El martes, 20 de marzo, a las 6:14 horas, comenzó la primavera en el hemisferio Norte. Ahora que los días son más largos y luminosos, quiero darle la bienvenida. Aunque este año me cuesta ofrecerle una abierta sonrisa porque veo demasiadas injusticias y desatinos a mi alrededor. Se ha presentado en consonancia con los malos tiempos que corren y ha llegado acompañada de frío, lluvia y nieve. Es el tiempo de disfrutar de los jardines públicos y descubrir los almendros y cerezos en flor.
Si observar los primeros brotes de narcisos, violetas, orquídeas que florecen en nuestra ciudad es un espectacular estallido de color en todos los jardines, acercarnos hasta la playa para respirar desde cerca el aroma salobre del mar puede convertirse en un placer.
Anuncian la llegada de la primavera, los vencejos, unas aves migratorias procedentes de África, éstas con su reloj biológico se presentan en mi barrio, siempre con fecha en el calendario. Aparecen un día trazando sobre nuestro cielo, un exótico y placentero acoplamiento sexual y con su prodigioso instinto vital se convierten en ocupas de nuestra comunidad donde anidan, se reproducen y luego nos abandonan. Alguna cigüeña, grulla o ganso de vuelo errático aparecen encaramadas en los voladizos del canódromo tratando de orientarse. Y, todavía es posible ver a la chiquillería acosando a los lagartos, casi en peligro de extinción, cuando salen de su letargo para encontrase con el sol, dispuestos a enfrentarse a los retos que le ofrece nuevamente la vida.
Ya sabemos que “una golondrina no hace verano”, que hasta el 40 de mayo no nos podremos quitar el sayo, que en abril aguas mil, ya sabemos lo que es la primavera, pues eso: MUCHO DESGASTE para todos, incluso para los alérgicos al polen, quienes por la misma razón se enfrentarán a una época complicada. Más luz, más calor, y todo parece indicar que bastante lluvia, después de un invierno seco, nos augura una primavera florida como pocas.
Y, ahora un ritual Wicca de primavera:
Durante la primera luna llena de la primavera y a medianoche, sales y paseando por la playa recoges unas cuantas piedras, mejor si son cantos rodados, no importa el tamaño. Estas piedras las colocas alrededor de una planta frondosa, con cuidado de no tocarlas cuando tengas que regar la planta. Esperas hasta la siguiente luna llena, recoges las piedras y las entierras en la misma planta, seguro que cuando la primavera llegue a su fin, habrá ocurrido algo nuevo en vuestras vidas, quizá ese problema que tanto os atormenta se haya solucionado, o una entrada repentina de dinero, trabajo, un amor…
Los antiguos rituales celtas que practicaban los druidas, no se han perdido del todo. En la actualidad, la Wicca o nuevo paganismo, sólo pretende recuperar las viejas tradiciones de adoración y amor a la naturaleza.
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