"El mundo se fue al infierno...Los muertos se levantaron para comerse a los vivos"...
WALKING DEAD
Tras ver el último éxito de la serie televisiva The Walking ´Dead, aunque a mi parecer la 2ª temporada ha sido algo floja. Debo decir que todavía tiene el suficiente interés como para esperar con impaciencia que se estrene la 3ª parte. Pero, antes, cabe preguntarse: ¿por qué atraen tanto las películas sobre muertos vivientes? Creía que esta serie iba a pasar sin pena ni gloria, pero el ambiente apocalíptico y la zombización de sus personajes la han convertido en un fenómeno sociológico. Pensando en los terroríficos tiempos de crisis que estamos pasando resulta inaudito que la gente se apasione por un género de este tipo. Su clamoroso éxito se debe sin duda alguna a que está inspirada en las mejores películas sobre zombies de los últimos años como: Yo anduve con un zombi; La serpiente y el arco iris, que es para mí la más escalofriante y tenebrosa porque está inspirada en un caso real; 28 días después; Zombieland; el Amanecer de los muertos; el día de los muertos; resident evil, y tantas otras, en las que no falta el planteamiento filosófico sobre si merece la pena que el ser humano sea salvado.
El zombi es, genuinamente, una figura legendaria propia de las regiones donde se practica el culto vudú. Se trataría de un muerto resucitado por medios mágicos por un hechicero para convertirlo en su esclavo. Por consiguiente, la literatura fantástica lo ha convertido en un sinónimo de muerto viviente y una manera metafórica para designar a quien hace las cosas mecánicamente como si estuviera privado de voluntad.
Un hechicero vudú sería capaz mediante un ritual de resucitar a un muerto que quedaría sometido a la voluntad de la persona que le devuelva a la vida. Estos muertos vivientes son los zombis. La palabra tiene relación con el nombre de una serpiente sagrada que es objeto de culto en las regiones níger-congo y que está emparentada con el término kikongo nzambi, que significa dios.
En 1937 Zora Neale Hurston conoció en Haití el caso de Felicia Félix-Mentor, fallecida y enterrada en 1907 y a quien, sin embargo, muchos lugareños aseguraban haber visto viva treinta años después convertida en zombi. Hurston se interesó por rumores que afirmaban que los zombis existían realmente aunque no eran muertos vivientes sino personas sometidas a drogas psicoactivas que les privaban de voluntad. Sin embargo, no pudo encontrar datos que fueran más allá del mero rumor.
UN CASO CLÍNICO REAL
En 1982, un etnobotánico canadiense Wade Davis viajó a Haití para investigar si había un fondo de realidad en la leyenda de los muertos vivientes y llegó a una conclusión que plasmó en dos libros;
The Serpent and the Rainbow (1985) y Passage of Darkness: The Ethnobiology of the Haitian Zombie(1988). La trama de ambas novelas giraba en torno a la posibilidad de convertir a alguien en zombi mediante el uso de dos sustancias en polvo, la tetradoxina, presente en el pez globo. Otras fuentes hablan de estramonio o datura. Con estas dos sustancias se induciría a la víctima a un estado de muerte aparente para ser revivida por un hechicero. El uso de esta sustancia psicotrópica sería capaz de anular la voluntad de la víctima.
Davis narraba la historia de un hombre que aseguraba haber sido víctima de esta práctica y haber vivido como esclavo zombi en una plantación durante dos años.
En Haiti, está extendida la creencia de que los zombis existen e incluso se toman medidas para evitar que los muertos sean convertidos en esclavos. Se les inyecta agua salada o se les corta la cabeza. No hay constatación de que se haya producido un proceso de zombificación por medio de los ritos anteriormente narrados. Incluso las revelaciones de Wade han sido puestas en tela de juicio por escépticos en la materia.
De todo este asunto, surgió una película que visualizaba un acercamiento a la práctica del vudú haitiano. Se convirtió en una profunda y lúcida indagación sobre el más allá; LA SERPIENTE Y EL ARCO IRIS, en ella exploró nuestros miedos y fantasias alrededor de la muerte, desconcertando a la prensa de todo el mundo.
Claramente autobiográfica, en ella un antropólogo de Harvard es enviado a Haití para investigar sobre unos extraños polvos de magia negra, milagrosos, que tienen el poder de revivir a los muertos.
La terrorífica película de Wes Craven tiene un mérito que la hace destacar de otros films de zombies típicos de Hollywood. En 1943, existía un antecedente, "YO ANDUVE CON UN ZOMBI" de Jacques Tourneur, en ella se mezclaban vudú, zombies y magia negra en una isla misteriosa. La famosa "NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES" y sus efectos especiales reemplazaron a la vieja película de serie B que había arrasado en los cines en el momento de su estreno. LA SERPIENTE Y EL ARCO IRIS, significa un regreso al origen del mito.
EL SÍNDROME COTARD
Existe un caso clínico en medicina que se llama el síndrome de Cotard o de los muertos vivientes.
En el año 1880, Jules Cotard describió un extrañó síndrome, que denominó Delirio de negación, sufrido por una de sus pacientes. Esta mujer de 43 años creía que estaba muerta, afirmaba no tener cerebro, órganos, nervios o sangre: su cuerpo sólo eran piel y huesos.
En este Delirio de negación o nihilista, los pacientes creen que están desapareciendo, que están muriendo o que ya están muertos, y los síntomas asociados a la situación son sensaciones de putrefacción de su cuerpo, percepciones de pérdida de sangre y delirios de inmortalidad porque se creen muertos.
Este síndrome aparece relacionado con la depresión, la esquizofrenía y la ansiedad y la reacción es negación del ser, del exterior y aislamiento del mundo porque creen que ya no existen. En ocasiones, también se han descrito síntomas accesorios entre los que destacan la analgesia, automutilaciones, ideas suicidas y diversos tipos de delirios olfativos y visuales relacionados con la descomposición.
"SEGÚN VAMOS ADQUIRIENDO CONOCIMIENTO, LAS COSAS NO SE HACEN MÁS COMPRENSIBLES, SINO MÁS MISTERIOSAS".
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