FANTASMA CIBERNÉTICO IV


EL TEST DE LA MUERTE.


-"Si quieres saber si eres un verdadero fantasma, intenta atravesar la pared o te tiras por la ventana a ver si consigues volar, si no consigues lo que te propones entonces es que eres una persona normal y corriente que no le importa a nadie porque eres un tarado."- Carolina terminó de leer el comentario que su amigo había dejado en el foro contestando al "fantasma ignorado" y casi no podía creer lo que tenía ante sus ojos...

-" ¿ Te quedaste a gusto haciendo esa " gracia", no? Preguntaba una muchacha que debía rondar los veinte años, una morena de suaves facciones que en aquel momento estaban desfiguradas por el enojo.

- "¿Era necesario - volvió a insistir la joven- ser tan condenadamente cruel con esa pobre persona? Su bronca iba dirigida hacia un muchacho de cabello ensortijado y ojos castaños.

-" ¿Sabes una cosa?, ese pobre hombre estaba pidiendo ayuda porque se sentía sólo y no sabía cómo afrontar la situación y tu no tuviste otra ocurrencia que la de burlarte de sus sentimientos. Si por lo menos hubieras utilizado un argumento inteligente, pero la verdad es que no has podido ser más zafio y brutal... - la chica iba hablando y se iba encendiendo por momentos-... Creo que no me interesa tener una relación con un tipo como tú, alguien que es incapaz de empatizar con el dolor ajeno, no puede formar parte de mi vida. Es que pienso en tu comentario y me avergüenza tener algo contigo...- El chico escuchaba la reprimenda en silencio, apabullado por los gritos de Carolina, no osaba decir ni media palabra.- Me repugna tu indiferencia por el género humano. -Carolina continuaba inclemente, envalentonada por el silencio culpable de Marcelo.- Así que, hasta aquí hemos llegado... ¡¡Toma!! -dijo sacándose el anillo del dedo. - con esto doy por terminada nuestra relación, no quiero tener nada que ver con alguien tan frío e insensible como tu... Espero que te vaya bien..."-

Carolina sabía que las decepciones son determinantes en las relaciones amorosas. Dominada por la furia, había decidido cortar la relación con aquel muchacho del que había creído estar enamorada, influida por las circunstancias. Tenía la firme convicción de que era un tipo de desengaño que se sufre cuando se acepta a alguien en nuestro espacio íntimo. Descubrir que esa persona con la que mantienes una relación más o menos comprometida no es como tu esperabas, o empieza a comportarse de forma contraria a la imaginada, supone que todo ese encanto con el que solemos idealizar a una persona durante el enamoramiento desaparece ante una situación semejante, por eso cuando se produce la decepción suele ir acompañada de reacciones y sentimientos encontrados, a veces adversos, que nos llevan a la ruptura. Este era el caso de Carolina, su intensidad emocional, alimentada por la falta de sentimientos que su amigo había demostrado ante el dolor ajeno, había propiciado la drástica ruptura. Pero, antes de abandonar el apartamento, aún tuvo la última palabra...

-"¡¡¡Ten claro una cosa, cretino!!!, de todo lo que has puesto en ese foro lo más acertado ha sido lo de escoger tu nick, te va que ni pintado- "INODORO DUREX", en el futuro te recordaré por este "curioso" apelativo"- dijo estallando en carcajadas. Y, abandonó el lugar dando un portazo que hizo temblar las paredes.

Marcelo no quería reconocerlo, pero la verdad era que las palabras de Carolina habían le habían caído como un puñetazo en el estómago.

-"Será idiota este tipo"- Iba murmurando la muchacha mientras bajaba por la escalera. Enojada y preocupada porque Hugo, el "fantasma ignorado" seguía sin dar señales de vida... Así que, en aquellos momentos, se dirigía hacia la vivienda del amigo.

La chica recordó cómo se conocieron, todo sucedió con la publicación de su post sobre exploradores urbanos, Hugo dejó un comentario favorable y, a continuación, su dirección de correo electrónico para concertar una cita y expresar su deseo de unirse al grupo que se dedicaba a esas apasionantes actividades. La chica le contestó de inmediato, y a partir de entonces iniciaron una serie de colaboraciones en varias publicaciones conjuntas. Tras la última intervención en el foro, acordaron que se reunirían para elaborar un estudio sociológico sobre el asunto en cuestión. La mala sensación que solía apoderarse de su mente cuando intuía que las cosas no iban tan bien como deberían, volvió a invadirla, pero ahora con un sentimiento de dolorosa expectación como si tuviera la certeza de que algo ominoso se cernía sobre su cabeza.

