TERESA ROMERO, CURADA
Teresa Romero que ha superado la infección del ébola, ha pedido hoy justicia por todo lo ocurrido a raíz de su contagio, incluido el sacrificio de su perro Excálibur, y ha afirmado: "Me siento atropellada".
Atropellada, vejada, injuriada y despreciada. La auxiliar de enfermeria ha sido maltratada cruelmente, llegando hasta el punto de poner en entredicho su reputación con ignominiosas declaraciones hacia su persona. Pero, esta mujer se ha comportado como una heroína de gran calidad humana y profesional, demostrando ser una sanitario responsable porque ha actuado con una gran diligencia desde el principio, evitando el contagio de las personas de su entorno.
Además, con los recientes contagios en EEUU, se ha comprobado que los protocolos no son infalibles. Pero, una cosa sí es cierta, aquí en España, el protocolo biosanitario no estaba a la altura y la prueba es que el equipo médico que ha atendido a Teresa, después de su recuperación, ha sido puesto en cuarentena.
Pero, lamentablemente, el restablecimiento de Teresa no satisface a un sector de la sociedad ya que éste le niega el derecho a quejarse del inútil sacrificio de su mascota, alegando que está politizando su enfermedad. Cuando está demasiado claro quien o quienes han hecho politiqueo con este asunto.
El caso de Teresa Romero ha puesto en evidencia que cuando se habla de que nuestra Sanidad es un ejemplo de referencia mundial y que debía de enorgullecernos, no se exagera. Este grave problema que nos aqueja, nos ha sorprendido con los servicios sanitarios muy mermados por los recortes y los recientes desmantelamientos, pero ha servido para poner de relieve la alta calidad asistencial del sistema...
Y, ya concluyendo, tras su total recuperación, le incumbe a Teresa el derecho a reclamar lo que le corresponde por derecho...
Atropellada, vejada, injuriada y despreciada. La auxiliar de enfermeria ha sido maltratada cruelmente, llegando hasta el punto de poner en entredicho su reputación con ignominiosas declaraciones hacia su persona. Pero, esta mujer se ha comportado como una heroína de gran calidad humana y profesional, demostrando ser una sanitario responsable porque ha actuado con una gran diligencia desde el principio, evitando el contagio de las personas de su entorno.
Además, con los recientes contagios en EEUU, se ha comprobado que los protocolos no son infalibles. Pero, una cosa sí es cierta, aquí en España, el protocolo biosanitario no estaba a la altura y la prueba es que el equipo médico que ha atendido a Teresa, después de su recuperación, ha sido puesto en cuarentena.
Pero, lamentablemente, el restablecimiento de Teresa no satisface a un sector de la sociedad ya que éste le niega el derecho a quejarse del inútil sacrificio de su mascota, alegando que está politizando su enfermedad. Cuando está demasiado claro quien o quienes han hecho politiqueo con este asunto.
El caso de Teresa Romero ha puesto en evidencia que cuando se habla de que nuestra Sanidad es un ejemplo de referencia mundial y que debía de enorgullecernos, no se exagera. Este grave problema que nos aqueja, nos ha sorprendido con los servicios sanitarios muy mermados por los recortes y los recientes desmantelamientos, pero ha servido para poner de relieve la alta calidad asistencial del sistema...
Y, ya concluyendo, tras su total recuperación, le incumbe a Teresa el derecho a reclamar lo que le corresponde por derecho...
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