LA URBANIZACIÓN III






Al día siguiente intenté apartar de mi mente la traumática noche y me dediqué, en exclusiva, a acondicionar mi nuevo hogar.

Mi perra ladraba lastimosamente y se me acercó temblando. La cogí para tranquilizarla y acaricié, la suavidad de su sedoso pelaje siempre me relajaba. Inquieta, comenzó a lamer el dorso de mi mano...

Me paseé por la casa con ella en brazos. Pero no dejaba de aullar con sus ojillos acuosos fijos en el techo de la casa, como si estuviese viendo algo que mis sentidos no captaban.

Pobrecilla, debía de estar aterrorizada con el ente sobrenatural que moraba en nuestra casa.

Tengo entendido que los animales, a diferencia de las personas, tienen un sexto sentido ya que poseen muy desarrolladas sus percepciones, y captan cosas que nosotros, los humanos, ni siquiera intuimos.

Apenas hacia una hora cuando unos golpes en la puerta me sobresaltaron, estaba sobreexcitada con mi experiencia nocturna, respiré aliviada cuando vi el rostro sonriente de mi vecina. Venía preparada para ayudarme a adecentar mi casa y debo decir que su compañía me hizo mucho bien, pues soy de esas personas que son incompatibles con la soledad. Le propuse si quería acompañarme en la exploración de la cueva y ella aceptó con entusiasmo y pensamos que lo más conveniente sería realizarla al día siguiente...

No comenté con ella nada de lo que me había ocurrido la noche anterior, pues no la conocía demasiado y hablar sobre estos temas con ciertas personas puede resultar algo contraproducente.

A pesar de mi insistencia para que se quedara a comer, mi vecina se fue con prisas y en aquel momento sentí como nunca su ausencia; pues, tras lo ocurrido debo reconocer que mi nueva casa me incomodaba. Pero comprendí que ella también debía tener trabajo que realizar... Pero el tiempo se me echaba encima y seguí con la tarea de adecentar aquel lugar.

Si pensé que los fenómenos cesarían con la luz del día, estaba completamente equivocada, ya que de pronto, empecé a escuchar unos extraños ruidos en la parte superior de la casa. Sentí que tenía que subir y explorar la vieja buhardilla, pero enfrentarme al polvo acumulado y a las posibles telarañas que, seguramente, se habría apoderado del techo, no me seducía lo más mínimo.

Iba subiendo lentamente por la vieja escalera, y solo escuchaba el eco que producían mis pisadas al resonar en la vieja escalera de madera. Centré mi atención en los siniestros ruidos que procedían de la parte superior de la casa, con el corazón desbocado en el pecho. En ese momento, sufrí un sobresalto al sentir como un soplo de aire frío, casi gélido rozaba mi nuca y creí escuchar como una voz susurraba mi nombre... Repentinamente, una bruma parduzca invadió la escalera y me rodeó un olor dulzón. Algo me tocó suavemente la mejilla y tuve la sensación de que me habían besado con unos labios tan fríos que sabían a muerte. La gélida caricia me provocó tal espantó que me paralizó por completo. En ese momento cesaron los golpes.

Aquello fue demasiado, decidí irme y abandonar aquella horrible casa...

Decidí huir con lo puesto, así que cogí lo más imprescindible

¡¡¡Carlina, Carlina...!!! Llamé a gritos a mi perra.

Pero algo debía de atraer su interés porque no aparecía por ninguna parte..

¡¡¡Carlina,,, Venga que nos vamos a la calle!!! . Este reclamo jamás me había fallado. Era oír la palabra "calle" y mi perra no podía resistirse.

Comencé a preocuparme porque seguía sin aparecer.

Con las llaves del coche me dirigí a toda prisa hacia la puerta, pero cuando la abrí, me encontré nuevamente de cara con mi encantadora vecina... Su abierta sonrisa y calidez humana me disuadieron de los deseos de huir de aquel lugar tan horripilante.

