Con el ánimo de relajar un poco el tendido, me permito publicar este artículo para intentar provocar también alguna sonrisa.
Yo no soy víctima de la LOGSE. Tengo 48 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política. En párvulos (así se llamaba entonces lo que hoy es “educación infantil”, mire usted) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente: la A de “araña”, la E de “elefante”, la I de “iglesia” la O de “ojo” y la U de “uña”. Luego, cuando eras un poco más mayor, llegaba “El Parvulito”, un librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas, no como ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos que apenas traen texto. Eso sí, en el Parvulito, no había que colorear ninguna página, que para eso teníamos cuadernos.
En EGB estudiábamos Lengua Española, Matemáticas (las llamábamos “tracas” o “matracas”) Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Plástica (dibujo y trabajos manuales), Religión y Educación Física. En 8º de EGB, si en un examen tenías una falta de ortografía del tipo de “b en vez de v” o cinco faltas de acentos, te suspendían.
En BUP, aunque yo era de Ciencias, estudié Historia de España (en 1º), Latín y Literatura (en 2º) y Filosofía (en 3º y en COU). Todavía me acuerdo de las declinaciones (la 1ª.: rosa, rosa, rosa, rosae, rosae, rosa en el singular; -ae, -ae, -as, -arum, -is, -is, en el plural; la segunda;-us, -e, -um, -i, -o, -o, en el singular; -i, -i -os, -orum, -is, -is, en el plural; no sigo que os aburro), de los verbos (poto, potas, potare, potabi, potatum, el verbo beber), de algunas traducciones (“lupus et agni in fluvi ripa aqua potaban; superior erat lupus longeque agni”: el lobo y elcordero bebían agua en el río; el lobo estaba arriba, lejos del cordero; “mihi amiticia cum domino erat”: yo era amigo del señor).
Leí El Quijote y el Lazarillo de Tormes; leí las “Coplas a la Muerte de su Padre” de Jorge Manrique, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a Espronceda…
Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir con corrección. Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura. Aprendí que se dice “Presidente” y no Presidenta, aunque sea una mujer la que desempeñe el cargo.
Y… vamos con la Gramática.
En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es “atacante”; el de salir es “saliente”; el de cantar es “cantante” y el de existir, “existente”. ¿Cuál es el del verbo ser? Es “el ente”, que significa “el que tiene entidad”, en definitiva “el que es”. Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación “-nte”.
Así, al que preside, se le llama “presidente” y nunca “presidenta”, independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción.
De manera análoga, se dice “capilla ardiente”, no “ardienta”; se dice “estudiante”, no “estudianta”; se dice “independiente” y no “independienta”; “paciente”, no “pacienta”; “dirigente”, no dirigenta”; “residente”, o “residenta”.
Y ahora, la pregunta del millón: nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son “periodistos”), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española? Creo que por las dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hace más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).
Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían firmado un manifiesto. Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y, sobre todo, ¡el machisto!.
SI ESTE ASUNTO NO TE “DA IGUAL“, PÁSALO POR AHÍ, A VER SI LE TERMINA LLEGANDO A LA MINISTRA DE “IGUAL-DA“.
CRÍTICA
Antes de entrar en el tema quiero precisar que ya sabemos que la educación está en crisis, es evidente: ¿Acaso alguna vez no lo ha estado en España? Pero, por favor ya está bien de absurdas comparaciones con los niveles de alfabetización de los años 80 con los actuales. Por ejemplo, La guerra civil, la guerra de España, fue la derrota del pensamiento y de la educación. Lo mejor de la pedagogía española, la heredada de la República, tuvo que partir al exilio. La guerra civil truncó su trayectoria, muy prometedora, y destrozó el sueño emancipador e ilustrado de muchos educadores. La escuela de las décadas 70 y 60: pacata, paleta y semianalfabeta, donde la única solución para afrontar el problema del fracaso escolar en la escuela era expulsar a aquellos alumnos y alumnas que, por razones sociales o personales, tenían problemas en el rendimiento escolar. Es precisamente lo heredado de esa época (ubicuidad de la iglesia, conflictos históricos varios, divergencias políticas) lo que perjudica la escuela actual. Nada o casi nada hay en la escuela del pasado que pueda servir de modelo a la actual.