Cuando cogió su modesto utilitario y tomo la carretera rumbo a la casa del amigo desaparecido, ya se habían disipado de su mente todas las malas sensaciones que le amargaban el ánimo.

Cuando llegó a la modesta urbanización donde habitaba Hugo, "el fantasma ignorado". Contempló el viejo edificio como si se tratase de una reliquia, el tiempo había sido cruel con su estructura. Las obras de mantenimiento apenas podían ocultar el mal estado en que se encontraba, profundas grietas atravesaban la fachada. Se encontraba ante una víctima de la aluminosis, vidas agrietadas y casas desahuciadas ese fue el resultado por emplear el "milagroso" cemento aluminoso durante el franquismo.

Delante de la casa había un remolino de gente, los típicos corrillos que se forman cuando se quiere arreglar al mundo y al final la gente se contenta con arreglar la vida ajena.

Ignorando a los vecinos, penetró en el edificio y el ascensor la llevó hasta la cuarta planta, Hugo vivía en la segunda puerta del rellano. La chica tocó el timbre y tras esperar unos minutos comprendió que su amigo tampoco le respondería esta vez.

Estaba pensando en abandonar el edificio, cuando una de las puertas se abrió y salió una mujer de mediana edad con un llamativo carro de la compra...La mujer le dirigió una mirada llena de desconfianza, se notaba que no se mostraba muy partidaria de ver a desconocidos en la escalera. Era algo muy normal, las noticias sobre la burundanga y los intrusos estaba a la orden del día y todos recelaban cuando aparecía una cara nueva en el edificio.

-" Perdone, sabe algo del chico que vive en este piso"- Al ver la reticencia de la mujer a contestar, Carolina la interpeló con cautela. Pero, la expresión de extrañeza que la mujer dibujó en el rostro le provocó un retortijón en el estómago, era la señal que le enviaba su organismo cuando se encontraba ante una situación caótica sin salida.

-" En ese piso no vive nadie"- Le contestó la mujer refunfuñando. Por lo que se veía, poco dada a entablar conversación con extraños.

-"¿Cómo que no vive nadie? Carolina no podía evitar sentir el aguijón de la preocupación.

-"No, ahí nunca ha vivido nadie, si quiere puede preguntar al portero, él la podrá informar"- Fue la concisa respuesta de la mujer.

-" Entonces, con quién he estado saliendo"- Murmuró para sus adentros.

-" ¿Decía algo? Se interesó la mujer antes de perderse en el anterior del ascensor.

-" No, nada, son cosas mías"- Carolina expresaba en el rostro toda la inquietud y preocupación que la embargaba por la extraña desaparición de su amigo, así que decidió seguir a la mujer y justo antes de que se cerraran las puertas, se coló dentro del ascensor.

-"Mire, joven, hará unas dos noches, se escucharon muchos golpes y gritos. Incluso, me pareció oír que alguien lloraba. La vecina del tercero, molesta, ante el escándalo, subió a ver qué pasaba, pero no abrió nadie. Desde entonces todos estamos con "la mosca tras la oreja", ¿usted ya me entiende?... No se asuste, son tantos los realquilados de este edificio y tan fugaz su estancia que a muchos no llegas a conocerlos. Así que es posible, que si su amigo no era muy sociable, se alojara en este lugar, y no tuviera trato con ningún vecino... Tampoco se perdió gran cosa -Respondió la mujer guiñándole un ojo como signo de complicidad-. Es un poco extraño, pero a veces esas cosas pasan."-

El talante de la mujer había cambiado, curiosamente, ahora se manifestaba más comunicativa, quizá aquella desconocida no fuera tan peligrosa.

-"Creo que preguntaré al portero a ver si me aclara algo, estoy preocupada por un amigo que ha desaparecido. Tengo que poner este caso en manos de la policía porque esto ya se prolonga demasiado."-

-"Será lo más conveniente, ahora están pasando demasiadas cosas y la desaparición de su amigo huele muy mal"- Concluyó la mujer y tras dirigirle una sonrisa le dijo: -"Ojalá tenga suerte y encuentre a su amigo"-

-"Muchas gracias por la información, ¿por favor si apareciera, le importaría llamar a este teléfono? Carolina le entregó una foto y detrás anotó su nombre y el teléfono. La mujer asintió con la cabeza y la cogió, comentando -"un chico guapo"-.Después abandonó el edificio y se fue por la acera calle abajo, envuelta en el suave traqueteo que hacía su pequeño carrito de la compra al chocar contra el pavimento...

