LAS DOS HERMANAS, UNA HISTORIA CRUEL


Cuenta la leyenda que en la antigua Grecia existían dos hermanas que se profesaban un inmenso cariño. Eran las hijas de un rey griego llamado Pandión. Con el tiempo, se declaró la guerra con un país vecino y, el rey, para solucionar el conflicto, decidió entregar a Procne en matrimonio. La joven fue llevada con su flamante esposo, Tereo, pero pronto comenzó a echar de menos a su querida hermana Filomena, y mandó a su marido a que fuese a buscarla. Pero, Tereo, nada más contemplar a la hermosa joven quedó prendado de su gran belleza y por la linda voz que poseía, experimentando una violenta pasión por la muchacha que lo trastornó. Tras organizar el encuentro, Tereo idea un plan para poder poseer también a Filomena: Manda encerrar en el lugar de los esclavos a Procne, y manda un mensaje al padre de las muchachas, argumentando que Procne habia muerto, así que ahora le pedía la mano de Filomena, para continuar con su alianza. El padre confiado le cree y manda a su otra hija acompañada de una escolta.

Y, en el viaje de regreso a su hogar Tereo manda matar a los guardias y consigue satisfacer su deseo por la fuerza. Temeroso de que la joven revelase lo sucedido, le cortó la lengua y la encerró en un lugar seguro.

El cruel marido recibe un mensaje del Oráculo: Su hijo Itis morira a manos de un pariente cercano...meditando un poco sobre la situación, llega a la conclusión de que ese pariente es su hermano, asi que toma una gran hacha y lo mata, para evitar que se cumpla el Oráculo. Mientras tanto, Procne se ha enterado que su hermana está en Tracia, e inmediatamente, idea una forma de comunicarse con ella: Usando un bordado, relata toda la historia, con una sola frase en éste "Procne entre los Esclavos". Filomena recibe el mensaje y acude rápidamente al lugar donde habitaban los esclavos. Encuentra una gran puerta llena de cerrojos y cadenas; las quita y se reune con su hermana, quien no puede pronunciar palabra.

Entonces, Filomena consigue denunciar al violador ante su hermana, bordando lo sucedido en un tapiz que le muestra a Procne. Ésta al enterarse del ultraje e infidelidad del marido, loca de rabia, mata a su hijo, lo despedaza y se lo sirve guisado al marido. Cuando, Tereo, el marido, contempla horrorizado su festín enloquece y persigue a las dos mujeres por toda Tracia con un hacha en la mano, pero los dioses del Olimpo mediaron y se operó una metamorfosis, Procne se transformó en golondrina, Filomena en ruiseñor y, Tereo, el marido, en abubilla, un ave con aspecto guerrero, con su pico en forma de lanza y el orgulloso copete.

En otras versiones, Procne es el Ruiseñor y Filomena es la golondrina; y Tereo es convertido en un Halcón. Los tracios desde entonces no permiten que un ruiseñor ni una golondrina aniden en sus casas, por miedo a que Tereo venga y los mate.

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