Ya está bien que sobre un tema tan complejo como la educación todo el mundo opine sin tener ni idea, y que normalmente lo haga desde una posición política partidista y desde la más pura ignorancia y que encima digan que los niños de ahora saben menos…
No soy filologa, pero las lenguas están para comunicarse y no para instrumentalizarlas políticamente para nuestros fines. Y, esta carta me parece una soberana estupidez, tanto por el contenido, como por lo que trata de transmitir. Qué importancia puede tener que utilicemos la terminación –o- en lugar de –a- en la palabra “taxista”, y que sea precisamente con este vocablo que sirve tanto para identificar al género masculino como femenino, podría calificar de incultos a este grupo de personas, como ha hecho la profesora, pero creo que no es el caso, porque todas las palabras escogidas en el manifiesto pertenecen al mismo genero que, curiosamente, ella no menciona, no es que sean unos analfabetos recalcitrantes o unos ignorantes porque la realidad es que son muy pocos los que piensan que un supuesto neutro identifique al género masculino o femenino. Este grupo de hombres se defienden a su manera del posible intrusismo femenino en su profesión, tratando de excluir el rasgo que identifica al género femenino.
Siempre ha habido palabras terminadas en -a y no por ello nadie las considera del género FEMENINO., (por ejemplo: taxista -e infinidad de palabras terminadas en -ista)”, o como pianista, violinista o jurista, contratista, dentista, hago referencia a las palabras que aparecen en el manifiesto. Pero ese es precisamente el problema: nadie piensa nunca que un supuesto neutro incluya a mujeres. Tal hecho preocupa especialmente a los hombres porque intuyen que no puedan llegar a ser identificados lingüísticamente como sujetos masculinos, o lo que es peor intuyen que puedan ser desplazados socialmente, de su profesión, por la mujer. Son las mujeres al convertirse en taxistas, dentistas, contratistas profesionales, por ejemplo, las que han hecho que captemos que estas palabras de género neutro ya las incluye. El problema es real: si leemos a los clásicos antiguos, o una traducción de Aristóteles, después de varias páginas por ejemplo sobre la amistad supuestamente escritas en ese plural genérico acabado en a, o o e, Aristóteles sorprende a sus seguidoras diciendo: todo esto no se aplica a mujeres y niños. En el período helenístico, con filósofos como Epicuro, se produjo todo lo contrario, tanto hombres como mujeres frecuentaban su jardín, y esa circunstancia provocó numerosas calumnias sobre las actividades que allí tenían lugar. Estudiantes masculinos y femeninos de toda Grecia y Asia Menor se incorporaron a la escuela de Epicuro y todos, sin excepción, tenían derecho a sus enseñanzas.
Hacen falta soluciones, y no esa incomprensión tan insistente a reconocer que el lenguaje, en este tema, no está a la altura de las circunstancias. Quizás con soluciones menos radicales y con la comprensión de los que siempre remiten a la normativa lingüística (que por cierto no es infalible ni la única referencia, como lo demuestra el que revise sus entradas continuamente y las adapte al uso)podríamos avanzar un poco más.
Lo que hay que hacer es atacar la realidad para que no haya discriminación. Y eso empieza por la mismas mujeres que no dejan de ser, algunas de ellas, las primeras machistas, como es el caso de esta profesora. No se pueden retener los roles machistas que interesan y pretender eliminar la discriminación.
Por último, el diccionario no inventa palabras, recoge las utilizadas por el pueblo. Si vemos en la RAE definiciones que no nos gustan es porque se ha extendido su función por esa vía y no por otra.
Por ejemplo, morfológicamente sólo se usa la forma en masculino de la palabra INGENIERO para designar el femenino, aunque en la lengua hablada ya es común llamar "INGENIERA" a una mujer. Esto quiere decir que en el pasado, esta carrera estaba vetada a las mujeres. Estas mentalidades han de cambiar y que mejor manera que hacerlo que desde la escuela.