Ana no pareció darse cuenta de mis intenciones, y me puso ante los ojos una bandeja con unos fiambres y una tortilla, con un aroma y una pinta muy apetitosa. Ella se metió en casa con toda confianza y se desentendió de su regalo entregándomelo sin más...

..."Toma, un pequeño tentempié para abrir el apetito, será mejor que lo metas en el frigorífico"...- Me dijo, mientras echaba una rápida ojeada a toda la casa-

..." Gracias, Ana, pero no has debido"...

..."Calla, tonta, es sólo embutido y una tortilla que he hecho, luego nos la comemos, y más felices que una perdiz"...

Ana me interrumpió dirigiéndome una extraña mirada, pero acabó riéndose.

Era tan encantadora que no se me ocurrió otra cosa que estamparle un beso sonoro en la mejilla:

..." Eres encantadora, tu apoyo me ha sido de gran ayuda, para instalarme. Pero no acabo de acostumbrarme a este lugar y además parece que pasan cosas raras por lo que no me siento demasiado cómoda"...

..."¿Cosas raras? - inquirió -..." No entiendo"...

..."Me parece que en casa hay un fantasma, creo que ayer estuvo a punto de manifestarse ante mí"...

La cara que puso mi simpática vecina fue todo un poema y creo que no me equivoco al decir que no se rió a carcajadas por respeto hacia mi persona. Así que decidí explicarme, más que nada para que no pensara que estaba un poquito majareta.

Después de contarle todo lo que me sucedió, respondió;

..."No te preocupes lo que te ha pasado seguramente ha sido fruto de la imaginación. Ayer tuviste un día duro lleno de emociones y eso te produjo un estado alterado de conciencia. He leído que el estrés suele producir una deficiencia bioquímica cerebral que puede provocar este tipo de alucinaciones. Pero si se repitiese quizá deberías ir a un especialista no vaya a ser otra cosa más seria"...

..." Pero, es que también vi a una niña en el acantilado y de pronto desapareció sin más"...

..." Es más de lo mismo. Venga dejémosnos de fantasmas y espíritus y vamos a lo que interesa"...- Concluyó dando por terminado el tema-.

En realidad, tenía razón es posible que todo fuese producto del estrés y la presión que provocaba la mudanza... ¿Y, la visión de la niña en el acantilado, es posible que respondiese al mismo fenómeno?.

Las palabras de aquella mujer habían conseguido tranquilizarme, después de todo tampoco eran tan descabellado todo lo que había dicho.

"Será eso, que, como estoy estresada, veo visiones" Pensé, "después de todo no hay más ciego que el que no quiere ver".

Tras una búsqueda infructuosa, en la que no dejamos de inspeccionar cualquier rincón, escondrijo o lugar oculto propicio en el que hubiera podido esconderse la perrita, comprendí que mi perra Carlina había desaparecido...

Convenimos en empezar por la buhardilla, el lugar de donde se supone que procedían los ruidos... Subimos por la vieja escalera con recelo, el eco de las pisadas al subir por las escaleras, retumbaba en aquella casa con un sonido atronador.

Agarrando una pequeña arandela que colgaba del techo, atrajimos hacía nosotras la pequeña y oxidada trampilla del techo, dando paso a un espacio cuyo interior revelaba la negrura más insondable, luego desplegamos la pequeña escalera de metal que se encontraba oculta en el interior. Con una osadía que no era habitual en mi, introduje, primero, con cautela, la cabeza y oteé con recelo el interior...

A primera vista, no se veía nada... Pero una vez se acostumbraron mis ojos a la oscuridad, pude observar todo lo que se guardaba en aquel espacio. Eran los recuerdos de un pasado que se negaba a desaparecer invadidos por el polvo de años de abandono. El ambiente era irrespirable, pero allí no habitaba nadie de otro mundo.

Ana me dio un empujón y yo me apresuré a subir los peldaños que me quedaban...

Ella me siguió y cuando ya nos encontrábamos en la habitación se apresuró a abrir todas las ventanas. La luz penetró en la estancia, a raudales, alejando las tinieblas y todos los fantasmas que había creado mi calenturienta imaginación.

