Ayer paseamos por la Montaña mágica y pudimos comprobar que rebosaba espiritualidad, naturaleza y cultura por todas partes. No recuerdo cuando la contemplé por primera vez, pero en cada nuevo reencuentro siempre me deja con una extraña fascinación y, ayer, fue uno de esos días.
Nos acompañó en la visita, un repique atronador de campanas y un paisaje de divina ensoñación, que difícilmente se puede olvidar. Sin embargo, los efectos de la crisis que estamos padeciendo se han hecho patentes en el Santuario, ya que, como podréis observar en las imágenes, la afluencia de visitantes ha disminuido notoriamente...
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Nos acompañó en la visita, un repique atronador de campanas y un paisaje de divina ensoñación, que difícilmente se puede olvidar. Sin embargo, los efectos de la crisis que estamos padeciendo se han hecho patentes en el Santuario, ya que, como podréis observar en las imágenes, la afluencia de visitantes ha disminuido notoriamente...
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