FANTASMA CIBERNÉTICO III


Un muchacho de facciones árabes se encuentra en una habitación de la Residencia de estudiantes de intercambio, ubicada en las afueras de la ciudad. En Tarik, de ascendencia afgana y colombiana, la mezcla de razas ha dado lugar a un guapo muchacho de más de dos metros de altura, con unos brillantes e impresionantes ojos negros por los que suspiran la mayoría de las muchachas del centro.

En esos momentos, se encuentra sentado frente a su ordenador, atrapado en un mar de dudas y ante la disyuntiva de aceptar o rechazar las múltiples solicitudes de un juego que le ha mandado una mujer cuyo extraño nick es "Lady of fire",

Se le planteaba un dilema moral ya que su religión prohíbe este tipo de juegos porque le alejan del camino de Alá y el Corán. Aunque, sabe que esto no ha sido siempre así, ya que en tiempos remotos, entre algunos juegos de mesa, como los de cartas, existía uno muy parecido al poker. Tampoco desconoce que, el Ajedrez, cuyo origen tenía mucho que ver con lo que puede ser un Juego de rol actual, fue concebido inicialmente como juego de estrategia y habilidad y que durante el período medieval fue utilizado como entrenamiento de las habilidades tácticas de los caballeros y se consideraba una de las siete artes de la caballería. Sería la Iglesia, concretamente la Inquisición quien prohibiría que los clérigos practicasen este juego, aunque posteriormente se fue relajando el veto. -"Menos mal, porque si no habría acabado desapareciendo,"- Pensó con alivio Tarik, ya que este juego era uno de sus principales entretenimientos...

Su religión le prohibía el juego, pero también le prohibía el cerdo, y de vez en cuando se metía entre pecho y espalda un buen taco de jamón serrano y algún que otro chorizo de cantimpalo, y hasta el presente no había indicio de que el infierno se hubiera desplomado sobre sus hombros.

Sentía curiosidad así que siguió adelante, aceptando la solicitud y fue redirigido a la URL de la página web, las grandes letras de HOLY WAR llenaban la pantalla y la imagen de fondo le transportó al mundo de la Edad Media, las Cruzadas y sus guerras religiosas en nombre de la cruz intentando dominar el mundo. Una época en la que combatientes de diferentes confesiones perdieron la vida y otros se enriquecieron.

<< BIENVENIDO AL HOLY WAR, DONDE LE ESPERAN SUS AMIGOS>>

Se registró utilizando el nick de "Alibabá", como en el foro del "fantasma ignorado" y podía escoger entre ser un cruzado cristiano, un sarraceno o un pagano, pero él optó por el sarraceno y se pertrechó con un arma, un escudo, una armadura y un caballo. La dinámica del juego era bien sencilla sólo tenía que trabajar, saquear o combatir.
Este juego le daba mala grima, no era como las inocentes granjas en las que tenias que cooperar con los vecinos para ir ganando puntos, aquí utilizaban la violencia y la destrucción para ir subiendo de nivel. El escenario donde se desarrollaba la acción tenía como panorámica de fondo la ciudad de Jerusalén, la ciudad de las tres religiones, la ciudad santa.

Tarik pensó con ironía en cómo se podía llamar santa a una ciudad en la que desde hace más de dos mil años no ha habido paz. El lugar donde aconteció la muerte de Jesucristo. Su historia llena de derramamientos de sangre, de codicias, de fanatismos y odios enconados la convirtió en la manzana de la discordia de Occidente.

Cuando empezó con el juego comprendió que tenía que relacionarse con otros jugadores, pero obvió las recomendaciones de las desarrolladores de la aplicación. Después de todo él sólo quería probar, en adelante no volvería a jugar, así que rechazó cualquier solicitud...

La verdad es que el juego era bastante entretenido y le absorbió por completo ya que podía hacer cosas muy interesantes. El tiempo pasó muy rápidamente y cuando se fue a dar cuenta ya era medianoche, había creado un mapa lo suficientemente grande y había matado y combatido como nadie...