En aquel lugar había de todo, maniquíes, baúles, viejos muebles que imaginé llenos de chinches, grandes espejos, libros, revistas y periódicos amontonados formando una gigantesca mole, fue lo único que llamó mi atención. Por un momento, imaginar todo el conocimiento y la información que aquella colección olvidada podía ofrecerme me entusiasmó. Naturalmente, pensaba ofrecerla a la biblioteca de la urbanización, algo tan importante no podía perderse sin más...

Ana detectó el interés que aquella colección de libros, revistas y periódicos había despertado en mí y se me acercó...

Asombrada descubrí que aquellos periódicos tenían más de medio siglo y recogían noticias de la II Guerra Mundial...

Era maravilloso, aquello reafirmó mis deseos de quedarme en aquella casa...

Llamó mi atención una noticia que trataba sobre la urbanización. Ilustraba la noticia una foto en la que se veía como el lugar había sido tomado por el ejército... Los soldados aparecían por todas partes, armados hasta los dientes... La noticia me provocó desosiego...

Ana permanecía en silencio...

...¿Sabías que esta urbanización fue invadida por el ejército?..

..." No tenía ni idea... He vivido toda la vida en este lugar y es la primera noticia que tengo... ¿ Qué piensas hacer con todo esto? Me preguntó evasiva.

..."Primero, pienso leerlo, y después, lo llevaré a una biblioteca...Ya veremos"...


El día siguiente amaneció espléndido. Negros nubarrones invadían el cielo creando una atmósfera irreal...

Cuando le comenté a Ana que tenía pensado escalar la gigantesca roca de la cueva se entusiasmó como una niña. Al llegar a la cueva, el tiempo se había complicado bastante... Se desencadenó de pronto una lluvia torrencial y pasamos unas horas, allí, asustadas por los truenos y los relámpagos. Comprendimos que el regreso a la urbanización, por el camino, debía de estar intransitable, y podía convertirse en un peligroso y resbaladizo lodazal.

El lugar tenía un hálito extraño, algo maligno que llegaba hasta sus rincones más profundos. La cueva excitaba mi imaginación como si fuera la misma boca del diablo.

La lluvia había oscurecido el ambiente, así que prendimos una hoguera para iluminarnos y de paso calentarnos un poco porque, curiosamente, la temperatura había descendido bastante durante el corto periodo de tiempo que estuvimos en aquel lúgubre lugar.

Preparé todo el equipo de escalada bajo la atenta mirada de Ana. Dispuse en el suelo, el típico material que se usa en estos casos, fisureros y pitones con los que me ayudaría a subir y que utilizaría no sólo como protección sino también para ir progresando en la ascensión. Las especiales condiciones geológicas de la roca me iban a permitir colocar las fijaciones para poder ir sujetando los estribos escalonados...

..."¿Ya sabes lo que haces?"... Ana interrumpió el hilo de mis pensamientos, sabía que esperaba una contestación, pero yo no estaba muy segura de saber si estaba en condiciones de dársela.  Así que fingí no haber escuchado la pregunta. Ella debía captar mi reticencia a contestarle, porque no insistió...

Mi habilidad escalando no era precisamente la de una veterana montañera. Conocía muy poco sobre la escalada de paredes verticales y lo que mejor se me daba era descender con una cuerda atada bajo un muslo, alrededor del hombro, pero no tenía ni idea de lo que era un pitón o un mosquetón...