Y, donde está escrito que las palabras no puedan variar su estructura morfológica en función de los cambios sociales que se van generando a medida que las necesidades cambian, se modifica la lengua por influencia medio-ambiental, ya sea que se agreguen nuevos elementos o cambie el sentido y significante-significado de un símbolo.
*********************************************************************************
Creo que esta “profesora” frivoliza con el tema de la igualdad y además me parece sexista, teniendo en cuenta que es mujer, me parece lamentable. No creo que sea de mucha trascendencia que cambiemos el género de las palabras, aunque no creo que sea tan banal, además si tenemos en cuenta la evolución de nuestra lengua a lo largo de la historia nos llevaríamos una gran sorpresa por la de giros que ha llegado a tener. Así que es muy posible que lo que hoy vemos como una tontería, y bien mirado puede que lo sea, con el tiempo se admita sin ningún tipo de problema. Porque el lenguaje es algo que está vivo y su evolución depende mucho de la transmisión del lenguaje oral, parece mentira, pero es así. Pues, aunque a esta profesora le cuesta admitirlo, la lengua es de todas la manifestaciones culturales la más democrática y se adapta sin problemas a los cambios sociales que se van produciendo.
Esta profesora menciona a los representantes más ilustres de nuestras letras, pero se olvida, y me parece que de manera deliberada, de toda la generación del 98 y del 27, representada, entre otros, por Antonio Machado, poeta español que, una vez terminada la guerra civil, optó por el autoexilio a Francia, al ver en lo que se había convertido su querida España, donde murió de tristeza; Miguel Hernández, poeta y pastor de cabras, asesinado en presidio por la dictadura franquista; Federico García Lorca, escritor y poeta que, como ya sabemos, murió ejecutado tras la sublevación militar de la Guerra Civil Española, por su afinidad con el Frente Popular y por ser abiertamente homosexual; y tantos otros ,…, quizás, esta profesora omite estos geniales representantes de las letras hispánicas porque están afectados por la memoria histórica y piensa que es mejor olvidarse de ellos…
Yo le recomiendo que se tome su tiempo y se dedique a estudiar las auténticas y genuinas antologías poéticas de Garcilaso, Góngora y Quevedo, y analice los cambios lingüísticos que se han producido en el período de tiempo que va desde el Renacimiento hasta el Siglo de Oro, se llevará una sorpresa y comprenderá muchas cosas….
Con respecto Bibiana Aido voy a ser muy concisa y muy directa. Si Bibiana Aido siendo tan joven ha demostrado que tiene los suficientes méritos y convencimientos para seguir luchando, como lo ha venido haciendo hasta ahora, por los derechos inalienables de la mujer. El cargo que va a ocupar en el ONU le viene como anillo al dedo y no creo que el alto organismo encuentre a otra persona más válida que la exministra para ese puesto. ¿Satisfecha, profesora contesta esto a tu pregunta sobre la valía de Bibiana Aído?
Las mujeres españolas y las de todo el mundo van a estar muy bien defendidas por Bibiana. Lo ha demostrado desde el Ministerio de Igualdad y lo seguirá demostrando desde cualquier otro escenario. En cuanto a ridículo no creo que sea muy preocupante tampoco. Por muchos años que pasen nada igualará al ridículo que hizo Aznar e hicimos todos los españoles cuando nuestro Presidente dijo aquello de "estamos… en ello…." con aquel infumable acento texano.
El único defecto de la exministra es que además de ser joven, inteligente y guapa, tiene las ideas muy claras y la cabeza muy bien amueblada. No todos los políticos son capaces de elaborar y promulgar leyes de tanta relevancia social como las que ha promulgado esta muchacha de 34 años y me alegra que un organismo como la ONU se haya fijado en ella para que siga desarrollando sus ideas, valorando sus aportaciones intelectuales en materia social, es algo de lo que debemos sentirnos orgullosas todas las mujeres españolas, y cada insulto y menosprecio hacia su persona sólo consigue acrecentar su valía… Las mujeres de todo el mundo (excepto algunas pijas del PP) nos sentimos orgullosas de que esta muchacha nos represente en el alto organismo, pues los derechos de las mujeres de todo el mundo estarán mucho mejor representados.
