ANATOMÍA DE GREY



Hoy os voy a hablar de una serie ambientada en un hospital. Narra una historia ficticia de cirugía donde los protagonistas son un grupo de médicos, internos y residentes de primer año que están empezando a conocer su trabajo y aspiran a convertirse en médicos experimentados y, otros, los profesionales, con años de reconocimiento y prestigio a sus espaldas... Como suele suceder en la vida misma, intentan compaginar su vida profesional con la personal, tratando de resolver los conflictos que van apareciendo en sus vidas y es ahí donde gira la principal trama de la serie. Entre trabajo y relaciones personales, la serie esta cargada de actualidad y realismo, pero carece de ese trasfondo de cínico desencanto que tienen otras series de idéntica temática y que todos tenemos en la mente. En Anatomía de Grey, los personajes se enfrentan a la vida diaria y real de un hospital, y tienen que enfrentarse en muchas ocasiones a situaciones donde se producen las típicas discriminaciones sexuales y sociales, pero siempre tratadas con un toque de humor surrealista...

Parece que este tipo de series siguen teniendo éxito y ésta, en concreto, ha sido muy bien aceptada por la crítica. La medicina siempre ha generado expectación y asombro y esa es la razón por la que este tipo de series tienen grandes éxitos de audiencia. Sus principales atractivos residen en las carismáticas relaciones entre los personajes, las situaciones a las que les someten son impactantes y la banda sonora musical es una de las partes más cuidadas de la serie y su mayor acierto.

Pero, lo verdaderamente impactante son las reflexiones de estos muchachos, cuando te paras a escucharlas dan que pensar y contienen más sabiduría que la de los antiguos griegos.

Aquí os pongo unas cuantas:

-Hace dos siglos Benjamín Franklin reveló al mundo el secreto de su éxito, nunca dejes para mañana, dijo, lo que puedas hacer hoy. El descubrió la electricidad, la gente debería prestar atención a las cosas que dijo, no se porque siempre posponemos todo pero si tuviera que adivinarlo diría que tiene mucho que ver con el miedo, el miedo al fracaso, el miedo al dolor, el miedo al rechazo. A veces es miedo a tomar una decisión, porque y si te equivocas y si cometes un error sin solución. Sea lo que sea lo que nos da miedo, una cosa es cierta: cuando el dolor de no hacer algo es más insoportable que el miedo a hacerlo es como si cargáramos con un tumor gigante.

-Eso de la mentira es cierto… Aveces intuimos que es mejor o no decir nada o decir cosas que no son ciertas para evitar problemas mayores… no es que todo el tiempo debamos hacerlo pero es que hay quienes si uno les dice la verdad después quién los aguanta!

-Las supersticiones vagan entre lo que controlamos y lo que no... Nadie quiere desaprovechar la buena suerte..Y, si nadie nos escucha, ¿por qué nos molestamos en hacerlo? Recurrimos a la superstición porque somos lo bastante listos para saber que no tenemos todas las respuestas. La vida está llena de sendas misteriosas. No rechaces los amuletos, vengan de donde vengan"...

-‎En la vida nos han enseñado que hay 7 pecados capitales. Todos conocemos los grandes... Gula, orgullo, lujuria. Pero no se escucha tanto hablar de la ira. Quizá sea porque creemos que la ira no es tan peligrosa, que se puede controlar. A donde quiero llegar es a que quizá no le demos a la ira suficiente importancia. Quizá pueda ser mucho más peligrosa de lo que creemos... Así que ¿qué hace que la ira sea diferente a los otros 6 pecados capitales? Es muy simple realmente, te entregas a un pecado como la envidia, o el orgullo y solo te haces daño a ti mismo. Prueba la lujuria o la codicia y solo te harás daño a ti mismo y quizá a una o dos personas más. Pero la ira, la ira es el peor de todos... el padre de todos los pecados... La ira no solo te puede llevar hasta el extremo, sino que cuando lo hace, puedes llevarte a demasiada gente contigo.

