EL HOTEL VELA, LUCES Y SOMBRAS.


Este horrible gigante de la costa, diseñado por Ricardo Bofill, que, en primera línea de mar, desafía la Ley de costas, situado en el paseo marítimo de la Barceloneta provoca reacciones diversas; para unos es un icono de la modernidad para otros una aberración urbanística que sólo causa desajustes sociales en su entorno.


Su construcción supuso el rechazo de los vecinos porque simboliza la burbuja inmobiliaria. No obstante, el proyecto siguió adelante, se privatizó una zona donde existía un chiringuito de playa donde se podía ir a pasar el día y llevar comida de casa. Ahora sólo pueden disfrutar de sus maravillosas vistas los ricos. En su lugar, terrazas de verano para uso y disfrute del turismo con alto poder adquisitivo.
La presencia de este coloso en las inmediaciones del Rompeolas es otra paradoja de nuestros gobernantes que han puesto la capital catalana al servicio de los intereses de los grupos inmobiliarios y del turismo.

Considerado por el Ayuntamiento como un icono de la ciudad, un monstruo de hormigón y vidrio que fractura todo el espacio urbano que le rodea. Contemplamos un edificio feo y de dudosa legalidad. Una firma para una construcción estrambótica que desentona con el encantador barrio de pescadores que le rodea.

Este hotel y su "departamento de los milagros" que, ofrece, desde tu café favorito, a organizar un romántico rescaté en brazos de tu hombre en alta mar, con helicóptero incluido. (Será tu hombre, pero más tonto que hecho de encargo, porque hay que ser simple para gastarse 4000 euros en semejante tontería). ¡Estos ricachones que no saben cómo gastarse el dinero!. Eso sí, sólo aceptan lo legal, por ejemplo, un bañito en el mar en compañía de tiburones; pues va a ser que no, ni siquiera en el acuario de la ciudad.
Además, para los que viajen con mascotas el hotel ofrece un servicio exclusivo para estos acompañantes, con camas exclusivas para perros y gatos, además de un menú especial para que viajar con mascota sea todo un placer.
En el Vela todo es posible, si tienes un buen bolsillo, claro. Lo que se te antoje siempre y cuando sea legal, claro está. El hotel más lujoso del mundo, el Burj Al Arab de Dubai, también lo ofrece.
Diversas asociaciones vecinales y ecologistas denuncian que el edificio infringe la ley de protección de costas ya que el edificio se encuentra a 20 metros del agua, y en instalaciones portuarias. Esas mismas asociaciones demandan la demolición del edificio, como ocurre con otras edificaciones afectadas por esta ley.

Y, ahora una foto con una escultura hecha en la arena de la playa. No tiene nada que ver con el tema, pero como la foto es muy chula os la pongo:



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