miércoles, 31 de agosto de 2011
EL ASESINO SONÁMBULO
Se suele decir que “una persona no puede hacer dormido algo que no haría despierto. Pero puede causar un daño sin saber que lo está haciendo”….
El sonambulismo es un trastorno del sueño, objeto de estudio para los médicos, pero para la justicia es una situación más que delicada.
Existe un caso muy famoso. En Phoenix, Arizona, Scott Falater, de 43 años, fue sometido a juicio por la muerte de su esposa.
El 16 de enero de 1997, a eso de las siete de la noche, durante la cena, Yarmila mencionó que la bomba de la piscina no funcionaba. Scott decidió dejar aplazar el arreglo de la avería para el día siguiente. A las dos horas y media más tarde, se levantó. De acuerdo con su abogado confesor, Scott Falater actuó sonámbulo, pero tuvo un único testigo de todo lo que sucedió, fue el vecino Greg Koons, que al escuchar los gritos del patio trasero de los Falater se acercó hasta la vivienda de sus vecinos y mirando por encima del muro de separación de ambas viviendas contempló a Scott parado junto a su postrada esposa. Más tarde, se estableció que había sido apuñalada 44 veces, después Scott, subió a su habitación, se despojó de la ropa ensangrentada que llevaba puesta, se curó la herida y volvió al lugar donde se encontraba Yarmila asesinada, y junto con el cuchillo, lo metió todo dentro del maletero de su auto.
Después se colocó unos guantes y arrastró el cuerpo de Yarmila hasta la piscina y procedió a mantener la cabeza de su esposa bajo el agua, Greg, horrorizado corrió a su teléfono y llamó a emergencias.
Pero, Falater, declaró en su testimonio que no recordaba haber hecho nada de eso. Como causa del violento episodio, dos expertos aludieron a la historia de sonambulismo de la familia de Falater, las tensiones de su trabajo y la falta de sueño. Asimismo, la defensa describió al matrimonio como una feliz pareja y sostuvo que el acusado no tenía motivos para asesinar a su esposa.
Scott y Yarmila Klesken se conocieron en la escuela secundaria, Scott continuó sus estudios en el Instituto Tecnológico de Illinois, mientras Yarmila intentaba conseguir su diploma en tecnología médica en el North Central College. Sería en el año 1976, cuando decidieron casarse. Al poco tiempo ambos dejaron la iglesia católica para abrazar la mormona.
Scott consiguió un puesto de ingeniero en Motorola, mientras Yarmila encontró trabajo como puericultora. La pareja se estableció en Phoenix, donde criaron a sus dos hijos. Los años felices pasaron rápido. Hubo festejos en la piscina en espléndida casa. Tras 20 años de una feliz convivencia matrimonial no se explica un final tan trágico.
Los dos hijos adolescentes de esta devota pareja mormona afirmaron que el suyo era un hogar muy feliz. Sus padres raramente discutían. Scott, mismo, fue incapaz de explicar por qué había matado a su esposa. Afirmaba que había estado sonámbulo y que no era responsable por sus acciones. Siguió afirmando que había estado profundamente dormido desde el momento que en que se había reunido con su esposa hasta el momento en que había llegado la policía, casi una hora después. Scott, llegó a afirmar que estaba todavía dormido cuando la policía apareció.
En mayo de 1999, Scott fue juzgado por el asesinato de su esposa, alegando que se encontraba en estado de sonambulismo y que no tenía ninguna razón para asesinar a su esposa. Pero, la fiscalía tenía sus dudas y afirmó que había actuado con una firmeza y había llevado a cabos actos premeditados no típicos de sonámbulos. Ya que durante el asesinato de su esposa, el asesino se hirió y se colocó un vendaje en la mano. Se había tomado su tiempo para colocar su ropa ensangrentada y el arma asesina en su coche. Y, encima, no se había sacado los lentes de contacto, como siempre hacía antes de acostarse. Según los expertos en sueño que asistieron al juicio, un sonámbulo sufre un período de amnesia, así que Scott no debería haber recordado donde estaba el cuerpo de su mujer.
Un prerrequisito para la defensa de un sonámbulo es que el acusado tenga un claro historial de sonambulismo. En el caso Falater, había alguna evidencia de esta historia, pero la pregunta crucial era si era lo suficientemente fuerte para ser creída por el jurado. También se cuestionó el largo episodio de sonambulismo ya que los expertos alegaron que más de 50 minutos desde el principio hasta el fin, es un período de tiempo extremadamente largo, lo más normal es que dure entre 5 y 20 minutos.
No se sabe que fue lo que pudo motivar el asesinato de Yarmila, en la reconstrucción del crimen se barajó la idea de que posiblemente, la mujer saldría detrás del marido para ayudarle en la reparación de la bomba. Surgiría alguna discusión entre la pareja y a continuación se desencadenaron los hechos…
Quizá, Scott Falater tenía planeado matar a su esposa molesta y ya contaba con llamar la atención del vecino, que sería el que reforzaría su coartada de sonambulismo. Según se aclaró, el matrimonio no era tan feliz, ya que tenían discusiones sobre el deseo de Falater de tener más hijos, ¿más mujeres? y sobre el abandono de Yarmila de la Fe Mormona..
Y, para acabar, el caso de Scott Falater no es excepcional, ni siquiera es el primero… Listillos hay en todas partes….
El sonambulismo es un trastorno que padece el 2% de la población. Así que un buen consejo voy a dar, hay que ponerse pijama a la hora de dormir, nos ahorraremos muchas vergüenzas, especialmente si estamos de vacaciones y con las emociones intensas, despierta en nosotros un episodio de sonambulismo... ¡¡¡DIOS QUE ANGUSTIA!!!
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