El único argumento que da la gente para descalificar a Bibiana Aido es que una vez dijo "miembra" o “testiga”, ¡cómo si fuese lo único que hizo cuando estuvo de ministra! .
Bibiana Aido tuvo un error al decir "testiga" en lugar de testigo, pero en el pasado también era impensable llamar doctora a una mujer doctor y en cambio ahora es un apelativo que no tenemos ningún problema en utilizar porque, socialmente, está plenamente aceptado.
Y, vuelvo a repetir donde está escrito que las palabras no puedan variar su estructura morfológica. Recientemente, la ministra de cultura, ha recordado y homenajeado a todos los autores que han creado e inventado palabras, como Julio Cortázar en Rayuela; Unamuno, Quevedo, Luis Martin Santos, Octavio Paz o el insigne Ramón Gómez de la Serna, "que jugó con total libertad con las palabras, un juego eterno", precisó. Además, como es la ministra de cultura se ha permitido el lujo de inventarse una palabra, este año la palabra protagonista de la fiesta del español ha sido Querétano, un vocablo que no está en el diccionario, pero con un significado precioso(que desconozco), que fue propuesta por el actor Gael García Bernal.
Creo que esta mujer puede ser una profesora, pero de lingüística sabe poco…je,je,je… Es posible que sea profesora de lengua, no lo dudo….Pero, creo que en realidad es un caso de travestismo epistolar ya que en el fondo se observa una clara determinación en negar, ignorar, o simplemente hacer escarnio de la igualdad…
Esta señora desconoce o simplemente ignora que el origen de las desigualdades, ya sean naturales, basadas en la diferencia de edad, color de la piel, salud, fuerza muscular, de la mente; o políticas, como pura manifestación humana sólo crean privilegios de riquezas, honores y poder. Y sólo éstas engendran la lucha y la guerra entre las distintas sociedades y dentro de ellas. Y cuando nos acercamos a esta cuestión desde la sociología, nos estamos refiriendo a aquellas desigualdades que producen discriminación, conflicto y guerra. Por lo tanto me parece inadecuado trivializarlas o en el peor de las casos, hacer escarnio con ellas….
El tema de la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad me apasiona y soy una defensora de la liberación femenina…¿Me gustaría saber porqué escuece tanto el tema de la Igualdad. ? ¿Si nosotras no la defendemos, quién lo hará?. Desde luego, mujeres con estas ideas no nos llevarán a ninguna parte, ni nos aportan nada bueno…
Bibiana Aído dijo que a la derecha "no le gusta la igualdad", cuando trataba de defender el Ministerio que ella dirigía y aseguró, que la igualdad no es “un elemento accesorio” sino que es “sustantivo” para el ejecutivo. Acusó a la derecha de querer eliminar su departamento “no por motivos de ahorro, sino porque no les gusta las políticas de igualdad y aprovechan el contexto de crisis económica para atacarlas con más beligerancia si cabe".
FINALMENTE TENEMOS QUE COMPRENDER QUE LA IGUALDAD NO ES SÓLO UNA CUESTIÓN DE DERECHOS HUMANOS, SINO TAMBIÉN DE “RECURSOS HUMANOS” PARA LUCHAR CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO, UN FENÓMENO QUE SUPONE “ LA MANIFESTACIÓN MÁS DURA DE LA CULTURA MACHISTA”.
Y para concluir que mejor que este poema de Quevedo para ilustrar esta crítica sociolingüística:
A la edad de las mujeres, de Francisco de Quevedo
De quince a veinte es niña; buena moza
de veinte a veinticinco, y por la cuenta
gentil mujer de veinticinco a treinta.
¡Dichoso aquel que en tal edad la goza!
De treinta a treinta y cinco no alboroza;
mas puédese comer con sal pimienta;
pero de treinta y cinco hasta cuarenta
anda en vísperas ya de una coroza.
A los cuarenta y cinco es bachillera,
ganguea, pide y juega del vocablo;
cumplidos los cincuenta, da en santera,
y a los cincuenta y cinco echa el retablo.
Niña, moza, mujer, vieja, hechicera,
bruja y santera, se la lleva el diablo.
