HAMBURGUESA ASESINA





Antes de empezar a comentar el tema os voy a contar un secreto sobre las hamburguesas: yo no soy consumidora de este tipo de comida, es más, ya desde bien pequeña me negué sistemáticamente a consumirlas, y mi madre, ante el éxito, optó por no incluirlas en la dieta familiar. Así que nadie me tiene que convencer con falsas o verdaderas leyendas urbanas acerca de qué tipo de carne se destina a las hamburguesas, creo que prescindiendo de todas estas historias, las hamburguesas que consumimos son aptas para el consumo, pero la mejor alimentación siempre será la que incluye de forma ordenada y adecuada todo tipo de nutrientes.

Este tipo de alimento pasa todo tipo de control sanitario para poder ser aceptado por los establecimientos de comida rápida. A pesar de que siempre han sido origen de numerosas leyendas acerca de su higiene, procedencia y tipo de carne usada en la elaboración del producto, no parece que influyan demasiado sobre la gente ya que es uno de los alimentos que más se consumen.

Todos estos rumores sólo ocultan un intento por desprestigiar algunas marcas. Sin embargo, la verdad es que no dejan de ser exageraciones basadas en casos reales, aunque la mayoría son falsas.

Los trabajadores de esos sitios no saben de qué es la carne con que se realiza la hamburguesa, puesto que les llega ya preparada para ser cocinada rápidamente y listo, pero de lo que no se debe dudar es que esos alimentos son analizados en laboratorios neutrales, al menos en España, y, con el acoso comercial que sufren estos establecimientos, si se detectara alguna irregularidad sanitaria en ellos sería recogida y revelada, de manera inmediata, por los medios de comunicación y les hundirían el negocio, así que ellos mismos son los más interesados en mantener una calidad y rentabilidad competitiva.

Pero también quiero aclarar que la comida rápida es una solución para quitar el hambre rápidamente, pero no es una alimentación sana, lo mismo que la bollería industrial.


Y, aunque las leyendas urbanas que circulan por internet sobre las hamburguesas no dejan de ser un ardid mal intencionado, este tipo de historias suelen estar inspiradas en hechos reales, que pueden llegar a ser tan terribles o más, incluso, que las leyendas que han ido generando.

Hoy os quiero hablar de una enfermedad provocada por las hamburguesas, la tirotoxicosis. Y, concretamente, voy a hablar sobre una epidemia, entonces desconocida, que hace algunos años, en un pueblo de EEUU, mató a muchísima gente. La gente ingresaba en los hospitales aquejada de presentar nerviosismo, incapacidad para descansar, intolerancia al calor, incremento de sudación, fatiga, debilidad, calambres musculares, diarreas frecuentes o alteraciones en su peso (por lo regular pérdida). También existían casos que presentaban palpitaciones o angina de pecho, mirada fija y espaciamiento entre los párpados, taquicardia o fibrilación auricular, temblores digitales finos durante el descanso, piel húmeda y caliente, hiperreflexia, insuficiencia cardiaca..

Entre el uno de enero y marzo del año 1984 surgió el primer brote comunitario de tirotoxicosis pasajera en los Estados Unidos, en un área de siete condados del sudeste de Nebraska.

Simultáneamente, otro, ocurrido en residentes del sudoeste de Minnesota entre abril de 1984 y agosto de 1985, con características similares al anterior, e igual causa.

A diferencia del caso anterior, estos, en cambio, están perfectamente documentados y existen estudios rigurosos sobre ellos en revistas y artículos de ciencia.

La causas de este brote de Nebraska, así como el similar ocurrido en Minnesota, se habían debido al consumo por parte de los pacientes, de carne picada contaminada con glándula tiroidea bovina, debido a la nueva práctica, desde hacía tres meses, del proveedor de carne del supermercado de la zona, que incluía los recortes de gañote o tronco de lengua (subproducto que incluye los músculos de la laringe bovina) en la carne para consumo..

La patología de la glándula tiroides puede ser consecuencia de una alteración en su estructura (bocio o nódulos) o presentar alteraciones de la función, dando lugar a hipertiroidismo cuando la secreción de hormonas tiroideas se encuentra aumentada o hipotiroidismo cuando la secreción está por debajo de lo normal.
El término tirotoxicosis se refiere a las manifestaciones bioquímicas y clínicas derivadas de un aumento de la acción de las hormonas tiroideas en los tejidos, si el exceso de estas hormonas se debe a hiperproducción hormonal por la tiroides, se habla de hipertiroidismo.