Hice un nudo todo lo fuerte que pude con la cuerda y luego preparé el amarre de seguridad, me até una cuerda alrededor del cuerpo y me volví para encarar la pared vertical. Empolvoreé mis manos con talco para evitar la abrasión con el roce prolongado de la cuerda. Subí por la roca con cuidado y precisión, buscando instintivamente apoyos en aquella pared. Al escalar veía con temor como oscilaba en el aire el juego de clavijas y mosquetones, provocando un siniestro ruido. Iba soltando cuerda poco a poco, con moderación, en ocasiones, me detenía para volver a elegir un clavo para el anclaje, introducirlo en una grieta y tirar de él hacia abajo con fuerza, comprobando su resistencia. Acoplé un mosquetón al cable lo enganché a la cuerda. Así, fui escalando colocando clavos distintos a medida que iba subiendo. Seguí subiendo por la pared como una araña, iba tan pegada a la pared, en parte por el miedo que sentía, que notaba como la fría fría humedad de la piedra traspasaba la ropa y se adhería a mi piel como algo pegajoso y desagradable. Hasta que alcancé el saliente y me encaramé, dejé el clavo anclado. Abajo, Ana seguía mis evoluciones en la pared en completo silencio. Una vez arriba me puse de pie, sentía las manos temblorosas por el esfuerzo realizado, las desentumecí dándoles un ligero masaje. Cuando mis ojos se acostumbraron a la lóbrega oscuridad de la caverna, observé que la galería donde me encontraba se prolongaba en un ángulo vertiginoso que me puso los pelos de punta, miré hacia el techo de la gruta y comprobé que podía tocar las estalactitas.

Cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad lo que vi me dejó sin aliento. Comprendí en qué se había convertido aquel accidente fortuito de la geología y la erosión: Ante mis ojos tenía una fosa común.

La escena que tenía ante mis ojos era tan irreal que trataba por todos los medios de borrarla de mi mente. Aún así y pese a mis intentos, seguía pegada a mi memoria como si de un sueño repugnante se tratara.

Me flaquearon las piernas y caí sobre mis rodillas, ni en mis peores pesadillas hubiera podido imaginar que aquello había sido en el pasado un lugar de ejecución colectivo. Sentada en el suelo húmedo y pegajoso, mis lágrimas pugnaban por escapar de mis ojos conteniendo el llanto que se agolpaba en mi garganta. Aquel escenario dantesco me hizo llorar desconsoladamente. De repente, descubrí a Ana junto a mi, en sus ojos había un brillo extraño. Sabía que era imposible que hubiera escalado en tan corto periodo de tiempo... Ella me leyó el pensamiento y sonrió tristemente:

..." Querida amiga, no soy lo que piensas"... - las palabras de la que hasta aquel momento había sido mi vecina y amiga,  sonaron sin un atisbo de ironía, por lo que la extraña declaración me pareció menos solemne- has dado con el terrible secreto que oculta esta Urbanización"... -Concluyó, produciéndose un intenso silencio roto por los latidos de mi corazón-.

..." ¿No eres lo que pienso... pues qué eres?"... Repliqué retóricamente, sintiendo que una parte de mi trataba de asimilar todo aquello sin apasionamiento; pero por otra, tenía la sensación de que se había tejido a mi alrededor una telaraña oscura y siniestra de la que no podía escapar. Mi cerebro era incapaz de asimilar lo que tenía ante mis ojos.

Contemplando aquella fosa común y entre el amasijo irreconocible de cuerpos humanos distinguí sobre uno de los cráneos un pañuelo idéntico al que llevaba Ana y un poco más retirado, vislumbré los restos de un cuerpo que por lo pequeño debía de ser el de una criatura, lucía unos harapos en los que aún persistían unas mangas abullonadas y en el cráneo pelado aun quedaban los restos de lo que debió de ser en el pasado una abundante cabellera negra, poblada de rizos. Comprendí que era el esqueleto de la niña del acantilado. De pronto, se hizo la luz y lo comprendí todo y entre sollozos respondí:

..."¿Estás muerta? ¿Es eso lo que quieres decirme? Ese cuerpo es el tuyo y ese de ahí .- dije señalando el cuerpo de la criatura- es el de la niña que vi subiendo por el acantilado"...

..." Sí, soy lo que vulgarmente se llama fantasma y en mí tienes la prueba de que existen, solo soy un ser, aunque por la forma en que me miras diría que parezco más un monstruo. -me dijo sonriendo dulcemente- Solo somos seres ectoplásmáticos, no hay nada espiritual en nosotros, como diría Einstein solo somos pura Física cuántica.

Como has podido comprobar no todos vivimos condenados a no descansar en paz porque algo les atemoriza en vida o porque no hicieron algo que deseaban con intensidad. Yo solo me niego a abandonar un lugar en que fui muy feliz"...

