MADRID 2020, CIUDAD ASPIRANTE

Como era de esperar, España ha sido eliminada por el COI y de nada le ha servido a Ana Botella contratar a una médium para adivinar el futuro.

 Muy poco efectiva ha resultado ser la "psíquica" ya que no ha sido capaz de profetizar el soberano ridículo que la alcaldesa ha hecho en la presentación de la candidatura de Madrid, pero ya puede respirar tranquila porque a Esperanza Aguirre y sus Jamones de Jabugo no le fue mejor.

 En esto ha quedado la aventura de la esposa de Aznar de convertirse en la imagen de España en los JJOO. Pero, la amarga verdad, es que hemos hecho el ridículo internacional más grande y todo el mundo, menos en España, sabe que no tenemos gobierno. 

Absurdo y paradójico me parece que Madrid haya aspirado a ser sede de unas olimpiadas, después de todas las medidas y recortes aplicados tratando de privatizar la sanidad pública, eliminando  las vacunas infantiles, expulsando de la seguridad social de  miles de  ciudadanos porque están en paro, la transformación de la universidad pública en elitista, la multiplicación de los precios de las escuelas públicas infantiles, el hundimiento de la Formación Profesional, desahucios, comedores sociales desabastecidos, aumento del paro, subida abusiva de impuestos. 

Pero como pueden pensar en celebrarlas cuando el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, se ha reunido con los presidentes de las 66 Federaciones Deportivas (incluidas las de discapacitados) para mandar un mensaje de austeridad o, en otras palabras, para decirles que no hay dinero. 

Desde que comenzó la crisis, los recortes se han ido extendiendo en todos los ámbitos como una pandemia a la que el deporte tampoco ha resultado ser inmune.

La situación es alarmante para todas las federaciones, sobre todo entre aquellas que dependen claramente de la ayuda oficial para subsistir.

Estas medidas deberían suponer la retirada de la candidatura olímpica y eso es lo que ha debido de pensar el COI, que si un país quiere organizar unos JJOO, no caben recortes de este tipo, porque está demostrado que aquí ya  no se apoya el deporte.

En fin, hay dinero para invertir en casinos, cuadros, parques de atracciones, pero quedan excluidos cultura-educación y sanidad-deporte.

En España,  hablar de olimpiadas es imaginar a los mismos de siempre: especuladores, constructores, banqueros y políticos de turno frotándose las manos pensando lucrarse con nuevos pelotazos urbanísticos y olímpicos, agravando la terrible crisis que llevamos arrastrando y pagando con sangre, sudor y lágrimas  todos los sufridos ciudadanos de este sombrío país. 

La mayor parte de la corrupción se ha construido con el ladrillo, convirtiendo a  España y su economía en  un país en caída libre, en recesión y con un gobierno que indulta en innumerables procedimientos judiciales y periodísticos, a depredadores económicos y políticos, sin haber depurado ninguna responsabilidad, que cobija en sus instituciones a imputados y que designa para cargos públicos a condenados-indultados por una Justicia representada en su mayor parte por jueces y magistrados al servicio de la derecha decimonónica que nos gobierna.

Y, ya concluyendo, cuando una persona ocupa un alto cargo de responsabilidad, y no está a la altura, la postura más inteligente es ceder el puesto a otro más capacitado..

Y, como reflexión final, seguro que sale Tokio elegida y en plena celebración todos los asistentes tienen que salir huyendo porque de las profundidades del mar emerge Godzilla y les ataca.