Para el siglo XVII no es mala definición, ¡eh!. Parece que las mentalidades no han cambiado demasiado desde entonces.
Yo no soy víctima de la LOGSE. Tengo 48 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política. En párvulos (así se llamaba entonces lo que hoy es “educación infantil”, mire usted) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente: la A de “araña”, la E de “elefante”, la I de “iglesia” la O de “ojo” y la U de “uña”. Luego, cuando eras un poco más mayor, llegaba “El Parvulito”, un librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas, no como ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos que apenas traen texto. Eso sí, en el Parvulito, no había que colorear ninguna página, que para eso teníamos cuadernos.
En EGB estudiábamos Lengua Española, Matemáticas (las llamábamos “tracas” o “matracas”) Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Plástica (dibujo y trabajos manuales), Religión y Educación Física. En 8º de EGB, si en un examen tenías una falta de ortografía del tipo de “b en vez de v” o cinco faltas de acentos, te suspendían.
En BUP, aunque yo era de Ciencias, estudié Historia de España (en 1º), Latín y Literatura (en 2º) y Filosofía (en 3º y en COU). Todavía me acuerdo de las declinaciones (la 1ª.: rosa, rosa, rosa, rosae, rosae, rosa en el singular; -ae, -ae, -as, -arum, -is, -is, en el plural; la segunda;-us, -e, -um, -i, -o, -o, en el singular; -i, -i -os, -orum, -is, -is, en el plural; no sigo que os aburro), de los verbos (poto, potas, potare, potabi, potatum, el verbo beber), de algunas traducciones (“lupus et agni in fluvi ripa aqua potaban; superior erat lupus longeque agni”: el lobo y elcordero bebían agua en el río; el lobo estaba arriba, lejos del cordero; “mihi amiticia cum domino erat”: yo era amigo del señor).
Leí El Quijote y el Lazarillo de Tormes; leí las “Coplas a la Muerte de su Padre” de Jorge Manrique, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a Espronceda…
Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir con corrección. Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura. Aprendí que se dice “Presidente” y no Presidenta, aunque sea una mujer la que desempeñe el cargo.
Y… vamos con la Gramática.
En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es “atacante”; el de salir es “saliente”; el de cantar es “cantante” y el de existir, “existente”. ¿Cuál es el del verbo ser? Es “el ente”, que significa “el que tiene entidad”, en definitiva “el que es”. Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación “-nte”.
Así, al que preside, se le llama “presidente” y nunca “presidenta”, independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción.
De manera análoga, se dice “capilla ardiente”, no “ardienta”; se dice “estudiante”, no “estudianta”; se dice “independiente” y no “independienta”; “paciente”, no “pacienta”; “dirigente”, no dirigenta”; “residente”, o “residenta”.
Y ahora, la pregunta del millón: nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son “periodistos”), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española? Creo que por las dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hace más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).
Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían firmado un manifiesto. Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y, sobre todo, ¡el machisto!.
SI ESTE ASUNTO NO TE “DA IGUAL“, PÁSALO POR AHÍ, A VER SI LE TERMINA LLEGANDO A LA MINISTRA DE “IGUAL-DA“.
CRÍTICA
Antes de entrar en el tema quiero precisar que ya sabemos que la educación está en crisis, es evidente: ¿Acaso alguna vez no lo ha estado en España? Pero, por favor ya está bien de absurdas comparaciones con los niveles de alfabetización de los años 80 con los actuales. Por ejemplo, La guerra civil, la guerra de España, fue la derrota del pensamiento y de la educación. Lo mejor de la pedagogía española, la heredada de la República, tuvo que partir al exilio. La guerra civil truncó su trayectoria, muy prometedora, y destrozó el sueño emancipador e ilustrado de muchos educadores. La escuela de las décadas 70 y 60: pacata, paleta y semianalfabeta, donde la única solución para afrontar el problema del fracaso escolar en la escuela era expulsar a aquellos alumnos y alumnas que, por razones sociales o personales, tenían problemas en el rendimiento escolar. Es precisamente lo heredado de esa época (ubicuidad de la iglesia, conflictos históricos varios, divergencias políticas) lo que perjudica la escuela actual. Nada o casi nada hay en la escuela del pasado que pueda servir de modelo a la actual.