-No todas las heridas son superficiales, casi todas las heridas son mas profundas de lo que nosotros pensamos, no se ven a primera vista y luego están las heridas que nos cogen por sorpresa, el truco estar en hurgar en la herida hasta encontrar la verdadera causa del dolor y cuando la encuentras hay que dejarse la piel hasta curarlo.

-La comunicación es una de las primeras cosas que aprendemos en la vida; es curioso que conforme vamos creciendo y asimilando palabras y aprendiendo a hablar menos sabemos lo que decir o como pedir lo que queremos de verdad.

‎-En algun momento hay que decidirse; los muros no mantienen a los demás fuera sino a ti dentro, la vida es un caos, somos así. Puedes pasarte la vida levantando muros, o puedes vivirla saltándolos. Aunque hay algunos muros demasiado peligrosos para cruzarlos y lo único que sé es que si finalmente te aventuras a cruzar... las vistas al otro lado son fantásticas.

-A menudo, lo que más queremos es lo único que no podemos tener. El deseo nos rompe el corazón, nos extenúa, el deseo puede destruir nuestra vida. Pero, aunque desear algo puede ser muy duro, los que más sufren son los que no saben lo que quieren...

-Cielo, infierno, limbo, nadie sabe a dónde vamos, ni lo que nos espera cuando lleguemos. Pero lo que sí podemos decir, lo que sabemos a ciencia cierta es que existen momentos que nos llevan o otro lugar, momentos celestiales en la tierra...quizá por ahora, es cuanto necesitamos saber.

-Quién dijo: "ojos que no ven, corazón que no siente" era un gilipollas. No hay peor en este mundo que no saber lo que está ocurriendo a tu alrededor.

-Hay mucho que decir sobre el vaso medio lleno, sobre saber decir cuando; creo que es una línea borrosa, un barómetro de necesidad y deseo. Depende por completo del individuo y depende de lo que te estén sirviendo, a veces solo queremos probarlo, otras veces no hay suficiente, el vaso no tiene fondo y lo único que queremos es más.

-Los secretos como las desgracias, nunca vienen solos. Se van acumulando hasta que se apoderan de todo hasta que no queda lugar para nada mas hasta que tienes tantos secretos que parece que vas a reventar.

-Algo que la gente olvida es lo bien que se siente uno cuando libera sus secretos, sean buenos o malos, al menos han sido destapados te guste o no. Una vez que los has destapado no tienes que esconderte tras ellos nunca mas, el problema con los secretos es que incluso cuando crees tenerlo todo controlado, no lo esta.

-Cuando el día llega a su fin la fe es un misterio, aparece cuando menos te lo esperas, es como si un día te dieras cuenta que los cuentos no son exactamente como habías soñado, el castillo puede que no sea un castillo, no es tan importante eso de ser felices para siempre basta con ser felices en el momento. A veces muy de vez en cuando la gente puede darte una grata sorpresa, de vez en cuando la gente te deja sin respiración.

-Según Elizabeth Kübler Ross, cuando alguien muere, o sufrimos una perdida catastrófica, pasamos por cinco diferentes etapas de duelo. Pasamos por la negación, porque la pérdida es inaceptable. No podemos imaginar que sea cierto, nos enojamos con todos, con los sobrevivientes, con nosotros mismos; y después… rogamos, suplicamos, ofrecemos todo lo que tenemos, ofrecemos nuestra alma, y la cambiaríamos por un día más. Cuando la negociación ha fallado, y la rabia es demasiada para contenerla caemos en la depresión, hasta que finalmente tenemos que aceptar que hicimos lo que pudimos… dejamos ir… lo dejamos ir y pasamos a la aceptación.

En la escuela de medicina, nos enseñan a manejar la muerte, pero no como seguir viviendo.