Ana se explicaba tratando de hacerme comprender el porqué de su existencia. Pero, era algo demasiado irracional y la apreciación que tenía sobre ella había cambiado. Súbitamente, había dejado de ser la vecina entrañable, casi la amiga imprescindible, la fantástica, la que era capaz de invadirme y organizar mi vida, la que conocía aquél mundo nuevo para mí y con la que había disfrutado de mi breve estancia en la urbanización en cada uno de sus encuentros premeditados. Realmente, no era la misma persona, o lo que fuese, ahora tenía ante mi a alguien frío y distante que trataba de hacerme comprender algo que a mi entender no tenía base real alguna, pues me temía que estaba entrando en un delirio paranoico sin escapatoria.

..."Cariño, tienes que diferenciar entre ser y existir, cuando hablas de ser olvidas algo mucho más importante que es existir, cuando algo existe se puede ver, oír, tocar... Se trata de cuando percibimos con nuestros sentidos o de una manera más compleja. En tu caso, sólo existimos en tu mente porque estás pasando una etapa transitoria, acabas de tener un terrible accidente y te encuentras entre la vida y la muerte"...

Ana estaba tratando de darme las claves de su existencia, pero todo lo me decía no tenía ningún sentido para mí.

"Has tenido un accidente"
había pronunciado Ana y amargamente comprendí que nunca había sido más atinada la frase de que había cambiado la tierra por el cielo.  Había dejado de ser una persona especial, con chispa, y su presencia se había convertido en algo tenebroso, inquietante, porque al verla ante mi quedaba patente la existencia de dimensiones ocultas que por alguna razón podían ser captadas con mis sentidos y aquello me llenaba de incertidumbre y desasosiego porque intuía que era una señal de alarma que evidenciaba la existencia de alguna anomalía preocupante.

..." En realidad, yo existo porque tu haces posible que este hecho se produzca, ya que en ti la energía vibra a diferentes intensidades al haberse producido en tu persona un tipo de desequilibrio químico cerebral que ha creado un estado alterado de conciencia que posibilita que nos puedas ver. Todos somos entes con espíritu, alma o energía potencial y cósmica que se renueva, pero no desaparece, vibrando a diferentes intensidades"...

..."¡Calla!, que no entiendo nada de lo que me dices -Repliqué con irritación- ¿Qué eres, entonces,? un estado alterado de conciencia - repetí como una sonámbula- o el delirio de una persona que agoniza. ¿Me estoy muriendo, no? y por eso te veo y me pasan estas cosas tan raras. Y pensar que te hablé de lo que me estaba pasando y no me diste ninguna explicación"... -concluí con amargura-.

..." Ahora sólo depende de ti, de tu libre elección y no temas, porque no estás loca, sólo has sufrido un accidente y te encuentras muy grave, por eso puedes ver a todos los habitantes de esta urbanización... - Si trataba de calmarme, consiguió todo lo contrario-

..." Me estás diciendo que estoy viviendo en una urbanización fantasma, que en lugar de vecinos de carne y hueso, sólo convivo con fantasmas... ¡¡¡Esto no puede ser real debe ser un mal sueño del que no puedo despertar!!!" -Me lamenté angustiada, pues no conseguía asimilar lo que me estaba ocurriendo.

..." Irene, escucha mis palabras y trata de entender, no es un sueño ni siquiera una mala pesadilla, solo soy un fantasma errante apegada a lo que un día amó y no sólo eso, todos y cada uno de los vecinos con los que te has cruzado también lo son, unos eventos fortuitos que una horrible experiencia que los transformó en almas en pena que no encuentran su luz...Desde la niña con la que te cruzaste en el acantilado y que parecía pasear distraída, hasta la extraña sombra humeante que te encontraste en la urbanización cuando regresaste. Incluso todos los fenómenos sobrenaturales que experimentaste en tu casa. Son los antiguos habitantes de tu casa...