Ya está bien que sobre un tema tan complejo como la educación todo el mundo opine sin tener ni idea, y que normalmente lo haga desde una posición política partidista y desde la más pura ignorancia y que encima digan que los niños de ahora saben menos…
No soy filologa, pero las lenguas están para comunicarse y no para instrumentalizarlas políticamente para nuestros fines. Y, esta carta me parece una soberana estupidez, tanto por el contenido, como por lo que trata de transmitir. Qué importancia puede tener que utilicemos la terminación –o- en lugar de –a- en la palabra “taxista”, y que sea precisamente con este vocablo que sirve tanto para identificar al género masculino como femenino, podría calificar de incultos a este grupo de personas, como ha hecho la profesora, pero creo que no es el caso, porque todas las palabras escogidas en el manifiesto pertenecen al mismo genero que, curiosamente, ella no menciona, no es que sean unos analfabetos recalcitrantes o unos ignorantes porque la realidad es que son muy pocos los que piensan que un supuesto neutro identifique al género masculino o femenino. Este grupo de hombres se defienden a su manera del posible intrusismo femenino en su profesión, tratando de excluir el rasgo que identifica al género femenino.
Siempre ha habido palabras terminadas en -a y no por ello nadie las considera del género FEMENINO., (por ejemplo: taxista -e infinidad de palabras terminadas en -ista)”, o como pianista, violinista o jurista, contratista, dentista, hago referencia a las palabras que aparecen en el manifiesto. Pero ese es precisamente el problema: nadie piensa nunca que un supuesto neutro incluya a mujeres. Tal hecho preocupa especialmente a los hombres porque intuyen que no puedan llegar a ser identificados lingüísticamente como sujetos masculinos, o lo que es peor intuyen que puedan ser desplazados socialmente, de su profesión, por la mujer. Son las mujeres al convertirse en taxistas, dentistas, contratistas profesionales, por ejemplo, las que han hecho que captemos que estas palabras de género neutro ya las incluye. El problema es real: si leemos a los clásicos antiguos, o una traducción de Aristóteles, después de varias páginas por ejemplo sobre la amistad supuestamente escritas en ese plural genérico acabado en a, o o e, Aristóteles sorprende a sus seguidoras diciendo: todo esto no se aplica a mujeres y niños. En el período helenístico, con filósofos como Epicuro, se produjo todo lo contrario, tanto hombres como mujeres frecuentaban su jardín, y esa circunstancia provocó numerosas calumnias sobre las actividades que allí tenían lugar. Estudiantes masculinos y femeninos de toda Grecia y Asia Menor se incorporaron a la escuela de Epicuro y todos, sin excepción, tenían derecho a sus enseñanzas.
Hacen falta soluciones, y no esa incomprensión tan insistente a reconocer que el lenguaje, en este tema, no está a la altura de las circunstancias. Quizás con soluciones menos radicales y con la comprensión de los que siempre remiten a la normativa lingüística (que por cierto no es infalible ni la única referencia, como lo demuestra el que revise sus entradas continuamente y las adapte al uso)podríamos avanzar un poco más.
Lo que hay que hacer es atacar la realidad para que no haya discriminación. Y eso empieza por la mismas mujeres que no dejan de ser, algunas de ellas, las primeras machistas, como es el caso de esta profesora. No se pueden retener los roles machistas que interesan y pretender eliminar la discriminación.
Por último, el diccionario no inventa palabras, recoge las utilizadas por el pueblo. Si vemos en la RAE definiciones que no nos gustan es porque se ha extendido su función por esa vía y no por otra.
Por ejemplo, morfológicamente sólo se usa la forma en masculino de la palabra INGENIERO para designar el femenino, aunque en la lengua hablada ya es común llamar "INGENIERA" a una mujer. Esto quiere decir que en el pasado, esta carrera estaba vetada a las mujeres. Estas mentalidades han de cambiar y que mejor manera que hacerlo que desde la escuela.
Y, donde está escrito que las palabras no puedan variar su estructura morfológica en función de los cambios sociales que se van generando a medida que las necesidades cambian, se modifica la lengua por influencia medio-ambiental, ya sea que se agreguen nuevos elementos o cambie el sentido y significante-significado de un símbolo.