-Pasamos la vida preocupándonos por el futuro, planeándolo, intentando predecirlo. Pensando en que saber como será amortiguará el golpe. Pero el futuro cambia constantemente, el futuro es el hogar de nuestros miedos y de nuestras esperanzas. Pero algo es seguro, cuando por fin se revela el futuro nunca es como lo imaginábamos.

-Nunca sabes que el día más importante de tu vida es el más importante hasta que lo vives. No reconoces el día más importante de tu vida hasta que estás dentro de él. El día que te entregas a algo o alguien, el día que te rompen el corazón. El día que conoces a tu alma gemela. El día en que te das cuenta que no hay casi tiempo porque quieres vivir para siempre. Esos son los días más perfectos.

-Mentir está mal, eso nos dicen constantemente desde que nacemos. La sinceridad es la mejor cualidad, la verdad te hará libre, no mentiras y esas cosas. Lo cierto es que a veces hay que mentir. Nos mentimos a nosotros mismos porque la verdad es muy dolorosa.
Por mucho que intentemos ignorarlas o negarlas, las mentiras caen por su propio peso nos guste o no. Pero la verdad de la verdad es que duele, así que mentimos.

-Un viejo proverbio dice que no puedes escoger a tu familia, aceptas lo que te ha deparado el destino, y te guste o no, la quieras o no, la entiendas o no, la aceptas. Pero una escuela de pensamiento afirma que la familia en la que naces solo es un punto de partida. Te alimentan, te visten y cuidan de ti, hasta que estás listo para adentrarte en el mundo y encontrar tu propia tribu.

-Sea lo que sea que nos da miedo, una cosa es cierta, cuando el dolor de no hacer algo es más insoportable que el dolor a hacerlo, es como si cargáramos con un tumor gigante…
Quien duda está perdido. No podemos fingir que no nos lo dijeron, todos hemos oído los proverbios, a los filósofos, a nuestros abuelos advirtiéndonos sobre el tiempo perdido, instándonos a vivir el momento, aunque a veces, debemos escucharnos a nosotros mismos…, debemos cometer nuestros propios errores…, debemos aprender nuestras propias lecciones…, debemos dejar las posibilidades de hoy, en la alfombra del mañana hasta que no podamos más, hasta que comprendamos al fin que es mejor saber que preguntarse…que despertar es mejor que dormir y que fracasar o cometer un error enorme es mejor que no haberlo intentado.

-Mucha gente no sabe que el ojo humano tiene un ángulo muerto en su campo de visión (yo no lo sabía). Hay una parte del mundo que, literalmente, no podemos ver. El problema es que a veces ese ángulo muerto bloquea cosas que realmente no deberían ser ignoradas. Y a veces nuestros ángulos muertos mantienen nuestra vida limpia y brillante. Cuando se trata de nuestros ángulos muertos quizá nuestro cerebro no es que lo compense sino que, quizá, nos esté protegiendo.

-El dolor, aparece en todas sus formas. Una pequeña punzada, un poco de dolor muscular, el gran dolor, el dolor con el que vivimos todos los días... Luego está ese dolor que no puedes ignorar. Un nivel tan alto de dolor que bloquea todo lo demás; hace que el resto de tu mundo desaparezca hasta que podamos pensar lo mucho que nos duele. Como controlemos el dolor, depende de nosotros. Dolor. Lo anestesiamos, lo echamos, lo abrazamos, lo ignoramos... y, para algunos de nosotros, la mejor manera de controlar el dolor es simplemente vivir con él. Dolor, tienes que echarlo, esperar que se vaya por su propio pie, esperar que la herida que lo produce se cure. No hay soluciones, no hay respuestas fáciles. Solo puedes respirar hondo y esperar a que desaparezca. La mayoría de las veces el dolor se puede controlar, pero en ocasiones el dolor te ataca cuando menos te lo esperas, te pega justo debajo de la cintura y no te suelta. Dolor, tienes que luchar contra él, porque lo cierto es que no puedes desecharlo sin más.