..."Has de saber que en esta vida no todo tiene una explicación racional. Mientras vivimos estamos muy limitados sensorialmente, pero existe una realidad física, un mundo material paralelo que no puedes percibir, pero que ciertas personas con unas facultades extraordinarias, como es tu caso, sí que pueden. Ahora te encuentras en una situación especial"...

..." ¡Ya! puedo verte porque soy algo así como una Médium"... -Repliqué airada-.

..."Sí quieres llamarlo así"...

..."Confía en mí - Me rogó, una vez más y al mismo tiempo extendió sus manos hacia mi- porque somos almas gemelas que aprecian a las personas más por lo que hacen y no por lo que dicen. Desde que Simón murió despeñado en la roca, crees que todos te abandonan y ya no tienes apego a la vida. Piensas que no tienes más salida que dejarte atrapar por la muerte, por eso has tratado de suicidarte porque el dolor se ha vuelto intolerable y ya no puedes con esta existencia sin esperanza y tu corazón se apaga buscando en vano al amante ausente"...

..."Pero antes tienes que conocer a alguien.... -Sus manos se posaron delicadamente en mis sienes y cuando cerré los ojos me sentí transportada... No daba crédito a lo que me ocurría, siempre había oído hablar de personas que se comunicaban con los muertos. Por lo general, siempre había pensado que todo aquello era fruto de la imaginación o de la sugestión ante ciertos hechos inexplicables, algunos comentaban que aunque no les contestaban, intuían su presencia, y no solo eso, que le rodeaban y confortaban, pero esto que me estaba pasando superaba cualquier situación de este tipo.

Por primera vez, desde que he descubierto el terrible secreto de la urbanización, siento algo muy parecido a la felicidad y una extraña paz me va invadiendo poco a poco. A pesar de que cuando soy transportada hasta la urbanización por mi amiga espectral, no dejo de pensar que lo que estoy viviendo escapa a la comprensión humana.

No tenía ni idea de a quién se refería cuando hablaba de conocer a alguien, pero cuando me vi delante de lo que había sido mi casa, en el delirio, comprendí a quién se refería.

Una vez dentro, Ana se repantigó en una de las butacas y mientras esperábamos a que la presencia fantasmal se manifestase ante nosotras, pensé que sería una buena ocasión para enterarme del misterio que rodeaba a este lugar maldito.

..."Ana qué fue lo que os pasó en esta urbanización"... - Aproveché la situación para interrogarla sobre el misterio.

..." Pues sucedió que un buen día se presentó un destacamento del ejercitó con la pretensión de que aquí se ocultaba un espía, y en verdad así era, pero la urbanización lo desconocía. Todos los vecinos fuimos detenidos, encarcelados y sometidos a tortura. Pero como suele suceder en pequeñas comunidades como esta, todo los vecinos nos conocíamos y manteníamos buenas relaciones y no consiguieron doblegarnos con la traición. Entonces, un alto cargo, malvado y cruel, decidió darnos un escarmiento, y todos, grandes y pequeños, corrimos la misma suerte, fuimos sacados a la fuerza de nuestros hogares y nos condujeron atados de pies y manos por el camino que lleva hasta la cueva, allí por extraño que parezca, montaron una especie de plataforma móvil y nos fueron subiendo uno a uno hacinándonos como animales. Tres soldados se apostaron en la entrada de la cueva vigilando que nadie escapase y se nos privó de comida y agua durante más de tres meses, todos morimos de inanición... Aquí tienes nuestra historia, ¿Qué te parece?"...

..." Pues horrible, la guerra siempre es terrible en todas sus manifestaciones y el hombre cada vez se vuelve más indefenso ante la barbarie."...

Terminó la explicación y la criatura espectral que moraba en aquella casa dio señales de vida. Esta vez no hicieron falta ni ruidos atronadores, ni brumas misteriosas, ni efectos especiales luminosos con los que amedrentarme. Simplemente, se materializó ante nosotras con toda la naturalidad del mundo, y lo que vi me dejó maravillada, porque tenía ante mis ojos un hombre muy guapo, guapísimo, con el rostro de un hombre maduro, labios delicados, piel muy pálida y unas ojeras muy profundas que intensificaban más aún su atractivo masculino...