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Creo que esta “profesora” frivoliza con el tema de la igualdad y además me parece sexista, teniendo en cuenta que es mujer, me parece lamentable. No creo que sea de mucha trascendencia que cambiemos el género de las palabras, aunque no creo que sea tan banal, además si tenemos en cuenta la evolución de nuestra lengua a lo largo de la historia nos llevaríamos una gran sorpresa por la de giros que ha llegado a tener. Así que es muy posible que lo que hoy vemos como una tontería, y bien mirado puede que lo sea, con el tiempo se admita sin ningún tipo de problema. Porque el lenguaje es algo que está vivo y su evolución depende mucho de la transmisión del lenguaje oral, parece mentira, pero es así. Pues, aunque a esta profesora le cuesta admitirlo, la lengua es de todas la manifestaciones culturales la más democrática y se adapta sin problemas a los cambios sociales que se van produciendo.
Esta profesora menciona a los representantes más ilustres de nuestras letras, pero se olvida, y me parece que de manera deliberada, de toda la generación del 98 y del 27, representada, entre otros, por Antonio Machado, poeta español que, una vez terminada la guerra civil, optó por el autoexilio a Francia, al ver en lo que se había convertido su querida España, donde murió de tristeza; Miguel Hernández, poeta y pastor de cabras, asesinado en presidio por la dictadura franquista; Federico García Lorca, escritor y poeta que, como ya sabemos, murió ejecutado tras la sublevación militar de la Guerra Civil Española, por su afinidad con el Frente Popular y por ser abiertamente homosexual; y tantos otros ,…, quizás, esta profesora omite estos geniales representantes de las letras hispánicas porque están afectados por la memoria histórica y piensa que es mejor olvidarse de ellos…
Yo le recomiendo que se tome su tiempo y se dedique a estudiar las auténticas y genuinas antologías poéticas de Garcilaso, Góngora y Quevedo, y analice los cambios lingüísticos que se han producido en el período de tiempo que va desde el Renacimiento hasta el Siglo de Oro, se llevará una sorpresa y comprenderá muchas cosas….
Con respecto Bibiana Aido voy a ser muy concisa y muy directa. Si Bibiana Aido siendo tan joven ha demostrado que tiene los suficientes méritos y convencimientos para seguir luchando, como lo ha venido haciendo hasta ahora, por los derechos inalienables de la mujer. El cargo que va a ocupar en el ONU le viene como anillo al dedo y no creo que el alto organismo encuentre a otra persona más válida que la exministra para ese puesto. ¿Satisfecha, profesora contesta esto a tu pregunta sobre la valía de Bibiana Aído?
Las mujeres españolas y las de todo el mundo van a estar muy bien defendidas por Bibiana. Lo ha demostrado desde el Ministerio de Igualdad y lo seguirá demostrando desde cualquier otro escenario. En cuanto a ridículo no creo que sea muy preocupante tampoco. Por muchos años que pasen nada igualará al ridículo que hizo Aznar e hicimos todos los españoles cuando nuestro Presidente dijo aquello de "estamos… en ello…." con aquel infumable acento texano.
El único defecto de la exministra es que además de ser joven, inteligente y guapa, tiene las ideas muy claras y la cabeza muy bien amueblada. No todos los políticos son capaces de elaborar y promulgar leyes de tanta relevancia social como las que ha promulgado esta muchacha de 34 años y me alegra que un organismo como la ONU se haya fijado en ella para que siga desarrollando sus ideas, valorando sus aportaciones intelectuales en materia social, es algo de lo que debemos sentirnos orgullosas todas las mujeres españolas, y cada insulto y menosprecio hacia su persona sólo consigue acrecentar su valía… Las mujeres de todo el mundo (excepto algunas pijas del PP) nos sentimos orgullosas de que esta muchacha nos represente en el alto organismo, pues los derechos de las mujeres de todo el mundo estarán mucho mejor representados.
El único argumento que da la gente para descalificar a Bibiana Aido es que una vez dijo "miembra" o “testiga”, ¡cómo si fuese lo único que hizo cuando estuvo de ministra! .
