LA FÁBULA DEL NIÑO TONTO




Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con un niño del pueblo, un pobre infeliz, de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y de limosnas. Diariamente algunos hombres llamaban al niño al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 400 reales y otra de menor tamaño, pero de 2000 reales. El siempre cogía la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente, le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y este le respondió:" Lo sé, no soy tan tonto. Ella vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el jueguito acaba y no voy a ganar más mi moneda".

Esta historia tiene su moraleja como todas y se pueden sacar varias conclusiones:

Podemos decir que no todo el mundo que hace tonterías es tonto y que juzgando las apariencias de los demás nos estamos juzgando a nosotros mismos. Y, por supuesto no podemos olvidar al refranero cuando dice:..." la avaricia rompe el saco"...

Pero, la conclusión más importante que podemos sacar es la siguiente:

..."Preocúpate más por tu conciencia que por tu reputación.
Por tu conciencia eres lo que eres
Por tu reputación eres lo que los otros piensan de ti
Lo que los otros piensan de ti, es problema de ellos"...

Y, ya, finalizando, quiero decir que burlarse de una persona con motivos, es pura crueldad y, sin motivos, es una necedad....




FUENTE: E-MAIL

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