Siento un intenso acaloramiento en el rostro, es lo que suele suceder cuando me sonrojo, y es que la mirada fija del espectro me intimida, pero sólo veo una extraña emoción, un sentimiento indefinible en los brillantes ojos del hombre. Y, comprendo que tengo ante mi al origen de todos mis temores y el fin de todos mis sueños, en él se encuentra mi destino final y la delgada línea que me separa de la vida... Por primera vez en toda esta locura recobro la lucidez y pienso que todo es una trampa, una burda conspiración hacia mi persona de la que debo escapar...

A pesar de la desconfianza que aquel hombre, o lo que fuese, me inspiraba, no dejaba de contemplarle extasiada, entonces él entreabrió los labios y pronunció:

..."No he pretendido asustarte en ningún momento,- comienza diciendo el espectro- Y no puedo negarte que soy un fantasma que muy pocos pueden ver, una sombra temible condenada a vivir sin descanso ya que no puedo escapar de mi propio sueño, en el que tu has aparecido fugazmente. Soy un hecho fortuito que carece de esperanza y confianza porque muerte y vida no van de la mano y el último anhelo es escapar de este intenso dolor que significa la no existencia. Una maldición me encadena a este lugar y tú seguirás la misma suerte si te empeñas en seguirme. Ahora estás entre el cielo y la tierra, pero no perteneces a ninguno. Querida Irene, ha llegado el momento de elegir. Si optas por la vida y el deseo de amar y ser amada, si quieres continuar siendo parte del espectáculo secreto de la naturaleza, entonces lucha por sobrevivir y esquiva al cerco de la muerte que te tiene atrapada en esa urbanización que hasta el día de hoy tenías por tu hogar. Si deseas vivir, entonces todo se borrará de tu mente y no recordarás nada. Pero si decides unir tu destino al de esta urbanización yo seré el que te guíe y habitarás entre las nubes y harás del cielo tu morada...

Los dos espectros se despiden y antes de desvanecerse en el aire como por arte de magia, el rostro de Ana resplandece con una cálida sonrisa y me lanza un beso que se pierde en el aire...

Cuando entreabrí los ojos me encontré en un lugar donde no quedaba en pie ningún edificio, presentaba el aspecto que deja a su paso la barbarie y la destrucción y donde la palabra desolación cobraba vida.

Descubrí entre amasijos humeantes los restos de un coche destrozado empotrado contra la pared de una casa en ruinas pero que conservaba las imponentes columnas del porche... Un cuerpo se debatía entre la vida y la muerte en su interior, era una mujer joven...Cuando me vi reflejada en la muchacha que agonizaba, sentí que perdía el conocimiento y que poco a poco todo se iba apagando....

En apenas unas horas, en la urbanización el silencio y la soledad han sido quebrantados por las estridentes sirenas en medio del frenesí de los faros intermitentes de las ambulancias...Mientras una perrita asustada se refugia en los brazos de un fornido bombero que trabaja en el rescate de la accidentada... Pese a lo aparatoso del accidente, la mujer todavía respira.

CINCO AÑOS DESPUÉS

La urbanización en ruinas recibe el cálido sol de la mañana, un silencio sepulcral se apodera de las viejas piedras. La mujer siente una extraña sensación cuando contempla el lamentable estado en el que se encuentra la casa que tiene ante sus ojos, apenas conserva los elementos arquitectónicos que la adornaban cuando estaba en pie y unos sarmientos recuerdan a las plantas que, en el pasado, la embellecían trepando airosamente por las paredes, solo la desolación impera en aquel lugar y el dolor de sus habitantes permanecía agazapado entre los derruidos muros de los restos de aquella urbanización.

El hombre se acerca con paso sigiloso y rodea con un brazo su hombro, como tratando de protegerla...

..."En este lugar me salvaste, se puede decir que volví a nacer "... Comentó dirigiendo una triste mirada a su marido...

..."Fue realmente difícil sacarte de aquel amasijo de hierros retorcidos, nadie creía que pudieras salvarte, pero a veces......"