De pronto, cuando estaba tratando de construir una fortaleza, aparecieron dos avatares, muy a lo lejos, como si se estuvieran ocultando. Utilizó el zoom para verlos con detenimiento y lo que observó le llenó de extrañeza, aquellos usuarios no eran personajes del juego, la indumentaria que los caracterizaba era distinta. Eran unos encapuchados y mantenían la cabeza gacha, impidiendo ver sus facciones. No llevaban puesto el nombre encima de su cabeza, como suele pasar con todos los usuarios que participan en estos juegos.

Tarik estaba mirando fijamente a los avatares intrusos en su mapa del juego cuando, de pronto, desaparecieron. Recorrió toda la superficie de su mapa, tras los árboles y todas las construcciones que aparecían, pero de los avatares ni rastro, se habían evaporado con aquella inusitada neblina que había aparecido y que parecía devorar todo el territorio conseguido, en el juego, por el muchacho.

Como aconsejaban en el juego, en caso de producirse algún problema, decidió participar en el foro a ver si alguien le aclaraba las dudas. Así que siguiendo las recomendaciones, activó el chat y la cámara web, e intentó contactar con algún usuario que se encontrara en su misma situación. Pasados unos segundos, se abrió una pequeña ventana que solo podía ver Tarik y la otra persona. Era una mujer y el chat era absolutamente privado.

-"¿Hola, tienes algún problema.?"- Preguntó la desconocida.

-"Pues, sí, resulta que me han aparecido dos avatares en mi mapa del juego que por la indumentaria yo diría que no tienen nada que ver con esta aplicación. Con el zoom he intentado ampliarlos para ver más con detalle y han terminado desapareciendo."-

-" Es la primera vez que escucho algo así. A ver, descríbemelos"- Respondió la mujer

-" Pues son dos encapuchados y visten ropas ajustadas de negro"- Dijo Tarik sin apartar la vista de la pantalla, por si los intrusos volvían a hacer acto de presencia.

-"Pues no sé qué decirte, consulta con los administradores del juego,... Por cierto, ¿estás sólo?"- Preguntó.

-"Sí, estoy solo, ¿A qué viene la pregunta"- Antes de contestar dirigió una mirada inquieta alrededor, buscando algún posible intruso.

-" Es que puedo verte a ti y a la habitación donde te encuentras, y resulta que en la pared del fondo veo dos sombras con forma humana, y aunque no se mueven dan la sensación que se encuentran en un ángulo muerto de la pantalla."- La explicación de la chica puso los pelos de punta a Tarik, y se quedó sin palabras con las que replicar.

-"¿QUÉEEEE... ¿que no estoy sólo?"- Dijo, estallando con enojo, pensando que había dado con alguien que acababa de fumarse un porro y veía cosas raras.

-" Ya sé que no crees en mí, pero tranquilo, no te pongas nervioso que los observo y son inofensivos, están inmóviles, nada parece alterarlos, no creo que se propongan hacer nada."- Tarik pensó que la mujer se había obcecado en aquella tontería y pensó en cortar la conversación con ella de una vez por todas.

-" Déjalo, vale, que ya cansa"- Respondió airado, pensando que estaba más loca que una cabra. Pero no podía dejar de mirar de reojo hacia la ventana. En el exterior, se percibía la negrura total que acompaña a la noche. El pánico, excitaba la imaginación del joven y temía que si se giraba, sus ojos se encontrarían con aquellos seres que la chica del chat decía ver en su habitación. Deseó sacar fuerzas de flaqueza y reunir la valentía suficiente para enfrentarse a sus temores, que creía infundados, pero que empezaban a atormentarlo.

-" Bueno, por hoy ya está bien, gracias por todo y adiós"- Expuso, tratando de cortar la comunicación bruscamente.

-" No cortes, me parece que estás en peligro, pero si sigues mis indicaciones podrás salvarte"- Fueron las últimas palabras de la mujer, antes de que Tarik apagara el ordenador. Decididamente, había dado con una desequilibrada. No podía librarse del desasosiego que esa mujer había despertado en él.

