer una pequeña precisión:

Los kits de modelismo naval que se venden en las tiendas, “los modelos de caja” como ellos llaman, tampoco están exentos de dificultad. A veces la gente compra lo más bonito, por el dibujo y luego no tiene paciencia para hacerlo y se aburren, o no “tienen manos”. Si mirando estas imágenes sientes que te entra el gusanillo, intenta empezar por uno simple y conforme vayas progresando poco a poco, se puede ir optando por modelos que entrañen más dificultad. Siempre hay aficionados que suelen terminar algunos cuyos dueños no han sido capaces de hacer. Esto suele ocurrir muy frecuentemente, cuando lo compra una persona para regalársela a otra. También hay que indicar que estos “modelos de cajas” suelen traer malas maderas, no son de calidad, lo cual dificulta aún más el proceso de construcción.

Aquí os pongo una serie de imágenes con las maquetas de barcos que confeccionó mi padre. Cuando enfermó estaba construyendo el "Juan Sebastián Elcano" y no lo pudo terminar...










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