-Cuando eres pequeña, la noche da miedo porque se esconden monstruos bajo la cama. Cuando te haces mayor, los monstruos son diferentes. Falta de confianza en uno mismo, soledad, arrepentimiento. Y aunque seas más mayor y más sabio, te sigue dando miedo la noche.
Dormir es lo más fácil de hacer. Sólo cierras los ojos. Pero para muchos de nosotros, dormir parece estar fuera de nuestro alcance. Queremos hacerlo, pero no sabemos cómo. Pero una vez que nos enfrentamos a nuestros demonios nos enfrentamos a nuestros miedos y nos entregamos a los demás para ayudar, la noche no da tanto miedo, porque nos damos cuenta de que no estamos completamente solos en la oscuridad.

-No sé porqué siempre estamos posponiéndolo todo, pero si tuviera que adivinarlo diría que tiene mucho que ver con el miedo; el miedo al fracaso, el miedo al dolor, el miedo al rechazo.
A veces es miedo a tomar una decisión porque... ¿Y si te equivocas y cometes un error sin solución?
Sea lo que sea lo que nos da miedo, una cosa es cierta: Cuando el dolor de no hacer algo es más insoportable que el miedo a hacerlo, es como si cargáramos con una pesada carga. Quien duda está perdido.

-No podemos fingir que no nos lo dijeron. Todos hemos oído los proverbios, a los filósofos, a nuestros abuelos advirtiéndonos sobre el tiempo perdido. Hemos oído a los poetas malditos instándonos a vivir el momento. Aunque, a veces, debemos escucharnos a nosotros mismos. Debemos cometer nuestros propios errores. Debemos aprender nuestras propias lecciones. Debemos dejar las posibilidades de hoy bajo la alfombra del mañana hasta que no podamos más, hasta que comprendamos por fin que es mejor saber que preguntarse, que despertar es mejor que dormir, y que fracasar y cometer un error enorme es mucho mejor que no haberlo intentado. Conscientes de que nos arrepentiremos a la mañana siguiente; bueno tal vez no del todo, porque por lo menos nos hemos lanzado pero… aún así algo en nuestro interior decide hacer una locura que sabemos que se dará la vuelta y nos morderá el culo, pero aún así, decidimos hacerlo de todos modos. Lo que quiero decir es que, recogemos lo que hemos sembrado, nos devuelve nuestros actos... es el Karma y lo mires por donde lo mires es un asco. De una forma u otra nuestro Karma nos obligará a enfrentarnos a nosotros mismos, podemos mirar al Karma a los ojos o esperar que nos ataque por la espalda. De un modo u otro nuestro Karma acaba encontrándonos. La verdad que los cirujanos tenemos más oportunidades de que la balanza caiga de nuestro lado. Por mucho que lo intentemos no podemos escapar de nuestro Karma, nos persigue hasta casa. En realidad no podemos quejarnos de nuestro Karma, no es injusto, no es inesperado, sólo iguala la balanza. Incluso cuando estamos a punto de hacer algo el Karma siente tentaciones de mordernos el culo, aunque nos da igual.

-Todo el mundo necesita a otra persona para apoyarse, para saber que no estamos solos y quien dice que ese alguien no pueda tener 4 patas, alguien con quien jugar o con quien correr o con quien simplemente estar.

-El dolor solo hay que aguantarlo, esperar a que se vaya por si solo y a que la herida que lo ha causado cicatrice, no hay soluciones ni respuestas sencillas, solo hay que respirar hondo y esperar a que se calme.

-A veces estamos en el mismo sitio y justo a la misma hora. Y casi puedo oír su voz, casi puedo tocarla. Quiero creer que sabe que estoy. Eso te queda. Sólo momentos con tus seres queridos. Pero pasan página y tu quieres que la pasen, aun así es todo lo que tienes. Momentos.

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