La portería era una especie de habitación pequeña que se encontraba junto a la entrada, en la parte inferior se encontraban los buzones, y en la parte superior de la pared, un cristal esmerilado protegía la vivienda de las miradas indiscretas. La chica tocó el timbre y mientras esperaba se dedicó a indagar entre los nombres que figuraban en los buzones. La puerta se abrió repentinamente, y en el umbral apareció un vejete con unos anteojos que caían sobre la nariz, unos ojillos redondos se clavaron en el rostro de la chica.

-" Perdone que le moleste, pero podría decirme si en el 4º2ª vive alguien"-

- Creo que no señorita, ese piso está deshabitado desde que sus anteriores inquilinos planearon un suicidio conjunto... Y, ahora, si me permite, tengo mucho que hacer...". dijo cerrando con brusquedad la puerta...

                                                                     ********

Marcelo trataba de negar la realidad, pero la bronca de la chica le había dejado consternado.

-" No soy estúpido, ya hace tiempo que me querías dar calle - pensaba en voz alta- y, ésta, ha sido la excusa perfecta. Pues, mira, me voy a quedar en la gloría, porque ya estaba harto de los aires de esta DOÑA PERFECTA. Más de una vez he pensado en decirle que ya estoy cansado de soportar sus tonterías y ya va siendo hora de que aprenda a valorar lo que tiene... Si siento algo de esta absurda situación es que no he podido desahogarme... Ya volverá, y si no........... pues allá ella, no pienso arrastrarme y mucho menos suplicarle"-

-"¡¡¡Será posible, el escándalo que me ha montado por semejante memez!!!. -Seguía dándole vueltas al asunto de manera obsesiva-. ..Además, tampoco es que fuera tan grave lo que he hecho. Después de todo, creo que ese tipejo al poner semejante comentario en un foro se estaba riendo del personal, seguro que era un personaje de esos que en internet se dedica a sembrar la discordia, intentando iniciar discusiones con provocaciones y ofendiendo a la gente..."-

Ahora que se encontraba sólo, recordó el comentario con el que había contestado al "Fantasma ignorado":... Y pensó, que posiblemente, si se había pasado un poco, quizá había pecado de ser excesivamente cruel con aquel desdichado. Después de todo, a veces una soberana mentira puede ser el detonador de algún conflicto interno que nos atormenta y Carolina lo que pretendía era acabar con una relación que ya no le satisfacía y uno de los síntomas era el de atacar todo lo que hacía o contradiciéndole constantemente....Ya hacía tiempo que la notaba rara, no estaba tan comunicativa con él como de costumbre y llegó a pensar en una ocasión que la chica no quería continuar con la relación, pero ciego como estaba a los encantos de la chica, pensó que era cosa de su imaginación...

Ahora que le había abandonado y sentía la soledad como una enfermedad que le devoraba el alma, ojeó entre el correo electrónico tratando de entretenerse con las presentaciones power point que sus amigos le enviaban. Entre todos los que aparecían en la bandeja de entrada, se había colado uno que llamó poderosamente su atención, era el test de la muerte. Al ser el remitente anónimo, le extrañó que su cuenta de correo no hubiera redirigido el e-mail directamente a spam o correo no deseado...

Marcelo solía ser muy cauteloso con todo lo que recibía así que como no conocía el destinatario decidió eliminarlo, y siguió revisando los mensajes que le habían llegado, siempre había disfrutado mucho con ello, rechazaba los que parecían enviados por sectas con el típico tema "Haz el bien", "Vive la vida" o "Sé feliz", porque eran cadenas o mensajes engañosos. Con el tiempo ha quedado claro que no todo lo que llega por Internet es verdadero y que hay que ser muy precavido, porque la suerte no va a depender de que reenvíes o no una cadena; y, por supuesto, con Internet no se hace nadie rico, a no ser que seamos Bill Gates o Steve jobs y este último ya no se encontraba entre nosotros. Así que alejó de su mente el "test agorero" y se entretuvo abriendo las presentaciones powerpoint, más interesantes, que le habían llegado y cuando se cansó y ya se disponía a cerrar el ordenador, resultó que encabezando la bandeja volvía a aparecer el "test de la Muerte".