Por ejemplo, en la primera epidemia de tirotoxicosis por carne de hamburguesa entre 1984 y 1985, en Minnesota, Estados Unidos, un paciente de este caso, identificado casi al final de la investigación dio importantes claves para atar los cabos de la Investigación. La mayoría de los casos se encontraban en los alrededores de la ciudad de Luverne; pero una joven de la ciudad de Sioux Falls quien también cayó enferma acostumbraba comprar sus comestibles en el pueblo de Valley Springs. Los investigadores entonces averiguaron que la tienda de Valley Springs obtenía su carne de un matadero cerca de Luverne.

Se localizó geográficamente en un barrio de la ciudad y su frecuencia desusada en ese lugar. La evolución en el tiempo sugiere que los pobladores estuvieron expuestos durante un periodo de tiempo a la "causa" y que alrededor de los meses de febrero marzo ésta cesó. Este foco tiene bastante similitud con los dos comunicados en Minnesota y Dakota, mencionados más arriba. La clínica y dosificaciones hormonales fueron características de tirotoxicosis y variables en función del tiempo de evolución.

Las posibles hipótesis etiológicas planteadas fueron:

-Aporte exógeno de hormona tiroidea o glándula tiroides de origen animal, actuando como vehículo posible el alimento. Esta hipótesis se ve reforzada por la frecuencia del consumo de carne picada por los casos y la información surgida de la investigación del tipo de cortes que se usan en su procesamiento. Hay un escaso número de encuestados que declararon no consumir carne picada, chorizos, ni hamburguesas. Podrían explicarse los mismos por el consumo de carne en otras formas no tenidas en cuenta en el interrogatorio, (rellenos de otros alimentos) o por no recordarlo el interrogado.

-exógeno de Yodo, a través de la sal o el agua, se opone a esta hipótesis el hecho de que los estudios de captación de yodo realizados a los pacientes daban cifras francamente disminuidas y los informes de OSE y de los estudios de sal no muestran alteraciones.

-Origen viral, hipótesis más débil, dado la no-existencia de dolor a nivel de cuello, ni la presencia de ninguna otra sintomatología característica, ni antecedentes de impregnación viral.

- Se destacaron algunos hechos que favorecieron la hipótesis de contaminación de la carne como causa del foco:

En la investigación del comercio de carne en la zona se comprobó que en ella se distribuye una amplia variedad de subproductos cárnicos: tronco de lengua, pastas de carne, tráquea, bazo, adquiridas en diferentes plantas frigoríficas habilitadas, llegando a las carnicerías en cajas conteniendo únicamente este subproducto. Como se indicó anteriormente, es muy difícil separar los restos de glándula tiroidea de estos cortes cuando se va a proceder a picar la carne para su venta.
El brote epidémico cesó al dejar de comercializarse este tipo de carne.

Se descubrió el origen del brote de una manera muy curiosa, resulta que en una familia numerosa, se dio el caso que todos sus miembros estaban contagiados con la enfermedad, a excepción de uno de sus miembros, el más pequeño. Tras las oportunas investigaciones, se descubrió que era al único de la familia al que no le gustaban las hamburguesas y, claro, como no las probaba, se libró de la enfermedad.

Tras reiterados estudios epidemiológicos descubrieron que el origen del brote se encontraba en un matadero local que había sido de origen judío y ya no usaba el mismo método para descuartizar a los animales.

La tradición judía de sacrificio animal suele colgar al animal boca abajo para desangrarlo y entonces la tiroides se vacía de sangre, se hace visible y la retiran. En otros mataderos(no judíos) se usaban esas glándulas para la industria farmacéutica, donde se empleaban en medicamentos preventivos de enfermedades musculares nerviosas, pero ya no eran necesarias porque ahora había conseguido sintetizar hormonas artificiales. Este matadero fabricaba hamburguesas de poca calidad alimentos de bajo costo, porque la elaboraban con carne “no magra”, pues también incluían cartílagos, nervios y glándulas. Como la tiroides ya no era necesaria retirarla para el fin comercial al que estaba destinada ya no era preciso desangrar a las reses y se incluía en la carne picada, con sus hormonas correspondientes. Al consumir la hamburguesa, los habitantes de la zona ingerían enormes sobredosis de hormonas tiroideas, con el consiguiente trastorno hormonal correspondiente ( hipertiroidismo).

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