EL DÍA DE LA MADRE




Hoy es el día de la madre, una ocasión, sin lugar a dudas, muy especial, y un buen regalo puede ser un poema. Y, entre todos, el mejor que podía escoger es el "Himno a Isis", "Gran diosa madre", "Reina de los dioses", "Fuerza fecundadora de la naturaleza", "Diosa de la maternidad y del nacimiento".


¡Manteneros en guardia!
No me ignoréis.

Porque yo soy la primera y la última.
Yo soy la venerada y la despreciada.
Yo soy la puta y la santa.
Yo soy la esposa y la virgen.
Yo soy la madre y la hija.
Yo soy los brazos de mi madre.

Yo soy la estéril y tengo muchos hijos,
Yo he sido desposada y nunca he tenido marido.

Yo soy la novia y la recién casada,
y fue mi hombre quién me engendró.
Yo soy la madre de mi padre,
y la hermana de mi marido,
y él es mi hijo.
Yo soy sierva de quien me engendró y soy su señora.

Y todo lo que él desea me sucede.

Vosotros que me negáis, reconocedme.
Vosotros que me reconocéis, negadme.

Porque yo soy el conocimiento y la ignorancia.
Yo soy el pudor y la audacia.
Desvergonzada y avergonzada.
Yo soy la fuerza y soy el miedo.
Yo soy la guerra y soy la paz.

Yo soy la desgraciada y la exaltada.

En guardia ante mi pobreza y ante mi riqueza.
Sin arrogancia cuando me veáis tendida en el suelo.

¡En guardia!

Yo estoy en cada temor, y soy la audacia en el temblor.
Yo soy vulnerable y siento placer en los lugares de placer.
Yo soy insensata y soy sabia.

¿Porqué me habéis odiado en vuestros concilios?

He sido llamada Vida, y vosotros me habéis llamado Muerte.
He sido llamada Ley, y vosotros me habéis llamado Crimen.

Yo soy la que habéis perseguido, y la que habéis cuidado.
Yo soy la que habéis dispersado y la que habéis recompuesto.
Ante mi habéis sentido vergüenza y habéis sido impúdicos.

Yo soy la que habéis despreciado y en la que pensáis.
Yo soy de la que habéis huido y a la que os habéis mostrado.

Yo soy el control y lo incontrolable.
Yo soy la unión y la disolución.
Yo soy el vínculo y la separación.
Yo soy la descendencia y la ascendencia.
Yo soy el juicio y la absolución.
Yo desconozco el pecado y soy la raíz del pecado.
Yo soy la aparición del deseo y el control del corazón.

Escuchadme en la ternura y escuchadme en la dureza.

Yo soy la que grita, y soy arrojada al suelo.
Yo preparo el pan y allí está mi espíritu.

Y lo que veis fuera de vosotros lo veis dentro vuestro.

Porque yo soy la única que existe,
y nadie puede juzgarme.

Y es mucho el atractivo del pecado y de la incontinencia,
de la pasión desatada y de los placeres fugaces
que se abrazan hasta la sobriedad, corriendo hasta el sosiego.
Y allí me encuentran para vivir eternamente.


El día de la madre y la Diosa Isis, la protectora, la cruel, la amiga, la enemiga, la madre, la madrastra, la esposa fiel, la puta. Las infinitas caras de una misma moneda. Todavía podemos disfrutar de su grandiosidad, mañana quién sabe....

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