-"¿Pero si lo he eliminado?" Acabó pensando que se había distraído y se había olvidado de completar la acción, así que intentó borrarlo de nuevo, hizo click en el botón "eliminar" y, contrariado, comprobó que no estaba activado en la barra de herramientas, así que no pudo conseguir su objetivo. Intentó eliminarlo directamente con el ratón, pero cuando el cursor pasó por encima del mensaje; extrañamente, éste se activó y le redireccionó a la misteriosa página web donde se anunciaba el test de la muerte. Después, sobre la pantalla en negro, apareció una lápida coronada por un retrato que parecía un dibujo animado y unas letras blancas que invitaban a "ENTRAR" en la web. En el borde inferior apareció un anuncio, unas letras amarillas daban la bienvenida a la web donde podías conocer cuán corta iba a ser tu vida.

Marcelo siguió las recomendaciones y al hacer click, la pantalla se apagó para volverse a encender unos segundos más tarde. Una solemne imagen de la muerte llenó la pantalla. Después, sin más preámbulos, apareció el test.

Ante el descontrol, Marcelo reaccionó con desagrado, sabía que este juego era un complejo algoritmo para calcular el modo y el momento de la hora de defunción de cualquier usuario en función de las respuestas a los test planteado. El test estaba basado en una multitud de páginas que explotaban los conocimientos sobre la persona con consultas, en forma de todo tipo de preguntas de índole personal y social. Una series de formularios con preguntas sobre tus hábitos de fumar o beber para aproximarse a una fecha en concreto, algo puramente matemático.

Antes de iniciar el test, venía un letrero donde decía que el creador no se haría responsable por lo que pudiese o no pasar después del test, después venía una segunda opción, donde preguntaban que si aceptaban el test. Marcelo atraído por la curiosidad, decidió seguir adelante. Después de todo qué le podía pasar, así que presionó y aceptó.

El chico conocía el dichoso anuncio del Test de la muerte, en él aparecía un esqueleto que al pasar por encima el ratón soltaba una risotada. Pensó que no se complicaría la vida si decidía participar en el Test, pero por precaución optó por ocultar sus datos.

Marcelo conocía este test desde que apareció por primera vez en la red y lo odiaba porque era imposible navegar sin que te asaltara con esa risita tan cargante. Solía aparecer en todas partes, resultaba un poco tonto perder el tiempo rellenando un test tan simple, con el único resultado de conocer el día de tu muerte. Además por si fuera poco, últimamente utilizaba la imagen de Michael Jackson para su nueva campaña publicitaria. Puro oportunismo (que en ciertas ocasiones no es malo, pero que en otras resulta totalmente asqueroso) y otra razón más para desdeñar el anuncio de las narices es que jugaban con la morbosidad de la gente para conseguir tus datos y enviarte todo tipo de comunicaciones comerciales o publicidad, pero lo cierto es que la gente suele picar y siempre hay quien participa en la realización del test ya sea para divertirse o simplemente para jugar con la posibilidad de conocer ese aciago día, ese terrible momento en que todo acabará y dejaremos de ser.

El test era una soberana idiotez, pero Marcelo pensaba en qué tipo de persona querría conocer el día de su muerte. Bien pensado, pues alguien como él. Una gran verdad es que todos tenemos la certeza de que tarde o temprano moriremos, porque desde que nacemos ya estamos destinados a ese fin. Poseer la certeza de que no somos eternos es lo que empuja a algunas personas a vivir su vida de una forma plena, liberándose de esos miedos que nos acosan, ya que es inevitable. No es que no se deba pensar en la muerte, es que hay que tenerla presente en nuestras vidas, como si estuviera a la vuelta de la esquina porque así comprendemos el valor de la vida y la necedad de arriesgarla aunque sea sólo un poco.