Tarik hizo un esfuerzo, no acostumbraba a ser tan descortés. Pero quería zanjar aquella situación tan desagradable y olvidar el pasado, pero no podía apartar de su mente el desgraciado "fantasma ignorado" que había participado en el foro. Algo en su interior le reveló que algo maligno se desató aquel desafortunado día... Cuanto más lo pensaba menos comprendía como pudo escribir algo tan comprometido como " Alá es grande y Mahoma es su profeta", había sido algo instintivo, algo ajeno a su voluntad y no por eso podía dejar de responsabilizarse de sus acciones.

Se había complicado la vida tontamente, y ahora no tenía solución... Como vulgarmente se suele decir :"A lo hecho pecho"

La habitación tenía una leve iluminación y si aquella loca tenía razón allí, a escasos metros de su persona, había algo que él no podía apreciar a simple vista y eso le provocaba escalofríos. Siempre se había tenido por un valiente, y ahora no sabía si creer o no. De pronto, la temperatura del cuarto comenzó a bajar y sintió que se congelaba, los dientes le castañeaban sin cesar. Decidió apagar el ordenador y tuvo el convencimiento de que el camino hasta la cama se había convertido en algo terrorífico. Para acabar con todos sus temores, fue encendiendo todas las luces. Súbitamente, se volvió a encender el ordenador y comprendió que algo sin precedentes le estaba sucediendo, algo inconfesable y terrible de lo que no podría escapar.

-"Hazme caso y te salvarás". - La chica del chat volvió a aparecer en la pantalla del monitor, y esta vez le dijo:

-"Dibuja la cruz por todas partes y sobre tu cuerpo"-. En ese momento notó un roce frío en la nuca, se le erizó el cabello y casi gritó de pánico. - "Ese frío que has sentido -siguió diciendo la extraña mujer- es la temperatura que suele acompañar a las almas en pena... No pierdas la razón porque esta condena no es tuya."-

Jamás haría eso, él jamás sucumbiría ante la cruz porque era un símbolo de tortura, de muerte, ya desde los tiempos del imperio romano. Una herramienta para matar criminales, malhechores o traidores al imperio, que había que destruir. Serían los judíos los que exigieron que Jesucristo fuese ajusticiado en ella. Después se siguió utilizando con los miles de creyentes mesiánicos creando, a parte de las ejecuciones en el circo, una condena a muerte burlona y llena de odio de multitud de gente pacífica que sucumbieron bajo su yugo inhumano, por eso siempre había pensado que había que destruirla.

-"¿QUIÉN DEMONIOS ERES?"- Preguntó vociferando a la plácida imagen que le contemplaba desde la pantalla del ordenador.

-"¡¡¡SOY DIOS...!!! Fue la escueta, categórica y dura respuesta. Después el ordenador se apagó y enmudeció para siempre.

Tarik se sintió repentinamente enfermo, muy enfermo, sabía que tenía fiebre, quizá fuera debido a lo alterado que lo había dejado la última revelación de la chica del chat.

Camina como en trance de un extremo a otro de la habitación dominado por una aprensión total e irresistible a cobijarse entre las sábanas de su cama y dormir.

Él que siempre ha sido inmune al miedo, ahora se acobarda por nada, siente miedo, controla todas las cerraduras de su casa, mira debajo de la cama, abre armarios y otea su interior... Trata de escuchar entre el silencio que reina en ese pequeño lugar del mundo que es su casa.

Tiene la angustiosa sensación de que había cometido algo irreparable, algo que atormentaría por igual cuerpo y alma y que sólo concluiría con una desgracia inminente o con su propia muerte. Él había provocado el comienzo del mal, algo desconocido e impreciso se avecina y le llena de terror.

Vencido por el cansancio se refugia en la cama y aunque el sueño es su verdugo, por fin cae en los brazos de Morfeo. Pero inocente y ausente de la realidad y al amparo del sueño, no puede ver como dos sombras furtivas se aproximan sigilosas y se sitúan a ambos lados de la cama y le contemplan estáticos...

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