La mujer se limpió con la mano una lágrima y estampó un beso en la mejilla de su marido que preocupado preguntó:

..." ¿dónde está Irania?"...

..."Seguro que se encuentra por ahí jugueteando "...

Irene busca con la mirada a su hija, una niña morena de gracioso cabello ondulado, y la descubre parada delante de las ruinas de una casa que se encontraba cerca de donde se encontraban..

..."Mira, parece que está hablando con alguien"... Comentó el padre, sin apartar la mirada de la niña

..."Sí, me tiene muy preocupada, ya sabemos que los niños sueles tener amiguitos invisibles, pero me parece que nuestra hija tiende a "evadirse" demasiado. Puede que sea su imaginación, pero habrá que llevarla a un psiquiatra para que le haga una exploración y así eliminar posibles problemas mentales"...

El padre hizo un gesto de desagrado y se encaminó en dirección al lugar donde se encontraba la pequeña... La niña giró la cabeza para mirar al padre y dirigiéndole una sonrisa, le dijo:

..."Papá, mira, - dijo señalado hacia delante- esa señora me ha dicho que soy muy guapa, y que tengo que cuidar de mama"...

..· ¿Qué señora hija? - inquirió el padre con inquietud

.." Aquella que lleva un paraguas de colorines"...

El padre siguió con la mirada la dirección que señalaba su hija con la mano y una abrumadora preocupación se apoderó del hombre ya que no se veía la presencia de la mujer por ningún lado y con ansiedad comprendió que se encontraba ante un signo de alarma que anunciaba un inminente peligro o amenaza.

Experimentó un escalofrío y cogiendo a su hija en brazos supo que tenían que alejarse de aquel lugar para siempre...


FIN


La urbanización que aparece en este relato es fruto de mi imaginación, pero está inspirada en las ciudades masacradas durante la II GUERRA MUNDIAL por parte de Hitler y sus tropas de elite. Un triste capítulo de la historia de la humanidad perpetrado por el ejército alemán. Destrucción inmisericorde de poblaciones tranquilas, precedido por el aniquilamiento de inocentes.

Lugares donde el tiempo detuvo sus relojes y se quebró la vida de sus habitantes, el odio lo dominó todo y dejó tras de sí una estela de terror y pánico que aún perdura en sus calles destrozadas por el fuego y la barbarie.

Poblaciones como Oradour-sur-Glane, Tulle, Ascq, Maillé, Robert-Espagne, y Clermont-en-Argonne, el pueblo soviético Kortelisy (en lo que hoy es Ucrania); pueblo lituano de Pirčiupiai; las aldeas checoslovacos de Ležáky y Lidice (en lo que hoy es la República Checa); las ciudades griegas de Kalavryta y Distomo, la ciudad holandesa de Putten, ciudades serbias de Kragujevac y Kraljevo, localidad noruega de Telavåg, y los pueblos italianos de Sant'Anna di Stazzema y Marzabotto. Además, la Waffen SS ejecutó rehenes (al azar o seleccionados en grupos sospechosos) en toda Francia como un elemento de disuasión a la resistencia.

España tampoco escapó a este infierno sufriendo más de una ofensiva aérea, Guernica, una localidad vasca sufrió un ataque aéreo que le produjo gran destrucción y muerte de civiles durante la Guerra Civil Española. La incursión de aviones de la Alemana Luftwaffe ," Legión Cóndor "y el fascista italiano Aviazione Legionaria se conoció con el nombre de "Operación Rügen" .

Uno de tantos recordatorios fantasmales de la Guerra Civil, población vasca que la sangre de las víctimas tiñó de un rojo intenso en la dura batalla.

En la actualidad algunos de estos lugares fueron reconstruidos en su totalidad, después de la guerra, pero otros se han convertido en museos al aire libre, conservando los restos de su ruinas como un monumento a las víctimas y como recordatorio de tal barbarie

Aquí queda mi tributo silencioso a las personas que vivieron un horror sin igual.

Comentarios

Entradas populares