Así, en las pestañas donde se pedía el nombre, inventó uno al azar, igual hizo con el apellido. Puso su fecha de nacimiento y el sexo. En un principio, parecía algo inofensivo, debía responder a un cuestionario compuesto por diez preguntas para poder obtener, según aseguran sus responsables, la fecha en la que moriría. Éstas trataban sobre cosas personales, sobre hábitos como el fumar o el beber, tipo de alimentación y aficiones. Cuando todas las preguntas estuvieron contestadas y tan sólo le quedaba oprimir el botón para finalizar. Entonces, la página derivó a otra muy extraña. Los estridentes y agresivos acordes de la conocida REQUIEM FOR A DREAMS ambientaban un cementerio engullido por la niebla, las losas de las lápidas se inclinaban hacia el suelo, desafiando a la ley de la gravedad. De pronto, de una de las tumbas surgió un murciélago, sobrevolaba tumbas y panteones. Al final, fue abatido brutalmente de un balazo, su sangre se derramó por la pantalla del monitor. Después, unas letras góticas anunciaron tétricamente:

-"¡¡¡¡ Y AHORA QUIERES CONOCER EL DÍA DE TU MUERTE!!!".- Prepárate para saber cómo será tu muerte.... Pero, antes contesta a estas preguntas... ¡¡¡Si mientes morirás!!!.... Acabó con una risotada que sonó a falso.

-"¿Has matado a alguien?"- Fue la primera pregunta y constaba de tres opciones.

a.- No
b.- Sí
c.- Quizá.

Tras pensarlo durante un momento, pensó que aquello era tan solo una broma macabra, ideada por la mente de un psicópata en potencia, y decidió seguirla, así que burlándose optó por la b.

Inmediatamente, apareció un vídeo en la que se veía como una persona era atrozmente golpeada por otro individuo en el interior de un apartamento, intentó ampliar la imagen aplicando el zoom. A primera vista, se fijo en varias coincidencias comunes entre su habitación y la que aparecía en la imagen; por un momento, creyó que estaba viendo su propia habitación allí reflejada. Decidió profundizar en los detalles de los personajes, así que cuando aproximó el zoom al agredido, gritó de terror al descubrir horrorizado que la persona que estaba siendo golpeada hasta la muerte era él. Después, dirigió el zoom hacia el agresor con la intención de ver su cara, pero no funcionaba. Cuando intentó apagar el ordenador, todavía le salió un comentario seguido de una risotada que decía:

-" NO LO APAGUES, QUE TODAVÍA NO HAS ACABADO EL TEST"-

Espantado, se quedó mirando fijamente la pantalla como si estuviera hipnotizado. No podía creer lo que acababa de ver, aquello era su muerte y sucedía en su propia casa. No pudo ver quien era el asesino, pues una capucha ocultaba su rostro.

Aquel ser de pesadilla que le hablaba a través de la pantalla quizá le estaba previniendo sobre lo que el destino le tenía reservado. Sintió que debía protegerse, pero con qué, se sentía completamente indefenso. Así que, utilizando sus conocimiento de química, decidió preparar algo casero con lo que protegerse de un hipotético ataque.

Se puso una mascarilla de las que utilizaba para protegerse de la alergia estacional cuando salía a la calle. Y buscó entre los detergentes y artículos de limpieza que su madre guardaba en el armario de la cocina, con aquello podría contrarrestar un ataque.

Después se sentó frente al ordenador y lo conectó, volvieron a sonar los inquietantes acordes de REQUIEM FOR A DREAMS al tiempo que toda la pantalla del ordenador se volvía a llenar con una misteriosa frase.:

-" ¿YA SABES QUIEN SE VA ACERCANDO POR LA CALLE?"-

Marcelo creyó que aquello era el aviso de la criatura sobrenatural que se había apoderado del ordenador, debía de ser algo así como un ángel, una criatura celestial porque estaba seguro que solo trataba de protegerlo.

La escalera se encontraba en una tenue penumbra, y Marcelo sentía que tenía el estómago lleno de retortijones, permaneció apostado con la botella de plástico en la mano. Conteniendo la respiración pensando que podía ser audible por la persona que subía por la escalera. Sintió un ruido en la planta inferior, su enemigo se aproximaba sigilosamente, sentía el peligro como algo que lo envolvía y era tan intenso que casi podía apresarlo con las manos. Oculto desde detrás de la puerta escuchaba los jadeos de la persona que intentaba subir los escalones con esfuerzo, gruñidos tenebrosos que quebraban el silencio sepulcral que imperaba en el lugar.

Marcelo contemplaba a través de la mirilla, con la respiración entrecortada por el miedo, ahogando en su garganta los sollozos que pugnaban por salir...Intentando detectar el lugar de donde procedía el ruido, pero sus pupilas chocaron con una oscuridad absoluta, bien delimitada, como una cortina negra, en la que desaparecían los escalones a medida que sus ojos descendían buscando al intruso invisible que, oculto en las tinieblas, intuía como una criatura fiera de andar algo pesado cuyos pasos hacían vibrar las paredes.