Bibiana Aido tuvo un error al decir "testiga" en lugar de testigo, pero en el pasado también era impensable llamar doctora a una mujer doctor y en cambio ahora es un apelativo que no tenemos ningún problema en utilizar porque, socialmente, está plenamente aceptado.
Y, vuelvo a repetir donde está escrito que las palabras no puedan variar su estructura morfológica. Recientemente, la ministra de cultura, ha recordado y homenajeado a todos los autores que han creado e inventado palabras, como Julio Cortázar en Rayuela; Unamuno, Quevedo, Luis Martin Santos, Octavio Paz o el insigne Ramón Gómez de la Serna, "que jugó con total libertad con las palabras, un juego eterno", precisó. Además, como es la ministra de cultura se ha permitido el lujo de inventarse una palabra, este año la palabra protagonista de la fiesta del español ha sido Querétano, un vocablo que no está en el diccionario, pero con un significado precioso(que desconozco), que fue propuesta por el actor Gael García Bernal.
Creo que esta mujer puede ser una profesora, pero de lingüística sabe poco…je,je,je… Es posible que sea profesora de lengua, no lo dudo….Pero, creo que en realidad es un caso de travestismo epistolar ya que en el fondo se observa una clara determinación en negar, ignorar, o simplemente hacer escarnio de la igualdad…
Esta señora desconoce o simplemente ignora que el origen de las desigualdades, ya sean naturales, basadas en la diferencia de edad, color de la piel, salud, fuerza muscular, de la mente; o políticas, como pura manifestación humana sólo crean privilegios de riquezas, honores y poder. Y sólo éstas engendran la lucha y la guerra entre las distintas sociedades y dentro de ellas. Y cuando nos acercamos a esta cuestión desde la sociología, nos estamos refiriendo a aquellas desigualdades que producen discriminación, conflicto y guerra. Por lo tanto me parece inadecuado trivializarlas o en el peor de las casos, hacer escarnio con ellas….
El tema de la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad me apasiona y soy una defensora de la liberación femenina…¿Me gustaría saber porqué escuece tanto el tema de la Igualdad. ? ¿Si nosotras no la defendemos, quién lo hará?. Desde luego, mujeres con estas ideas no nos llevarán a ninguna parte, ni nos aportan nada bueno…
Bibiana Aído dijo que a la derecha "no le gusta la igualdad", cuando trataba de defender el Ministerio que ella dirigía y aseguró, que la igualdad no es “un elemento accesorio” sino que es “sustantivo” para el ejecutivo. Acusó a la derecha de querer eliminar su departamento “no por motivos de ahorro, sino porque no les gusta las políticas de igualdad y aprovechan el contexto de crisis económica para atacarlas con más beligerancia si cabe".
FINALMENTE TENEMOS QUE COMPRENDER QUE LA IGUALDAD NO ES SÓLO UNA CUESTIÓN DE DERECHOS HUMANOS, SINO TAMBIÉN DE “RECURSOS HUMANOS” PARA LUCHAR CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO, UN FENÓMENO QUE SUPONE “ LA MANIFESTACIÓN MÁS DURA DE LA CULTURA MACHISTA”.
Y para concluir que mejor que este poema de Quevedo para ilustrar esta crítica sociolingüística:
A la edad de las mujeres, de Francisco de Quevedo
De quince a veinte es niña; buena moza
de veinte a veinticinco, y por la cuenta
gentil mujer de veinticinco a treinta.
¡Dichoso aquel que en tal edad la goza!
De treinta a treinta y cinco no alboroza;
mas puédese comer con sal pimienta;
pero de treinta y cinco hasta cuarenta
anda en vísperas ya de una coroza.
A los cuarenta y cinco es bachillera,
ganguea, pide y juega del vocablo;
cumplidos los cincuenta, da en santera,
y a los cincuenta y cinco echa el retablo.
Niña, moza, mujer, vieja, hechicera,
bruja y santera, se la lleva el diablo.
Para el siglo XVII no es mala definición, ¡eh!. Parece que las mentalidades no han cambiado demasiado desde entonces.
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