LA DESNUTRICIÓN INFANTIL



"Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos?. ¿Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer". Del discurso en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, 13/09/1859, DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO....

Comienzo esta publicación con una de las reflexiones más crueles e inhumanas que corren por Internet, pertenece a un tipo de político que representó al movimiento "Gorilista" o gorila, epíteto que hacia referencia a un político argentino que se caracterizaba por ser antipobre, de clase alta, fascista, discriminador, despreciativo y conservador.

Recientemente, el partido que nos gobierna, que se jacta de defender el derecho a la vida de los niños que aún no han nacido, nos sorprendía con una de las medidas más crueles e inhumanas que se pueda imaginar...

"El Partido Popular considera que abrir los comedores escolares durante la época de verano para atender a niños que viven en familias con riesgo de exclusión social o en situación de pobreza "no es adecuado", dado que podría "generar excesiva visibilidad" a estos casos [...] Así lo ha indicado el diputado popular Román Rodríguez".

Y, por si fuera poco, IGNACIO GONZALEZ, presidente de la comunidad de Madrid, recalcitrante, se reafirma en la idea alegando que “no es ajustado” decir que en la capital de España no hay “ problemas de desnutrición infantil".

Un comentario repugnante, cuando todo el mundo sabe que la vida de lujo que lleva este político no la soportaría ni un millonario. Cuestión que no está demasiado bien vista por amplios sectores del PP ya que hay un enorme malestar con el presidente, por sus viviendas, por sus viajes, por sus gastos personales...

Una cosa hay cierta, por muchos siglos que pasen y catástrofes que nos aniquilen, hay que reconocer que los políticos que nos gobiernan representan lo más rancio de nuestra cultura, sobre todo “el aparentar”, por encima de todo y demostrando, una vez más, su maestría buscando los tres pies al gato, que se sienten incómodos ante la pobreza infantil, pues se sacan de la manga un surrealista delito de “exhibicionismo de la pobreza” y lo castigan dejando a los niños sin comer…

Un ejemplo más de este gobierno vengativo que es incapaz de claudicar incluso ante un drama social tan sangrante como puede ser la desnutrición infantil. Indiferentes al hecho de que miles de niños corran el riesgo de exclusión social y, en cambio, manifiestan estar muy preocupados con las cifras macroeconómicas de los mercados financieros. ¿Adoptaran la misma medida con la gente que se suicida por los desahucios?. Desde luego que no, porque el suicidio de una víctima por el terrorismo neoliberal que nos asola no es algo que les preocupe demasiado, lo mismo que la corrupción, pobreza y el paro.

Esta nueva medida me recuerda a la terminología del “Gorilismo”, cuando durante las dos primeras presidencias de Perón apareció un ejemplar decididamente antipopular que pertenecía a una clase social privilegiada. Este personaje obtenía su dinero con la explotación masiva de trabajo miserablemente asalariado. Un tipo de sociópata que rechazaba todo tipo de gobierno de orden popular solidario con las clases más bajas. El "Gorila", reclutado entre la derecha, solucionaba todo por la vía de la mano dura y en economía era manifiestamente conservador. Básicamente, se caracterizaba por ser un grupo de presión que especulaba con los precios altos y la inflación para buscar su propio beneficio.

Un poco desafortunado comparar a este tipo de ejemplar con los gorilas, que son muy graciosos y miman a sus crías como nadie, y no merecen que se les identifique por supuestas cualidades negativas con este tipo de espécimen.

La derecha cavernaria en España, guarda enormes paralelismos con el "Gorilismo" argentino, muy solidarios con lo “no nacidos”, pero qué crueldad derrochan con los que han nacido y no se encuentran entre los más favorecidos del régimen. Está comprobado que la caridad neoliberal que practica este gobierno se nutre de la demagogia y el cinimo, bajo supuestas actitudes de halagos condescendientes, que, en el fondo, ocultan un desprecio esencial de los verdaderos bienes del hombre y los supremos intereses del bienestar social.

Pero, no nos engañemos, al gobierno le preocupa muy poco este drama social ya que la medida alternativa que propone es que esta situación se trate a través de los servicios “asistenciales” y sociales”, así como que se le pueda “suministrar a las familias los alimentos que necesiten” en lugar de tener que enviar a sus hijos a comer a colegios.

Resuelven la cuestión delegando en “la caridad cristiana” en el prójimo. Pero, el gobierno no es precisamente un ejemplo de solidaridad; sobre todo, después de ver al PP de Toledo como abandonaba el pleno para no escuchar a padres de niños con cáncer, o ver como les han retirado su ayuda a la dependencia a un niño con el síndrome de Apert, y, a otro, con parálisis cerebral, mientras veíamos como millones de euros de los contribuyentes han fluido hacia los bancos convirtiéndolos junto con las reformas laborales en los verdaderos responsables de la pobreza de millones de personas

Es inmoral que reconozcan que miles de niños pasen hambre en nuestro país y que la casta que nos gobierna decida taparlo todo con las cifras macroeconómicas de los bancos, los verdaderos beneficiados de una supuesta crisis inducida orientada a perpetuar un sistema de desigualdad, diezmando nuestros derechos sociales y sometiendo a la ciudadanía.

Señor Rodriguez, discriminatorio sería que esos niños no comieran y, en cambio, ver que todos esos políticos de la jerarquía; ataviados con sus trajes de diseño, de corbatas de Armani y sueldazos; disfruten de privilegios gracias al patrocinio de la gente que todavía les vota.

La ética de los políticos del PP es terrible, reconocen abiertamente la pobreza infantil pero como resulta molesta, optan por ocultarla. Si tanto os preocupa la discriminación o exclusión social de la infancia que padece desnutrición quizá deberíais recortar menos en educación y enseñar a nuestros niños que el hambre y la pobreza son consecuencia de decisiones políticas nefastas y así comprenderían que hay que combatirlas con denodado esfuerzo desde las instituciones y que lo que de verdad debería avergonzarles son la corrupción, el latrocinio, el proseletismo gubernamental.

Y, mientras tanto, en vísperas de una abdicación y una proclamación reales por divina providencia...



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