Cuando Marcelo descubrió la gigantesca y distorsionada sombra que la tenue iluminación dibujaba en la pared de aquella vieja escalera, devorada por la humedad y el abandono, sintió como lo envolvía un aire intimidante, aguzó el oído y no oyó nada, sólo le llegaba el sonido amortiguado de los pasos que subían por la escalera alcanzando ya su descansillo, su mirada a través del quicio de la puerta entornada se perdió en las profundidades rancias y oscuras. En aquel momento, la negrura del hueco de la escalera atrapaba su brillante mirada.

Marcelo pensaba que todo estaba perdido. La desesperación movía sus pasos cuando abrió un poco la puerta dispuesto a tender una trampa a su posible agresor, pero no será sin oponer resistencia. Luchará por su vida como nunca lo ha hecho.

Se encontraba junto a la puerta con la botella de plástico y su mezcla tóxica. Pensaba facilitarle el paso al asesino abriendo la puerta, convirtiendo el recibidor del apartamento en una especie de emboscada con la que poder sorprender a su agresor. Y una vez se encuentre en el interior, echarle encima el producto tóxico.

Pensaba que la mejor defensa es el ataque, entreabrió la puerta un poco, lo normal para que el intruso no sospechara. El desconocido se acercaba poco a poco y se detuvo ante la puerta, la empujó ligeramente, intentado que el sonido de los goznes no le delatara, penetró poco a poco. Marcelo esperaba oculto tras la puerta, como una bestia al acecho, conteniendo la respiración y el grito de pavor que estaba a punto de brotar de su garganta. La figura encapuchada le daba la espalda, y en ese momento crucial, Marcelo abandona su escondrijo  gritando como un loco, ese grito intimidatorio encaminado a bloquear la mente del enemigo, se abalanza sobre el intruso arrojando la bomba tóxica sobre el cuerpo de la persona que en aquel momento se estaba dando la vuelta.

Temiendo la inhalación de los gases, huye despavorido del lugar, sin esperar a ver si ha dejado abatido al asesino que venía a quitarle la vida. Pero, la mente enferma de Marcelo imagina que las criaturas infernales no es fácil abatirlas y que suelen renacer de sus cenizas por eso la mejor solución es la huida.

Durante horas deambula por las calles de su ciudad, cuando ya agotado regresa a su casa, se encuentra con patrullas de policía y ambulancias que obstruyen la calle. Con una leve sospecha imaginó de qué se trataba, toda la movida estaba en su casa, los vecinos habían descubierto al asesino demoníaco y habían llamado a la policía.

Marcelo subió las escaleras lentamente, presa de un sentimiento opresivo que le llenaba de desazón. Cuando llegó a su apartamento se encontró con que estaba acordonado, en el interior los policías seguían con sus indagaciones. Cuando le vieron, se le acercaron.

-" ¿Es usted el propietario de este apartamento? Le preguntó un policía clavando en él su aviesa mirada.

-" Sí, "- respondió escuetamente.

-"Pues, tengo una mala noticia para usted, en este lugar se ha encontrado muerta a Carolina Masada y nos tememos que el autor tiene algún tipo de relación con usted"- El policía no fue muy pródigo en explicaciones, porque el caso estaba bajo secreto de sumario.

-" Pero qué dice, no es Carolina, es un demonio infernal que venía a ejecutarme, pero yo me he adelantado"-

-" Ay Dios mio"- refunfuñó para sus adentros el veterano policía.

-"Venga, queda usted detenido"- Pronunció el policía mientras lo entregaba esposado a dos agentes- leerle los derechos y tened cuidado porque no parece que se encuentre en sus cabales"- concluyó haciendo un pequeño giro con el dedo índice llevado a la altura de la sien. Aunque yo más que ponerle las esposas le colocaría directamente la camisa de fuerza...

Escoltado, le sacaron del edificio y le introdujeron a la fuerza en un furgón de la policía...

Mientras tanto, en el apartamento, el ordenador volvió a cobrar vida ante los agentes de policía y una extraña frase en letras góticas apareció en la pantalla.


-"MARCELO, TODAVÍA QUIERES SABER EL DÍA DE TU MUERTE"-

Una estentórea y atronadora carcajada brotó del ordenador y después se apagó... Los policías espantados se quedaron estáticos.

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